6. Decidido: Será toda mía
David
La hermosa diosa griega acepta mi invitación a cenar. He puesto la excusa de que íbamos a hablar del trabajo, pero claramente mi intención es otra, aparte de quedarme con todo su dinero, por supuesto. Voy a estafarla, hasta que se quede sin un peso, al igual que sus socios, va a perder.
―Entonces... ―Levanta la copa de vino y la degusta ―¿Crees que podríamos llegar a un acuerdo?
―Contigo siempre ―Más hablo con ella, más me interesa, aunque lo que más me importa en este momento, es ese cuerpo que me enciende a mil por hora ―es imposible no querer tenerlo.
Sonríe.
―Bueno, dejémonos de juegos ―Huy esto se pone bueno ―ya que no vas a hablar, te la haré más fácil, vuelve a engañar a mis funcionarios y te hundo.
La diosa saco sus garras y se convirtió en un felino.
―Parece que no eres ninguna tonta.
―Te dije que no era una santa y ahora que tenemos todo claro, será mejor que te des cuenta, que no te vas a quedar con nada de lo mío ―Se levanta se su asiento y agarra la cartera ―pagas tú, yo ya me voy.
Me levanto y la detengo por la muñeca.
―¿Tan rápido te vas? Ni siquiera bailamos.
―Satisfacer a mi enemigo, no está en mi vocabulario ―me aclara, pero a mí no me importa y la empujo hacia mi cuerpo ―¿Qué intentas? ―Frunce el ceño.
―Enemigo o no ―digo cerca de su labios ―nos podemos llevar bien igual ―La agarro de la cintura ―no sé si me entiendes.
Sonríe.
―Que pervertido ¿O debería llamarte depravado? ―intenta provocarme, aunque no lo consigue.
―¿O sea que no estás interesada? He oído que tienes una libido de muerte.
―Herencia de mi padre ―Se ríe y me encanta. Me abraza por el cuello ―. Supongo que esta noche, no vamos a bailar.
―No, parece que no ―La beso y me corresponde. Esos labios carnosos me enloquecen, quiero probarla entera.
Pago la cena y nos dirigimos a un hotel, pasamos la noche juntos. Algo que me emociona demasiado, en exceso diría yo.
Al día siguiente, mi idea sobre Crista Ricoy cambio. Llego a mi compañía y mi asistente se me acerca.
―Señor Lovelace, sus socios me informan, que están listos para obtener más beneficios de Deluxe, usted ya sabe cómo.
―Cancela todas las operaciones ―ordeno.
―¿Señor? ¿Pero es mucho dinero? ―Se sorprende.
―Nos quedaremos con Deluxe, pero antes necesito apoderarme de algo más.
―¿De qué? ―pregunta pero no le respondo.
Camino hasta la ventana y miro el cielo despejado.
―Estoy decidido.
La diosa será toda mía.
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