52. Regreso a la Argentina

A penas llego a mi país de origen, voy directo a la sucursal principal de Deluxe. Las puertas del ascensor se abren, sonrío y me quito los lentes de sol. Paso cerca de mí recepcionista y se sobresalta aunque la ignore.

―Cri... ¡¿Crista?! No sabía... que vendría ―dice nerviosa y me observa la panza, cuando me giro a mirarla ―. Usted está...

La fulmino con la mirada y se asusta. Sonrío.

―Subí un poco de peso, nada más ¿Algo para decir?

―No, sólo iba a decir... que está espléndida ―exclama nerviosa.

Me río.

―Tranquila, no te voy a despedir ―Me doy vuelta para caminar a mi oficina ―por ahora.

Entro en mi despacho y me siento en la cómoda silla de mi querido escritorio. Ah paz y tranquilidad, nada como volver a tu territorio, tus cosas.

Hasta que todo se esfuma cuando abren la puerta sin tu permiso. Frunzo el ceño.

―Nick, llegas tarde.

―Es que... tengo un pequeño problema ―exclama nervioso, mi morocho favorito, señalando detrás de él.

―¿Cuál? ―Levanto una ceja.

Oigo unos tacos correr, ella se aferra a él y agarra su brazo.

I love you, Nick.

Él me mira con una cara, que parece que dice "Ayúdame".

Me levanto de mi asiento, desconcertada.

―Violette Lovelace

No sé por qué, pero siento que voy a tener problemas con Pietro. Creo que aparte de regresar a la Argentina, me traje a otros conmigo hasta aquí. Quiero matar a alguien ¡Ah sí! Ya me acordé a quién.

David Lovelace.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top