Es de noche, camino al lado de Nick, gracias a una información que he conseguido, un antro de mala muerte puede ser tu mejor aliado. Los flecos de mi vestido rojo se mueven, mientras doy pasos de manera sensual por el lugar, miro a un lado y a otro.

―¿Dónde estará?

―¿Crees reconocerla? ―pregunta el morocho.

―Silencio ―lo callo y sigo observando hasta que doy con ella ¡Bingo! La encontré.

Una buena silueta, resalta con su pollera corta y su remera apretada, sus piernas se mueven al compás de la música. Es inconfundible, la castaña de ojos verdes, es ella.

Sonrío.

―Violette Lovelace.

―¡Vaya! Con la hermanita ―expresa Nick mirándola detenidamente ―bonitas piernas ―opina pensativo.

―Deja de pensar con tu "amiguito" y concéntrate ―lo reto.

Se ríe.

―Lo siento.

―Además, debes pensar que si es su hermana, puede ser igual de retorcida que él, hay que ir con cautela ―aclaro, no puedo fallar.

―¡¡Pietro!! ―oigo que grita y corre hasta un hombre alto ―Hola, cariño ―Le sonríe y lo besa en los labios.

Se saludan y este luego se va. Ella se sienta en la barra, coquetea con el barman. Ah es una facilona, sonrío.

―Nick, creo que hoy vas a poder usar tu "amiguito".

Se ríe.

―Que pervertida. Aunque yo no soy tan seductor.

―Sólo ve y probemos que pasa ―le ordeno y señalo la barra.

Levanta la mano como si fuera un militar y sonríe.

―Lo que la jefa diga.