22. Caja de sorpresas

Crista

Hice que sus socios se volvieran en su contra, pero no hay ninguna negativa por su parte ¡¿Por qué siempre está feliz?! Lo detesto.

Entro a la habitación del hotel, voy al baño, me quito la ropa y entro a la ducha.

Embarazada otra vez.

Ojalá pudiera quemarlo vivo a ese imbécil, como se atrevió, lo odio.

Corto el agua y me cubro con la toalla luego de secarme.

―¡Uf! Ya me encendí ―Oigo ese maldito acento inglés y me giro.

―¿Qué haces aquí? ―Me sorprendo.

Levanta una tarjeta.

―Tengo mis métodos.

Frunzo el ceño.

―Yo la deshabilite.

―Tú no eres la única que tiene buenos hackers ―La guarda y deja de estar apoyado en el borde de la puerta, para caminar hasta mí ―pero no vine a hablar de eso.

Retrocedo y me choco contra la fría pared. Sonrío.

―¿Te quedaste sin socios? Yo no puedo regresártelos, lo siento.

―Creo que ya no puedes decir que no tenemos cosas en común, hackers, socios y sobre todo ―Levanta su mano y señala mi vientre ―a baby ―dice lo último en inglés, pero claramente sé de qué está hablando.

―Lo hiciste a propósito ―exclamo con odio.

―Obvio ―Apoya su mano en la pared, al lado derecho mi cabeza. Me observa ―. Estoy de suerte, tengo buenas vistas.

―Pues entonces tendré que contarte los ojos ―Sonrío ―y al fin me desharé de lo que más me molesta de tu cara.

Se ríe.

―¿Por qué mis ojos son del color de tu exmarido?

Vuelvo a fruncir el ceño.

―¿Cómo sabes eso?

―Sé muchas cosas, incluso que esto que te está pasando ―Nos señala a ambos ―se llama karma.

―¡Puf! No creo en esas cosas ―Ruedo los ojos.

―¿Y qué hay de Daniel Wallas? ¿no crees que yo soy tu karma por torturarlo tanto? ―se burla.

―Daniel y Carter tuvieron su merecido y tú también lo tendrás ―exclamo con confianza y sonrío.

―Oh tengo el honor de estar en tu lista negra, soy tan feliz ―expresa con orgullo.

―Psicópata ―lo insulto.

―Loca ―él lo hace también.

―¿Te crees que sabes todo de mí? ¡No sabes nada! ―Aumento mi voz, estoy furiosa.

―Sé todos tus secretos, Crista. No hay nada que ya no sepa de ti, sé todo mi querida Greek goddess ―Toca mi cabello ―. Eres una caja de sorpresas que ha sido descubierta.

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