David

Estoy en mi oficina y hago que mi asistente haga llamar a una persona. Cuando esta llega, levanto la vista y lo analizo detenidamente.

―Así que, Nick ¿cierto?

El morocho se sienta en la silla del frente de mi escritorio y sonríe.

―¿A qué se debe esta extraña reunión? ―Mira para todos lados divertido.

―Primero lo primero, he oído que eres el empleado más allegado a Crista ―acoto.

―Ya sé a dónde llega esta conversación ―Se ríe ―quieres que la traicione ¿Estoy equivocado?

―Eres bastante... ―Me lo pienso ―perspicaz ―Sonrío.

―Soy muchas cosas, menos un traidor ―exclama con confianza.

―¿Seguro? Porque que yo sepa, no te llamas Nick ―Pongamos las cartas sobre la mesa.

―Así que el señor mafioso, quiere desenmascarar al señor delincuente ―se burla y señala los tatuajes de su mano ―. Cierto, no me llamo Nick y esta es la prueba, significa muerte ―Se levanta de su asiento y se marca la otra ―y esta significa lealtad ―expresa determinado ―así que vas a tener que pensarlo bien, porque no soy cualquier persona. Yo también, tengo muchos secretos.

―Y yo puedo revelar cualquiera, la pregunta es ¿Estás dispuesto a desafiarme?

―Por supuesto, no le tengo miedo a nada.

Tiene bastante confianza en sí mismo, pero yo tengo mucha más en mí. El fin justifica los medios y es lo que me importa.