David

Brayton conduce hasta la finca Lovelace como padre le ordenó y yo me oculto debajo del asiento trasero cuando llegamos. Saluda al guardia cuando le abre la reja al vehículo y en el momento en que me aseguro de que ya nadie nos ve, me siento.

―Listo, plan en marcha ―comienzo a hablar ―aseguraré el terreno y tú actúa normal, ve con padre y hazle creer que estás de acuerdo.

―Lo sé, lo sé ―Continúa con su vista en el camino ―pero... ¿Qué quieres decir con asegurar el terreno? Ya conoces este lugar ―expresa pensativo.

―Debo hablar con la novia ―Muevo las cejas y él se ríe mirándome por el espejo retrovisor.

―Okey, ya entendí, esperaré tu señal ―Se dispone a estacionar y ya es momento.

Hora de comenzar esta última batalla y debo asegurarme de que no voy a perder.