151. Momentos de debilidad

Crista

Estos días han pasado un montón de cosas, las cuales me han hecho remover muchas emociones y pensamientos, a tal punto que me he convertido en una vulnerable.

Lo primero, Evan ha nacido antes de tiempo y el miedo de que aquella vida dentro de mí se perdiera, apareció. Luego vino el vacío, cuando ya no estaba allí, pero la alegría se apodero de mí cuando lo tuve entre mis brazos.

Han intentado matarme o secuestrarme mientras salía del hospital y otra vez temí por la vida de mi hijo. Al llegar a la mansión, Katerina se puso celosa de Evan y por la incompetente de la mucama salió de la casa.

El miedo volvió a mí.

He sido muy mala con esa niña desde que nació, jamás la he tratado con cariño. Aunque hay una diferencia entre tratar mal y atentar contra la vida. Siempre le he dicho palabras hirientes, nunca le tocaría un pelo y jamás dejaría que se lastimara.

Una vez la dejé encerrada en un departamento sola, o eso es lo que todo el mundo cree. La verdad es que dejé a alguien para que la vigilará, nunca estuvo en peligro. Al igual que con el juicio, mentí diciendo que la abandonaría.

Todos mis planes han resultado perfectos.

Excepto cuando la niña va corriendo a una muerte segura y se me paraliza el corazón, teniendo que dejar de fingir. Ver el coche en dirección hacia ella me puso en una situación límite. La saqué a tiempo de la calle y no pude evitar decirle que la quería.

Me volví débil.

Pero esto no terminó ahí, la gota que rebalso el vaso fue Daniel. Me escuchó. Mi venganza se fue a la basura y me dijo unas cuantas cosas que me revolvieron el cerebro, haciéndome pensar.

Y me dieron ganas de cambiarlo todo.

Aunque luego llegó David y nos interrumpió.

David.

David, maldita sea con David.

Si hay una persona que me vuelve débil es él y no me importa demostrar debilidad ante su presencia. Cuando está cerca, me siento la antigua Crista, esa adolescente que sólo quería conocer el mundo y ser feliz. Sin embargo mi orgullo me aleja por completo de esa realidad.

Ya no soy una niña y no me gusta ser manipulada.

Como con mi madre, como con Carter ¿Por qué dejarme usar?

Y después pienso.

"David no me usa".

Es sólo que, tengo una pelea en mi cerebro. Mi orgullo y mis sentimientos no me dejan tranquila.

¿Will you marry me? ―me dice que me case con él.

Estoy sentada en ese living, porque sentía que no quería que esté enojado conmigo y ahora vuelve con esa propuesta. Los matrimonios son para desastres, pero David lo ha preguntado tanto.

Lo ha preguntado.

En el pasado, nunca me preguntaban nada, siempre tomaban las decisiones por mí.

Quisiera dejar de pelearme con mi cerebro, quisiera decir...

―Sí.

Se me escapó.

Trágame tierra, mi orgullo va a matarme ¡¿Qué he hecho?!

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