130. Calor de castigo

Tengo calor, demasiado. Si pudiera quitarme la ropa ahora mismo lo haría, pero si se supone que lo estoy rechazando, no puedo darme el lujo de entregarme en bandeja.

―¡Te he dicho que me dejes! ―Siento mis mejillas arder y otras partes que no puedo nombrar.

Sonríe.

―¿Por qué? Vamos a celebrar.

―¡No tengo nada que celebrar contigo! ―Sigo aumentando la voz y continúa aumentando el calor de mi cuerpo.

Vuelve a acercarse a mi rostro.

―Dame una oportunidad.

Mi orgullo y mis miedos, jamás le darían eso que pide, entonces discuten con mi corazón. Esto es tan patético, sólo necesito alejarme.

Le pego un cachetazo.

―¡No! ―Bloquea mis manos aprisionándolas.

―Chica mala ―Sonríe de lado ―te tengo que castigar.

―Y yo te tengo que matar.

Esto no está llegando a ningún lado. Bueno, en realidad sí. Va en dirección a lo que mi libido quiere.

Sexo.

¿Y qué con eso de castigar? ¡Ya empezó con esa estupidez otra vez!

Recuerdo la vez que me ato a la cama y se fue a su habitación dejándome sola ahí.

¡Qué ni se atreva o lo mato!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top