124. Hora de negociar
David
Presiono la colilla de mi cigarrillo sobre el cenicero de la barra del bar y sonrío al ver llegar a James, el socio de mi padre. En pocas palabras, el imbécil que me hizo echar del país.
―Al fin me llamaste ―aclara y se sienta a mi lado.
―No pensaba seguir los juegos de mi padre, pero ya que necesito distraerme, negociemos ―exclamo con un tono que irradia molestia.
Se ríe.
―Ya veo que no estás en uno de tus mejores días, recuerdo que cuando eras un niño también te ponías así ―Se remanga y se mira la cicatriz que le hice ―. Desde ese día, tu padre supo que ibas a ser un triunfador en la vida ―Bufa ―. Fue una lástima que se cayera nuestro negocio de armas, hace unos años, pero no creo que haya sido tu culpa ―Se ríe nuevamente ―de verdad.
―Hablas mucho ―refunfuño ―¿Por qué la insistencia de que yo sea el intermediario?
―Tu ex-suegro me convenció, dice que necesita un favor.
―Douglas Matthei es un hombre inteligente, te pagó para convencerme, pero pierdes tu tiempo, mi relación con Diana nunca existió y mucho menos se va a crear ahora. "Puedes insistir todo lo que quieras, pero nada va a pasar", dile exactamente eso ―le aclaro ―¿Pasamos a lo que nos compete?
Bufa.
―De acuerdo ―Levanta su maleta y de allí saca un portafolio y me entrega un papel ―. Este negocio es diferente ―Se ríe ―vamos a estafar a muchos esta vez, revísalo con cuidado ―Se levanta de su asiento ―y yo que tú, me iría rápido, la gente de Matthei está rondando por aquí ―advierte y se retira.
Doblo el documento y lo guardo dentro de mi chaqueta. Bajo mi mano a dónde está mi arma, ciertamente mis enemigos están por aquí.
Y no vienen a saludar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top