David

Veo como Crista da su discurso y se gira caminando, contoneando sus caderas. Okey, ya me calenté. ¿Dónde la ve gorda esta estúpida?

Crista is perfect.

Un segundo. Algo no va bien.

―Hola hermoso y adorado viejo ―la oigo decirle a mi padre que está en la otra sala y luego se corrige ―quiero decir, Graham. ¿Me presta eso?

¿Qué cosa? Espero confundido.

―David ¿Podemos hablar? Es importante ―exclama mi ex-prometida.

―¿Qué? ―Ni le presto atención, es como un fantasma volando que ni se ve, esta mujer es invisible para mí ―Estoy ocupado.

Adivinando que hace mi mujer. Seguramente una de las suyas. Sin embargo, no creo que convenga que ataque a Diana y yo sé porque lo digo.

Escucho un ruido y de repente veo una pelota de golf rebotando por todo el living.

―¡Hoyo en uno! ―grita Crista cuando le da a Diana en la cara y esta cae al suelo ―¿Quién es la vaca gorda ahora? ¿Eh? ―Sonríe con malicia, viniendo para ver su hazaña.

―¡Me rompiste mi living! ―grita mi padre y yo solo me tapo la boca para no reír.

Ay no, no debo reírme, me duele la panza, ¡Ay! Me voy a reír ¡Qué me río!

―Ja, ja, ja...

―¡Mi padre se enterara de esto! ―exclama Diana furiosa levantándose del suelo y yéndose a la puerta.

¡Ups! Lo arruine, pero es que...

―Ah, ja, ja, ja...

No puedo parar.

―¡Me duele la panza! Ja, ja...