𐄹 20

Se quedaron abrazados un rato más, hasta que la respiración de Jisung se calmó y separó su cabeza del pecho de mayor, dejando sus manos sobre este.

- Minho... gracias.- murmuró, mirándolo atentamente, formando una leve sonrisa en sus labios. Sentía un calor extraño en su pecho, y lo reconocía: se sentía amado, de alguna forma. Hace mucho tiempo que no se sentía así, y por dentro sabía que no sería la última vez.

El mayor negó, sonriendo y alzando una mano para tocar los cabellos contrarios con suavidad.

- No hay de qué, Sunggie. Lo siento mucho por tardar, pero espero que ahora esté todo bien.- el menor asintió, volviendo a esconder su rostro, esta vez en el cuello contrario. Estaba siendo confiado porque estaba sensible, pero estaba segurísimo de que esa misma noche se reprocharía haber actuado así con el mayor sin su previo consentimiento.

Todo eso pasó a segundo plano cuando las manos de Lee acariciaron su espalda, haciendo que su cuerpo volviera a destensarse.

- Minho, hasta cuando...- tragó, sin saber cómo formular la pregunta. Dios, aún le resultaba extraño pensar en que literalmente había estado observando todos sus movimientos.- ¿Hasta cuando me tienes que "espiar"?

El mayor soltó una carcajada, mirando tiernamente al menor.

- Ya no más, osea, ya no me hace falta. Sólo si tu quieres, pero tendrás que cambiar tu teléfono.- dijo. Aún no había hablado ni pensado en decirle al jefe que dejaría la tarea, aunque tendría que inventarse una muy buena excusa para salir ileso.

Jisung asintió, aferrándose a la suave tela de la camisa del contrario.

- ¿No volverás a alejarte?- preguntó en un susurro, algo inseguro. Odiaba como se ponía después de un ataque de inseguridad, pero no podía evitarlo: era parte de él.

- No.- respondió, tan seguro de su palabra que Jisung se sintió aliviado.

Volvieron a sumirse en el silencio, escuchando como en el exterior comenzaba a llover.

Minho se recostó en el sofá, llevando a Han con él y acostándose junto en el no tan grande mueble mueble, por lo que literalmente estaban uno encima del otro.

- Si estuviéramos hablando por chat, ¿qué me dirías?- Lee cortó el silencio, queriendo hablar, aunque sea por susurros.

- Que dejes de acosarme.- ambos rieron, porque esa fue una de las frases que Jisung más solía usar cuando se comunicaban por teléfono hace meses.

- Y si te dijera que me gusta alguien, ¿qué me dirías?- Minho soltó la pregunta en voz muy baja, demasiado, como si no quisiera decirlo realmente, y Jisung lo notó. No entendió el porqué del pequeño malestar ni del tono del mayor, pero respondió con lo primero que le llegó a la mente.

- Te diría que a ya sé que te gusto yo y que dejes de molestarme porque tengo que trabajar.- escuchó la suave risa del contrario y sintió como lo apretaba entre sus brazos. Una media sonrisa se formó en sus labios, pensando en la pregunta. ¿A Minho le gustaba alguien? No debería por qué importarle, es decir, son amigos, ¿no? Sólo le extrañó tanto porque llevaban tiempo sin verse, y quizá el pequeño amor que siente por el mayor era fraternal por el vínculo que se creó entre ellos.

- ¿Por qué me lo dirías por chat y no en la vida real?

- Porque casi no te veo, idiota.- golpeó su hombro con suavidad, cerrando los ojos.- Minho.

- ¿Hmm?

- Gracias.

- A tí.

- ¿Por qué?

- Por nada.- él también cerró los ojos, ignorando el tono curioso del menor, y durmiéndose después de un rato así.

No durmieron mucho rato, ya que un sofá no era cómodo después de todo.

- Quiero seguir durmiendo...- murmuró, frotándose los ojos y viendo como Jisung se incorporaba, alejándose de su cuerpo y dejándolo con frío, mucho frío.- Vamos a la cama.

- Vete a tu casa.- dijo el menor, apartando los papeles que Minho había traído consigo.- No me invadas, por favor, mi cama es de uno.

Minho lo ignoró, arrastrándose hacia la habitación del chico. Él bien sabía que la cama era de dos, no era la primera vez que se quedaba allí.

- ¡Minho! ¡Es mi casa!

- Shhhh, quiero dormir.- y era verdad, llevaba días sin dormir debido a la investigación.

Jisung no tenía ni las fuerzas ni las ganas de echarlo, así que simplemente le siguió, tumbándose en la cama y empujando a Lee para que le dejara más espacio.

Antes de dormir pensó en que era bonito dormir así, aunque no soportara que Minho no dejara de quitarle la manta.

siento que va muy rápido y al mismo tiempo no help.

anyways, espero que os haya gustado.

por cierto, ಥ‿ಥ 20 capítulos omg nunca pensé que escribiría tanto, y muchas gracias por las visitas bubus.

os tqm

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