Capítulo 50
†
∆Narrador Externo∆
Silencio. Ni Yuu ni Mika se movían, eso podía ser una mala noticia.
Los chicos se mantenían viendo el espectáculo por la ventaba y en el segundo en que Izbell estaba por salir y darles una patada a ambos, Yuu se abalanza sobre el rubio, haciéndolo caer de espaldas sobre el frío suelo para besarlo.
Un suspiro de alivio colectivo inundó la habitación.
-¿Me ayudan con la boda?- pregunta Izbell al verlos tan felices congelándose el trasero afuera.
-Claro.
Cada quién tomó su lugar de nuevo, cuando los chicos volvieron a entrar, el aura de alegría era tan fuerte que era imposible no seguirles en la dicha. Estaban comprometidos.
Esa noche comenzaron los planes. Ambos llevarían un traje, era algo similar a la boda de Eren y Levi, y todo se llevaría acabo en la antigua casa. Preparativos, decoraciones, colores, recuerdos, pastel, trajes, lugares, invitaciones, invitados, comida y alegría.
Todo estaba terminando demasiado bien.
Ocho meses llevó tener todo listo, solo asistirían los amigos cercanos, ninguno de los padres podía asistir, sería algo pequeño y lleno de amor.
-¿Y si me deja después?- Yuuichiro estaba nervioso ese día.
-No lo hará- Izbell asegura, arreglando el cabello de su hermano.
La chica notó hasta ese día que su hermano viviría con su pareja, ella quedaría sola en casa, y aún que la idea no le desagradaba le daría mucha nostalgia el vacío que ese inmaduro dejaría.
-Todo va a ir bien- asegura antes de hacerlo caminar directo al altar.
Izbell terminó entregando su hermano a ese pálido chico de ojos celestes y cabello rubio, con la seguridad de que él lo cuidaría tan bien como ella hasta ese momento.
Todo un mar de lágrimas. Los amigos que están desde el inicio de ese romance lloraban a mares por como se había desarrollado esa historia. Desde la situación jefe-empleado hasta amigos-novios. Mikaela sonrío mucho ese día.
Luego de las promesas de amor, los anillos y el beso que selló la unión, hubo una fiesta donde se felicitaron mucho a los novios.
-Hey, Mika- Izbell lo llama cuando Ciel y Sebastian acaparan a Yuu-, necesito hablar contigo.
Alejándose un poco de los demás, ella por fin habla.
-Tú sabes muy bien que yo viví siempre con Yuu, nunca nos habíamos separado... Yo cuidé mucho de él en estos años... Así que solo tengo una petición que hacerte: cuida de él. Necesita mucha paciencia, es testarudo y un poco tsundere, pero realmente te ama, por lo que no voy a impedir que se pasen tres semanas enteras fornicando como conejos...
-Izbell...
-Es mi mejor amigo- una que otra lágrima escapa de sus ojos-. No le hagas daño.
-Yo nunca podría...- la mirada de Izbell lo hace reconsiderar su frase-. No voy a dejar que nada malo le ocurra.
-Gracias- susurra-, ve con él, está muy inquieto.
Mika le sonríe (de nuevo) y se marcha al lado de su esposo.
-¿Donde estabas?- pregunta Yuu, tomándolo del brazo.
-Hablando con Izbell- responde.
-Está feliz- suspira-, pero será raro no tenerla en casa. No me gusta la idea de que se quede sola.
-No va a estar sola.
-El gato no cuenta- Yuu se queja-. No le interesa nadie y rechazó el ofrecimiento de Eren y Levi para vivir con ellos.
-Simplemente no quiere molestar a nadie, ella quiere darles su espacio a sus amigos.
-Ella estuvo con nosotros desde el inicio- le recuerda-. Te ayudó mucho, a mi también.
-Y estoy agradecido con ella por eso, es más como tu madre que como tu hermana.
-¿Y donde se metió ahora?- pregunta Yuu, comenzando a buscarla con la mirada por la habitación.
Un nivel más arriba se encontraba ella con sus amigos, haciendo las maletas de los novios.
-¡Pasate la lencería, Levi!- le pide para guardarla en la maleta de su hermano-, abranle un agujero pequeño a los condones, quiero un sobrino.
Mientras ellos corrían de un lado al otro de la habitación arreglando las cosas, Izbell hizo desaparecer su mediana tristeza. Sería divertido, al fin y al cabo.
-¡Bien!- grita- ¡Buen trabajo, chicos!
Y bajan para continuar con la fiesta hasta el momento en que los esposos deben irse a su luna de miel.
-Se van con cuidado, me llaman cuando puedan, quiero fotos y tengan sexo con protección- Izbell comienza a despedirse de ellos- ¡Adiós, par de promiscuos!
Yuu va a extrañar su raro sentido del humor, pero aprenderá a sobrevivir sin ella, su consejera desde pequeños.
Mika, por su lado, le promete cosas como un hijo responsable y preocupado por su madre.
Vaya que su luna de miel fue un caso. Izbell y sus cómplices se habían tomado la tarea de comprar todo tipo de utensilios para el sexo. No sabían si agradecerles o arder en vergüenza.
-¡Me duele! ¡No me quiero levantar!- se quejó Yuu el primer día de la luna de miel- ¡Destrozaste mi cadera, maldita sea!
Y es que cuatro rondas seguidas no fue tanto el problema, Yuu se quejaba de las posiciones que ese extraño libro decía, un regalo parte de su hermana y el matrimonio Jeager. El regalo de Ciel y Sebastian había sido de menos carácter sexual y más decoración de casa, un retrato bastante bonito de los dos la noche en que Mika le propuso matrimonio.
-Tú fuiste quién propuso intentar esas posiciones- le recuerda Mikaela.
-¡Callate, imbécil!
Mika se inclina para dejarle un beso en la mejilla.
-Yo también te amo.
Algo así fue toda la luna de miel.
Al regresar, los dos parecían más felices aún, algo que no extrañó a ninguno de los presentes en el aeropuerto para recogerlos.
-¡Hola, chicos!- Izbell es la primera en lanzarse para abrazarlos- ¿Como les fue con el kamasutra?
-Callate, Izzy- pide Mika-, luego te cuento.
-¡Par de idiotas!- Yuu comienza a quejarse de su poca discreción.
O eso hasta que reparan en la presencia de un chico desconocido parado al lado de Izbell.
-Oh, él es Hirokawa, un nuevo amigo- lo presenta-, Hiro, ellos son mi hermano y su esposo, Mika y Yuu.
-Un gusto- sonríe, sorprendiendo a los dos, que comienzan a dar vueltas a su alrededor, analizándolo.
-¡Educación, muchachos!- pide Izbell-, apresurense que los demás esperan en casa.
Mika y Yuu tuvieron que guardarse los comentarios durante el camino. Sí, Izbell parecía muy relajada al lado de ese nuevo chico, lo que causaba que Yuu comenzara a dejar ver su lado sobre-protector.
-¿De cuando se conocen?- pregunta.
-Desde que se fueron- responde Izbell con tranquilidad-. El gatito se había salido y, pues nada, el me ayudó a buscarlo en la calle.
-Le perfecta historia de a...- Hirokawa es cortado a media frase por un codazo de Izbell.
-¡Llegamos!- grita Izbell, apurándose a bajar del auto cuando lo estaciona.
El chico la sigue de cerca, dejando atontada a la pareja.
-¿Esto es extraño solo para mi?- pregunta Mika a Yuu.
-No, también lo es para mi.
Al entrar a casa, la antigua morada de los Clearke, ellos se llevan la sorpresa de ver a todos sus amigos presentes para gritar:
-¡Bienvenidos al nidito de amor!
Kimizuki y Yoichi los escoltan a la sala, toda la casa fue amueblada nuevamente. Se dejan caer frente a la televisión, los múltiples sofás desaparecieron para dar lugar a solo uno de tres personas, nunca habían visto tanto espacio libre en ese lugar.
-La cama también es nueva- les comenta Sebastian con un guiño.
-Colaboramos juntos para dejar todo como nuevo- afirma Izbell-. Finalmente me voy a la casa de Navatsy dentro de dos horas.
Eso era un poco triste para todos de escuchar, pero cada quién iba por un rumbo diferente ahora.
-Así que tienen que subir- les pide.
Mika y Yuu dan una vuelta por toda la casa, encontrándose con fotos de los amigos y varios cuadros con frases que les quedaban perfecto. Era eso lo que Izbell y los demás les dejarían.
Pasado ya el tiempo de excursión, se reúnen en la mesa para compartir los sucesos de la luna de miel, tanto Ciel como Izbell estaban riéndose mucho de Yuu y sus quejas.
-Esto fue muy divertido- comenta Levi mientras se levanta de su lugar-, antes de irnos, Izbell tiene que decirles algo.
Entonces la susodicha se levanta para verlos a todos.
-Chicos míos, este año fue el mejor de mi vida, conocerlos era lo que yo más necesitaba, creanme que nunca esperé llevarme tan bien con varias personas ¿Quién diría que buscando trabajo mi hermano fuera a enamorarse y, de paso, consiguiéramos a tantos buenos amigos? Yo esta noche agredezco por su presencia durante toda esta historia, por estar con nosotros dos desde el inicio, acompañandonos durante los dramas de estos dos idiotas y ayudandome para que los líos se solucionen.
-"Esta noche me voy de regreso a Navatsy, nos veremos en pocas ocasiones, no como ahora, que si yo quería estaba con todos en la oficina o en sus casas... Me harán falta. Levi no estará para ordenarme hacer la limpieza, Eren no podrá hacerme entrar en razón si pierdo la cordura, Ciel no seguirá mis bromas, Sebastian no me seguirá dando clases de modales, mi grupo de espías/divas no estará en mi trabajo para apoyarme... No tendré a estos dos causándome problemas y dolores de cabeza... Pero no estaré sola, así que quedense tranquilos... Quiera Yuu o no, Hirokawa va a acompañarme porque ¡Es mi nuevo compañero de casa!
-Así podrán estar seguros de que no se matará en Navatsy- se ríe el chico.
Ambos se sientan, a la espera de que uno de los dos chicos hable.
Mika lo hace.
-Izbell Clearke, deja de darle ataques a tu hermano- se ríe un poco-. Puedo hablar por los presentes: tú nos has ayudado mucho con los problemas que cada uno tiene, y te lo agradecemos mucho. Tampoco te preocupes, porque iremos a visitarte. Nos harás mucha falta.
-Gracias- su mirada se desvía al reloj de la pared-. Pero ya es mi hora de marchar. Nos veremos luego, chicos.
Entre algunos abrazos con los chicos, Izbell Clearke se despide. Yuu y Mika son los últimos en hacerlo.
-Los visitaré en unos meses- promete mientras les abraza-. No creen ningún problema ¿Entendido?
Al soltarse, Yuu le asegura:
-No mientras no estés aquí.
La chica sale junto a su nuevo amigo para tomar un taxi (cortesía de Sebastian) que los llevará al aeropuerto.
Nostalgia. Eso es lo que deja al irse.
-No puedo imaginarme qué habría hecho si ella no nos hubiese ayudado- susurra Yuu al perder de vista el auto.
-Realmente nos hará falta- suspira Mika, abrazándolo por la espalda-. Ya regresara, tienes que dejarla ir como ella nos dejó hacerlo.
-¿Este es el fin de nuestra historia?- Yuu se gira para tenerlo de frente.
-Pero el comienzo de otra- le susurra antes besarlo con delicadeza.
|FIN|
Fíjate, fíjate, en tu secretario,
Ay, señor, que dolor, pobre secretario,
Pídele que copie cien mil veces:
"Yo te amo".
†
Sí (・∀・) de esa canción nació la idea para esta Fic.
Al parecer todos querían un final feliz, por lo que les dejo el último capítulo de mi FanFic, espero les haya gustado, gracias a quiénes me acompañaron durante toda la creación de esta historia ¡Les amo!
∆Clearke Al Poder∆
↑
Hirokawa, el amor de mi vida.
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