Capítulo 46

‡∅‡

Narra Izbell

-¿Yuu? ¿Te sientes bien?- preguntó Sebastian cuando las últimas palabras fueron leídas.

-Busquen la carta...- susurra.

-¿Qué dijiste? Habla más...

-¡Que busquen la maldita carta!- me corta con un grito de desesperación.

Todos, al momento, comenzamos a repartirnos cartas para buscar en cual es que está la verdadera historia de lo ocurrido entre Akane y Mikaela. Cada uno de nosotros tiene entre 3 cartas.

-¿Qué tanto escribe? ¿Una por día?- pregunto, un poco molesta.

Abrimos con cuidado cada uno de los sobres, cada quién lee la carta que le tocó, algunas son largas, escritas de lado y lado o de dos páginas a lo mucho, otras son cortas, de media página o solo una cara.

Por más que no quiera, yo sé que Yuu se tomará él tiempo de leer cada una de esas cartas, tal vez hasta llore en algunas partes, pero se lo dará como un reto al pasado.

¿En serio quería deshacerse del recuerdo de Mika? Porque al ver las cartas sus ojos brillaron, como si lo esperara muy dentro de su alma.

-¡La encontré!- nos dice Shinoa, sacándome de mis pensamientos.

-Izzy, leela en voz alta de nuevo- pide Yuu.

Yo giro los ojos ante su petición, aunque extiendo la mano para tomar la carta y me aclaro la garganta antes de leerla:

Querido Yuu-chan:

Dos semanas desde que te fuiste y yo al fin sé la verdad, me arrepiento tanto de ese día en el que elegí darle una segunda oportunidad (de amistad) a esa niña mimada que es Akane.

Realmente lo siento, amor, mi elección no fue lo mejor, para empezar porque no te conté la verdad de a donde iba, porque elegí salir al frío que quedarme en casa contigo. Perdoname por esa elección tan idiota.

En fin... Descubrí la verdad de las fotografías.

Antes de que Izbell y tú se fueran de la oficina me llegó un mensaje de Akane al celular, era algo extraño pero no podía dejarle sin respuesta, me pedía una salida a un local cercano, una cafetería que cerraba ya un poco tarde. Acepté sin pensarlo mucho, las personas merecen una segunda oportunidad y lo sabía, por lo que dije que sí. Mi error fue no contarte a donde iba y con quién, me hubiese ahorrado que pensaras que desde el inicio planeaba hacer eso.

Al llegar al lugar en la hora que habíamos dicho, ella ya estaba ahí, esperando. Hablamos unas dos horas a lo mucho, era más silencio incómodo que conversación amistosa. Antes de que me fuera, o eso planeaba yo, ella pidió un café, se veía extraño, pero ella me invitaba y no tuve de otra más que tomarlo... Luego no tengo recuerdos. Sé que estuve inconsciente por unas tres o cuatro horas, suficiente como para colocarme en algunas posiciones y tomar las fotografías. Lo que me dio un poco de miedo fue que, a la mañana siguiente, desperté en mi casa, con todas mis cosas ordenadas, no sospeché nada y por eso la traté como amiga de nuevo.

También puedo decirte quién tomó las fotos: Lacus Welt.

Akane y él crearon todo ese plan para así hacer que me dejaras, sabían que no podía explicar algo si no lo recordaba, se aprovecharon de la confianza... Y lograron su acometido.

Ah, Yuu-chan, no sabes lo arrepentido que estoy por haberle dado una segunda oportunidad a esa pequeña zorra. Por el mismo asunto no me opuse a que fueras con Lacus... De saber que él tenía lo que te haría desconfiar de mi... Perdón.

Shinya, Guren, Levi, Eren, Sebastian, Ciel y hasta los chicos me odian por algo que no hice, pero está bien, demuestra lo mucho que te quieren.

Tengo la sensación de que no vas a leer esto... Pero seguiré escribiendo, porque te amo y sé, ahora, que realmente no hice nada malo.

Perdoname, si alguna vez lees esto.

La habitación se queda en total silencio. Con que esto era lo que realmente había sucedido, todas sabíamos que la verdad estaba ahí, no hay motivo para mentir en una carta, menos si sabes que no hay probabilidades de que la lean.

-Yuu...- lo noto tenso, y apunto de llorar-. Ya sabes la verdad. Todos aquí sabemos que no hay un motivo para mentir en una carta.

-Yo... No sé que hacer- responde, viéndome con los ojos llorosos.

Sebastian suspira y se levanta para darle apoyo a Yuu con unas palmadas en el hombro.

-Haz lo que quieras, Yuu.

Su imagen en este momento me recuerda a cuando eramos niños; tembloroso, asustado y con los ojos llenos de lágrimas.

-Yuu, manten la calma y piensa en opciones... ¿Qué sientes por él?

Esa es la pregunta que todos los presentes querían hacer, pero ninguno se había atrevido a formular.

-Yo... Aún siento algo por él- baja la cabeza, ocultándose con el flequillo, que le creció más de lo normal en este corto lapso de tiempo.

-Aún lo amas. Eso es lo importante- concluye Levi-. Piensa en que quieres hacer, Yuu.

El silencio se extiende, como una mano gélida, mientras unas cuantas nubes comienzan a surcar el cielo, tapándolo por completo.

-En color de los ojos de Mika- susurra, viendo al cielo.

Eso nos responde la pregunta de antes; este chico sigue enamorado. Y mucho.

-Necesito leer las cartas a solas, por favor- pide, serio.

Nos levantamos dejando las cartas sobre la mesa en la que estábamos, sin decir más, los guío a la sala para dejarlos ver una película.

Narrador Externo

Una tras otra, por orden de fecha, Yuu leía las cartas que Mika había escrito durante el mes. Todas eran un remolino de sentimientos, todas causaban un mar de llanto en su interior, todas confundían más a Yuuichiro.

-Creí que volverías- lee en voz alta-, pero no lo haces aún y eso me mata lentamente, amor.

No puede evitarlo, las lágrimas caen sin consentimiento, dejándolo sorprendido. El papel ya tenía las señas de que alguien había llorado sobre él.

Lágrimas que se fusionan en una sola alma, lágrimas que un solo ser derrama.

Entonces recuerda algo importante, justo cuando las cartas se terminan y el último "Te amo" es escrito. Su teléfono celular estaba oculto en la mesa de noche de su cuarto, apagado y tal vez con los registros de llamadas.

En un impulso de alegría repentina, salta de la silla, adentrándose corriendo a la casa para ir por ese aparato que creyó no poder volver a utilizar. Nadie lo siguió. Eran solo él y el fantasma de su amado a través de una pantalla.

El tomarlo fue difícil, pero lo fue aún más ver la foto donde aparecían sonrientes Mikaela y él como fondo. Inmediatamente las notificaciones llegaron. No habían más de 5 mensajes de Mika en la bandeja, pero si unas 30 llamadas, todas a la misma hora: 02:00 a.m.

Los dedos le temblaban, estaba tan concentrado que ni siquiera notó que alguien más entraba a la habitación.

-Si quieres hablarle hazlo- le aconseja su hermana.

-Solo tengo que esperar a esa hora- le dice, mostrando el celular.

-Si Mika llamaba siempre a las 2:00 a.m., solo debes esperar a esa hora para contestar y hablarle si quieres- se corrige-. No debes hacer más que decirle lo que sientes y escuchar todo lo que tenga que decir.

Un nudo se forma en su garganta. Minutos pasan de nuevo, aún había tiempo para pensar, por lo que dejó el teléfono en su lugar y bajó junto a su hermana para disfrutar de la visita de los amigos.

Una mañana de juegos, almuerzo, tarde de conversaciones, cena y juegos de mesa. A las 10:45 todos estaban en sus habitaciones, dormitando en los brazos de sus novios o novias... Excepto los Clearke, ellos no tienen pareja.

Las horas pasaban con lentitud, era tedioso esperar, más con el frío que hacia, Yuu se distraía leyendo los mensajes antiguos, dándose cuenta de lo melosos que eran, dejándole una dulce sensación en el interior.

01:57

Yuu ¿Estás seguro de lo que haces?

-Yo... Lo estoy.

No te ves muy convencido.

-No me hagas dudar.

¿Qué tanto lo amas?

01:58

-Demasiado. No lo dudo, él siente lo mismo.

, por eso hace esto.

-Quiere que regresemos.

¿Y tu herida ya sanó? ¿Confiarás en él de nuevo?

01:59

Y presionando un pequeño botón, el celular se apagó. Él dudó. Pensó demasiado en lo mismo... Aún que quería darle una oportunidad más a Mika, no podía aún, no podía, su corazón no se lo permitía...

Cobarde.

Inmediatamente encendió el celular, de nuevo, pero ya era tarde.

02:02
Una llamada perdida de Mika.

‡∅‡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top