Capítulo 45

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Narra Izbell

Últimamente los días pasan volando.

Nos había tomado otra semana entera poder acomodar todo en la nueva casa, era un poco más grande que la anterior y había más luz dentro, cuando los chicos entraron soltaron una frase que nos dio a entender algo importante: necesitábamos cortinas gruesas para no congelarnos el trasero.

-¡Estuve esperando esta visita para que el juez de la sentencia!- digo, al hacerlos pasar.

Yuu los espera en la cocina, que ahora está al fondo del pasillo, en la que está la puerta para ir al jardín, por donde salimos a distraernos. Saludos coldiales por un largo tiempo sin vernos.

Levi revisa los muebles pasando el dedo: nada de polvo.

-Oh, nada mal. Hicieron un buen trabajo, mocosos- nos dice al sentarse en la mesa del jardín.

-Aprendimos del mejor y más estricto- responde Yuu, sonriente.

La mudanza le había caído bien, ya hasta teníamos dos nuevos amigos: los vecinos de al lado, Nelson y Claimus Felkz.

-¿Y como les va acá?- pregunta Ciel, impaciente.

-Bien- responde Yuu-. Conseguimos trabajo en una editorial de acá, yo como gerente de ventas y la niña esta como editora en el sector de literatura.

Ciel y yo compartimos una mirada que deja claro algo: Yuu no quiere saber nada de ese pasado.

Entre risas continuamos contándoles anécdotas de nuestro trabajo, nuestros nuevos compañeros, los horarios que teníamos y los sustos que nos habíamos llevado ya en esa casa.

-¿Y ustedes?- pregunto al final.

-Michirou está bien- responde Levi.

Sonrío al escucharlo.

-¿Te gustó nuestro regalo, entonces?- pregunta Yuu.

-Fue un caso al inicio- contesta Ciel-. Se estreso mucho cuando lo vio, no sabía que darle de comer, donde dormirlo, donde poner la caja de arena, amó al gatito desde que lo vio pero al mismo tiempo se asustó y nos llamó con mil preguntas.

Eren se ríe al escuchar eso.

-Levi-san, que fácil entra en pánico- se ríe Shinoa.

-Y no lo vieron en el avión cuando íbamos a la luna de miel- continua riendo Eren, haciendo sonrojar a Lev.

Yoichi y Kimizuki no paran de mirarme junto a Yuu.

-¿Qué?- les pregunto, sonriendo-. No me traigan malas noticias.

Kimizuki suspira, cansado, observa a los demás.

-Sé que acabamos de llegar pero deberíamos soltar esto ya y no hasta el último día- suelta.

-Estoy de acuerdo- opina Sebastian-. Cada quién cuente lo que le sucedió en orden.

Yuu se tensa, sabe lo que se viene y probablemente no esté para nada preparado. Dudo que quién huya del pasado se prepare para el regreso del mismo. Tomo su mano para darle un poco de ánimo, no soy yo a quién le puede doler esto.

-Mika... Está mal- comienza Yoi- lo notamos dos días luego de que se fueran. Por más que quiso saber a donde se fueron nadie le dijo nada. Se derrumbó. No supo que hacer para contactarse contigo.

-Nos suplicó en múltiples ocasiones que le dijéramos el paradero de los hermanos Clearke- continúa Kimizuki-. Ferid fue uno de los que estuvo en contra de ocultarle algo tan estúpido como eso, pero le explicamos que si Yuu no quería verlo era su decisión y no debía contradecirlo. Era una falta a la confianza que nos habías dejado. Mika siguió con una mirada rota, ojeras enormes, el cabello largo y una agresividad enorme contra Akane.

-También vimos a Lacus- le sigue Shinoa-. En la empresa siempre se reía si Mika pasaba frente a él, era una falta de respeto grave, aún si Mika nunca lo notó, Guren vio su espectáculo de burla y desempleo. Se enojó muchísimo, entonces escuchamos algo...

-"Al menos logré que terminaran"- cita Mitsuba-, fue exactamente lo que él dijo antes de marcharse, Mika tampoco lo escuchó, y damos gracias a que no lo hiciera por su reacción el otro día...

-Estábamos en la oficina- toma la narración Yoichi-, Shinya entró junto con Guren para pedir hablar con el señor Hyakuya. Entraron de manera normal, no parecían alterados ni nada por el estilo, eso fue hasta minutos después, cuando los gritos dentro de la oficina incrementaron. Shinya y Guren parecían regañarlo por lo que te hizo, Mikaela fue el primero en gritar. Un alboroto total, Ferid tuvo que entrar a calmarlos, desde entonces no vemos ni a Shinya ni a Guren.

-Mikaela también nos llamó- Eren cuenta su parte-. Intentó ser cortés, pero nosotros no respondimos tan bien, al fin y al cabo le hizo mucho daño a Yuu. Nos contó algo extraño.

-"Akane me tendió una trampa"- Levi rueda los ojos-. Es una linea muy utilizada en estos casos. No le creímos nada, lo sacamos de la casa y le pedimos, con mucha educación, que no volviera si no tenía algo mejor que decir.

-Fue con nosotros- Sebastian parece molesto-. Después de como nos contestó el día anterior, no estábamos muy contentos con él. Ni bien lo vimos le dijimos que no queríamos hablarle hasta que el asunto se enfriara o bien se olvidara.

-El final de nuestra historia es esta- Ciel habla al fin-. Antes de venir acá, pensamos que sería buena idea pasar por la antigua casa, a ver como estaba el jardín y esas cosas, Levi estaba listo para ponernos a hacer la limpieza profunda del hogar cuando vimos que el buzón tenía varias cartas dentro. Todas son de él y van dirigidas solo a ti con la dirección anterior. No abrimos ninguna, pero las tenemos aquí para que las leas.

Yuu temblaba. El fin de la historia había sido extraño.

-Yuu- lo llamo de regreso a la tierra, sus desorbitados ojos verdes vuelven a la realidad-, tú decides qué hacer.

El silencio abrumador se esparció por unos minutos, nadie podía moverse siquiera, todos queríamos saber la decisión final de Yuu.

-Quiero leerlas- decide.

Sebastian se levanta para ir por una caja mediana, se la da a Yuu sin detenerse a pensarlo un segundo. Mi hermano parece una gelatina viviente, sus manos le tiemblan lo suficiente para que la caja reaccione.

Giro los ojos y quito la tapadera.

-Toma esa, es la última que envió- pide Eren.

Yuu la toma y estoy segura de que todos escuchamos a su corazón romperse cada vez un poco más.

-Leela tú en voz alta- me pide-. Yo no soy capaz de hacerlo.

Sintiendo una presión extraña en el pecho; cumplo su petición. Tomo el sobre y lo abro con la más sutil delicadeza, luego veremos que puso el idiota de Mikaela para enviarlo. Saco el papel, lo desdoblo y comienzo la lectura:

Querido Yuu-chan:

Ya pasó un tiempo, mi amor, y sinceramente extraño verte.

¿Era necesario mudarte lejos, sin dejar rastro? ¿Abandonar todo y no dejarme explicar lo que sucedió? Oh, Yuu-chan, no sabías nada de lo que pasó y te dejaste ir por unas fotografías con una historia muy diferente.

Te lo dije todo en la primera carta que envíe, que no la leerás, no veo que regreses, ni los chicos me dicen donde estás, aún así; seguiré escribiéndote.

Esto es solitario. Sólo Ferid y Krul me hablan, Marie ni se acerca a la oficina ahora. Todos parecen darme la espalda desde que te fuiste.

Me sorprende que a estas alturas ni Ciel ni Levi también buscaran otro socio... Extraño los días que pasábamos con ellos, cantando y haciendo estupideces.

Estoy muy seguro de que Izbell también me odia, y ella es a quién debo pedirle permiso si quiero seguir contigo...

No me cansaré de escribirlo en cartas, porque al parecer cambiaste tu número para que no te molestara, pero realmente lo siento... por no poder explicarte todo con claridad y dejarte ir tan fácil de mi lado. Te prometo que no tenía ni idea de como tomaron esas fotografías... Pero no importa, si igual no vas a regresar, solo ten por seguro una cosa...

Yo te amo. Y te estaré esperando.

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