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∆Narra Izbell∆

Un golpe tras otro a la puerta sin recibir contestación.

-Izzy, no pienso ir, ve tú- responde, una hora más tarde.

-Yuu, se hombre. Necesitas afrontarlo... Es tu trabajo.

6:45 a.m.

-Apurate, te haré el desayuno- son mis últimas palabras antes de bajar.

Puedo imaginarme el aspecto de Yuu esa mañana, aún sin verlo ni oírlo, sé que lloró, solo eso le hace ver como un zombie... Como antes de que él y Mika empezaran a salir.

Cuando dejo todo servido y comienzo a comer; Yuu baja y me sorprende. No tiene los ojos hinchados, tampoco rojos, sus mejillas no tienen ningún sonrojo, lo único que delata su estado de ánimo es la seriedad que muestra.

-Afrontalo- es lo único que le digo cuando toma asiento-, no me gusta ver tan serio a mi hermano.

-Izbell, ¿Estas consciente de que me engañó? No puedo perdonarlo.

-Tampoco te digo que lo hagas... O no tan fácilmente...

-Oh, cierto, no te enseñé el resto- Yuu rebusca entre sus bolsillos hasta que encuentra lsus papeles. Los deja sobre la mesa, doblados- Adelante, mira eso.

Las nauseas me inundan mientras desdoblo uno de los tres papeles. Mierda. Justo en la primera esta impresa la fotografía del engaño, y no cualquier engaño, porque no solo fue un beso, ellos dos realmente de acostaron ¿Por qué describir tal horror?

-No quiero ver más- doblo ese papel- ¿Quién te dio esto?

-Lacus Welt. A Krul le llegó un correo con las fotos de parte de Akane y decidió que lo mejor sería mostrármelas, envió a Lacus para darme estas cosas impresas.

Doble mierda.

-¿Te parece si quemamos estas cosas cuando regresemos del trabajo?

-¿Quieres hacer una fogata?- una pequeña sonrisa de asoma en sus labios.

-Sí, podemos decirle a los chicos.

-Y tenemos que contarles la historia.

Nos levantamos de la mesa, Yuu apenas tocó un poco de su desayuno, eso me da a entender que la depresión aún no se suelta enteramente pero puede llegar a él con mucha intensidad. Tengo que prepararme mentalmente para toda la estupidez que puede soltar en ese estado.

El trayecto hacia la empresa es totalmente silencioso, otra señal. Al llegar Shinya estaba parado en la puerta, buscando a alguien con la mirada, estando un poco más cerca de él nos hace un ademán de acercarnos.

-Buenos días, Shinya- lo saludamos.

-Buenos días, chicos- suspira-. Mika nos mandó a Guren y a mi para esperaevsu llegada y darles un mensaje...

-No desperdicies saliva, nosotros no vamos a hablar con Mika- le corta Yuu.

-¿Eh? ¿Por qué?- pregunta, sorprendido.

-Terminamos- dice como si no le doliera.

Shinya parece alterado.

-¿Qué ocurrió?

Yo suspiro y le cuento la historia sin ningún tipo de censura o alteración, mi seriedad es lo que asusta a Shinya.

-Tienes toda la razón. No lo perdones. Acaba de mandar a la mierda la confianza que tenías en él y una relación sin confianza nunca funciona- Shinya abraza a Yuu, como una madre-. Pero luego no te cierres a la idea del amor.

-Tal vez con una chica...- susurra.

¡¿Khé?!

-Con quién te sientas cómodo y amado. Pero ahora vayan a trabajar, deja esto de lado porque estas en la oficina, ya luego veras que hacer.

Yuu le da las gracias para luego separarse y así poder subir a la oficina.

-¿Preparado?- le pregunto antes de abrir la puerta.

-Siempre.

Entramos con paso firme, es tarde, pero llegamos. Yoichi y Kimizuki hacen un gesto de alivio muy gracioso.

-Llegamos, chicas- me burlo- ¿Qué hay de trabajo hoy?

Cada uno toma su lugar para comenzar a trabajar, la atmósfera del lugar poco a poco se va haciendo pesada, señal de que Yuu esta dejando salir sus emociones justo aquí.

-¿Yuu? ¿Te sientes bien?- pregunta preocupado Yoichi.

-Sí- miente.

Kimizuki me toca el hombro, como en busca de respuestas, en un papel sucio descartado escribo rápidamente "Luego les cuento" y continuamos con nuestros deberes.

A la hora del almuerzo Ferid sale de su oficina.

-¿No van a llamar a Mika-kun?- pregunta.

-No- respondemos Yuu y yo al mismo instante.

Ferid, aunque algo sorprendido, no hace más preguntas y nos acompaña a la sala de almuerzos. Shinoa y Mitsuba nos esperan en la misma mesa con comida en las bandejas, lo extraño es ver a alguien más con ellas al acercarnos: Lacus Welt. Este sonríe y saluda a todos, quedándose finalmente junto a Yuu.

-¿Como te sientes?- pregunta.

Tanto los chicos, Ferid y yo estamos sorprendido de la soltura con la cuál habló.

-Como un saco de mierda- contesta Yuu.

-Deberías hablarle, tal vez no fue así- lo intenta animar.

Lacus intento ponerle una mano en el pelo a Yuu, la cual fue desviada por un golpe mío a la misma.

-Disculpa- la hipocresía podía ser lo mío en ocasiones- ¿Puede irte? Necesitamos hablar con nuestros amigos- recalco bien la últimas palabra.

Lacus no es tonto, comprende mi intención de sacarlo a patadas y se va sin más.

-Expliquen- pide Kimizuki.

-Verán, lo que sucedió....- comienzo a relatar la historia, es la segunda vez en el día que la cuento.

Yuu se mantiene al margen, no hace comentarios, escucha en silencio, mientras todos los demás le observan con un poco de pena.

-Y... Eso- finalizo-. Por eso estamos actuando así con Mika.

-Que hijo de...

-Callate, Kimizuki- lo corta Shinoa-. Yuu-san, deberías hablar con Mika.

-¿Para qué? No estoy de humor.

Shinoa resopla, fastidiada.

-Termina con él de buena forma, así puedes seguir tu trabajo sin molestias.

-Buen punto- comenta Yoichi-. No esta mal hacer eso, tal vez quedan como amigos.

-Ni eso- niega-. No quiero ni verlo,ni escucharlo. Es un idiota.

Ruedo los ojos.

-Comprendo- Ferid parece hablar enserio-. Si alguien te engaña es comprensible que no quieras ni verlo, pero es tu trabajo, a menos que renuncies vas a seguir viéndolo.

-Lo comprendo, pero hoy no estoy de humor, tan vez en una semana lo haga.

-Yuu, en una semana ya habrán pasado muchas cosas- Mitsuba le recuerda-. Aún lo amas, también.

Mientras ellos intentan hacer que Yuu tome cartas en el asunto yo reviso mis mensajes.

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Cielito-kun:

Hey, Izbell, Mika no quiere hablar con nadie...

Izzy... Me insultó mucho cuando le pregunte que le pasaba.

Esta de mal humor...

¡A Sebastian le dijo lo mismo!

Nos está preguntando por Yuu.

No dejes que le hable.

Ciel, perdón por eso.

Estamos en la empresa, ya sabes, trabajo, Yuu no quiere ni verlo ni hablarle, no te preocupes, pero ¿Por qué?

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Los chicos se levantan de la mesa y yo los sigo mientras guardo el celular, luego veré que dice Ciel.

Vamos a la oficina, nos despedimos de las chicas. Todo esta en silencio. Continuamos con la rutina... Hasta que se desata el fin.

La puerta de la oficina de Mikaela Hyakuya se abre, dejando salir un aura llena de problemas. La cabellera rubia es lo primero que vemos, hasta que los ojos azules se dejan ver entre el flequillo, están rojos e hinchados. Es patético.

-Yuu-chan- susurra, suena como una suplica.

Yuu lo ignora olímpicamente, ni yo me creo que pueda pasar tanto huyendo de su voz.

Mika se acerca a él, en un intento de tocarlo, Yuu simplemente se aleja.

-Señor, no es ético que haga eso, regrese a su despacho- frío, las palabras de Yuu nos congelan a todos.

-Yuu...

-Solo Clearke, jefe.

Los ojos de Mika se cristalizan; patético, de nuevo.

-Amor, no me hagas esto- de nuevo intenta tocarlo.

Yuu se levanta, su reacción comienza a contar los segundos que faltan para la explosión de la bomba.

-Primero; usted y yo solo somos jefe y secretario. Segundo; no me hable así, no somos nada. Tercero; deje de molestarme.

Desde donde estoy puedo ver como los ojos de mi hermano brillan de ira, mientras Mika se quiebra por dentro, poco a poco.

5...

-Necesitamos hablar...

4...

-No tenemos nada que hablar.

3...

-¡Necesito explicártelo!- se atreve a gritarle.

2...

-¡Guardese su explicación!

-¡Yuu-chan, escuchame!

-¡No quiero saber nada de usted! ¡Yo renuncio!

Y silencio.

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