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∆Narra Izbell∆

Todos en la oficina escuchaban atentos la historia del menor. Parecía que Sebastian había estado frecuentando a una mujer, llevando a un punto donde Ciel lo había seguido y encontrado en una pose comprometedora, huyó del lugar sin preguntar nada, tomó sus cosas y vino a buscarme.

-Ya, Cielito-kun- lo intento calmar- ¿Quieres quedarte aquí a esperar o te llevo a casa y duermes un poco?

-No, quiero quedarme con ustedes- dice aunque no parece convencido.

Suspiro.

-Eh, Mika ¿Puede dormir en tu oficina?- pregunto, viéndolo.

-Claro- me sonríe-. Vamos, Ciel.

El chico lo sigue mientras nosotros regresamos al trabajo. Solo son unas horas más.

-Hey, Izz, ¿Puedes ir a sacar las copias?- me pregunta Yoi.

-Sí, damelas y ya voy- le guiño un ojo, ganandome la mirada de advertencia de Shihō.

Voy por los papeles que Yoi me tiende, solo 15 copias, salgo de la oficina para bajar al lugar de las maquinas. Al llegar, me encuentro al albino de nuevo.

-¡Izbell!- me saluda cuando llegó.

-Hola, Shinya- lo saludo sonriente.

-¿Como te va?

-Estresante ¿Y a ti?

-Bastante bien ¿Por qué te estresas?

-Mis niños dan muchos problemas.

-Oh ¿Mika y Yuu aún no dan el paso?

-Ya son novios, me refiero a mis otros niños... Pero ya, da igual, ¿Como vas con Ichinose?

-Es difícil de tratar pero igual lo amo.

Pongo los ojos en blanco. Escucho muchas cosas cursis últimamente.

-¿Izbell?

-Lo siento, Shinya, pero me esta dando diabetes por todo lo que escucho últimamente.

Él sonríe.

-Van a ser así de cursis siempre. No creas que es solo una fase- al ver mi cara del horror se ríe-. Bye, Izzy.

Se va sin más, yo suspiro y termino con las copias para poder subir a la oficina. Solo llego para encontrar el desmadre que hacen mis amigos.

Ciel esta esperándome en la puerta con la mirada de la desesperación.

-¡Izbell! ¡Ve a poner orden!- me pide abriendo la puerta.

Yo estoy en el paraíso de los gays. Kimizuki tiene a Yoi sentado en las piernas, se dan besos sin importar nuestra presencia.

-¡Chicos!- llamo su atención, haciendo que caigan de la silla mientras se disculpan- ¿Donde...?- unas risas me responden.

Voy a la oficina de Mika y encuentro a mi hermano con él. No parecen estar teniendo sexo pero tampoco parecen estar trabajando.

-¡A trabajar!- ordeno, haciendo que Yuu corra de vuelta a su asiento.

Miro a Mika, advirtiéndole que no joda en horas laborales.

-Esta bien- me sonríe y regresa a lo suyo, yo cierro la puerta.

Una vez más la calma regresa.

-Oye, Ci...- y escucho la puerta siendo azotada.

-¡Izbell Clearke, sé que Ciel esta ahí dentro- grita Sebastian desdé afuera.

Yo me muerdo la lengua para no soltar un grito junto con mis amigos. Rápidamente hago que Ciel entre a la oficina vacía de Ferid, abro la puerta para ver a Sebastian. Me aterra. Tiene un aura completamente negra.

-¿Ciel? Él no a venido aquí- le afirmó, sus ojos me penetran el alma, trago saliva para controlar un poco el miedo.

-Espero me estés diciendo la verdad- intenta parecer controlado.

-Lo prometo...- miento- ¿Por qué se fue?

Sebastian suelta un suspiro de cansancio.

-Estuve frecuentando a una de nuestras clientas, es muy importante y siempre me pedía que cerrara los tratos directamente con ella. No tenía opción. Sino lo hacia iba a cancelar el trato y Ciel quedaría mal ante otras compañías... En fin. La ultima reunión fue para que ella por fin firmara el contrato, y al terminar eso se me lanzó encima. Sé que Ciel vio eso... Y lo mal interpreto. Seguro no vio que la tire y salí de la habitación solo con el contrato...

Ve a Sebastian con sorpresa.

-Oh- suelto-. No te preocupes, yo te ayudo a dar con él... Aun que ¿Ya fuiste con Eren y Levi?

Sus ojos se iluminan.

-¡Aún no! Seguro esta ahí, gracias, Izbell- y se va corriendo.

-Lo siento- susurro antes de cerrar.

Todos están en silencio.

-Mentirle así viendo como estaba esta muy mal, Izzy- me regaña Yoi.

-Lo siento, quería escuchar su historia primero.

Voy directo con Ciel, el chico parece asustado.

-Lo escuche todo. Voy a volver en la noche para arreglar las cosas- me promete-. Pero primero quiero descansar un poco.

-Ve- le doy la libertad para volver a trabajar.

Me siento cansada yo también.

•Horas después•

Todos nos disponíamos a salir, era tarde, las 8:34 quizá, no teníamos ganas de nada. Ciel se fue conmigo en el auto, Mika y Yuu iban a salir a comer a un restaurante, tendría la casa sola cuando Ciel decidiera irse.

-¿Quieres cereal?- preguntó al estar con él en la cocina.

Asiente, pensativo.

-Izbell... ¿Te gusta estar sola?

Yo comienzo a servir en un plato la comida. Su pregunta me toma con la guardia baja. Tengo que pensar un poco antes de responder.

-Sí, me gusta la soledad.

Ciel parece un poco preocupado.

-No te veo muy animada hoy.

-Sólo estoy cansada.

Él toma su plato para comenzar a comer mientras lo acompañó con un típico pan con jamón. No tengo ganas de nada.

-Puedo quedarme hasta que Yuu regrese...

Yo lo veo con sorpresa.

-¿Estas siendo considerado conmigo?- le sonrío- ¿O solo quieres aplazar tu encuentro con Sebas?

Él suspira.

-Un poco de ambas- responde con sinceridad.

-No. Tú vete cuando termines de comer. Yo estaré bien y tú también- aseguro.

Él suspira. Solo quedan cinco minutos entonces.

Cuando terminamos y me levantó para lavar los platos escuchamos que alguien toca la puerta. Ciel va a abrir, yo sigo en lo mío hasta que un muchacho rubio entra a la cocina sin avisar, haciendo un ridículo baile.

-¡Olé!- suelta.

Yo cierro el grifo.

-¡¿Quién demonios eres y qué haces en mi casa?!- grito espantada.

-¡Soy...!

Pero Ciel interrumpe su presentación con un golpe en la cabeza, tirándolo al suelo.

-Alois Trancy- Ciel parece tan molesto como yo.

Me seco las manos y miro al chico que sigue en el suelo con mi odio entero. No lo conozco, entra solo así en mi casa y Ciel esta muy molesto.

-¿Qué? ¿Lo conoces?

-Algo así.

-Apresurate a sacarlo antes de que lo golpee- le pido.

El chico se levanta y hace una reverencia mientras su mirada muestra un poco de odio.

-Sebastian mandó esto para la señorita Clearke- me ofrece una carta.

La tomo con disgusto y abro inmediatamente, leyendo lo más rápido que puedo.

-Ciel... Voy a llamar a Sebastian para que venga por ti- digo cuando termino la lectura.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Esto es importante- le comento, tomó al chico de los hombros y lo saco por la puerta trasera. Al regresar Ciel parece preocupado-. Es sobre esa mujer. Parece que quiere cerrar el trato contigo directamente ahora.

Tomo el celular y marco rápidamente. Es una conversación corta como la espera a que Sebastian venga por su chico.

No hay gritos, solo un beso largo y los agradecimientos de ambos hacia mi.

Los despido sin querer que se vayan. La casa ahora esta vacía... Y no me gusta sentir el vacío que hay aquí.

Reprimió el impulso de llamar a mi hermano, no quiero arruinar su velada romántica con su novio.

Novio.

Si ellos se llegaran a casar o a mudarse juntos yo tendría que acostumbrarme al vacío de la casa.

No me gusta mucho pensar en que me quedaré sola.

∆Narrador Externo∆

La velada de los chicos iba increíblemente bien. La comida había sido excelente, la conversación divertida, las miradas románticas, los gestos seductores y las palabras acarameladas.

Ya casi daban las 11:30 y Yuu debía regresar a casa con su novio a su lado, él volvería a quedarse esa noche en casa, algo que hacia infinitamente feliz al azabache.

La noche estaba despejada, Mika manejaba con una mano y con la otra sostenía la mano izquierda Yuu. Típico de enamorados.

Al llegar a casa la luz de la entrada estaba encendida, señal de que Izbell ya había ido a dormirse pero pensaba en su hermano antes de hacerlo.

-Ay, Izzy- suelta aliviado de saberla tan preocupada por él.

-Es como tu mamá.

-Ya hablamos de eso- se ríe Yuu-. Es mi madre y hermana la vez. No me quejo, es dulce de su parte. Ya verás que se comportara así contigo también dentro de poco.

-Es lindo verlos llevarse tan bien- comenta Mika antes de llenarlo de besos.

Aún si no paso tanto tiempo con ella estos días, piensa Yuu antes de dejarse llevar por los besos de su novio.

Cuando la sesión de besos termina suben las gradas para ir a su habitación. Entran sin hacer ruido, recrean la rutina de todas las noches para antes de dormir. Estando ya en la cama se abrazan bajo las sábanas.

-Mika... Dame un minuto- pide Yuu, separándose de su novio para salir de la habitación.

Mika sonríe al saber exactamente que hará su chico.

Yuu va al cuarto de su hermana en silencio, la puerta no esta con llave, entra en silencio para acercarse a ella.

-Buenas noches, Izzy- le susurra antes de besar su frente.

En ese momento una sonrisa se forma en los labios de Izbell, no esta despierta pero siente la presencia de su hermano entre sueños, lo que le tranquiliza.

Yuu abandona la habitación en silencio.

-Me pregunto que hará sola en casa- suelta.

-Tal vez leer o escuchar música- propone una respuesta Mika.

-Evadir el silencio y la soledad.

-¿Quieres que salgamos los tres mañana?

-Sería bueno, estar juntos, llamar a Levi y Eren también, ella es feliz estando con esos dos.

Mika sonríe.

-¿Celoso?- pregunta divertido.

-No- contesta demasiado rápido.

-Es tu hermana. Te quiere mucho más- le asegura.

Yuu suspira.

-Eso espero- abraza a su novio de nuevo-. Buenas noches, Mika.

-Buenas noches, Yuu-chan.

El sueño les gana rápidamente.

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