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Cómo cuando Mikaela Hyakuya te juega la vuelta.

Había cambiado de lugar con Lacus. ¿Como? NI FRUTA IDEA.

-Yuu-chan- le susurra a mi hermano al oído, sonrojandolo ¿Como lo sé? Estoy a su lado, con una hemorragia nasal.

Mika hijo de su fruta vida.

Yuu se queda en la nada... Ah ya entiendo, es su plan para enamorarlo. No sé si reírme o grabar. Yuu ya esta en rondas de enamoramiento.

Me trueno los nudillos.

-Chicos, tengo otro plan- les susurro con discreción.

Rosita Fresita y Yoi se giran hacia mí como agentes secretos recibiendo órdenes.

-Diganos jefa- me pide Yoi.

-No voy a darle en bandeja de plata a mi hermano ¿Comprenden?- sonrió macabra-, además, no seríamos buenos amigos si no jodemos un poco a Mika.

-Vas a hacerlo sufrir- me dice Shihō.

-Nop, solo vamos a joderlo un poco- les digo.

-Bien- Shihō parece convencido-. De las ordenes.

-Queda un poco de tiempo libre del almuerzo, llevemonos a Yuu en medio de sus planes amorosos... Shihō necesito que me ayudes.

-¿Como?

-Yoichi y yo vamos a ir a sus lados, tu tienes que abrazar a mi hermano desde tu altura.

-Joder, ¿En serio tengo que hacer eso?

Yo asiento.

-Solo mientras Mika nos tenga en su campo de visión.

-Esta bien, ¿Cual es la señal?

-Yuu, olvidé algo arriba- dice Yoi.

Yo me rio.

-Esa es- me giro para escucharlos. Mika sigue siendo teniendo un tono seductor, no saben ni que hablamos. Cuento mentalmente hasta 3 y suelto el código-. Yuu, olvidé algo arriba, acompañame.

Yuu se gira, dejando a Mika con una expresión rara, como si tuviese el dilema de llorar o seguir hablando a la nada.

-Oh, estoy...

-No importa- Shihō lo ayuda a levantarse, abrazándolo de paso-. Vamos, tenemos que hablar.

Yoichi toma posición, como yo. Somos unas malas personas.

-Bye, Mika- le digo con el mismo tomo que él usó con mi hermano.

Le damos la espalda, lo último que vi de él fue su cara de confundido.

-Yuu, tu no te haces de rogar, muchacho- lo regaño-. No nos das salseo.

-Todos teníamos fe en que fueras un uke tsundere- dice Kimi, pareciendo decepcionado.

-¡Tienes que darte a desear!- suelta Yoi, sorprendiéndonos a Kimi y a mi.

-¡¿Khé?!- soltamos los tres con sorpresa.

-¿Me fui muy lejos?- pregunta tiernamente Yoi.

Un giro y fuera de la vista de Hyakuya, Shihō lo suelta y caminamos en paz todos ahora.

-Muchacho, cuide su trasero- le digo a mi hermanito.

-Mika se ve muy decidido- comenta Yoi.

-Tenemos que ponérsela un poco más difícil- le sonríe Shihō.

-Umm- pienso-. Creo que le gustó mucho ver bailar a Yuu.

Yuu se sonroja.

-¡¿Qué les hace pensar eso?!

Los tres paramos frente al elevados con caras de no creer ._. Es muy tonto.

-Yuu, no seas baka- lo regaña Shihō.

-¡Chicos!- escuchamos que alguien nos llama.

Volteamos.

-¡Eh, Shinoa! ¿Vas a venir?- le pregunta Yuu sonriendo.

-Sí- llega a nosotros-. Tengo información.

Shihō llama el elevador.

-Bien, vamos- entra Rosita con Yoi de la mano.

Shinoa pasa junto a Yuu y yo volteo, veo a lo lejos a el rubio y entro rápido.

Soy un asco, pero va a valer la pena.

-¡Vamonos!- les digo sonriendo.

Kimi aprieta el botón y subimos.

-Bien, sueltelo- le digo a Shinoa.

-Mika estaba muy enojado con Lacus, son muy amigos y es extraño verlos tan tensos. Parece que Mika-san le dijo algo a Lacus y no le gustó mucho- Shinoa sonríe macabra-. Así que ¿Como esta la situación?

-Bien, tenemos un bloquedo de parte de Yuu- salimos del elevador y continuamos hablando-. Es muy crédulo. Mika esta comenzando un plan, pero como somos buenos amigos le ponemos obstáculos.

-¡Bien hecho, Izzy-san!- se ríe Shinoa y chocamos las palmas.

-¿Verdad que esta bien? No le voy a dar a mi dulce y virgen hermano en bandeja de plata- le digo cuando entramos a la s oficinas, cerrando la puerta.

Shihō y Yuu unen sillas para que quedemos en un circulo.

-¡Bien! Damos inicio a la reunión del escuadrón MikaYuu- les digo sonriente.

-No me digan que lo dirigirán ustedes dos...- Shihō parece asustado.

-Kimizuki-san, somos las más apropiadas para esta tarea- le recuerda Shinoa-. Mit-chan no pudo venir por trabajo pendiente, yo le diré luego lo que pleamos.

-Bien, ¿Alguna pregunta?- los observó a todos.

-¿Siguiente paso, capitán?- pregunta Yoi.

-¿Para nosotros? Molestar a Mikaela Hyakuya. ¿Para Yuu? Enamorar al rubio. Y tengo un buen plan para lo último.

-¿Es lo que estoy pensando?- pregunta Shinoa.

Nos vemos a los ojos unos segundos. Sí, es lo que esta pensando.

-Me dan miedo- murmura Yuu.

Shihō se ríe.

-¡Creo que ya sé que planean hacer! Voy a preparar las cámaras con Yoichi- nos dice.

-Vayan, rápido, a la oficina Hyakuya- los guía Shinoa, dejándome con mi hermano a solas.

-Yuu, quiero que sepas que te quiero mucho- le digo acercándome.

Yuu se levanta de la silla, dejándome unos 12 centímetros más abajo.

-¡Puto alto!

En ese momento salen los chicos riéndose de vernos.

-Y se supone que son hermanos- se ríe Shihō.

-Chicos, dejen de bromear, esto es serio- nos regaña Yoi.

-¿Como tomamos las medidas?- le pregunto a Shinoa.

-Solo con verlo puedo saber sus medidas- dice y se ríe macabra-. Hoy voy a comprar su vestido con Mit-chan.

-Gracias, Shinoa- le digo-. Solo recuerda: simple, no escotado, pero corto, Yuu no tiene pelos en las piernas y tiene un poco de trasero.

Shinoa parece apuntar mentalmente todo lo que le digo.

-¿Color?

-No sé... ¿Celeste?

-Celeste se le vería extraño- comenta Shihō.

-Rojo peor- opina Yoi.

-Negro- decimos al mismo tiempo Yuu y yo.

-O verde, como el color de sus ojos- dice Shinoa.

-Tu sabrás- le dejó todo a Shinoa.

-Bien, entonces nos vemos mañana, chicos- se despide saliendo.

Entonces entra Mika y nosotros ordenamos todo.

-Yuu-chan, a mi oficina, por favor- lo llama.

Yuu va con un ligero temblor, por lo que Yoi le pega en un brazo.

-Relajado- le dice a susurros.

Yuu se pone firme y entra.

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