CAPÍTULO 9
ASHER
La gala era lo único de lo que se hablaba estos días y francamente estaba harto; había intentado mantenerme concentrado en los entrenamientos y despejar mi mente de todo lo que me atormentaba, pero francamente se estaba convirtiendo en una misión imposible.
Como los chicos prometieron, no me dejaron solo en ningún momento y todos estábamos haciendo el sacrificio de comportarnos bien por la paz del entrenador, pero esta noche tendríamos que hacer un esfuerzo doble y no estaba seguro de cómo íbamos a sobrevivir sin meternos en problemas.
- Repasemos el plan una vez más – dijo Chase mientras todos los chicos bufaban con fastidio y yo me acomodaba en el sofá
- Si hubiera sabido que esto tomaría tanto tiempo hubiera elegido un lugar diferente – dije estresado observando como todo el equipo se acomodaba en la sala de mi departamento
- Deberías tomarlo en serio – me retó Chase y solo elevé los hombros con tranquilidad
- Creo que tú ya lo haces por todos – respondí ocasionando la burla de varios de los chicos
- Bueno, como iba diciendo, repasemos las reglas – dijo Chase ignorándome olímpicamente – Primera regla, nadie golpeará a nadie – declaró con tanta seriedad que de verdad deseaba reírme solo para hacerlo enojar - Si alguien se acerca con intenciones de pelear, se alejan de inmediato; no habrá peleas, ni escándalos y por el amor a Dios, ninguno se emborrache porque siempre terminan diciendo algo fuera del lugar y los reporteros lo sacan de contexto – dijo haciéndonos reír – Segundo, si van a irse con alguien de la fiesta, por favor que no los vean; sean precavidos y mantengan todo privado; no necesitamos más noticias sobre a quien se llevaron a la cama
- Sabemos como comportarnos, no somos niños – dijo Travis y los demás lo miraron como si no supiera lo que decía
- Tengo que recordarte lo que hiciste la última vez – dijo Xavien mirando a Travis y los demás rieron
- Como si ustedes fueran unos santos – se quejó Travis con fastidio
- Más santos que tú sin duda – respondió Zack ganándose una mala mirada por parte de Travis
- Además, algunos sabemos cómo escondernos de la prensa – comentó Nathan y reí por la cara de indignación de varios de los chicos
- Sé como esconderme de la prensa – refutó Travis y volví a reírme
- Nadie dijo tu nombre, pero es interesante que te sintieras identificado – dije y los demás se rieron
- ¿Es el día de molestar a Travis y no lo sabía? – cuestionó indignado y todos reímos
Chase continuó con su largo discurso lleno de amenazas para que nos comportáramos y una vez que por fin nos dejó ir, los chicos se marcharon cada uno a su casa para vestirse para la gala y volví a quedarme solo en el departamento intentando animarme para pasar una gran noche.
Me di una ducha, me coloqué un traje y cuando estuve listo, tomé las llaves de mi auto y me puse en camino al lugar dónde se llevaría a cabo el tan ansiado evento; una vez que estuve ahí, le entregué las llaves del auto al valet y enfrenté a las cámaras.
Estaba acostumbrado a los flashes de las cámaras y las preguntas que venían de todas direcciones; estaba acostumbrado a los gritos eufóricos de las personas y cómo intentaban tocarme cuando caminaba en medio de ellos; estaba acostumbrado al caos y el descontrol, pero hoy no me sentía del todo cómodo, aunque era experto en demostrar lo contrario, así que hice lo que llevaba haciendo gran parte de mi carrera y sonreí ante los periodistas respondiendo sus preguntas lo más amable posible sin revelar demasiada información.
Varios de los chicos ya estaban aquí, así que entramos juntos al gran salón del evento y de inmediato fuimos abordados por los representantes y los inversionistas que traían a familiares emocionados que deseaban conocernos.
Pasé horas respondiendo preguntas y tomándome fotos hasta que mi cabeza comenzó a palpitar provocándome un fuerte dolor; mis amigos se veían igual de cansados que yo y cada uno tenía una copa en la mano que sujetaban como si sus vidas dependieran de ello, pero por el momento todos continuábamos sobrios y tal vez seríamos capaces de soportar algunas horas más sin meternos en problemas.
Durante este tiempo también tuve el placer de cruzarme con varios jugadores de otros equipos y aunque era obvio que muchos de ellos intentaban presionarnos para ocasionar algún escándalo, nosotros continuábamos tranquilos, aunque no estaba seguro de cuánto tiempo aguantaríamos, porque francamente ellos parecían tener verdaderas ganas de pelear y nosotros no éramos de piedra.
- Dime que pronto podremos irnos – dijo Nathan llegando hasta dónde me encontraba con una copa nueva en la mano
- No, todavía nos quedan varias horas – respondí y él suspiró con cansancio
- Una chica me preguntó si podía tener un mechón de mi cabello, ¿Puedes creerlo? – comentó y eso me hizo sonreír
Había varias personas que habían pagado una buena suma por una entrada para la gala y había otras que tenían contactos poderosos y por eso estaban aquí, pero eso no era lo verdaderamente importante, si no el hecho de que muchas personas aquí presentes llevaban su fanatismo al límite y aunque agradecía su apoyo, también podían llegar a ser aterradores y escalofriantes.
- ¡Hunt, Wright, sonrían! – gritó alguien y de inmediato el flash me cegó
- Te juro que si siguen tomándonos fotos me volveré loco – dije llevándome la mano a la cabeza y masajeándome la sien en un intento de mitigar el dolor
- Pues te volverás loco porque aquí viene otra cámara – respondió Nathan y nuevamente el flash se hizo presente
- ¿Crees que si me voy el entrenador me asesiné? – pregunté y Nathan bebió su trago de golpe
- Es lo más probable, pero Chase te mataría primero – dijo y suspiré con frustración
- Chase también huiría si pudiera
- Es cierto, pero después del último problema en el que se metió, está intentando ser un niño bueno
- No creo que le duré mucho – dije y Nathan soltó una risa
- Tampoco lo creo, pero por el momento huir está descartado
- ¿Y cual es tu plan entonces? – pregunté y él levantó su copa
- Beber hasta que seamos libres
- ¿Esa te parece una buena idea?
- Estoy abierto a las sugerencias
- Mejor vamos por otro trago – dije y asintió completamente de acuerdo conmigo
Estaba consciente de que Chase nos había dicho que no nos emborracháramos, pero francamente esta noche no iba a ser soportable si seguía sobrio, así que realmente necesitaba algunas copas para poder resistir y al parecer casi todos los jugadores pensaban lo mismo, porque todos bebían como si estar aquí fuera una verdadera tortura.
- ¿Crees que Travis se meta en algún problema? – me preguntó Nathan una vez que tuvimos otra copa en las manos
- No lo creo; Chase lo tiene prácticamente amarrado y vigilado, tendría que ser muy hábil para meterse en problemas
- Es Travis – respondió Nathan y reí
- Tienes razón, todo es posible – dije y él también se río
- Solo espero que no se desate una pelea como en la última fiesta o en verdad el entrenador va a asesinarnos
- Brindemos por eso – dije bebiendo todo mi trago de una vez y Nathan hizo exactamente lo mismo
Habíamos tenido algunos minutos de paz, pero al parecer era tiempo de volver a la acción porque en un segundo las personas volvieron a rodearnos y nuevamente nos vimos envueltos en una conversación aburrida y sin sentido que solo ocasionaba que mi dolor de cabeza fuera más fuerte.
Estaba perdido en mis pensamientos cuando una frase me hizo despertar de golpe y aunque estaba seguro de que había escuchado mal, me giré hacia la persona que había hablado y pregunté por lo que había dicho.
- No creí que ella vendría – dijo aquel hombre y me giré para ver hacia dónde él señalaba
- Se ve preciosa en las revistas, pero sin duda verla en persona es impactante – dijo otro hombre, pero la verdad es que solo podía concentrarme en mirarla
- ¿Qué esperabas? Es Katherine Irons, la revista M&K la nombro como una de las mujeres más hermosas del mundo – comentó alguien más y solo hizo falta escuchar ese nombre para que mi corazón comenzara a latir como loco
Había escuchado de ella y en varias ocasiones había visto su fotografía, pero jamás la había visto en persona y aunque la primera vez que vi una foto suya algo en mi mente se encendió, lo descarté de inmediato, porque... era imposible; ella no podía ser Katy, era algo impensable; era una locura.
Tal vez se parecían demasiado, quizá solo era una coincidencia; era imposible que ella fuera mi Katy; era imposible que ella estuviera aquí y fuera una modelo; ni siquiera le gustaban las fotografías y mucho menos se vestiría así; ella no podía ser mi Katy, era algo impensable, pero, aunque mi mente me decía que era imposible, poco a poco comencé a caminar hacia ella con el corazón latiéndome a mil kilómetros por hora y una vez que estuve cerca de ella se me fue el aliento.
- Amigo, ¿Qué te sucede? – preguntó Nathan llegando a mi lado y sujetando mi brazo
- Es ella... - murmuré sin poder creerlo
Mi mente me decía que era imposible; toda la razón y la lógica me decían que era imposible, que era un sueño o una ilusión; mi cerebro me gritaba que era una locura, que ella no podía estar aquí, que estaba cometiendo un error y solo estaba viendo lo que quería ver, pero mi corazón lo sabía; era ella, era mi Katy y aunque carecía de lógica, estaba seguro que era ella y que estaba aquí, frente a mí.
Era ella, no sabía cómo o porque, pero era ella y aunque quería correr para sostenerla en mis brazos y asegurarme de que era real, no podía moverme; era como si mis pies estuvieran pegados al suelo y mi cuerpo se negara a hacer algo más que mantenerme en mi lugar; pero entonces, ella se giró en mi dirección y nuestros ojos se conectaron como la primera vez que la vi, vestida con aquella ropa extraña y su cabello cubierto por esa cofia; era ella y no tenía ninguna duda, era ella y estaba justo aquí, no a miles de kilómetros de distancia; era ella y no podía creerlo.
Era ella, pero se veía completamente diferente; traía un vestido largo con una abertura en un costado que dejaba al descubierto una de sus piernas; su cabello caía ondulado y suelto sobre sus hombros; sus ojos estaban maquillados de forma que se veían mucho más grandes y su mirada era tan intensa que me robaba el aliento, pero a pesar de que se veía diferente por fuera, era ella, era mi Katy.
- Asher, amigo, reacciona – dijo Nathan, pero no era capaz de hacer nada más que mirarla y ella parecía estar en la misma situación
Nuestras miradas no se apartaban, ninguno de los dos era capaz de romper el contacto y parecía que tampoco éramos capaces de movernos; muchas veces imagine como sería volver a verla, pero nunca creí que sería en un momento así; ¿Qué hacía aquí? No, tenía una mejor pregunta, ¿Cómo es que ella era Katherine Irons? ¿Era modelo? ¿Qué diablos había sucedido? ¿Cómo había pasado de ser una chica de campo a la mujer que tenía en frente?
Me sentía perdido y confundido, tenía cientos de preguntas y necesitaba respuestas, pero en cuanto di el primer paso en su dirección, ella pareció despertar y se alejó casi corriendo escondiéndose entre las personas a nuestro alrededor.
- ¿Qué sucede? – preguntó Chase llegando a dónde nos encontrábamos
- Es ella... - volví a murmurar
- Asher, habla, ¿Qué sucede? – preguntó Nathan con confusión
- Es ella, es Katherine, es... es mi Katherine – dije sintiendo como si el alma me hubiera regresado al cuerpo
- ¿La Katherine? ¿La de la historia? – cuestionó Chase y me limité a asentir
- Es ella, es... es ella – seguí murmurando sin poder creerlo
- ¡Mierda! – exclamó Nathan y Chase me arrebató la copa de las manos antes de que la dejara caer por la conmoción
- Asher, escúchame, tienes que reaccionar porque las personas nos están observando – dijo Chase, pero francamente me costaba respirar – No puedes hacer una escena ahora, tienes que tranquilizarte
- Tienes que ir por ella – dijo Nathan y Chase lo fulminó con la mirada
- Respira, anda, cálmate; si es ella, entonces ve y búscala, pero mantente tranquilo y no hagas nada de lo que te puedas arrepentir
- Es ella – repetí y mi amigo asintió
- Te dije que sería una gran noche – Soltó Nathan y suspiré liberando el aire de mis pulmones
- Búscala, pero ten cuidado – pidió Chase y asentí
No tenía idea de cómo es que Katherine estaba aquí o cómo rayos se había convertido en una de las modelos más importantes del país; pero si quería respuestas, primero tenía que encontrarla y eso es lo que haría justo ahora, porque me alejé una vez y ese fue el peor error de mi vida, un error que nunca más iba a cometer.
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