CAPÍTULO 34

ASHER   

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

La transmisión fue un completo éxito y a pesar de los nervios iniciales que teníamos por la reacción del público y la prensa en general; la verdad es que la respuesta fue positiva; los periodistas estaban al pendiente de nosotros, pero habían dejado de perseguirnos y el público nos apoyaba por completo; los comentarios nos defendían y los diferentes grupos de fanáticos se habían puesto de nuestro lado, gritando que merecíamos que nos dejaran tranquilos y eso evitó que los reporteros continuaran indagando sobre nuestro pasado, lo que fue un gran alivio.

Las cosas se estaban calmando y todo jugaba a nuestro favor, además, el tema de la boda era toda una gran noticia y eso estaba atrayendo la atención, permitiéndonos dejar el pasado atrás; en dónde pertenecía.

-        ¿Y esta casa? – preguntó Katherine mostrándome otra galería de fotos lo que me hizo sonreír

-        Es bonita, pero el jardín es pequeño – respondí y ella asintió pasando a otras fotografías

Katherine se había puesto en contacto con una inmobiliaria y después de especificar que es lo que buscábamos; nos habían dado algunas opciones, aunque todavía no encontrábamos la casa indicada para nosotros.

-        ¿Y si no encontramos una casa? – preguntó Katherine con los nervios mostrándose claramente en su voz

-        Hay miles de casas en San Francisco, estoy seguro que encontraremos una perfecta para nosotros

-        Bueno, hasta ahora no te gusta ninguna

-        A ti tampoco – respondí haciéndola sonreír mientras se apoyaba contra mi hombro

-        Sabes, dejemos esto por un rato – dijo colocando la computadora a un lado y después se subió sobre mis piernas – Me gusta tenerte en casa, aunque el entrenador no haya estado muy feliz de darte esos días libres

-        Incluso él tenía que admitir que necesitábamos algo de tiempo de calidad

-        Le llevaré una gran canasta con postres cuando volvamos a la rutina

Estos días con Katherine y Rebecca fueron sin duda perfectos; durante la mañana, ayudaba a Rebecca con sus clases, aunque ya habíamos contactado con una escuela excelente en San Francisco para transferirla y solo faltaba llevar algunos documentos para hacerlo oficial; además, Katherine se había asegurado de que la escuela fuera segura para nuestra hija y de que contaran no solo con un buen nivel educativo, si no también con la protección que necesitaba dado nuestros empleos.

Rebecca tendría lo mejor que este mundo pudiera ofrecer y me aseguraría de que siempre fuera feliz; mi pequeña tendría el amor de sus padres y de toda una gran familia que quizá no compartía su misma sangre, pero que, aun así, siempre la amarían de la manera más sincera y se encargarían de protegerla.

-        ¿Qué te parece si dejamos las platicas sobre la casa y la boda para después? – susurré besando su cuello y ella no tardó en presionarse contra mi cuerpo – Tengo algo en mente que deseo probar contigo

-        ¿Ah sí? – preguntó con la voz entrecortada - ¿Y qué planeas hacer conmigo? – murmuró mientras mis manos iban subiendo por su espalda

-        Solo espera y disfruta, girasol; estoy seguro que te encantará

Katherine levantó los brazos para que le quitara la camiseta que usaba como pijama y acerqué mi boca atrapando uno de sus pezones y tirando con fuerza sacándole un gemido de lo profundo de su garganta; ella arqueó su espalda acercándose más a mi boca y eso me hizo sonreír; masajeé su pecho izquierdo mientras me entretenía succionando el pezón derecho; ella se arqueaba y gemía cada vez más alto; mordí su pezón con suavidad provocando que un pequeño gritó escapara de sus labios.

-        Asher... - jadeo y dejé sus pechos libres mientras unía mi boca a la suya

Pasé mi lengua por sus labios y la introduje en su boca mientras sentía sus manos tirar de mi cabello con fuerza; estuvimos besándonos por un rato hasta que sentí sus manos descender por mi pecho hasta el inicio de mi pantalón.

-        Espera – dije girando y dejándola en la cama mientras me levantaba

Katherine me observó entre confundida y molesta porque no la había dejado continuar; pero dirigí mis manos al borde del pantalón y me lo quité de un tirón mientras que ella se relamía los labios y me miraba con un deseo incomparable.

Katherine tragó saliva y me sonrió mientras volvía a humedecer sus labios; con una de mis manos sujeté las suyas por encima de su cabeza y le pedí que no se moviera; bajé mi boca hasta sus pezones y volví a chuparlos con fascinación; era increíble cómo me gustaba tenerla de esta forma, tan dispuesta a todo, tan húmeda y excitada para mí.

Bajé por su abdomen mordiendo su piel y dejando besos por el camino; mientras la escuchaba gemir; tomé el borde de sus bragas y comencé a sacarlo por sus piernas mientras las acariciaba; una vez que la tuve desnuda volví a contemplarla, era preciosa; tan única y perfecta; hecha solo para mí. 

Separé sus piernas y me acerqué a su sexo; la escuché pasar saliva cuando abrí sus pliegues estimulándola con su propia humedad y se removió al sentir mi lengua.

-        Quieta – ordené y ella asintió intentando controlarse

Volví a lo que estaba haciendo e introduje mi lengua en su sexo; su sabor era exquisito y el calor que desprendía me embriagaba; lo único que se escuchaba en la habitación, eran sus gemidos y su respiración agitada; Katherine intentaba no moverse, pero por momentos le resultaba imposible y eso solo me hacía sonreír aún más.

Ella se estremecía cada vez que mi lengua entraba y cada vez que lo hacía, procuraba hacerlo más profundo provocando que mordiera con fuerza sus labios intentando acallar sus gemidos; mientras tanto, mis manos simplemente acariciaban su abdomen y sus piernas; vagando por su piel, recorriendo cada centímetro con una mezcla de suavidad y dureza.

Su piel era muy suave y ella reaccionaba al menor toque de mis dedos con su piel, lo cual no hacía más que aumentar mis deseos de sujetarla y besar cada centímetro de su cuerpo; chupé su clítoris y lo mordí dejando que ella explotara en mi boca mientras un jadeo profundo escapaba de sus labios; subí hasta su boca y la besé dejándola saborear su propio sabor; una de mis manos se acercó a su sexo e introduje un dedo en ella provocando que un sonoro gemido escapara de sus labios sin que pudiera contenerlo

-        Silencio, girasol o nos escucharan – murmuré sin dejar de tocarla

Ella intentó tocarme y la miré negando con la cabeza a lo cual ella se removió frustrada y no pude evitar reír; introduje un segundo dedo en ella y comencé a sacarlos y meterlos cada vez más rápido; se sujetó a mi espalda y sentí sus uñas clavarse con fuerza.

-        Lo... siento... - murmuró con la voz agitada mientras yo seguía penetrándola con mis dedos

Provocar que perdiera el control era sin duda algo que me encantaba y verla arquearse mientras mis dedos seguían dentro de ella era fascinante; por lo que subí nuevamente hasta su boca y la besé con necesidad, ahogando sus gemidos mientras sus manos se aferraban nuevamente a mi espalda y después, aprovechando su humedad, introduje un tercer dedo y comencé a entrar más rápido y profundo hasta que sentí como su interior se contraía y ella se liberaba en mis dedos.

Katherine respiraba con dificultad; su pecho subía y bajaba frenético, pero todavía nos quedaba mucho para terminar y no tuve que decir ni una sola palabra para que ella se arrodillara sobre la cama, con sus piernas aun temblando mientras yo me acostaba y poco a poco tiró del elástico de mis boxers, dejando que toda mi erección quedara frente a ella; se relamió los labios y comenzó a introducirlo en su boca; lamia y succionaba mientras me acariciaba; podía sentir el calor de su boca y su lengua recorriendo todo mi miembro; mis gemidos se escuchaban cada vez más alto lo cual parecía gustarle, porque introdujo mi miembro lo más profundo que pudo y levantó la vista encontrándose con mis ojos.

Ambos intentábamos ser silenciosos, pero era cada vez más difícil y comenzábamos a ceder por completo todo el control a los deseos más profundos que sentíamos; no pude evitar sujetar su cabello y aumentar el ritmo; podía escuchar el sonido de mi miembro chocando contra su boca y eso me excitaba aún más; salí de su boca y la coloqué bajo mi cuerpo; rocé la punta de mi miembro contra su entrada y ella se estremeció; continúe frotándome contra su sexo antes de penetrarla y ella suspiró con frustración.

-        Por... favor... - pidió, desesperada

Ya había sido suficiente tortura para los dos; así que comencé a entrar en ella lentamente y cuando estaba por la mitad, la penetré de una sola estocada haciéndola gemir con fuerza; podía sentir sus músculos expandirse dándome la bienvenida; se sujetó a mis hombros volviendo a clavar sus uñas y comencé a entrar y salir con embestidas cada vez más feroces y rápidas.

-        Abre más – pedí y ella como pudo, me hizo caso

Volví a salir y entré aún más profundo; ambos cogimos ritmo y comenzamos a soltar jadeos mientras aumentaban las embestidas; sentí sus músculos contraerse contra mi miembro y no pasó mucho para que ambos alcanzáramos el clímax; me derramé dentro de Katherine y ella me jaló para que la besara mientras seguíamos unidos, lo cual hice con todo gusto.

Cuando salí de ella, acaricié su rostro y volví a besarla, pero ahora con suavidad y ternura; ella se acurrucó contra mí y la abracé por la cintura; sentí como su respiración iba normalizándose y después de un rato, ambos comenzamos a quedarnos dormidos hasta que finalmente el sueño nos atrapó.

Dormir junto a Katherine siempre era perfecto; sentirla justo ahí, envuelta por mis brazos con la respiración suave y tranquila era mi lugar seguro; cada momento que compartíamos era maravilloso y cada día que la tenía a mi lado, me sentía agradecido.

Me desperté por la mañana, con el sonido de un celular que no nos dejaba tranquilos y Katherine se quejó en mis brazos por el ruido haciéndome reír; a veces me costaba creer que era la misma chica que se levantaba a primera hora para trabajar en el campo, pero igualmente me era imposible no quedarme embelesado, mirándola.

-        Espero tengas una buena razón para llamar tan temprano – respondí somnoliento sin detenerme a mirar quien era la persona que estaba llamando

-        Que excelente forma de responder a tu mejor amigo – se quejó Nathan y reí

-        Es muy temprano – refuté con cansancio y lo escuché reír

-        No hace falta preguntar qué lo ha dejado tan cansado – escuché decir a Travis en la línea y suspiré; ¿Ahora que se traían en manos todos ellos?

-        ¿Llaman por alguna razón o puedo volver a dormir? – cuestiné mientras volvía la mirada hacia Katherine que se estaba acomodando entre las sábanas

-        ¿A dormir o a algo más? – escuché decir a otro de los chicos y rodeé los ojos

-        Ya maduren – los regañó Chase y los escuché comenzar a discutir

-        ¡Chicos! – exclamé alterándome - ¡Vayan al punto!

-        Encontramos la casa – soltó Nathan de golpe y los demás se callaron

-        ¿Seguros?

-        Cumple con todo lo que querían y es perfecta; créeme, es la casa – aclaró Nathan y sonreí

-        ¿Pueden preparar todo?

-        Lo tendrás listo por la tarde; eso y el contrato de compra – respondió Chase con calma y Katherine me observó confundida desde la cama

-        Gracias chicos, estaremos ahí

-        Te enviaremos todos los datos por mensaje; ahora vuelve con tu chica – añadió Nathan y volví a agradecerles, antes de cortar la llamada

Dejé el celular en la mesa de noche y volví a la cama junto a Katherine que continuaba observándome con la curiosidad plasmada en su rostro.

-        ¿Qué? – pregunté fingiendo que nada estaba ocurriendo y ella frunció el ceño

-        ¿Qué dijeron? – preguntó sin dejar de mirarme e inevitablemente sonreí

-        Nada

-        ¡Asher! – exclamó haciendo un puchero y la atraje a mis brazos

-        Deberíamos bañarnos y vestirnos o nuestra pequeña empezará a tocar la puerta de nuevo – mis palabras la alarmaron y se levantó de golpe de la cama envolviéndose en las sábanas para dirigirse al baño, lo que me hizo reír

Era sorprendente cómo podía pasar de ser atrevida a especialmente tímida y por más que adoraba lo fuerte, segura y valiente que se había vuelto; también me encantaba su timidez y como se sonrojaba cada vez que mis ojos la recorrían fijamente con la mirada; era increíble como algunas cosas nunca cambiaban.

Después de bañarnos y prepararnos para el día, salimos de la habitación; Natalie se encontraba junto a Rebecca en el comedor, desayunando, así que después de saludar a ambas y de cargar a mi pequeña hija en mis brazos; nos sentamos junto a ellas para comer.

Katherine tenía que resolver algunos asuntos de la boda, por lo que después de desayunar; se quedó en la sala junto a Brenda y la organizadora de bodas para acordar algunos detalles mientras que yo cuidaba de Rebecca ya que Natalie tenía algunas clases pendientes.

El día pasó tranquilo, pero mientras más se acercaba la hora acordada para dirigirnos a la casa que habían encontrado los chicos; más nervioso me sentía y sin ninguna duda Katherine percibía mis nervios a la perfección.

-        ¿A dónde nos dirigimos? – preguntó por segunda vez mientras yo conducía

-        Ten paciencia

-        No tengo paciencia – insistió y sonreí

-        Pues debes tenerla, girasol o me volverás loco

-        ¿Por qué Rebecca no podía venir con nosotros?

-        Por qué es una sorpresa para adultos – aclaré y ella frunció el ceño

-        Comienzas a asustarme, Asher

-        Ten calma, estamos cerca

Una vez que llegamos a la dirección; me detuve frente a un gran portón de madera y la sorpresa en el rostro de Katherine se hizo más grande, pero antes de que pudiera volver a preguntar, salí del auto y di la vuelta para abrir su puerta.

-        ¿Vamos? – pregunté y ella tomó mi mano

-        ¿Me dirás dónde estamos?

-        Lo sabrás pronto, girasol – dije cerrando el auto y entonces nos dirigimos a la entrada que no tardó en abrirse para nosotros

Todo el camino de la entrada estaba rodeado por ambos lados con pequeñas lámparas y las flores que recorrían la entrada se veían preciosas con la tenue luz cayendo sobre ellas y justo al final del camino se encontraba una gran casa cuyo exterior lucía antiguo e impactante.

-        Asher... - murmuró Katherine observando la casa embelesada y solo tomé su mano con fuerza para seguir avanzando

-        Bienvenidos – dijo Nathan abriendo la puerta de la casa y al dar un paso en el interior; todo el rostro de Katherine se iluminó.

La casa era increíble; tenía techos altos y todo el acabado era impresionante; los muebles eran elegantes, pero también simples, como Katherine había pedido y cada detalle estaba muy bien cuidado.

-        La casa fue construida con materiales ecológicos; la madera utilizada fue tomada de edificios desmantelados, molinos sostenibles y otras edificaciones de la ciudad – comentó Xavien acercándose a nosotros y captando nuestra atención

-        Además, tiene cuatro habitaciones con baño propio y otras dos habitaciones adicionales que pueden adaptarse para otros usos y otros dos baños adicionales en zonas comunes; tiene una sala de juegos y un pequeño cine en el sótano que sin duda podríamos usar para ver los partidos – añadió Travis acercándose por el otro lado y Katherine volvió a sonreír

-        Fuera de la casa tenemos un jardín muy grande con una zona dónde podrían plantar muchos girasoles; como ustedes querían, además hay espacio para colocar varios juegos y hay algunos árboles fuertes en dónde podrían colgar ese columpio del que hablaban para Rebecca – intervino Chase mientras nos guiaba por la casa hasta que salimos hacia el jardín que estaba iluminado con varias lámparas.

-        La casa tiene todo lo que ustedes buscaban, pero depende de ambos convertirla en un verdadero hogar – dijo Nathan mientras seguíamos avanzando y me di cuenta que en medio del jardín estaba la sorpresa que mis amigos habían preparado

Los chicos se habían encargado de todo y ahora, en medio del jardín había una manta de picnic junto a una canasta y una carpeta que seguramente contenía el contrato para comprar la casa; los chicos pensaron en todo, aunque estaba seguro que recibieron un poco de ayuda de Brenda; después de todo, ella conocía perfectamente a mi hermoso girasol.

-        Gracias chicos, esto es maravilloso – dijo Katherine con los ojos empañados

-        No hay porqué agradecer, Kat – respondió Chase y los chicos asintieron

-        Meteremos el auto a la cochera y cerraremos todo; les dejaremos las llaves en la mesa de la cocina – añadió Nathan y asentí en su dirección

-        Disfruten y espero todo les guste – dijo Xavien con una sonrisa

-        Ese vino es lo mejor y también coloqué champagne – intervino Travis y Zack lo golpeo en la cabeza - ¡Oye!

-        ¿De todo lo que podías mencionar, solo piensas en el alcohol?

-        El alcohol te hace burbujear la sangre – se defendió y Xavien detuvo a Zack antes de que volviera a golpear a Travis

-        Nos vamos, espero todo les guste – se despidió Nathan y Katherine volvió a agradecerles antes de sonreír

-        ¡Los queremos, disfruten! – gritó Chase mientras los demás se llevaban a Travis y me fue imposible no reír al escucharlos discutir como siempre mientras se alejaban

El sol estaba cayendo poco a poco, pero no hacía frío aun; las lámparas lo iluminaban todo alrededor y lo que habían preparado los chicos en la canasta incluía la comida favorita de ambos, así como varias galletas de chocolate que Katherine observó con emoción; nos serví a ambos una copa de vino dejando los documentos a un lado y conversamos un poco, relajándonos en aquel jardín.

-        Es preciosa... - admitió Katherine observando a nuestro alrededor

-        Tiene todo lo que queríamos

-        Puedo imaginarme a Rebecca corriendo en este jardín – mencionó sin mirarme, pero había cierta luz en sus ojos que me impresionó – Puedo imaginarme un columpio en ese árbol y un castillo de princesas en el que podría jugar

-        Tal vez también un arco o colocar un trampolín – añadí y entonces ella me miró

-        Podríamos hacer picnics con nuestros hijos y enseñarles tantas cosas...

Me fue imposible no sonreír cuando ella mencionó la palabra hijos; en plural y ella pareció darse cuenta porque también sonrío y volvió a mirar hacia la casa.

-        Me gusta... - murmuró con suavidad

-        Le daremos nuestro toque y será un gran hogar

-        Un hogar para nuestra familia; para todos – dijo con seguridad y asentí

-        Parece que encontramos una casa – declaré y ella sonrío de una forma que me aceleró el corazón

-        Tenemos una casa – afirmó con ese brillo en los ojos que me encantaba apreciar en ella

-        Por nuestro futuro – dije levantando la copa

-        Por nuestro futuro – respondió con una sonrisa y pasamos el resto de la tarde disfrutando del picnic y recorriendo la casa mientras imaginábamos todo lo que haríamos para convertirla en nuestro hogar.

Llevaríamos los documentos con los abogados para asegurarnos de que todo estuviera en orden y firmaríamos; lo más seguro es que los chicos ya hubieran revisado todos los detalles del contrato de venta, pero, aun así; haríamos una revisión final y entonces la casa sería oficialmente nuestra.

Estábamos a un paso más cerca del futuro que estábamos construyendo y ahora solo quedaba un paso por recorrer y no podía esperar para que llegara ese día en que finalmente fuéramos marido y mujer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top