CAPÍTULO 19
ASHER
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Cuando Katherine terminó de hablar no sabía que hacer; me sentía impotente y culpable; me odiaba por no estar ahí todos estos años; me odiaba por no quedarme y ayudarla; me odiaba porque si tan solo hubiera tomado una decisión diferente hace tantos años, podría haber estado ahí con ella y con nuestra hija.
Antes de que pudiera pensarlo, me levanté y salí corriendo de la habitación; no podía mirar a Katherine a los ojos, no podía verla después de saber la verdad, porque durante todos estos años mientras yo disfrutaba de la vida, ella estuvo sufriendo; pasó hambre para alimentar a nuestra hija, trabajó hasta enfermarse y luchó día a día por salir adelante; ahora entendía la rabia con la que me habló el día en que nos encontramos; la entendía perfectamente porque yo la abandoné y la lastimé mucho más de lo pensé.
- ¡Asher! – gritó Nathan deteniéndome, pero era incapaz de escucharlo
La culpa me dominaba y me sentía el peor ser humano sobre la tierra; Katherine estuvo sola y pasó por momentos realmente duros, pero aun así siguió esforzándose y salió adelante por nuestra hija; Katherine siempre fue valiente y yo solo fui un cobarde.
- ¡Asher, maldita sea, cálmate! – gritó Chase deteniéndome y solo entonces me di cuenta que estaba llorando
- Todo es mi culpa – murmuré dejándome caer en el suelo y mis amigos me sujetaron
- ¡Mierda! ¡¿Qué pasó?! – preguntó Nathan, pero la verdad es que las palabras no salían de mi boca
- ¿La dejaste sola en la habitación? – preguntó Chase tomándome con fuerza del brazo para que lo mirara - ¡¿La dejaste sola después de que te contó la verdad?! – su voz sonaba agresiva y eso me hizo reaccionar
- ¿Tu lo sabías? – pregunté y desvió ligeramente la mirada lo que me hizo enfurecer - ¡¿Lo sabías?! – cuestioné abalanzándome hacia él para golpearlo, pero Nathan me tomó con fuerza para evitar que lo atacara
- ¡Asher, cálmate! – me gritó Nathan intentando contenerme
- ¡Puedes golpearme todo lo que quieras después! – respondió Chase en un grito - ¡Pero ahora debes regresar junto a ellas! ¡Katherine no necesita que seas un cobarde! ¡Tu hija no merece eso!
- Yo... - murmuré y la rabia que sentía desapareció dando paso a la culpa
Incluso Chase sabía la verdad; Katherine confió más en él de lo que confiaba en mí y no podía culparla; la decepcioné mucho y le causé un gran dolor; no merecía su confianza y no sabía cómo verla a los ojos sin sentir que todo se desmoronaba.
- Katherine te necesita, en especial ahora que Rebecca está enferma – dijo Chase con calma
- No vuelvas a huir, Asher – añadió Nathan soltándome – Ellas te necesitan
- Ahora, largo – exclamó Chase y ambos me empujaron de regreso a la habitación
Había cometido muchos errores en el pasado; lastimé a Katherine por miedo a comprometerme y escapé como un cobarde, pero no volvería a cometer el mismo error, no volvería a dejarla sola; ahora estaría a su lado apoyándola y cuidando de nuestra hija; no volvería a marcharme y lucharía por recuperarlas a ambas, porque de ahora en adelante, mi vida, eran ellas dos.
Cuando entré a la habitación la imagen que me recibió me estrujó el corazón; Katherine lloraba mientras intentaba callar sus sollozos, así que me acerqué a ella cerrando la puerta detrás de mí y la abracé con fuerza dejando que llorara sobre mi hombro.
- Lo siento, girasol; lo siento – seguí repitiendo mientras ella lloraba – No volveré a irme, lo prometo
Katherine continuó llorando por un largo tiempo y cuando su llanto disminuyó noté que poco a poco fue quedándose dormida y la acomodé en el sofá para que pudiera descansar mientras yo me perdía en mis pensamientos.
Por más que intentaba no lastimarla, siempre lo hacia y no sabía que hacer en esta situación; estaba claro que seguía amando a Katherine de la misma forma en que lo hice durante años, pero no podía ignorar sus mentiras y el que me halla alejado de mi hija; tampoco iba a ser hipócrita y culparla de todo, porque francamente, yo fui quien se marchó y la dejó sola, pero todos estos años me negó la oportunidad de conocer a nuestra hija y cuando volvimos a vernos, siguió ocultándola en secreto lo que realmente dolía.
Por un lado, me sentía herido y furioso por la situación, porque diablos, tenía una hija y ella me la había ocultado, lo que no era justo porque pese a todo lo que sucedió entre nosotros, esa niña era inocente y no merecía cargar con las consecuencias; pero por otro, solo podía pensar en lo valiente que había sido Katherine todo este tiempo, porque eligió quedarse con nuestra hija a pesar de lo difícil que eso sería y luchó por ella de todas las formas posibles.
Hace solo unas horas estaba seguro que volveríamos a estar juntos, porque la amaba y estaba dispuesto a lo que sea por demostrárselo, pero ahora ese amor seguía ahí, sin embargo, había otras emociones que fluían con mayor intensidad y no sabía que hacer con eso; era cierto que yo fui quien la dejó, yo la abandoné y viviría con esa culpa por el resto de mis días, pero aun así, me perdí cinco años junto a mi hija y eso no era justo para nadie, porque pese a todo, tenía el derecho de conocerla y quizá era verdad que ella no tenía forma de contactarme cuando estaba embarazada, pero si tuvo muchas oportunidades durante estos años y eligió no decir nada; ella eligió ocultarme a mi hija y nos arrebató algo que jamás íbamos a poder recuperar.
El amor que sentía por Katherine era muy fuerte, pero no estaba seguro si podría perdonar sus mentiras, aunque eso solo lo determinaría el tiempo, por ahora mi prioridad era recuperar el tiempo con mi hija, porque de ahora en adelante sería parte de su vida; ella se merecía tener un padre y yo nunca más me apartaría de su lado.
No supe en que momento me quedé dormido, pero honestamente por primera vez en mucho tiempo, dormí tranquilo y solo desperté al escuchar una dulce voz que llamaba a Katherine una y otra vez.
- Mami, mami, mami – siguió repitiendo la pequeña y cuando abrí los ojos, ambos nos sorprendimos
Cuando Katherine dijo que nuestra hija tenía mis ojos, no creí que fuera tan literal, pero estaba encantado; ella era preciosa como su madre y no sabía que decir para no arruinar este momento, pero antes de que alguna palabra saliera de mi boca, ella gritó mi nombre tomándome por sorpresa.
- ¡Eres Asher Hunt! – gritó despertando finalmente a su madre que saltó del susto y luego al ver a nuestra hija despierta, sonrío y se levantó para acercarse a ella tomando mi mano en el proceso para que también me acercara
- ¿Cómo te sientes, cariño? – preguntó Katherine tocando su frente
- ¡Es Asher Hunt, mamá! – repitió mi pequeña y mi sonrisa se hizo más grande
- Ya lo sé, cariño
- ¿Eres real? – preguntó mi pequeña niña mirándome con sus ojos tan grandes que no podía dejar de sonreír
- No, es una ilusión – respondió Katherine y solo entonces la pequeña se giró a mirarla con una expresión indignada que me hizo reír
- Si soy real, pequeña – dije y ella regresó su atención a mí
- No soy pequeña, me llamo Rebecca – respondió extendiendo su mano y entonces comenzó a toser alertándonos tanto a su madre como a mí
- ¡Iré por el doctor! – exclamó Katherine y salió corriendo de la habitación dejándome con nuestra hija
Rebecca continuó tosiendo unas cuantas veces más y la sostuve en mis brazos para calmarla hasta que su madre regresó con un grupo de médicos que la revisaron de inmediato y mientras estabilizaban a nuestra hija, Katherine tomó mi mano y me mantuve firme, siendo el apoyo que ella necesitaba en este momento.
Después de la revisión médica y de que le administraran los medicamentos, Rebecca volvió a quedarse dormida por el sedante y Katherine comenzó a revisar el bolso que la niñera de Rebecca había dejado en manos de mis amigos que se habían marchado hace unas horas.
- Tendré que dar una declaración a la prensa – dijo Katherine después de acomodar las cosas de nuestra hija en un pequeño armario de la habitación – Brenda no podrá contenerlos por siempre
- ¿Qué es lo que dirás?
- Les informaré que tengo una hija y mis razones para mantenerlo en secreto; no te mencionaré – sus palabras no me gustaron en lo absoluto y fruncí el ceño con molestia
- No pienso estar fuera de la vida de nuestra hija ni ocultarme de los medios – declaré con seriedad y ella solo suspiró
- No es prudente contarlo ahora, no con todo el caos y los chismes; por favor, entiéndeme; no te alejaré de Rebecca ni te impediré convivir con ella, pero necesito tiempo para poner las cosas en orden antes de que todos sepan que es tu hija
No quería discutir con Katherine ahora y mucho menos delante de nuestra hija que, aunque estaba dormida, aun así, podría llegar a escucharnos, además, lo que decía tenía sentido; conocía muy bien el alcance de los reporteros y si le revelábamos la verdad de golpe no nos dejarían tranquilos y lo complicarían todo, así que era mejor tomarnos un tiempo, después de todo, todavía quedaba mucho que Katherine y yo teníamos que hablar.
- Ella me conoce – dije refiriéndome a nuestra hija y Katherine suspiró antes de asentir
- Le encanta el fútbol y admira a tu equipo; hace un par de años le puse un partido de ustedes – admitió tomándome por sorpresa - Honestamente no sé porque lo hice, pero a ella le encantó y sonrío desde el primer segundo en que los vio jugar; es su admiradora número uno, aunque, su jugador favorito es Nathan – no pude evitar sonreír ante sus palabras y una calidez me llenó el corazón
Quizá no estaba seguro de que sucedería de ahora en adelante entre Katherine y yo, pero independientemente de eso compartíamos algo mucho más grande y la prioridad justo ahora era nuestra hija, solo quedaba esperar que todo lo demás se acomodara poco a poco en su lugar.
- Deberías irte – soltó de pronto y volví a fruncir el ceño
- ¿Qué? – cuestioné con incredulidad y Katherine suspiró antes de mirarme a los ojos
- Me daré un baño, me cambiaré y después daré la declaración a la prensa; Natalie vendrá y se quedará con Rebecca mientras no estoy
- ¿Por qué no puedo quedarme? – volví a cuestionar con un tono para nada amable que provocó que ella se pusiera a la defensiva
- ¿Cómo le explicarás a Rebecca que estás aquí? ¿Qué le dirás? ¿Te parece el momento adecuado para que te conozca? – preguntó y comencé a procesar sus palabras - Si te quedas ahora solo verá al jugador de fútbol que admira y que sorprendentemente ha venido a verla ahora que está enferma; no quiero que solo vea eso cuando te conozca; quiero que sepa que eres su padre y este lugar no es el adecuado para eso
- Siempre fuiste la más sensata de los dos – respondí y su expresión se suavizó
- No creo que sea cierto, pero gracias – dijo con una pequeña sonrisa - Solo intento buscar lo mejor para ella
- Lo sé... - murmuré con pesadez y ella desvío ligeramente la mirada
- Asher... yo... lo siento – su voz se escuchaba entrecortada y la distancia que había entre ambos era más que evidente – Lamento no decirte la verdad... - murmuró y noté que su labio temblaba
- Creo que no debemos seguir hablando de eso ahora; tienes que prepararte – dije para romper la tensión que se había formado entre ambos – Será mejor que me vaya, por favor, avísame todo lo que ocurra con Rebecca – pedí acercándome a nuestra hija y besé su frente para después retroceder hacia su madre
Katherine y yo nos despedimos con incomodidad lo que era frustrante, porque al menos antes nos gritábamos o intentábamos disimular lo que sentíamos, pero ahora todo se sentía frío y lejano; no quería pensar más en eso, al menos no por ahora, así que simplemente me alejé y me las arreglé para salir del hospital por una puerta de servicio y así no toparme con los periodistas que prácticamente estaban acampando frente a la puerta principal.
Una vez que llegué a mi departamento me arrojé sobre la cama y por fin me permití pensar en todo lo que había ocurrido en estas pocas horas; mi vida había dado un giro por completo y tenía muchas cosas en las cuales pensar, pero lo principal era aclarar mi situación con mi hija, porque legalmente deseaba reconocerla y necesitaba saber que venía a continuación para poner las cosas en orden.
Tenía que hablar con mi abogado y ver mis opciones; nunca le quitaría la custodia a Katherine, pero necesitaba conocer mis derechos como padre y tenía que pensar una forma de proteger a mi hija una vez que toda la verdad fuera revelada, porque yo era una figura pública y lo que menos quería era que mi fama afectara a mi hija de alguna forma.
- Trajimos comida – escuché la voz de Nathan y no me sorprendí porque después de todo, él tenía una llave de mi departamento
- También trajimos alcohol – escuché a Chase y al fin me levanté de la cama
- Gracias – murmuré sentándome en una de las sillas y los chicos colocaron la comida sobre la mesa - ¿No deberían estar entrenando?
- Hablamos con el entrenador
- Él sabe que... - murmuré y ellos negaron
- Sabe lo básico, lo que quieras contarle después puedes hacerlo tú mismo – respondió Nathan y asentí
- ¿Y lo demás? – pregunté con cansancio
- Entrenando, nosotros fuimos liberados para ver cómo estabas – Nathan consiguió tranquilizarme y antes de que tuviera que preguntar otra cosa, volvió a hablar – Nadie sabe nada de lo que sucedió, excepto el entrenador; creímos que era tu derecho contarles a los chicos cuando estuvieras listo
- ¿Cómo supieron que estaba aquí? – pregunté y ambos rieron
- El vigilante es nuestro amigo – respondió Chase restándole importancia al asunto y simplemente lo dejé pasar - ¿Cómo están Rebecca y Kat? – preguntó después de unos segundos en silencio
- Rebecca está estable, los médicos la mantienen vigilada y Katherine... dará una declaración a los medios
- Todos están como locos con la noticia, sin duda estará en primera plana – comentó Nathan y Chase lo golpeo en el hombro para callarlo
- Eso no es importante ahora – intervino Chase y simplemente abrí una cerveza
- ¿Cómo es ella? – pregunté después de dar un trago – Mi hija, ¿Cómo es ella? – repetí mirando a Chase
- Es grandiosa – dijo con una sonrisa – Es realmente curiosa y le encanta hacer preguntas, en especial de fútbol; te admira – comentó mirando a Nathan que se sorprendió – Y también a ti – dijo mirándome – Háblale de jugadas y la harás feliz – cuando lo escuché, también sonreí - Es alegre y se ríe mucho; le encantan los peluches de animales y no se cansa nunca
- Te adorará, Asher, tranquilo – dijo Nathan y agradecí su apoyo
- Lamento no habértelo contado, pero no era mi secreto – Chase tenía razón y no estaba enojado con él, solo me sentía perdido
Los chicos y yo comimos en silencio mientras bebíamos un poco, pero entonces una alerta llegó al celular de Chase y casi salió corriendo para encender la televisión.
- ¿Qué pasa? – preguntó Nathan, pero yo estaba seguro que es lo que ocurría
- La noticia que salió ayer es cierta – la voz de Katherine se escuchaba clara y tanto Nathan como yo salimos corriendo parándonos frente a la televisión – Tengo una hija de cinco años
Katherine se veía impecable y muy fuerte; mantenía la cabeza en alto y su voz era clara, sin rastro de dudas; ella era valiente y no dejaba de sorprenderme.
- Decidí ocultar a mi hija porque deseaba que tuviera una infancia normal; quería que disfrutara de las cosas pequeñas y tuviera la oportunidad de descubrir quien era antes de que el mundo quisiera decirle quien querían que llegar a ser – explicó con calma y después de unos segundos continuó – No la quería en medio de las cámaras ni con toda la atención sobre ella; quería que tuviera la oportunidad de ser una niña, lejos de los reflectores; nunca planeé esconderla y nunca me he avergonzado de ella como muchos de ustedes han afirmado; mi hija es mi mayor orgullo y siempre ha sido mi prioridad, pero no la quería expuesta a los escándalos y las críticas; su felicidad y su seguridad siempre han sido mi prioridad y es por ello que la mantuve lejos del ojo público – declaró con fuerza y todo lo demás pasó a segundo plano – Esperaba que fuera un poco más grande antes de presentarla ante todos ustedes, pero ayer sufrimos una emergencia y es lo que nos ha traído a este momento; mi hija está enferma, pero se está recuperando, así que les pido de todo corazón que por favor nos den espacio y tiempo; ella necesita descansar y necesito estar a su lado; me necesita mucho en este momento y necesita tranquilidad; solo responderé preguntas una vez que ella se haya recuperado, así que por favor, respeten mi decisión y respétenla a ella; es una niña pequeña y no entiende lo que está sucediendo – dijo bajando un poco la voz – Sé que tienen muchas dudas y que esperan respuestas; lo sé y los entiendo, así que por favor, entiéndanme a mí en esta ocasión; todos ustedes han tenido un familiar enfermo alguna vez, ya sea un hijo, un hermano, un padre y saben cómo se siente el tener miedo de que algo le pase a la persona que amas con toda tu alma; mi hija es mi mundo y necesito cuidar de ella en este momento en que tanto me necesita; les pido paciencia y respeto hacia nosotras, porque sé que soy una figura pública, pero también soy un ser humano y mi hija es mi prioridad; muchas gracias a todos – Katherine se despidió de la prensa y los agentes de seguridad la protegieron de las cámaras mientras ella volvía al interior del hospital.
La habitación en la que se encontraba Rebecca estaba vigilada por agentes de seguridad al igual que el piso en el que se encontraba y en la puerta principal también había varias personas impidiendo la entrada de la prensa, pero si ellos se proponían entrar, lo conseguirían, así que esperaba que las palabras de Katherine fueran suficiente para detenerlos y darle espacio a nuestra hija para recuperarse.
Tenía mucho que hacer y mucho que pensar, pero de ahora en adelante mis prioridades tenían otro orden y todo iba a comenzar a cambiar, solo esperaba que las cosas no se complicaran más en el camino, porque no tenía ni idea que sucedería el día de mañana y esa incertidumbre estaba por volverme loco.
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¿QUÉ LES PARECE LA HISTORIA HASTA AHORA?
ESTARÉ ACTUALIZANDO PRONTO
LOS QUIERO ❤️❤️❤️
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