Despedida.
Si muero joven, entiérrame en satén,
tiéndeme en una cama de rosas,
húndeme en el río al amanecer,
mándame lejos con las palabras de una canción de amor.
If i die Young – The Band perry
Baekhyun tenía un dolor de cabeza insoportable, ni siquiera tenía ganas de abrir los ojos, sin embargo, con pesadez en los pies se dirigió al baño y tomó una ducha. El baño lo ayudó a relajarse porque la resaca era terrible, ni siquiera recuerda muy bien lo que anoche pasó.
Chanyeol se levantó muy temprano y casi brinca cuando Jaehoon aparece muy cerca de él.
—Levántate, necesitas hacerle el desayuno a ese perezoso.
—Oh, por Dios —reclamó—. Déjame dormir.
—En serio, levántate. Te voy a decir que es exactamente lo que tienes que hacer. —La mirada del fantasma no estaba sobre él, estaba sobre la fotografía que Chanyeol ya había puesto por la casa—. ¿Fuiste tú?
—Sí, no deberías estar guardado, eres un recuerdo, uno muy bonito para él.
—Gracias. —Chanyeol hizo ademán de abrazarlo y el fantasma correspondió.
Chanyeol simplemente sintió mucho frío y después se levantó para hacer lo que Jae le decía, fue muy chistoso convivir con el fantasma de esa manera, pudo entender porque Baek no podía superarlo, incluso siendo sincero tal vez él pudo haber caído por el chico.
Estaba terminando de preparar un desayuno americano porque según Jae, cuando Baek tenía resaca amaba que su chico le hiciera un desayuno como el de las películas que le gustaba ver, el fantasma incluso le dio permiso de ponerse las pantuflas que estaban empolvadas pues eran suyas, se sentía pleno y completo, era un bonito nuevo inicio, estaba seguro.
Baekhyun escuchó ruidos y se asustó, pero también olió algo muy familiar, cosa que le hizo salir corriendo y observó como Chanyeol preparaba la mesa tal y como Jaehoon lo hacía. Para ser sincero, no le gustó para nada.
—¿Qué haces en mi casa? —preguntó tranquilamente.
—Te traje porque estabas... bueno. —Le dio algo de vergüenza decirlo.
—No tenías que hacerlo, Kyungsoo me pudo traer.
—Pero yo quería hacerlo.
Baekhyun suspiró al ver la cara del chico y lo iba dejar pasar, pero vio sus pies—. ¿Por qué tienes puesto eso?
—Bueno, no quería andar con zapatos por tu casa.
Baek estaba furioso, Chanyeol quería ocupar el lugar de Jaehoon. Caminó directo a su sala tratando de calmarse y respirar, pero al llegar lo primero que vio fueron las fotos de su ex pareja por toda la casa, sintió su corazón latir a velocidad, tomó la foto de su matrimonio en sus manos y lloró.
—Baek... — Chanyeol estaba viendo apartado lo que pasaba y cuando vio al chico llorar se acercó y lo abrazó por atrás.
—Vete —dijo en voz baja.
—¿Baek?
—¡Que te vayas! —Chanyeol pudo notar el dolor y la ira en su mirada—. Tú no tienes derecho, ¿quién te has creído? Tú no puedes ocupar su lugar y no lo vas a hacer. Jaehoon era mejor que esto, mejor que tú. ¿Qué quieres? ¿Conmoverme? Porque no lo hiciste. —Baekhyun estaba llorando mientras decía todo aquello, pero Chanyeol sabía reconocer cuando alguien lloraba por enojo—. Realmente creo que sí, solo me fije en ti por parecerte a él, pero meterte en su casa y con sus cosas ya es demasiado. Vete y no regreses, olvida que me conociste. Ojalá nunca te hubiera visto.
—Baek, estás hablando desde la ira —quiso abrazarlo—. Por favor.
—¡QUE TE LARGUES MALDITA SEA!
—Baek, por favor.
—No voy a hablar otra vez. ¡LÁRGATE!
Chanyeol más que triste se sentía molesto y decepcionado. Agarró su abrigo y salió de la casa, sin mirar atrás cerró la puerta.
Baekhyun se dejó caer en el sillón y se puso a llorar de una manera muy desgarradora, se acercó a la foto de Jaehoon que colgó Chanyeol en la sala y le reclamó, le grito el dolor que estaba sintiendo, no sabía que Jaehoon realmente lo estaba escuchando.
Chanyeol llegó a su casa, no lloro, pues sabía que no hizo mal. Tal vez hizo mal en seguir los consejos de Jaehoon para enamorar, porque tenía razón desde el principio, no lo estaba enamorando como Chanyeol, lo estaba enamorando como Jae, la prueba fue el dia de su primera clase de piano cuando lo invitó a cenar, ese dia fue perfecto. Después empezó a seguir los consejos del fantasma y a pesar de que todo fue bien al principio, ojalá no lo hubiera hecho.
—Perdón —casi se cae del mueble al escuchar eso—. Perdón también por eso, no quería espantarte.
—No te preocupes. —Estaba tan dolido que no le importó el susto—. Pero bueno, creo no tiene caso que sigas aquí, él no quiere saber nada de mí y lo respeto, no voy a ir detrás de él, yo también tengo orgullo. Lo amo con toda mi alma, pero con todo lo que me gritó, bueno, no tiene caso seguir intentando.
—Supongo que tienes razón, conozco a Baek. Cuándo está enojado, suele herir mucho.
—No te hagas, sé que estabas ahí, pude sentirte –suspiró—. ¿Qué procede contigo?
—Supongo que me quedaré en el limbo una vez más —Jaehoon se veía muy triste—. Me quedaré aquí entre los humanos, sin poder descansar aún.
—Pero antes no estabas aquí. ¿Por qué no puedes regresar dónde estabas?
—Porque ya salí y la única manera de desaparecer y descansar era cumpliendo mi misión, que era ayudarte a enamorarlo. Creí que lo estábamos logrando. —Él fantasma se veía decepcionado, Chanyeol pudo ver que sin importar que no tuviera un cuerpo físico, se veía cada vez más desgastado.
—Te ofrecería mi casa, pero eres un recuerdo de él, de lo que no quiero pensar, es más, pensándolo bien es hora de ir a Japón —Jaehoon podía entenderlo, Baekhyun lo lastimó mucho—. Hace mucho me ofrecieron un trato, creo que lo mejor sería aceptarlo de una vez por todas.
—Entiendo... ¿Te puedo pedir un último favor? Cuando te vayas, nadie más podrá verme, así que quiero que hagas algo.
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Se subió a su auto escuchando las indicaciones y llegó a una zona alejada de la ciudad, donde estaba una casa que a primera vista podrías creer que estaba abandonada, pero no era así, incluso no sabe porque lleva un pastel de zanahorias, pero era lo último que haría por el fantasma pues le pidió que por favor se vaya de su vida, a lo que Jaehoon accedió.
Estacionó su carro y bajó, sabía que sería un golpe duro para ellos por el inminente parecido. Tocó la puerta tres veces y el fantasma le agradeció con la mirada, Chanyeol le devolvió una sonrisa, entonces la puerta fue abierta.
—¿Usted es la madre de Jaehoon?
—Dios —la mujer puso las manos en su boca con evidente sorpresa—. ¿Quién eres?
—Dile que eras alguien importante para mí, un amigo —pidió el fantasma.
—¿Puedo pasar? Prometo explicarle.
La mujer lo tomó del brazo y lo guió por la casa, el más alto se dio cuenta de la cantidad de fotos que había de su hijo y casi en medio de la casa, justo donde estaban las escaleras, había una foto de Jaehoon en la que tenía cargado a Baekhyun como un costal de arroz, ellos se veían felices y su corazón dolió.
—Ven hijo, siéntate.
—Gracias señora, ¿está su esposo?
—Sí, el ahora baja, pero siéntate ¿Conocías a mi Jae? Dios, eres igual, me impacte cuando te ví el dia que Baek canto, tu cara es inconfundible, eres igualito a mi niño, a excepción por tus orejas, las de él eran pequeñas —Algo en aquella mujer se sentía cálido, le gustaba la sensación de estar con ella—. Recuerdo decirle que eran tan pequeñas, que parecía que no tuviera, era muy raro ¿Se te ofrece algo? ¿Un té o un café?
—Té, eso estaría bien —contestó.
—Mi Jae odiaba él te, creo que si me hubieras pedido café hubiera creído que eras él —la mujer levantó la mirada y Chanyeol giró— Viejo, mira, es un amigo de Jae. ¿Apoco no es igual?
—Santo cielo, sí. Eres igual a mi niño, pero más flaco, Jaehoon era gordo y no tenía ese hoyuelo en la cara.
Estaba sorprendido de lo bien que los ancianos tomaron su presencia, creía que sería incómodo como lo fue con Baek, pero no, eran frescos y hermosos seres humanos. Jaehoon iba detrás de su madre y a Chanyeol casi se le rompe el corazón el anhelo que tenía de abrazarla, lo reflejaban sus tristes ojos. Después de unos minutos los tres estaban sentados en la mesa y Jae atrás de sus padres.
—Entonces muchacho ¿Eras amigo de Jae?
—Es mi amigo, señora.
—No te atrevas.
—Verá, yo no sé qué pasa, yo solo sé que puedo ver a su hijo y vino a buscarlos porque hay algo que quieres decirles. —soltó con seguridad.
—¿Te estás burlando de estos ancianos? —El papá de Jae se estaba enojando.
—No lo haría.
—Niño, los fantasmas no existen ¿me estás diciendo qué ves a Jaehoon? Fue un error aceptarte, vete de mi casa.
—Nueces –gritó y la anciana se le quedo viendo—. Jae tenía un pez que se llamaba nueces, se murió porque le dio comida de peces y no las nueces que comúnmente le daba al pez, el compraba las nueces y las trituraba con lo que pudiera.
—¿Cómo sabes eso?
—Cuando Jae tenía 13 años les confesó que era gay y usted señora se impactó, usted señor le dijo que ya lo sabía y que lo amarían igual. —La mirada de los ancianos cambió, de enojo a nostalgia.
—Jae…. ¿Te contó eso? –preguntó el anciano.
—Incluso ahora me ve con cara de odio porque quería que viniera y les dijera algo, pero no encontraba una manera lógica, así que quería decir la verdad. Él quería que les dijera que los extraña y que los ama, que nada de esto fue su culpa y que agradece que ustedes hayan podido seguir su vida a pesar de la tragedia, me pidió… —Para este momento se le empezó a quebrar la voz—. Que cuiden a Baek, que no lo dejen hundirse y que le digan que por favor rehaga su vida.
—¿Jae en serio está aquí? —La mujer tenía la mano en el pecho.
—Sí, está detrás de ustedes, incluso tiene su mano en su hombro. –Él fantasma pidió que diga algo–. Dice que ya no se pinte las canas, que sus canas la hacen hermosa y a usted señor, dice que deje de ponerse esos zapatos que le compró, que lo hizo de broma porque sabía que no le gustarían.
—Mi Jae. —La mujer empezó a llorar, pero era como si sus lágrimas fueran más de alegría.
—Yo solo vine a decir esto, me tengo que ir porque bueno, tengo cosas que hacer.
—Pero si te vas, no sabré nada de mi Jae. —Pudo ver la desesperación en la cara de la mujer.
—Tengo que hacerlo, me enamore de Baek y bueno, no todo salió bien, por cierto… —Tomó la mano de ambos—. Él sabe que ustedes tienen una duda y Jaehoon me pidió que les dijera que no le dolió, él no sufrió, a pesar de llegar consciente al hospital, él jura que el dolor que sentía no era físico, sino emocional porque no quería dejarlos y romperles el alma.
Chanyeol vio que se quebraron porque Jaehoon le contó que, en una de sus visitas rápidas, escuchó que su madre se preguntaba si era morir le había dolido porque él era un llorón que no toleraba el dolor, así que era lo único que le preocupaba, que él hubiera sufrido. Antes de salir de la casa sintió una mano.
—No dejes que Baek caiga tampoco –le pidió la mujer.
—Lo siento, hice lo que pude. —hizo una reverencia y los miró—. Con su permiso.
Subió a su carro y lloró un poco, todo ha sido impactante y desgastador emocionalmente. Llegó a su departamento y se despidió de Jaehoon.
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Baek aún seguía en su sillón como cuando se fue Chanyeol y de eso han pasado algunas horas. Jaehoon fue a casa de Baek para saber cómo estaba, pero no esperaba que pasara algo impactante, su chico lo estaba viendo fijamente y tenía los ojos aun aguados.
—¿Jae?
—¿Puedes verme?
—Yo…. Jae ¿Eres un fantasma? Jae te veo.
Y Baek se desvaneció.
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