Capítulo 4: La última prueba... La traición
Salí disparada a la prepa de Alex y encontré exactamente lo que buscaba, la última prueba; se estaba dando el lote con la pelirroja (la verdad ella es la metida, pero no la odio, ni la culpo, el culpable es él)
Me hago la ciega. Saco el celular y Coral me escribió: ¨tu puedes. ¡Ah! El conductor estuvo por aquí y le envié tu ubicación¨. Leí y leí pero la rabia me nubló la vista, por lo que solo comprendí la primera idea. Saqué de mi mochila unos documentos.
Él se volteó. –Hola, cariño. –intentó tocarme en vano le esquivé como si fuese un monstruo asqueroso.
-¡Hey! Pelirroja –le hice una seña con el dedo para que se acercara. Nos alejamos.
-Escucha, sé que estas con mi ex –abrió mucho los ojos – y quería darte un poco de información. Vale. Ten –le tendí el par de folders- El último es una copia, te recomiendo que la guardes ahora.
-Por qué lo haces. Deberías estar celosa, odiarme o golpearme incluso amenazarme para que me aleje de él.
-A ver -negué con la cabeza, maravillada por sus palabras- no te odio, ya no estoy celosa porque su felicidad es más importante que una tonta pelea en la cual se quedará contigo y fingirá estar conmigo.
-¡Oh! Eres muy sincera y directa.
-Te aseguro que así era él al principio.
-¡Vaya! Lo conoces muy bien.
-Eso no interesa. Escucha, si le haces sufrir te voy a desgarrar el alma. –le lancé una mirada que incluso el animal más feroz se aterraría.
-¡Oky Oky oky!- levantó las manos en forma de rendición.
-Cuídalo y hazlo feliz. – asintió. –estúdiate la información…Chao.
Se alejó y Alex se acercó corriendo a mi lado. – ¿Qué sucede? ¿Qué le has dado? ¿Te ha dicho algo? ¿Te ha hecho algo?
-Nada unos apuntes. No, no.
-Ok.
-Quien tiene algo que decir y que hacer… soy yo. –sonreí de lado.
-¿Sí? –se acercó a mí.
Le golpee al mismo tiempo el pómulo izquierdo y una costilla. Se dobló y esperé que se irguiese otra vez con dificultad debido al déficit de aire.
-Pero… ¿qué carajos Ashley?
-No le mientas nunca a una mujer, esto –señalándolo- es solo un anticipo. Si la haces sufrir te daré una verdadera paliza.
Ella se acercó a él lo más rápido que pudo mientras yo me alejaba como una reina. Me sentía como si hubiese ganado una guerra. (Sí, claro, por fuera).
Me giré y me despedí con una mano de ambos.
-Chao, parejita.
Él me miró fijamente y ella me devolvió el saludo.
-¡Ah! La ropa que tengo en la casa de tu amigo, si quieres quémala porque no volveré por ella y tampoco quiero que me la devuelvas.
Espero les guste esta nueva aventura.
Se despide de ustedes 💋
Su autora 💀Death💀
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