Capítulo 18: ¡Sorpresa! La propuesta
(Ashley)
-Acepto.
¡Zas! Despierto y no... no es un sueño... es totalmente real.
Los días pasan y cada que toco mi cuello recuerdo que -por loco que parezca- acepté ser novia del conductor, mi conductor.
El espejo es testigo de ese hecho vislumbrar ese hermoso colgante y el significado que alberga cada forma que cuelga de él. Sonrío lela por su demostración de afecto y amplío mi sonrisa ante el hecho de que le llamé... AMOR.
Seguimos hablando a toda hora y nos vemos siempre que puede.
Hoy, ¡por fin! Es mi graduación.
Las cartas que envié a las universidades que quería... ¡dieron respuesta!... efectivamente me aceptaron en (...) de publicidad, economía y márquetin...
Me quedé con Coral que -bueno en realidad, Coral se mudó para mi apartamento y se puede decir que se adueñó de él. Según dice que aquí siente libertad. Vivía con sus padres y su hermano, con quién no se lleva para nada bien.- por cierto, llevo más de media hora tratando que se levante.
-Cori, vamos, levanta.
-Cinco minutos más.
-¡No! Ya llevas más de treinta minutos y no te has movido.
-Pero...
-Nada de pero...-tiro de su brazo- levántate.
Se zafa de mi agarre. Y yo grito fuera de mí.
-¡¡¡Ya!!! -le doy la espalda enojada, mientras se coloca una almohada sobre la cabeza.
Me ducho y visto tan rápido que ni yo me lo creo.
Al llegar a la preparatoria voy directo al gimnasio, me cambio y trato de nivelar bien bajo mi furia.
Media hora después...
-¡Hola!... ¿Hay alguien?
Esa voz me parece conocida.
Estoy en la piscina. Emerjo encontrándome con mi trajeado y sexy novio.
-Hola, sol. -me mira con atención- How are you?
Debo estar roja aún.
-Hola tormenta, That do you do here?
Me mira y su mirada recorre ardientemente mi cuerpo haciéndome enloquecer. ¿Qué enloquecer? ¡Dios, este hombre me nubla la mente, me calma... y me enciende como una hoguera!
Salgo de la piscina y me abalanzo sobre él sin importar que estoy empapada... me recibe entre sus brazos y me besa apasionadamente dejándome sin aliento... llenándome de placer... llevándose mi rabia.
Perdí el vínculo con el mundo, solo me enfoqué en él.
Sus enormes manos vuelan por mi nuca, espalda, trasero...
Me presiona contra su creciente erección haciéndome abrir los ojos de golpe, separamos nuestros labios un poco y nuestras miradas dicen todo lo que sentimos... DESEO.
Sin pensarlo dos veces nos besamos otra vez devorándonos, incitándonos y excitándonos más, al punto que rasgué desesperadamente su taje, jalé de su corbata, con torpeza me deshice de su cinturón, luego su pantalón y ropa interior; mientras sus manos diestras me arrancaron las pequeñas piezas que me cubrían.
Con rapidez nos adentramos a las duchas. De un salto enredé mis brazos y piernas a su cuello y cintura respectivamente.
Necesitaba tenerlo cerca... besó mi cuello con devoción y deseo... sentí mi cuerpo arder.
Su boca tomó uno de mis pechos lo chupó, lamió y mordisqueó haciéndome gemir. Con una mano tiraba del otro pezón y con la otra mano aprisionaba mis posaderas. El calor inundó mis venas y la molestia matutina quedó en un segundo plano. Ahora solo podía disfrutar de sus caricias y accionar para que disfrutase también.
-Yo... -traté de decir sin fuerzas.
-¿Sí? Hermosa. -su voz era ronca y su sonrisa seductora.
-Te quiero dentro... -jadeo y tomo su miembro duro entre mis manos propinándole suaves pero morbosas caricias.
-¡Ah! Nena... -sisea tensando la mandíbula.
-¡Ah! -gimo cuando de una estocada me penetra.
-Sí... -lo creí mi mundo, que comprendía todo lo que sentía.
-Nena... no me provoques -siseó sin preguntar ni decir palabra alguna sobre mi estado.
-Más... -exigí.
Entra y sale de mí lentamente, torturándome.
-Tormenta... más... -exigí con una voz que no conocía.
-¿Más que... Sol? -cuestionó pícaro.
-Más rápido y... - se mueve muy lento.
-¿Qué? -pregunta con sorna.
-Duro y salvaje... -digo mordiéndole el labio inferior y tirando de él.
Gimo y grito de lo bruto que se pone. Chillo por lo salvaje que se está moviendo. Araño su ancha espalda mientras me empala contra la pared y sujeta mi cintura.
Suaviza su ataque y cuando estamos por corrernos aumenta el ritmo otra vez llevándonos al orgasmo más fulminante que hemos tenido. Pega su frente a la mía mientras nuestra respiración se realentiza.
-¿Amor, estás bien? - pregunta preocupado.
-Ahora... si -logro decir con la respiración irregular.
Nos duchamos y otras cosas muy placenteras...
Llama a alguien y minutos más tarde recibe otro serio y formal taje negro, camisa azul claro, de corbata y pañuelo a juego con la camisa.
Una enorme casualidad el vestido que llevo bajo el uniforme es azul claro, corto, con escote en el pecho y la espalda, bastante sugerentes. Algo que Anthony no sabe.
Salimos del gimnasio en direcciones diferentes.
Coral me llama varias veces pero no contesto sus llamadas ni mensajes, estoy enojada con ella.
Me reúno con mis compañeros de clase en el teatro. La ceremonia comenzó de inmediato... Nos dieron los diplomas, nombraron a los mejores graduados, entre ellos: Coral y yo; dijeron a que universidades vamos a estudiar...
Terminado ello anuncian...
-En varias ocasiones han enviado cartas para que... bueno... ha sido tutor de muchos alumnos aquí y ha otorgado becas no solo a nuestros alumnos que inician en esta escuela sino también a los que van a cursar universidades que comparten parte de los oficios en los que son pasantes los jóvenes con notas brillantes...
Una ovación inunda el lugar.
-Démosle un fuerte aplauso el CEO de Industrias William's...
Todos aplauden.
-El señor Anthony William Hernández.
Quedo anonadada e hipnotizada por su firme actitud y elegante forma de caminar.
Segundos después su -armoniosa y hermosísima- voz se adueña del espacio... todos prestan atención en silencio.
-Ser joven o viejo, experto o principiante... -sacude a cabeza- no limita el poder del conocimiento. Ese es el único poder que ustedes deben tener en cuenta. El dinero viene y va pero el saber y el usarlo para el bien y beneficio de muchos es lo que importa... muchos de los aquí presentes conocen mis métodos de enseñar y cuáles son mis prioridades... los que no, mis prioridades son mi familia, mi amor, mi trabajo y otras ciertas metas.
Una pequeña pausa hace al personal sumirse en un silencio sorprendente.
-Hemos ofrecido becas, no, hemos impulsado jóvenes a cumplir sus sueños, eso sí. A los posibles universitarios aquí presentes les exhorto a luchar por sus sueños... si para ello necesitan ser pasantes o trabajar a medio tiempo e cafeterías y otros sitios... no os detengáis... los sueños son para cumplirlos y las metas para alcanzarlas.
El público irrumpe en candentes aplausos y ovaciones.
Concluida la ceremonia los estudiantes, profesores y padres se concentraron en la plaza, se toman fotografías y conversan animadamente.
Llegada la tarde en el gimnasio.
-¡Fuera uniformes chicos! -grita la encargada de la organización de la fiesta.
Todos incluida yo nos quitamos el uniforme que durante años llevábamos.
Los ojos del conductor al verme dejan de lado su máscara fría y por un segundo pude ver en su rostro todo lo que en realidad sentía.
-¡Woaow! Eres una diosa -dice un compañero de clases.
-¡Gracias! -musito modestamente con una sonrisa.
-Pero... que hermosa estas -murmura otro...
Así varios más halagan mi aspecto, otros lanzan miradas ardientes y muchas chicas me miran con mala cara. Sorry bitchs! Pero no me importa su opinión. Siento un calor procedente de un cuerpo detrás de mí que murmura en mi oído: -Muero por arrancarte ese vestido con los dientes...
¡Dios! ¡Me va a matar! Roja. ¡Estoy roja! ¡Maldita sea!
Dicho eso y se aleja como mismo apareció; no me dio tiempo a voltear para ver su rostro. Retumban en mi cabeza esas perversas palabras pronunciadas con voz ronca y sensual. Respiro agitadamente.
Vibra mi celular. ¡Coral!
-¡Porfa perdóname ya!
-¡Vale! ¿Dónde estás?
Me abrazan por detrás... volteo lentamente y ¡tachán! ¡Coral!
-Gracias por perdonarme. Bitch.
-De nada, dearly.
-Te tengo una sorpresa.
Sonrió.
-¿Cuál?
-¿Si te digo no es sorpresa?
Asiento.
-Ven conmigo.
La sigo del gimnasio... vamos a través de un pasillo a una de las enormes aulas que una vez utilizamos en clases.
Me empuja dentro sin previo aviso y cierra a puerta desde afuera.
De pronto se prenden pequeñas luces que dicen: TE AMO AMQ.
Quedo alucinada por el espectáculo y unos fuertes brazos me estrechan.
-¿Qué te parece?
-Es... magnifico -digo distraída.
-¿Me crees? -asiento- ¿Confías en mí? -asiento- Voltea- ordena.
Le obedezco y lo encuentro como días atrás de rodillas ante mí, pero esta vez la caja es más pequeña negra... lentamente la abre y mirándonos a los ojos pregunta:
-Amor, mi sol, cariño mío, mi diosa, mi sueño, mi meta y mi más real y ÚNICA fantasía.
No muevo un pelo, no repiro, mi garganta se anudo; mi mente junto a mi corazón y mi ama brillan como el mismísimo sol.
-¿Señorita Montenegro, aceptaría a este pobre enamorado y totalmente desquiciado de amor por usted...?
Le miro... le miro y solo eso puedo; hacer mi voz ha desaparecido.
-¿Quieres casarte conmigo?
Mis piernas ceden y caigo al suelo arrodillada ante él. Sus brazos me acogen y abrazan mi paralizado y débil cuerpo.
-Mi tormenta, mis ojos negros, mi conductor, mi novio -suspiro- mi más real, ardiente, perversa y ÚNICA fantasía -suspiro entre risas.
Me estrecha más contra su pecho.
-¿Señor conductor, mi conductor, Hernández aceptaría a esta torpe, despiadada y atrevida chica enamorada en su lujosa vida?
Sonríe en mi cuello.
-You married with my?
-Sí.
-Yes.
Respondimos al mismo tiempo. Sonreímos y nos besamos con amor, pasión, deseo...
* * *
Salimos de la preparatoria.
-¿A dónde vamos?
-Será sorpresa -dijo serio. La curiosidad ligada a la impaciencia se adueñó de mí.
-¿Falta mucho?
-Solo un par de horas más -entrelaza nuestros dedos.
No recuerdo el trayecto completo, pues mi mente se sumió en un oasis de felicidad rodeado de dudas.
-Llegamos amor -susurraron, casi ronroneando, a mi oído.
Parpadeo saliendo de mi nube y dirigí mi mirada a su rostro.
Tormenta me tendió la mano para ayudarme a salir del auto.
El panorama era increíble quede deslumbrada.
Una mansión majestuosa se erigía ante nosotros. Su decoración era un tanto... como decirlo... que lucía triste y despedía la jornada para dar inicio a la noche, le daba al paisaje un poco de misterio y surrealismo...
Recorrimos la mansión tomados de la mano.
-¿Tienes hambre? -pregunta serio.
-No -sin dudar.
Nuestras miradas se encontraron, quede paralizada como el primer día que nos vimos.
Se mordió el labio inferior -Yo... si
Me pareció sexy su gesto y excitante su voz.
Me aprisiono entre sus brazos y en esos ojazos como agujeros negros me perdí.
Solo recuerdo que la lujuria nos pudo y terminamos descubriendo cada rincón de la casa de otra forma muy interesante... caliente... arrebatadora...
Despertar entre sus brazos, con su rostro masculinamente atractivo cerca sin necesidad de mentir sobre lo que siento alargue la mano y toque su rostro con cariño... como queriendo grabar con mis manos cada detalle...
Fue un fin de semana INCREÍBLE.
Romántico... Imposible de expresar...
Los momentos vividos juntos avivan mi sonrisa.
-No encuentro las palabras correctas para referirme a esos dos días.
-¿Tan bueno fue? -cuestiono Coral curiosa.
-Si -solté casi en un susurro, distraída en un mar de recuerdos.
-¡Wou! -llamo mi atención con su grito, sus ojos parecían platos de enorme que los abrió.
-¡Triple wao! Hermana.
Le conté hasta el más candente de los detalles después de que me encerrase en aquel salón.
* * *
-¡Por fin! -grita Coral cuando ve semejante anillo de oro blanco en forma de orquídea con diamantes incrustados.
-¡Que alegre que estás! cariño -sonreí vagamente.
-Sí -salta como una niña...
-Pero...
-¿Dónde está él?
-Soy su prometida no su guardaespaldas -enfatice con sarcasmo.
-¡Ay! ¡Perra! -se carcajeó.
-¡Jau!
-¡Vamos a celebrar! -chillo.
-¡No! -Tajante- ¡¡Tienes que ser la dama de honor!! -ordené.
-¿Qué? Sí, sí. Yo quiero. Yo quiero.
-Igual. Lo vas a ser -sentencié con ironía.
-¡A celebrar! -grito emocionada.
-¡NO! -me mira asustada.
-Pero... ¿por qué? -sonó un poco triste.
-¡No me siento bien! Y tenemos que hablar.
Asintió.
Por un momento su cara fue un poema, sus ojos traspasaron mi alma y pude ver en ellos la incertidumbre.
-Bueno la cosa es que...
-Ya... Está claro que al fin has admitido que lo quieres tanto como el parece quererte.
Sonríe y me relajo.
-Eres terca... Muy testaruda... -abrió mucho los ojos y alzo las cejas- te alejas y te cierras pero él siempre te encuentra -subió y bajó las cejas- sabe cómo actuar sin que le digas que te pasa.
-Es... muy atrevido. Consigue lo que quiere... con su melodiosa voz. -suspiré-.
Cori sonrió.
-Si no lo quisieras, no estaría ni a un kilómetro de ti. Lo sé bien. Eres demasiado obtusa como para entrar por alguien que no quieres, en tu vida.
Sonreí pensando en sus palabras tiernas, sus besos y su... ¡Ay! Todo de él es lo que más he querido nunca.
-Ya sé que soy un poco dura con el pero... es que no quiero sufrir por amor... un espejo... -digo con tristeza, Cori asintió- sin nubes en el camino, como un riachuelo con el conductor... después de todo él siempre ha estado ahí. Lo que sientes por él, lo que siete por ti, lo que sentís ambos es muy fuerte.
-¿Eso crees?
-Estoy segura. Además, os miráis como si fueseis el plato favorito del otro. El hambriento deseo que se tienen es casi palpable. Compadécete de mí.
-¡Oye! -dije entre risas.
-¡¿Qué?! Algunas somos fuertes pero no de hierro.
Rompimos a reír en medio del salón.
Charlamos por horas, luego nos despedimos y nuestras habitaciones fueron cómplices de nuestro casamiento, alegría y euforia.
Descanse unas horas, no sin antes tomar una ducha regeneradora.
Me desperté por un pitido muy familiar... lentamente abrí los ojos y alcance el celular. ¡Anthony!
-Si? -respondí somnolienta aun.
-'Mi sol, ¿me harías el honor de iluminar mi tarde?
Sonreí al escuchar la ternura en sus palabras.
-¿Puede?
💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀
Nota de la autora
Se respira amor en el aire.
Le dedico este capítulo a modo de disculpa a WilliamGDelgadoJ
Este es para ti musa.... Te lo enviaré más tarde.
Y para ti "hijito" minijapo
Disfrútenlo chicos.
Se despide su autora
💀💀💀Death💀💀💀
💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top