Capítulo 15: Amigos...hermanos...primos... ¡Qué más da! ¡¡Familia!!

(Ashley)

Un calor intenso abrasaba mi piel, no solo mi rostro, sino mi cuerpo entero. Comencé a desperezarme y recordé que estaba en el balcón. El sol ya calentaba lo suficiente para continuar ahí fuera.

Despacio me levanté, del sofá-hamaca lleno de almohadones coloridos, y me adentré en mi habitación.

El reloj de pared marcaba las 9: 00 am.

Tomé una ducha relajante y bajé las escaleras...

Voces conocidas provenían del jardín, la sala y la cocina.

No podía identificar exactamente quienes eran los hablantes así que continué caminando hacia mi destino: la cocina.

***
Mamá, Coral y una chica que no conozco estaban ahí. Cotorreaban, reían y preparaban no sé qué para la comida.

Sonreí.

Al entrar besé la mejilla de mamá, abracé a Coral y estreché la mano de la chica.

-¿Cómo dices que te llamas?

-Lina -¡¡Oh!! Es... ella... ¡¡Yosh!!

-Soy una de los mejores amigos de Yosh, -sentencio y me acerco prudente pero intimidantemente a ella- es como un hermano para mí...

Silencio.

-Podemos hablar en privado. -sus ojos se agrandaron y palideció.

-Ash, no la asustes. -propuso Coral disimulando una sonrisa.

-Cariño, tu padre y los chicos están en el patio y... tus hermanas -desvié la mirada de Lina y la clavé en mi madre, quien sonrió ampliamente- están en la sala.

Ante la mención delas enanas me giré hacia Lina y le deje claro que no se salvaría de ese encuentro.

Tomé de una cesta tres manzanas y salí rumbo a la sala a tal velocidad que ni siquiera recuerdo el trayecto.

Las encontré sonriendo en el sofá... me acerqué y me lancé sobre ellas. Fue tan divertido que reíamos todas.

Le lancé una manzana a cada una y me quedé con otra como cuando éramos niñas.

-Las eché de menos...- dije abrazándolas con fuerza.

-Nosotras también- afirmaron al unísono.

-¿Qué tal el colegio?

-Genial. Notas altas. Muchos exámenes.-dijo Alexa con tedio.

-Estudios y responsabilidad -completó Alex con orgullo.

-¿Y tú qué tal? -Alexa con doble sentido.

-¿Novedades? -Alex.

-Nada. Estudio, trabajo, amigos exigentes, amiga loca y... -un no sé qué atractivo, salvaje y educado en donde debe.

Silencio.

-¿Por qué callas en la parte más importante? -cuestiona Alexa.

-¿Te estas sonrojando? ¡Oh! Solo te sonrojas cuando hay alguien. -se burla una Alex sonriente.

¡Ah! Suspiro. En qué momento crecieron...se volvieron monstruos absorbe autoestima y provocadoras de vergüenza.
Vibra mi cel... ¡Jesús bendito! ¡Gracias por existir! Jamás pensé que amaría a mi celular más que conversar con mis hermanas.

Descuelgo rapidísimo, sin mirar la pantalla como siempre.

-¿Sí?

-Mi hermoso sol. ¿Cómo estás? Te oyes tensa...-¡Ay no!

-Yo... -¡Por qué ahora!

Las chicas me fulminan con expresiones inquisitivas.

-¿Sigues ahí? -El conductor.

-Este... -Alex me lo arrebata.

-¿Hola? ¿Quién eres? Soy hermana de Ashley -asintió y continuó escuchando en silencio.

-Bueno, le parece hoy a las 7:00 pm en...

¡¿Le acaba de decir la dirección de nuestra casa?! Estoy atónita quizás ni respiro.

-Hoy en la tarde. Ok si se retrasa soy capaz de degollarlo cuando lo vea nuevamente.

¿Qué? veo todo negro y ¡puf! Soy acogida por el suelo.

Siento golpes en mis mejillas... mueven mis brazos y piernas... pero no puedo abrir los ojos.

Pasa un tiempo y no siento más toques...

Poco a poco voy abriendo los ojos y al hacerlo no creo que sea real lo que veo es... no es... posible... cómo... puf! Se cerraron otra vez.
Vuelvo a intentarlo y estoy en mi habitación todo oscuro y silencioso. Al mover el brazo derecho siento como un piquete en el antebrazo... checo la zona y es... una intravenosa... que ya está por terminar.

Minutos después

Logré sentarme sin sentirme mareada y sin desmayarme. Me quité la intravenosa y me puse en pie di unos pasos hacia el baño pero quedé estupefacta al encontrarme con un cuerpo en el butacón... me acerqué y se escucha claramente que duerme, así que no quise molestar ni me interesé por descubrir su identidad... solo quería imperiosamente una ducha bien caliente para relajar mis músculos tensos.

Salí del baño envuelta en un cómodo albornoz y me dirigí a la puerta de la habitación para ir a la cocina... estoy sedienta y hambrienta a la vez.

Al abrir la puerta sentí unos brazos envolver mi cintura y jalarme hacia atrás...

-¿Adónde vas sol? -me quedé de piedra... ¿sol?

-¿Tormenta? -pregunté con lentitud casi en un susurro.

-¿Quien más te llama sol?

-Pensé que eras un espejismo
-¿Tan feo soy?

-¿Cuándo... llegaste? ¿Cómo... entraste aquí?

-Alex me invitó y conocí a tu familia... aunque me dijeron que falta un miembro aquí.

-¡Qué conociste... a... mi... familia! -si no me sujeta me caigo.

-Me acogieron bien. -me abraza con más fuerza y besa la parte trasera de mi cabeza- Pero me asusté cuando al preguntar por ti me comentaron que estabas enferma o algo, no terminé de oír lo que decían solo... -se acerca a mi oído- corrí a tu lado. -Deja un suave y tierno beso en mi cuello- Bueno desde que llegué no me he separado de tu lado ni cuando te examinó el médico de la familia.

-Yo...

-Diagnosticó estrés post traumático y una hipoglicemia que trató de inmediato con el suero.

-Ok. -Coloco mis manos sobre las suyas- quiero ir a la cocina -suspiro- tengo sed y hambre.

-Perfecto.

-Puedes soltarme. -ni se inmuta.

-Vamos juntos -pegándose más a mí.

Abrí la puerta por completo y bajamos las escaleras... escuché la voz de mamá y Sebas así que las seguí a la sala.

Mamá fue la primera, de todos los allí presentes, en notar mi presencia.

-¿Cariño, cómo te encuentras ahora? -envolviéndome en sus brazos.

-Necesito ir a la cocina -fue mi respuesta.

Todos me miraron, se miraron entre ellos y luego rieron divertidos.

-Ya está bien mamá - Sebas divertido- no le pasó absolutamente nada papá -miró a este y luego a las niñas- chicas está perfecta.

Corrió a mi encuentro y me tomó entre sus brazos murmurando un "qué te he dicho" y yo un "lo sé y lo siento".

-Vamos cariño, te prepararé algo. -mamá llegando a mí y arrebatándome de los brazos de Sebas.

Todos, no entiendo cómo, entramos a la cocina.

Comí los deliciosos platillos de mamá.

-Necesitas algo más -susurró Sebas.

-No, solo... abrázame. -pedí.

-No tienes que repetirlo.

Envolvió mi cuerpo con sus fuertes y familiares brazos. Al separarnos nos besamos el cuello al mismo tiempo era una costumbre como besar las mejillas de mis padres (papis) o la frente de mis hermanas o golpear la frente de mi hermano (Fredy). Aunque cierta persona nos miraba (observaba) atentamente, no respiraba si quiera.

- Thanks -lo golpee detrás de la cabeza- brother.

-You're welcome -me sacó la lengua- sister. Se fue con una estúpida sonrisa.

***
-Ya tengo sueño, me retiro -anuncié poniéndome de pie.

-Duerme bien -concordaron todos.

Me alejé rumbo al paso de escaleras y alguien sostuvo mi mano, entrelazando nuestros dedos.

-Ten una excelente noche y -sus ojos encontraron los míos- alúmbrame la mañana sol.

-Tormenta. -intentó separar nuestras manos pero lo impedí.

-¿Ya te vas? -asintió.

-Pero... es muy tarde. -nuestros iris se encontraron nuevamente- ¿por qué no te quedas?

-Mañana trabajo...

-Yo estudio... quédate...

-¡Hey! -Alex.

Volteamos a ver.

-Huy! Ya están sincronizados y todo.

-¿Qué quieres? -formulé. No me miraba a mí.

-Mis padres y los amigos de Ash... bueno también sus hermanas... estamos de acuerdo en que te quedes está noche y te pedimos que lleves en la mañana a Ash al... paraíso- musitó por lo bajo antes de carraspear- a la preparatoria.

-Bueno... -me miró y apretando mi mano- me quedo.

-Hay un problema los demás también se quedan así que no hay más habitaciones disponibles -acentuó su mirada perversa en nosotros- dormirás con Ash... me refiero a que en su habitación hay un sofá.

-Ok. Igual me quedo.

Alex asintió y se fue.

-Vamos, mañana será un día mejor.

***
-¿Tomamos una ducha antes de dormir? -propuse.

-Está bien.

-Es extraño -tenerte cerca- verte aquí... -y que me cuides.

-¿Qué piensas?

Negué con la cabeza y me adentré al cuarto de baño me despojé del albornoz y me coloqué bajo el agua tibia.

Sus brazos rodearon mi cuerpo me giró hacia él.

-¿Puedo ducharte?

-¿Qué? Có...?

-¿Puedo?

No respondí. Tomó mi silencio como un sí.

Comenzó con cuidado y se fue volviendo más confiado. Al terminar me colocó una toalla en el cabello y otra del torso a los pies.

-Gracias.

-No me las des. Lo hago... -¿por amor? ¿Compromiso? ¿Obligación?- con gusto. Además la vista es muy interesante y atractiva.

-Te traeré algo de ropa... -me besó castamente- ya regreso.

***
Fui al cuarto de Fredy y aun estando los chicos no me vieron; tomé algo cómodo para dormir y llevé las prendas que traía él antes a la lavadora.

Ya en mi habitáculo deposité las prendas en la parte baja de la cama... él seguía en el baño y cuando fui a averiguar su estado...

Tocaron a la puerta... caí sentada sobre el colchón del suelo.

La puerta se abrió dando paso a mi padre que entró con lentitud mirando a todos lados... al escuchar el agua caer sonrió y se acercó a mí...

-¿Cariño mío, como te encuentras ahora?

-Mucho mejor después de comer y todas las palabras amorosas de ustedes: mi familia.

-Sabes que te amamos - asentí- y que si tienes algún problema nos puedes contar.

-Papá estoy bien en todos los sentidos.

-Creo que la plática sobre sexualidad contigo no es necesaria, eres demasiado responsable y madura para tu edad.

-Papá...

-Aunque bien puedo decirle unas cuantas cosas a ese muchacho -señaló el baño- solo para demostrarle que no estás y si le hace la paga -dijo serio.

-Ya es tarde así que descansa -besó mi frente que mañana tienes colegio.

-Te amo.

-Te amamos.

-Papá... eres... -sonreí- abrázame ¿sí?

-Ven aquí -me jaló hacia sí- pequeña traviesa.

-Te amo.

-Te creo y también te amo.

-Dulces sueños, dad.

Salió de la habitación con el rostro iluminado por la alegría y el orgullo.

En ese momento en él cerró la puerta se abrió la del baño. Su cuerpo cubierto solo por la toalla en la cintura dejaba ver su atractivo ser. Su cabello negro húmedo, goteaba aún; su torso musculoso y formado por una tableta de chocolate blanco... Ah! Se ve tan... tan... él.

Parpadeé y volví en sí porque se movía directo hacia mí.

-¡Eh! -señalé la ropa de Fredy al final de la cama- es para ti.

-Gracias, aunque prefiero dormir así como tú- eché un vistazo a mi atuendo y... ¡Puf! Albornoz. Qué tonta! Ni siquiera me había fijado en eso- contigo -sonrío de lado.

-Yo... es... que -suspiro.

-¿Sí?

-Tormenta, tengo sueño.

-Yo también.

-Yo...

-A dormir -ordenó.

Nos acostamos uno al lado del otro... pero es imposible conciliar el sueño con semejante espécimen a mi lado.

-¿Qué pasa? Te sientes mal otra vez?

-No. -callé y sentí mis mejillas arder- solo no puedo dormir.

-¿Quieres que vaya por agua? O...
-No. -tajante.

-Entonces... -sonaba indeciso y preocupado.

-Acércate -murmuré.

Después de todo lo que hemos vivido tan repentino y... tan íntimo... siento vergüenza y timidez a veces... y otras un deseo enorme de lanzarme encima suyo.

-¿Qué?

-Acércate -repetí un poco más alto.

Inmediatamente su cuerpo estaba casi sobre el mío pegados por completo. Eran gratificante su cercanía, su olor, su voz, sus manos... ¡sus manos! ¡Me estaba tocando!!!

-Pero... ¿¡Qué haces?!

-Lo que deseo hacer desde que te besé frente a la casa de tu amiga.
Sus caricias, sus besos y palabras dulces pero picantes llovieron sobre mí ser. -No sé por qué me resistí tanto... solo sé que no quiero que se alejé... sé que vaya... que me deje-.

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No le veo mal a publicar la ternura y el amor.

Lo malo está en...
Las mentes.

Espero les guste esta entrega. 😉

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😘😘😘
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