❝ NUEVA Y ANTIGUA IMAGEN ❞
•───────CAPÍTULO 15───────•
NUEVA Y ANTIGUA IMAGEN.
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Al llegar al futuro, los guerreros vieron la misma escena devastadora. Todo estaba en ruinas y había una sensación general de caos. Las casas y los edificios estaban destruidos y no había señales de vida en ninguna parte. El futuro que había sido tan prometedor en ese momento ahora estaba completamente destruido. Goku necesitaba que ese último viaje al futuro funcionara y pudieran acabar con Zamasu y Black de una vez por todas.
—No siento el ki de Zamasu o Black cerca —murmuró Goku después de tomar una visión general de la ciudad desde el cielo.
Vegeta miró hacia otro lado, junto a él estaban Bulma y Trunks.
—¿Dónde están Mai y los demás? —Bulma le preguntó a Trunks, él decidió llevarlos a la base.
La base que estaba en el metro, y era una zona aislada y poco concurrida, por lo que era difícil descubrirla si no sabías dónde mirar.
....
—No lo soporto, cada vez que nos tocamos los labios siento que mi cuerpo pide algo más, y creo que ya sé lo que es —dijo Black, tomando a Zamasu por la cintura y se miraron a los ojos.
Zamasu estaba algo sorprendido, si Black admitía qué era lo que buscaba, era porque ese cuerpo lo había instado a averiguar lo que realmente quería.
—¿Hay algo más después de esto? —preguntó Zamasu, fijando su atención en los labios de Black, y lo besó de nuevo. Nunca se cansaría de tocar sus labios.
Siguieron besándose de pie en la habitación, frente a la enorme cama con sábanas blancas. Zamasu parecía estar disfrutando demasiado ese momento como para dejar los labios del sayajin, nunca hubiera imaginado estar haciendo eso, pero sin duda no pararía hasta satisfacerse del todo.
Aquel acto para ambos contaba como auto satisfacción, era placentero y deleitante efectuar aquellas acciones.
Zamasu se movió con cuidado, atrayendo a Black a su cama, cuando estuvo allí se echó hacia atrás sin dejar de besarlo, y el sayajin se deslizó sobre la cama y mordió el labio inferior del kaioshin, a lo que este jadeó en silencio cuando dejaron de besarse, se miraron por un momento, Black mordió la oreja izquierda de Zamasu, la cual tenía el pothala.
Zamasu movió a Black para separarlo y luego se movió para ponerse encima de él y sentarse en su torso. El sayajin apretó con fuerza la mandíbula, mientras se acomodaba en la cama, que era tan cómoda y suave que parecía hundirse entre las sábanas.
Miró al kaioshin por encima de él, su cabello blanco que le cubría un ojo, y sus labios hacían que la temperatura de su cuerpo subiera, amaba esa sensación de tenerlo encima.
Zamasu comenzó a moverse sobre su entrepierna para provocarlo mientras se inclinaba para besarlo, haciéndolo jadear bajo su profunda voz, luego pasó sus manos por el torso del sayajin, debajo de su do-gi gris, Black jadeó bajo sus labios, mientras movía levemente su pierna derecha debido al escalofrío. Pasó sus manos por las piernas del kaioshin.
—Podría hacer esto todas las noches. —Murmuró Zamasu cuando se alejaron, y Black trajo una leve sonrisa a su rostro.
Zamasu amaba esa sonrisa torcida.
—Me encanta tu sonrisa... —Dijo de nuevo Zamasu y se levantó.
Black se incorporó en la cama al ver que Zamasu se levantó y se quitó la casaca que cubría la prenda violeta que traia debajo. Cuando se lo quitó, lo dejó a un lado y se acercó al sayajin, le acarició la cara y se agachó haciendo que levantara una ceja un poco confundido.
Zamasu se agachó para quedar cara a cara con la entrepierna de Black, separando las piernas para un mejor ajuste. Llevaba unos pantalones holgados de entrenamiento al igual que Son Goku.
—Yo también investigué a fondo los actos de los mortales. —Murmuró Zamasu alzando la mirada.
Black suspiró cuando Zamasu le bajó los pantalones, dejando salir el bulto sugerentemente apretado. Resopló y se llevó una mano a la boca, no sabía qué iba a hacer su contraparte pero sin duda él mismo ya había explorado esa zona del cuerpo de Goku por los deseos que demandaban esas nuevas necesidades.
Zamasu comenzó a masturbar su miembro con la boca. El sayajin sintió como todo su cuerpo temblaba y como una sensación de calor le subía a la parte baja del abdomen, provocando una reacción de excitación en su cuerpo. La cavidad bucal del kaio era amplia y espaciosa, su lengua ágil, su boca profunda ocupaba casi toda su longitud. Black cerró los labios, ahogó un gemido, mientras se cubría el rostro.
Black se sentía un poco avergonzado, pero al mismo tiempo estaba disfrutando demasiado de la sensación. Su cuerpo se contraía con cada toque, y los escalofríos se sentían como pinchazos en la espalda.
El miembro latía dentro de la boca de Zamasu, parecía que no era la primera vez que hacía eso, como un experto, hacía que cada segundo pareciera eterno, la erección de Black se sentía ancha en su boca, era de buen tamaño.
Black se quitó la mano de la boca y dejó escapar ese gemido ahogado que se le quedó atascado en la garganta. Entonces agarró a Zamasu del cabello, para jalarlo, sintió una especie de calambre por toda su cintura, se sentía caliente y necesitado.
Estaba tan cerca de eyacular, Zamasu estaba acelerando, estaba complacido con el gran tamaño del cuerpo de Goku, era delgado y nunca había prestado suficiente atención a su cuerpo para esperar que fuera tan enorme en largo y ancho.
Black miró hacia abajo, no podía soportarlo, en cualquier momento terminaría en la boca del kaioshin si no soltaba su miembro. Zamasu sintió como ese líquido salado llenaba su boca, suspiró, sus labios drenaron los líquidos del sayajin. Se limpió con el antebrazo. Se levantó con cuidado, miró el rostro de Black, se veía tan atractivo.
Mientras se sentaba a horcajadas sobre el regazo de Black, este apretó los labios y se movió con cuidado sobre la cama para acostar a Zamasu contra las sábanas.
Ninguno de los dos parecía querer hablar, estaban demasiado ensimismados el uno del otro para querer romper la tensión sexual que emanaba de sus cuerpos.
Cuando Zamasu se acomodó, se besaron de nuevo y Black presionó su rodilla contra el bulto del kaio, haciéndolo gemir. Black acababa de eyacular pero era muy consciente de que hacer el siguiente paso no era una idea tan descabellada, después de todo era un dios y podía hacerlo.
—Vuélvete rosa, Black... —suplicó Zamasu mirándolo a los ojos.
El oponente aceptó el pedido, y su cuerpo quedó envuelto en esa característica aura violeta del alma de Zamasu, su cabello parpadeó en una luz cegadora hasta tornarse rosado, dándole a Black esa apariencia atractiva y seductora. Luego el aura desapareció pero su cabello siguió en aquel hermoso tono.
Tras eso, Black se tomó el tiempo para acariciar el torso de Zamasu, y quitarle las últimas prendas que le quedaban, dejó su torso desnudo, tenía un cuerpo delgado. Black comenzó a besar su cuello y luego su pecho, y el kaio jadeó al dejarse tocar por ese hombre con tanta presencia sexual.
Las manos de Black recorrieron todo su cuerpo, explorándolo, enterrando sus dedos en su suave piel, mientras sus labios dejaban marcas por todo su pecho.
Zamasu sostuvo la cabeza de Black con ambas manos, mientras este rodeaba su cintura con sus brazos. El ambiente se sentía caliente, y había una especia de excitación febril en el aire.
Las manos de Zamasu se clavaron en los hombros del sayajin y sus gemidos fueron ahogados por la piel contra la que presionó su boca. Black con una mano alcanzó la entrepierna del kaioshin, y a lo que este jadeó al sentir la palma de la mano rodeándolo tan ferozmente.
Entonces, Black soltó su miembro y se levantó un poco para quitarse el do—gi gris y la prenda negra con cuello de tortuga que llevaba debajo. Tenía un torso delgado ligeramente marcado, Zamasu se humedeció los labios.
Zamasu se dio la vuelta en la cama, hundió la barriga y se arrastró hacia adelante hasta que pudo descansar los brazos sobre la almohada. Black se subió detrás de él, presionando un beso en la parte baja de su espalda mientras lo hacía.
La espalda de Zamasu se contrajo cuando sintió las manos del sayajin bajando sus pantalones holgados, jadeó en la almohada cuando sintió que la longitud de Black se abría paso dentro de él, haciendo que su respiración se volviera profunda y uniforme.
Black jadeó en la nuca. Queriendo tomarse su tiempo, empujó tan lento como pudo, sintiendo que Zamasu se relajaba aún más, cuando logró enterrarse hasta el fondo, fue su aliento lo que salió de él, un gemido estremecedor salió de sus labios.
Black agarró a Zamasu por la cintura. Echó las caderas hacia atrás, con una lentitud agonizante, luego empujó hacia adelante, enterrándose de nuevo, lo hizo de nuevo, alejándose más esta vez y regresando con un poco más de fuerza.
Zamasu jadeó contra la almohada mientras Black se aferraba a su cintura. Pronto, su ritmo se aceleró, se deleitó con el calor, los sonidos de su piel contra la del otro, los profundos gemidos del kaio cada vez que se enterraba dentro de él. Con cada embestida, sentía que su cuerpo se envolvía en una extraña sensación de satisfacción.
Black apretó con más fuerza las caderas de Zamasu, poniendo más fuerza detrás de sus embestidas, hasta que el único sonido que ahogó sus gemidos fue el golpe de la cama contra la pared.
La boca del sayajin se abrió, jadeando por el agotamiento, mientras observaba el cuerpo tendido debajo de él, las marcas rojas que sus dedos habían dejado en su cintura, los músculos y la espalda de Zamasu.
Black se retiró, soltando la cintura de Zamasu y retrocediendo para darle espacio para moverse. Una vez que estuvo instalado de nuevo, el kaio se movió hacia atrás, Black tomó cada una de sus piernas en las manos y las envolvió alrededor de su cintura, presionando sus dedos en la carne densa de sus muslos.
Cuando Black cavó hasta el fondo una vez más, ambos gimieron abiertamente. Comenzó lento y profundo, el sayajin apretó las mandíbulas al sentir la forma en que el cuerpo entero de Zamasu se abría debajo de él.
Entonces, aceleró hasta que golpeó a Zamasu, la cama golpeó contra las paredes. Fueron largas y duras, maldiciones ásperamente susurradas e intercambio de súplicas en el espacio entre ellos. Las manos de Zamasu se clavaron en la espalda de Black, quien sonrió para sí mismo, estaba disfrutando demasiado con la imagen.
El sayajin mantuvo un ritmo constante, esta nueva experiencia le estaba dando una satisfacción extrema que nunca pensó que encontraría. Nunca hubiera considerado la idea de efectuar un acto puramente normal, sentía un placer sin igual.
Zamasu acarició el sedoso cabello oscuro de Black, quien respiró hondo, frotando las piernas que aún descansaban contra él mientras dejaba que su corazón se calmara. Con algo de esfuerzo, soltó los muslos de Zamasu y se corrió dentro de él. La pérdida de calor envió un escalofrío por su espalda.
—¿Te has divertido? —preguntó Zamasu después de apretar los dientes por la sensación que le provocaba el calor de Black dentro de su cuerpo.
Black tragó saliva, tomó a Zamasu por el hombro y lo abrazó, los brazos del kaioshin se envolvieron alrededor de su cintura, sosteniéndolo con fuerza. El sayajin se hizo a un lado para poder descansar.
....
Al llegar a la base, Trunks corrió en busca de Mai, sin embargo, ella no estaba allí. Eso hizo que Trunks se preocupara por ella, pero era posible que estuviera en algún lugar cercano, o que se hubiera ido de la base por un tiempo.
—¿Y Mai? —preguntó Trunks con preocupación.
Bulma, junto con Goku y Vegeta llegaron poco después. Trunks estaba sentado en el suelo, mirando al vacío.
—Mai no está aquí —dijo Trunks casi en voz baja.
—¿Y Yashirobe no sabrá dónde está? —preguntó Goku con las manos en la cabeza.
Su madre se sentó a su lado y apoyó la mano en el hombro de su hijo. Quería lo mejor para él y sabía que se preocupaba mucho por Mai. Saber su paradero para defenderla era una de las cosas más importantes para Trunks.
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