━━━002
❝Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos❞.
━━━Gustave Flaubert
WARNING:
Se da la mención de situaciones violentas y el uso de sustancias químicas y naturales usadas a la fuerza.
Uso de la fuerza ante una persona ignorante.
Lee Felix entró a su hogar, luego de haber dejado informes en las instalaciones científicas que trabajaba.
La casa estaba fría, y en parte el rubio sabía la razón. Con tranquilidad camino hacía la sala, después de quitarse los zapatos y el saco siguió caminando hacía una habitación en específico.
El laboratorio que tenía en su casa.
Entró y se encontró con el objeto de su fascinación; aquel tritón de cabellos blancos que se encontraba dentro de una cárcel de cristal que Felix había adecuado a él. Un año antes había tenido un tiburón ahí, ahora era el tritón.
La criatura seguía inconsciente, y Felix se apoyó en el vidrio como había hecho el día anterior, y el previo a ese.
Había sobornado a todos los que habían sobrevivido en el barco. Perdió unos cuantos millones de euros, pero aún así estaba satisfecho con haberlo hecho. Ahora tenía a ese ser en su laboratorio.
Apoyó su mano en el vidrio y miró fijamente las escamas de la cola del tritón. Pero su sorpresa fue cuando una perla se deslizó hacía el inferior de la tina. Llevó sus ojos al rostro del tritón y descubrió que esté se encontraba llorando.
Él ya estaba despierto.
Las perlas que tanto se codiciaban no eran más que lágrimas de sirenas o tritones.
El de dorados cabellos tomó un control en su mano, y apretó uno de los botones. El estanque, por así decir, empezó a hundirse en el suelo. Hasta que solamente tuvo un metro de altura.
Felix introdujo su mano en la cristalina agua, y justo en ese momento los ojos azules del tritón se encontraron con los suyos.
El Lee apartó la mano cuando notó como la criatura se hundía más, ocultándose contra una roca que había en el medio del antiguo estanque de tiburones.
El ser parecía reacio de acercarse al rubio; y es que ese humano había matado a una de sus hermanas. Su padre tenía razón, los humanos eran monstruos, eran incluso peor que el horrible kraken que siempre tenía hambre.
El kraken mataba pero lo hacía por hambre, y respetaba de cierta forma la paz de la especie de sirenas. No mataba en su búsqueda de más conocimiento y poder.
Su mano fue a su hombro donde tocó la herida que había recibido de parte de ese hombre que lo miraba tras de aquel transparente pero fuerte material que lo mantenía en el agua.
Él no sabía nada del mundo humano.
—Acércate, no te haré daño—dijo el rubio apoyándose en el vidrio.
Era una mentira, porque herido ya estaba, y su padre le había dicho muy claramente que nunca se debe confiar en humanos.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando el agua empezó a reducirse, y el vidrio bajo, dejando que el lugar fuera algo estrecho para él. No podría escapar del contacto de ese humano.
Felix anhelaba tocar esa húmeda pero frágil piel, necesitaba saber cómo sería acariciar está.
Pero cuando su mano estuvo a escasos centímetros del ser de agua, las afiladas uñas del tritón rasguñaron la mejilla de Felix, que retrocedió. Tocó la sangre que manchaba su piel, y miró al tritón que le mostraba los afilados dientes en señal de amenaza.
Con qué ese tritón quería jugar de esa forma. Bien. Lo iba a complacer.
Se apartó y apretó el botón del control que tenía en sus manos. El tritón soltó un alto chillido cuando se dió cuenta que el agua empezaba a reducirse.
Felix paró de presionar el botón cuando el agua solo tenía cuatro pulgadas de profundidad. El tritón que se movía con torpeza ante la falta de agua, le dió una mirada de odio.
—Si piensas que puedes ser malo—empezó a decir Felix limpiando su mejilla ensangrentada—, debes saber que yo puedo ser mucho peor.
Y se alejó dejando al pequeño tritón soltando chillidos mientras trataba de que todo su cuerpo estuviera mojado. El agua ayudaba a que su herida se recuperase; sin el agua,no sabría cómo esa herida dejaría de sangrar.
Su nombre era YoonSiu, hijo menor del rey de los mares. Tenía cuatro hermanos mayores. Tres vivos, y una asesinada frente a sus ojos.
No sabía su edad en fechas humanas, pero habían—desde su nacimiento— pasado 252 lunas llenas. Le faltaban tres para ser un tritón adulto.
Recordó las palabras de su madre diciéndole que era un gran tritón, y sería un buen príncipe.
Abrazó su cuerpo sintiendo temblores recorrer su piel, cuando notó que tenía muchísima calor, que le faltaba agua. La cual se había reducido dos pulgadas más. Su cola apenas y estaba empapada.
Quería estar recorriendo los corales con Yuqi, la sirena con la que había decidido pasar el resto de su vida. Con la cual en 5 lunas llenas uniría sus almas.
Cerró sus ojos sintiéndose débil. Odiaba a ese humano con todo su ser, y en el momento en que tuviera un ápice de su antigua fuerza, lo iba a matar.
Disfrutaría verlo morir.
Soltó un quejido cuando el agua empezó a escasear otra vez. Ese humano lo iba a matar.
Y se dejó caer en la dulce inconsciencia que le engañaba pensando que estaba en el mar, disfrutando de su familia. Cortejando a Yuqi.
Sus ojos se abrieron cuando sintió una fuerte presión en su pecho y una voz grave y distante.
Su rostro se encontraba a escasos centímetros del de ese humano que lo mantenía en cautiverio.
Trató de alejarse del humano, pero sus muñecas estaban siendo presionadas por gruesas cadenas. Su cuerpo estaba empapado, pero aún así no era lo suficientemente húmedo para tener toda su fuerza.
—Un amigo que hasta hace un tiempo considere loco, me ha contado muchas cosas interesantes sobre los de tu especie—exclamó el hombre y YoonSiu se alarmó.
Soltó un siseo antes de sentir como su estilizado cuello era presionado con fuerza por el humano. Gritó cuando una de sus preciadas escamas fue arrancada de su cola, y miró la sangre escapar de la herida.
¿Por qué ese hombre lo torturaba así?
—Dame esa esfera que tanto aprecias.
Era eso. Él quería su alma. Ese humano quería experimentar como era el poder de un tritón. Por eso necesitaba su esfera. Él quería su alma.
YoonSiu se negó tratando de morderle, pero Felix fue rápido y lo sujetó con fuerza contra la plancha de metal, en la que tenía acostado al tritón.
—Dame esa esfera—otra negativa, y una escama más fue arrancada de la cola del ser acuático.
Felix repitió la orden varias veces. YoonSiu perdiendo escamas que dolían tanto, que destrozaban su mente.
Antes de que Felix arrancase la escama 16, el tritón se lanzó sobre él, y conectó sus labios a los del humano.
Le daría su alma, no tenía de otra, era tanto el dolor que sentía, que ya no podía negarse. Sin embargo, el tritón sabía que no podía crear un vínculo con el humano, porque este no tenía su alma en una esfera. YoonSiu sabía que el humano, aunque tuviera parte de sus habilidades, no podría descubrir más sobre su raza.
Que su hermosa Yuqi lo perdonase.
YoonSiu le pasó a Felix —en el beso— la esfera dura que tanto anhelaba el humano. El tritón empujó con su lengua hacía atrás de la boca de Felix. El humano sabía que sería una sensación rara, pero aún así permitió el paso de la esfera, y con algo de dificultad la tragó.
Felix sintió un cosquilleo en todo su cuerpo. Como si la mitad del alma del tritón se funcionara con la suya.
Ambos se alejaron, y el tritón apartó la mirada levemente, sentía asco de sí mismo. Sonrió al notar que el acuático ser, lo veía con enojo, pero algo de dicha también.
Ese monstruo pensaba que él era idiota.
—Ahora que tengo tu alma, debería aparearme contigo.
Y los ojos de YoonSiu fueron al rubio que sonreía con soberbia.
Eso no era posible. No entre dos machos. Era repugnante. Su padre le había enseñado, que aunque los tritones pudieran concebir, no era correcto. Que esto solamente se utilizaba cuando la natalidad bajaba. Dos tritones no debían aparearse.
Y en un mundo en donde los tritones y sirenas odiaban a los humanos; muchísimo menos un tritón debería aparearse con un humano, y más un macho.
El tritón negó, su rebelde cabello blanco cubriendo sus ojos.
Felix disfruto la crisis de nervios de la criatura, y solamente tomó un tubo de ensayo, para sujetar el rostro del albino.
Los orbes azules del tritón le miraron con repugnancia.
—Abre la boca—el acuático no lo hizo, y feliz no tuvo de otra que jalar el cabello del contrario, que chilló separando levemente sus labios, momento que el rubio aprovecho para presionar el tubo de ensayo contra los labios del opuesto, que no tuvo de otra que tragar el espeso y algo salado líquido que el mayor le brindó.
¿Qué era eso? ¿Por qué su cuerpo cosquilleaba? ¿Por qué sus escamas tomaban un tono semi-dorado?
—Sé que no te podía dar mi alma, pero alguien me dijo que otras sustancias de mi cuerpo servirían para crear este vínculo. Así que te hice tomar mi semen.
Y YoonSiu quisó vomitar. ¡No! Él quería morir. Había creado un lazo con un humano. Con la peor criatura que existía en el mundo.
Y peor aún, con un humano macho, algo que iba contra todo lo que dictaba la naturaleza.
¿qué les
pareció el
capítulo?
Explicación:
YoonSiu es ignorante en
que las parejas del mismo
sexo existen. Comprendan
al nene ha vivido siempre
en el mar.
+de 20 comentarios y
nueva actualización el día
de mañana.
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