Capítulo siete.
Normalmente la gente suele salir de fiesta los sábados, pero yo, al contrario, estuve toda la tarde estudiando y haciendo deberes que habían comenzado a mandar. Eran sobre las nueve cuando terminé y me di el lujo de najar para estar un rato con los chicos.
Los chicos.
Ya empezaba a coger confianza.
Bajé las escaleras con una sonrisa y tatarateando una melodía cualquiera que se me vino a la cabeza. Me sorprendí al encontrar solo a Danny tirado en el sofá.
-¿Me dejas un sitio?-Pregunté con una sonrisa. El ojiazul me miró, sonrió levemente y encogió un poco los pies, dejando así que me sentara. Cuando lo hice, el maldito tuvo el valor de poner sus pies encima de mis piernas.-¿Pero de que vas?
-Calla, que había cogido la postura.-Dijo Danny dándome un golpecito con los pies. Rodé los ojos y resplé.
-¿Que hacemos solos?-Pregunté.
-Josh tenía una cita con Lauren y Ryan ha ido a hablar con su padre.
-Creía que Ryan no se llevaba bien con su padre.-Comenté alzando una ceja. Danny me miró y volvió a darme otro golpe con los pies.-¡Oye, para ya!
-No hagas eso con la ceja, a mi no me sale.-Rodé los ojos de nuevo.-Ryan y su padre no se llevan bien, pero siguen teniendo relación por su hermano.
Asentí con la cabeza.
Me parecía valiente por parte de Ryan. Yo no había sido capaz de hablar con mi padre des de que nos abandonó, y eso que mi padre había intentado ponerse en contacto conmigo, pero cada vez que pensaba en él se me venía a la cabeza la imagen de mi madre llorando desconsolada. Eso me echaba para atrás.
Ese hombre no era mi padre. Mamá había pasado página y yo también.
-Creo que todos los de esta casa tenemos problemas con nuestros padres.-Danny levantó los pies de mis piernas y se sentó correctamente a mi lado.-Hemos tenido una suerte de mierda.
-Si un padre es tan malo como para abandonar a su familia de la nada, creo que es una suerte que desaparezca.-Comenté echando mi espalda hacia atrás. Danny me miró con una sonrisa.
-Si lo miras así...-Concordó conmigo.-Mi padre y yo empezamos a comportarnos fríos el uno con el otro hace unos años.
-¿Que pasó?-Pregunté con cautela.-Si se puede contar.
-Estuvo mucho tiempo bebiendo después de que se divorciara de mamá.-Me quedé fría al escuchar eso.-Mi madre quería que mi padre se quedara conmigo porque ella quería empezar de cero. Y mi padre quería que me fuera con mi madre porque no se veía capaz de cuidar de mi solo. Para salirse con la suya, mi madre cogió sus maletas una mañana y se fue. Mi padre se quedó estancado conmigo. Tenía ocho años.
Volví a tirar mi cuerpo hacia delante y miré el perfil de Danny con tristeza. El chico miraba al suelo intentando que su expresión seria no se convirtiera en una de tristeza.
-Es una mierda vivir sabiendo que eres una carga.
-Danny... Lo siento mucho.-Puse una mano en su hombro mientras decía eso. Era lo único que me salía decirle.
-Admiro que tu madre tuviera el valor de seguir adelante por vosotros. Josh me lo contó.-Asentí con la cabeza.-Ojalá alguno de mis padres hubiese tenido las agallas de tu madre.
Sonreí de lado. Mi madre era una mujer muy fuerte. En los momentos en los que estaba peor siempre supo sacar la fuerza necesaria para sacarnos adelante. A Josh, a Charlie y a mi. Y ahora, también al pequeño Max.
Era la primera vez que veía a un Danny tan vulnerable. Ni si quiera esta mañana, cuando hablaba de su corazón roto, vi la expresión que tenía en este momento. Era como si el brillo juguetón de sus ojos se hubiera apagado. Me sentía horrible al pensar en como se sentía. Pasó su infancia y adolescencia sintiendo que era una carga para las personas a las que seguramente más quería.
-Esto solo lo saben los chicos.-Danny me comentó.-Ahora eres de la familia, así que quería que lo supieras.
Suspiré de forma lenta y cerré los ojos apretando los labios. Me quedé así un segundo.
Él se había sincerado conmigo.
Lo justo era hacer lo mismo.
-¿Puedo contarte algo?-Danny me miró.-Pero no se lo puedes contar a nadie. Aún no. Quiero hacerlo yo.
Danny asintió con la cabeza y tomé todo el aire posible.
-Sobre la historia de... Freya, Austin y yo.-Danny volvió a asentir.-Hay más.
Tenía toda su atención. Y estaba lista para contarlo.
Allá vamos.
-Cuando entré en secundaria estaba pasando por un mal momento.-Comencé.-Echaba mucho de menos a Josh, me sentía una extraña en Miami, no me sentía bien conmigo misma... Tenía una necesidad terrible por intentar encajar con los demás. No sé en que momento pasó, pero conocí a Freya y nos hicimos amigas. Me presentó a Austin y a los demás del grupo que tenían. Se conocían de primaria.
El amigo de mi hermano escuchaba mi relato atentamente.
-Eran unos bullies. Todos ellos. Yo nunca llegué a hacer nada a nadie, pero me quedaba ahí mirando y riendo minetras sucedía. Estaba desesperada por hacer amigos.-Seguí.-Unas semanas antes de hacerme amiga de Freya conocí a una chica en la biblioteca del instituto. Se llamaba Regina. Los chicos se comportaban diferente con ella.
-¿Diferente como?
-Más crueles.-Contesté.-Con Regina todo era diferente, no sé porqué. Cuando nadie miraba se metían con ella de una manera más fuerte. Incluso llegaron a seguirla a casa alguna vez con la intención de meterle miedo. Yo nunca le hice nada de forma directa, pero siempre me reía cuando la llamaban por algún mote doloroso. Todo para poder seguir encajando. Aunque sabía que en el fondo estaba mal. Y sobre todo sabía que estaba mal porqué Regina me pedía ayuda con los ojos.
»La cosa se agrandó por redes sociales, y harta de todo, Regina estuvo inconsciente unas semanas después de intentar suicidarse en ahogándose en la piscina del instituto. El profesor de gimnasia la encontró y fue capaz de sacarla a tiempo y llamó a la ambulancia. Obviamente se corrió la voz por el instituto, y el pánico recorrió entre mis amigos. Austin me pedía que me calmara, pero yo decidí alejarme de todo lo que tuviera que ver con maltratar a Regina. Habíamos pasado un límite. Los demás pretendían pasar otro, pero yo no.-Continué explicando.-El día que descubrí toda la verdad sobre Austin y Freya fue un día en el que él me llevó a una cabaña en el lago que tenían sus abuelos por mi cumpleaños para que me relajara con todo ese tema. Dos chicos de nuestro grupo de amigos, Aaron y Ander, fueron a hacer "una visita" a Regina al hospital, donde se enteraron de que estaba despierta. Estuvieron discutiendo con ella en el baño de su habitación cuando escucharon a su madre decir que iría a casa a coger dinero para pagar la televisión del hospital.
Danny se aproximó un poco más hacia mi y se mordió el labio inferior.
-Aaron y Ander pretendían que Regina no dijera nada sobre lo que le habían hecho, y sobre todo que borraran las pruebas de su móvil. Entre los tres comenzaron a discutir, y en un momento en el que Regina intentó salir del baño y llamar a su madre, Ander la empujó y ella se dio un golpe en la nuca con el inodoro.
-Dios mío.-Escuché al chico susurrar.
-En cuanto me enteré, y sumado a lo que había pasado con Austin y Freya, tuve un breakdown de camino a casa. Mi madre me obligó a que se lo contara todo. Mamá se quedó horrorizada y, como era la última semana de clase, me hizo quedarme en casa. Fue ahí cuando decidió que venirme aquí con Josh.
Me quedé en silencio por un momento intentando que no se me saltaran las lágrimas.
-Me da pánico contestar a Austin cuando me llama.-Acepté.-Porqué me da miedo que me diga que... Regina no volverá a despertar.
-Ana, tu no tuviste la culpa.-Habló Danny de forma directa por primera vez.-No hiciste nada.
-Por eso mismo.-Contraataqué.-Porque no hice nada. Debería haberlo parado cuando pude hacerlo.
-No sabías que la situación iba a acabar así.-Danny puso su mano en uno de mis hombros.-Encima te engañaron. Fuiste la que menos culpa tuvo.
-No.-Volví a negar.-Sabía que lo que hacía estaba mal. Aún así lo hice. Lo que hice estuvo mal y no tengo justificación.
Danny abrió la boca, pero la cerró inmediatamente. Sabía que yo tenía razón y, aunque suponía que intentaba pensar algo para hacerme sentir bien y que empezara a pensar lo contrario, en el fondo no podía.
-Pero por eso estoy aquí.-Dije de forma convincente mientras asentí dos veces con la cabeza para, a la vez, autoconvencerme a mi misma.-Para ser mejor. Y empezar de cero.
Danny sonrió ante eso y solté un suspiro. Era la primera vez que hablaba del tema sin largarme a llorar. Incluso cuando pensaba en ello para mi misma era incapaz de hacerlo sin soltar alguna lágrima.
-Espero que podamos hacerte ver que eres una chica genial.-Sonrió el ojiazul más ampliamente.
-Apenas me conoces.-Coloqué mi codo en la pierna, alcé el brazo, y ladeé la cabeza apoyando la mejilla en la palma de mi mano.
-Tengo un buen presentimiento.-Danny me dio un ligero apretón en el hombro con la mano que había colocado allí hace unos momentos.-Y mis presentimientos nunca me fallan.
Se me pasó por la cabeza preguntarle si había tenido ese presentimiento con su ex novia, aunque pude ser lo suficientemente inteligente como para cerrar la boa antes de soltar tal barbaridad por ella. Ya había comprobado que era un tema del cual le dolía hablar, y no iba a ser yo quién le pusiera de mal humor. Al menos no con un tema tan sensible para él.
-El día que te traje a casa estando colocada dijiste que tenía ojos bonitos.-Solté una risa.
-Es que los tienes.-Y era verdad. Tenía los ojos de un azul muy celeste. Muy claro. Casi parecían del color del cielo en un día de verano despejado.
-A mi me gustan más los tuyos.-Sonreí ante eso.-Son más oscuros e intensos. Me recuerdan al mar.
Relajé la amplia sonrisa que había aparecido en mi cara para dejar mi mueca en una sonrisa sutil. Su expresión, al igual que la mía, se relajó poco a poco.
No sé en que momento comenzamos a acercarnos el uno al otro. Solo sé que una fuerza, que no entendía de donde salía, me provocó inclinar mi cuerpo hacía delante. El suyo hizo lo mismo en respuesta. Ese acercamiento terminó en un choque de labios. En un beso.
Me quedé quieta sin saber que hacer. No porqué no supiese besar, sino porqué estaba muy shockeada por la situación. Estaba besando a Danny. Lo único que se me pasaba por la cabeza era el "con mi hermana no" de Josh.
Danny bajó su mano de mi hombro a mi cintura y noté como empezó a mover sus labios. Decidí hacer lo mismo en respuesta.
No duramos ni cinco segundos hasta que nos obligamos a separarnos tras escuchar como se abría la puerta. Me recompuse en el sofá y Danny apartó su mano de mi cintura y la llevó a su pierna, dejándola reposar ahí.
Ambos miramos hacía el pasillo. Había entrado Ryan. Refunfuñaba sobre cosas que no lograba entender mientras dejaba su chaqueta en una de las sillas de la mesa donde comíamos, que estaba junto al sofá.
-Ry, ¿todo bien?-Danny fue quién se atrevió a preguntar. A pesar de estar hablando a Ryan notaba como su mirada estaba sobre mi, aunque decidí no mover mi cabeza para devolvérsela.
Ryan se percató de que estábamos allí y se pasó una mano por el pelo. Hacia atrás. Despeinándose.
-No sabía que estabais aquí.-Dijo cogiendo la chaqueta de nuevo.-Siento si he molestado.
-Tranquilo, solo estábamos charlando. Nada importante.-El "con mi hermana no" que Josh siempre le decía a Danny fue sustituido por el "no juegues con fuego de Ryan", así que un "si no hubieras entrado seguramente nos estaríamos besando todavía" no me parecía la mejor opción. Además de que el chico parecía afectado por algo.-Si necesitas desahogarte adelante.
-Problemas familiares, no me apetece aburriros.-Estuve a punto de decirle a Ry que no nos aburriría. Los chicos ya eran una familia. Y yo formaría parte de ella dentro de poco. Eso hacían las familiar, Ayudarse y apoyarse.-¿Josh está de cena romántica? ¿Qué vamos a cenar?
-Podemos pedir pizza, si queréis.-Sugerí. Pizza siempre era un buen plan pata ahuyentar los malos tragos. Sentía que eso era lo que le hacía falta a Ryan.-Y podemos empezar a ver alguna serie.
Ambos chicos asintieron. Ryan fue a su habitación a dejar su chaqueta. Danny dijo que necesitaba ir al baño. Yo fui a coger mi ordenador portátil para pedir la cena en la página web de la pizzería.
(***)
Entre tanta serie y pizza ayer por la noche nos fuimos tarde a la cama. Me desperté sobresaltada a las nueve de la mañana pensando que llegaba tarde a clase, hasta que me acordé de que era sábado. Tuve la suerte de, al contrario que aquella vez que Ryan y yo fuimos a buscar a Danny borracho, pude volver a dormirme a pesar de haberme despertado.
Al final acabé levantándome de la cama a las once de la mañana.
Como cada mañana, lo primero que hice después de levantarme y vestirme, fue ir al baño. Supe que no iba a ser un día fácil cuando, al entrar, choqué con Danny en la puerta. El cual estaba saliendo mientras se colocaba una camiseta. Mi primer instinto fue subir un poco mi mirada y mirarle a la cara. Él hizo lo mismo conmigo. Tenía el pelo despeinado por haberse puesto la camiseta hace nada.
-Lo siento, no sabía que estabas dentro.-Dije bajando mi mirada al suelo. Le escuché suspirar.-Pierdo la noción del tiempo los fines de semana, ya sabes.
-Ya.-Fue lo único que contestó. Danny no se movía, y yo no me atrevía a decir nada o pasar por su lado.-Oye, ¿podemos hablar?
-No pasa nada, de verdad. Lo de anoche fue un desliz.-Dije apretando mis labios.-No hace falta que se lo digamos a nadie.
-Solo quiero que sepas que no se me hubiese ocurrido hacer... Ya sabes.-Intentó buscar las palabras adecuadas.-Nada más allá.
Asentí con la cabeza con una sonrisa.
-Ni si quiera de mutuo acuerdo.-Volví a levantar la cabeza.
-¿Por qué?-No sé porqué se me ocurrió preguntar tal estupidez. A veces me sorprendo a mi misma. Aunque su respuesta fue lo que más me sorprendió.
-Porque eres diferente.-Pestañeé atónita.-Eres la hermana de Josh. Jamás haría algo así.
-Pero...-Estaba a punto de preguntar, otra vez sin saber porqué, si se arrepentía de haberme besado. Aunque tuve que cerrar la boca en el momento en el que vi a mi hermano salir de su habitación. Tanto Danny como yo miramos a Josh al unísono. Mi hermano nos miraba confundido.
-¿Qué hacéis hablando aquí en medio del pasillo?-Preguntó.
-Ella iba a entrar al baño y yo salía.-Respondió Danny de la forma más natural posible.-Nos hemos entretenido hablando.
-¿Que tal tu cita?-Pregunté con una sonrisa en la cara. Mi hermano ocultó su mueca de confusión y se acercó a nosotros. Me dio un beso en la mejilla.
-Cuando salgas del baño te cuento.-Respondió Josh.-Te huele el aliento.
Danny soltó una pequeña risa ahogada y lo miré ofendida alzando una ceja. Perdimos de vista a Josh bajando las escaleras y Danny se hizo a un lado para dejarme pasar al baño. Antes de que yo cerrara la puerta y él caminara hacia las escaleras para ir al piso de abajo, le dediqué una pequeña sonrisa que me devolvió al instante.
Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella un momento.
Sin duda lo que pasó ayer no podía repetirse. Josh mataría a Danny, y yo no era partidaria de besarme con alguien sin ser nada. Yo, para tener afecto con alguien, quería una relación. Estado al que Danny me había dejado claro con la experiencia de su ex novia que no iba a volver jamás porqué su corazón está roto y era imposible repararlo.
Negué con la cabeza despejando mi mente y me acerqué al espejo del baño para peinarme el pelo, maquillarme un poco porqué tenía cara de zombie de haberme acostado tarde y, obviamente, gracias a la broma de Josh, me lavé los dientes antes de desayunar.
Caminé por el pasillo hasta llegar a las escaleras y allí vi a los chicos desayunar en la mesa. Sonreí dándoles los buenos días a los cuatro y fui a la cocina a coger mi desayuno. Después fui a la mesa y me senté junto a mi hermano y enfrente de Danny. Como de costumbre.
-Entonces, ¿cómo fue tu cita?-Pregunté a mi hermano mientras mezclaba el azúcar en el café. Josh sonrió de oreja a oreja poniéndose rojo.-¿Te sonrojas hablando de la chica con la que llevas tiempo saliendo?
-Vivimos con dos bebés.-Comentó Danny señalando a Ryan y Josh con la cabeza, haciéndome reír.
-No os soporto des de que sois mejores amiguitos.-Ryan rodó los ojos.-Y yo no soy un bebé.
-Tu ropa interior de Bob Esponja no dice lo mismo.-Salté en carcajadas después de que Danny respondiera a Ryan. Ryan le dio un golpe flojo en la cabeza con una cuchara sin usar que había encima de la mesa. Josh sonrió negando con la cabeza.
-Fue bien, si te sigue interesando saber sobre mi cita en vez de reírte de mi.-Dijo mi hermano dándome un pequeño golpe en el brazo. Sonreí mirando a mi hermano y él soltó una pequeña risa.
Desayunamos tranquilamente entre diferentes charlas. íbamos cambiando de una a otra dependiendo de los temas que íbamos sacando. El recuerdo de mi beso con Danny se iba borrando de mi mente poco a poco y eso me hizo sentir más cómoda de nuevo. Al menos durante el desayuno, porqué en el momento en el que terminamos de desayunar, la imagen volvió a mi mente y volvía a sentir que no podía mirar a Danny de nuevo.
Necesitaba despejarme.
Subí a mi habitación y busqué mi móvil para llamar a Amelie. Tuve la suerte de que contestó casi al instante. Llevaba solo semanas conociéndola, pero estaba cien por cien segura de que lo tenía en la mano.
-¿Ana?
-Hey.-Saludé de forma casual.-¿Qué tal estás? Oye, me preguntaba si me acompañarías a comer fuera, dar una vuelta, ir de compras... Quiero ver que rincones de mi antigua ciudad reconozco.
-¿Tarde de chicas? Claro, ¿por qué no?-Pude imaginarla sonreír.-¿Te parece si quedamos en el instituto en media hora? Puedo pasar con el coche y aparcar en algún centro comercial.
-Perfecto, quedamos así.-Dije antes de que ambas nos despidiéramos.
Una tarde de chicas con una buena amiga.
Eso era lo que me hacía falta.
Llevaba puestos unos vaqueros y una sudadera gris que me quedaba grande. Era una sudadera de Austin. No iba a salir con eso a la calle. Ni si quiera sé porqué todavía no había quemado la sudadera aún.
Decidí ponerme un suéter rosa de lana con una falda negra y unas botas negras.
Bajé de nuevo donde estaban los chicos y me senté en el reposabrazos del sofá con cuidado de que no se me viera nada por debajo de la falda.
Ya saben.
-Wow.-Escuché exclamar a Ryan. Josh le pegó un golpe en la cabeza, a lo que Ryan se quejó.
-¿Vas a salir?-Preguntó Danny y asentí.
-Voy a comer fuera con Amelie y vamos a ir de compras, a visitar sitios...-Numeré intentando mirar a los tres chicos.-Recordar rincones de mi primer hogar.
Josh sonrió de oreja, aunque después me dijo que hubiese preferido que todo eso lo hubiera hecho con él. Le di un golpe en el hombro diciendo que se relajara y que simplemente necesitaba salir un poco con Amelie para hacernos más cercanas.
En realidad, y dejando de lado todo el tema de Danny, eso era en parte cierto. Si Amelie y yo íbamos a ser amigas, quería hacerme cercana a ella y poder sentirme cómoda. Después del fracaso de amistad con Freya tenía como objetivo tener una amiga de verdad. Iba a pasar dos años aquí. Necesitaba a alguien con quien compartir cosas.
Necesitaba una amiga, simplemente.
(***)
-Espera, ¿qué?-Le acababa de contar a Amelie lo que había pasado con Danny. Necesitaba una opinión externa.
Ryan era una mala opción. A pesar de ser bastante infantil, él mismo me avisó que no jugara con fuego con Danny. Si le contara lo que pasó seguramente me echaría un sermón y me soltaría un tremendo told you so.
Josh era todavía una peor opción. Mucho más que Ryan. Era mi hermano mellizo, pero tenía subido a la cabeza haber nacido un poco antes que yo y se comportaba como si tuviera por lo menos tres años más. Cada vez que pensaba en mi beso con Danny, lo único que se me venía a la cabeza era su "con mi hermana no".
-Me dijiste que no te gustaba, Danny.
-Y no me gusta.-Mi amiga me miró con una ceja alzada mientras caminábamos por las calles de Londres con los brazos entrelazados.-Amelie, no me gusta. Llevo aquí dos semanas.
Amelie soltó un suspiro.
-No sé ni si quiera como pasó.-Acepté. Amelie me miró.-Josh estaba en una cita con Lauren. Ryan estaba con su padre. Danny y yo estábamos en el sofá simplemente hablando.-Omití los detalles de nuestra conversación.-Y de un momento a otro nos estábamos besando.
Amelie se quedó callada esbozando una pequeña sonrisa.
-¿Besa bien?
-¡Amelie!-Exclamé entre risas y la suya me siguió.
-Querías despejarte, ¿no? Te he hecho reír.-Dijo con una sonrisa.-Pero espero una respuesta.
-Sí, besa bien.-Respondí notando un calor subiendo por mi cara. Amelie comenzó a reírse y a chillar en medio de la calle que me estaba sonrojando.-Juro por Dios que me suelto de tu brazo y huyo diciendo que no te conozco.
Amelie calló por un momento y me miró completamente seria, al igual que yo a ella. No duramos mucho con nuestra expresión serie, pues ambas estallamos en risas.
En la novela original que escribí el ICONICO PRIMER BESO de Danny y Ana pasa de una manera que, conforme ha pasado el tiempo, ODIO :( Quería hacerlo de otra manera, y aquí está :) Esta me gusta mucho más hehe :)
Capítulo largo antes de acabar el año :)
Espero os haya gustado. Por ahora yo me tengo que ir a estudiar, pero nos leeremos pronto <3
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