Capítulo diez.
Jamás pensé que tendría que cambiarme de ropa dentro del coche de una amiga para ir a una fiesta de improvisto después de visitar a mi abuela en una residencia.
-¿Podrías ir más rápido?-Preguntó Amelie desde el asiento del conductor de su coche.-Quiero presentarte a Harvey.
-No es fácil ponerse un maldito vestido en el asiento trasero de un coche intentando que la gente no te vea lugares prohibidos.-Repliqué colocándome bien la tela del vestido en la parte del pecho.
El vestido era de Amelie, aunque me pidió que me lo quedara porqué ella ya no solía usarlo. Parecía un top y una falda negros, aunque ambos estaban unidos por una línea de tela medio transparente por encima de la cadera. Era bonito y, por lo que podía sentir, no me quedaba mal del todo.
Amelie iba preciosa, como de costumbre. No era algo que le costara, tenía belleza natural y sabía lucirla. Llevaba un vestido simple. Blanco, corto y con las mangas por encima de los codos. En la cafetería del instituto, durante el descanso, Ethan me explicó que la primera vez que Amelie conoció a Harvey llevaba ese vestido, y Harvey dijo que era la chica más guapa de aquella noche.
-Ya estoy.-Anuncié abriendo la puerta del coche después de encajar el tacón derecho en mi pie. Amelie me siguió, dando la vuelta al coche y entrelazó su brazo con el mío con una sonrisa. Juntas, buscamos a los chicos. Ethan estaba algo separado de mis compañeros de casa. Mi hermano esbozó una sonrisa al verme y se acercó a mí para darme un beso en la frente.
-Si hay algo que no se puede negar, es que haces magia con la ropa.-Comentó mirando a mi amiga. Esta sonrió orgullosa y me echó una mirada rápida y alegre.
Tanto Danny como Ryan se me quedaron mirando. Parecía que era la primera vez que me veían en un vestido. O la primera vez que veían a una chica en general. O a mí, directamente, que básicamente vivía en su casa.
-Voy a denunciaros por acoso.-Les dije cuando comenzamos a caminar hacia la entrada de Harrow, una de las dos residencias del instituto. Ryan bajó la mirada poniéndose rojo pero, obviamente, Danny me sujetó la mirada y hasta fue capaz de guiñarme un ojo. Aproveché para susurrarle cuando Ryan avanzó un poco más y quedó por delante de nosotros.-Podría chillar y Josh te partiría las piernas.
-No creo que haya nada de malo en pensar que eres guapa.-El mejor amigo de mi hermano se alzó de hombros.-Simplemente es aceptar la realidad.
-¿Crees que soy guapa?-Pregunté intentando ocultar mi sonrisa. Danny asintió.-Danny, ¿qué hablamos de la clamidia?
Danny esbozó una sonrisa y me hizo saber que, si alguien se pasaba de la raya podía buscarle sin problemas.
No pretendía separarme de Amelie en toda la noche, así que no creo que eso fuera un problema.
Nada más entrar a Harrow, perdí a Amelie de vista, ya que salió corriendo entre la multitud, seguramente para buscar a ese tal Harvey. Cameron se quedó pegado a mi en todo momento, un poco por delante de mi. Ninguno de los chicos se fue corriendo como Amelie lo hizo, y formamos un pequeño grupo entre la multitud de personas.
Una chica apareció por delante chillando el nombre de alguien que no conocía. Cuando encontró a esa persona, pasó por mi lado corriendo, chocando con mi hombro fuertemente y desequilibrándome. Ryan me sujetó con una mano de la cintura y con otra del brazo. Me miró alzando una ceja y agitando levemente la cabeza, preguntando si estaba bien. Sonreí asintiendo con la cabeza y volví a incorporarme. Ryan me sonrió acariciando de forma leve mi cintura antes de separarse.
-¡Ana! ¡Ana! ¡Ana!-Amelie apareció de nuevo en nuestro campo de visión con una sonrisa de emoción y la energía absolutamente renovada. Como si se hubiese echado una siesta.-¡Ven! ¡Te voy a presentar a Harvey!
No tuve tiempo de responder porque me cogió del brazo y prácticamente me arrastró con ella. Pude girarme ligeramente para mover la mano hacia los chicos indicando que estaba bien y que les vería luego.
Supongo.
Jamás había visto tanto ímpetu y tantas ganas juntas en presentarme a un chico. Sin duda Amelie era una chica intensa, aunque en el buen sentido.
Amelie tiró de mi brazo y me guio entre la gente hasta llegar a un pasillo en el que no había casi nadie. Simplemente un par de parejas besándose y un chico al fondo cabreado hablando por teléfono. Pude escuchar a Amelie soltar un pequeño chillido de emoción y, sin que se diera cuenta, la miré riendo. Al llegar junto al chico, este le hizo una seña a Amelie con una sonrisa pidiendo que esperara.
-Ya no volveré a hacer tratos contigo, Axel.-Declaró con el teléfono pegado a su oreja.-Si te pido que estés aquí a una hora espero que estés aquí a esa hora. No podemos quedarnos sin alcohol en una maldita fiesta.
Amelie giró su cabeza mirándome con una sonrisa emocionada.
-Sí, sé que estás de camino.-Continuó el chico.-Pero joder, entiende que esto me fastidia a mi. Vas a hacer que quede mal...-Soltó un suspiro.-Bien, llega cuando puedas. Mandaré a Erik a por un par de botellas al local de aquí al lado. Nos vemos.
Acto seguido quitó el móvil de su oreja y cortando la llamada y volvió su vista a nosotras con una sonrisa. Noté la mano de Amelie apretándome el brazo y, si no fuera porque el chico estaba delante, me habría quejado de dolor.
-Me he pasado un rato buscándote.-Sonrió el chico a Amelie para luego posar su mirada sobre mí.-Y tu debes de ser Anabeth.
-Ana.-Corregí. El chico extendió la mano hacia mi.
-Soy Harvey, amigo de Amelie.-Alcé las cejas al escuchar la palabra amigo y la sonrisa que ambos habían puesto.-He oído hablar mucho de ti, me alegra conocerte.
-Igualmente.-Sonreí de vuelta riendo internamente por las caras de Amelie.
-¡Aquí estás!-Miré hacia atrás. Ryan se hacia hueco entre la multitud llegando hasta nosotras. Aunque estaba hablando en singular, así que suponía que me estaba buscando a mi. Me cogió de la mano y me apartó un momento, dejando que Amelie y Harvey hablaran entre ellos.-¿Puedes hacer de madre?
-¿Perdona?
-Que si puedes hacer de madre.-Repitió.-Acabo de ver entrar a Marie y creo que ninguno nos apetece lidiar con un Danny borracho otra vez.
Suspiré sin poder creerlo. Mi segunda fiesta de vuelta en casa y tenía que cuidar de un adolescente.
-¿No puedes hacer de padre?-Pregunté.
-A ti te escucha más, no sé como lo haces.-Ry se alzó de hombros.-Tienes un don.
Eso último me hizo sonreír levemente.
-Y por cierto Ana, siento haberme quedado quieto antes.-Se disculpó por lo que había pasado al salir del coche vestida de fiesta.-Es que estás muy guapa.
Maldita sea. Me estaba sonrojando.
-Gracias, Ry.-Le agradecí con una sonrisa y miré hacia atrás para hacerle una seña a Amelie para advertirle de que me iba y empecé a moverme entre la gente buscando a Danny. Lo encontré sentado en un sofá, con una cerveza en la mano y cara de pocos amigos. Me acerqué y me senté junto a él. Me miró sorprendido al notar el sofá hundirse por mi peso.-¿No te lo pasas bien?
-Estar conmigo en fiestas te trae problemas.-Dijo dándole un sorbo a la cerveza. Sabía que se refería a la primera fiesta a la que fuimos, en la que Marie me puso algo en la bebida.
-¿Estás bien?-Era una pregunta estúpida. Se notaba que no estaba bien.
Mis ojos viajaron por la sala, parando en Marie, que bailaba con su mejor amiga mirando a Danny de reojo.
-Estoy harto de ella.-Aquello sí que me sorprendió.-Y esta vez de forma definitiva.
-¿Ha pasado algo?-Danny apretó su mandíbula. Supe que no quería hablar más de ello.-¿Quieres irte?
Danny me miró confundido.
-Vámonos si quieres.-Me puse de pie estirando mi mano hacia él.-Vamos, te voy a llevar a un sitio.
Danny echó un ojo a Marie Sullivan.
-O puedes quedarte, pero sería una pena no disfrutar de mi compañía y de lo que estoy dispuesta a compartir contigo.-Me alcé de hombros. Danny me sonrió de forma dulce, quitando sus ojos de la rubia y cogiendo mi mano después de darle un último trago a la cerveza y dejarla encima de la mesa.
(***)
Danny condujo según mis indicaciones con la música de la radio de fondo, a volumen bajo, dejándonos hablar entre nosotros. Eran conversaciones sencillas, sin tocar el tema de Marie. Él no quería hablar de ella, ya lo había notado, y yo no era nadie para intentar sacarle lo que fuera que había pasado. Aunque he de admitir que tenía la curiosidad por las nubes.
-Aparca ahí.-Señalé un pequeño claro de hierva al lado de la carretera antes de llegar a la arena. Danny se quedó pasmado al bajar del coche y admirar la vista. Yo me adelanté a él.-Bienvenido a mi sitio.
-¿Tu sitio?-Preguntó siguiéndome.
-Aquí solía venir cada vez que me peleaba con Josh. Es tranquilo.
Era un lago, rodeado de arena fina y piedras lisas. Había un pequeño peñón en el interior del lago, del que me había tirado varias veces cuando era pequeña.
Me senté en una de las rocas más grandes que vi, dejando que Danny se sentara junto a mi. Nuestros brazos se tocaban y podía notar que ya no estaba tan tenso como antes.
-Este fue el último sitio que visité antes de mudarme a Estados Unidos.-Le expliqué con una sonrisa.-Sé que mucha gente lo conoce, pero casi nadie viene. La gente dice que no tiene nada de interesante.
-Es tranquilo. Y es bonito.-Sonreí ante las palabras de Danny.-¿Por qué me has traído aquí?
-Necesitabas salir de ahí.-Le miré con una sonrisa de boca cerrada.-Cuando pasó todo el problema de Austin y Freya solo pensaba en venir aquí. Conozco esa sensación.
-¿Siguen mandándote mensajes?
-Y me llaman. No se rinden.-Hice una pausa para suspirar.-Sé que en algún momento tendré que hablar con ellos, para bien o para mal.
Danny se quedó callado como señal para que continuara.
-Tanto si Regina despierta como si no, alguien deberá llamarme para decírmelo.-Expliqué de forma más clara.
Genial, ahora era a mi a quien le estaba dando el bajón.
Noté la mano de Danny viajar hacia la mía y la cogió de forma suave. Entrelazamos nuestros dedos como acto reflejo y él usó su pulgar para darme una pequeña caricia. Sonreí con dulzura. Apoyé mi cabeza en su hombro, abrumada por los recuerdos que me traía pensar en Austin y Freya, y sobre todo en Regina.
Ojalá despertara y pudiese decirle todo lo que le debo. Jamás podré pagarle lo que le hice.
-Y se suponía que íbamos a salir de fiesta...-Comentó él de forma irónica, aunque algo amarga.-Quisiera contarte lo de Marie, pero también tiene que ver con Ryan y...
-Lo entiendo.-Le interrumpí.-No te preocupes.
Miré al horizonte sin decir nada. Danny tampoco abrió la boca por un buen rato. Lo único que escuchaba eran nuestras respiraciones casi al unísono. Estaba todo tan tranquilo que casi podía escuchar mis propios parpadeos.
Después de minutos, me atrevería a decir que incluso una hora, Danny volvió a hablar.
-Me gustó.-Le miré confundida.-El beso. Nuestro beso.
Nuestro beso.
-No supe muy bien como reaccionar al día siguiente porque... Te besé sabiendo que no haría nada más allá.-Explicó.-Supongo que entiendes que no es algo que haga muy frecuentemente.
Solté una risa.
-Mierda, pero eres la hermana de Josh.-Maldijo por lo bajo, aunque con el silencio a nuestro alrededor, pude escucharlo perfectamente.
Lo que antes había sido una sonrisa, cayó al escuchar esas palabras.
La hermana de Josh.
Maldita sea.
La hermana de Josh tenía criterio propio y podía decidir por ella misma, joder.
Y a mí también me había gustado ese beso.
-Danny.-Le llamé. Él me miró alzando las cejas y yo simplemente alargué mi cuello para chocar mis labios con los suyos en un beso tranquilo y lento. Beso al que él respondió después de recuperarse de un pequeño shock por la sorpresa de estar repitiendo eso que decidimos ignorar y olvidar.
Al contrario que con el primer beso, en este no pasaba nada más que el beso por mi mente. Ni Amelie diciendo que no me enamore de Danny, ni Ryan diciendo que no jugara con fuego, ni Freya o Austin y ni Josh y su con mi hermana no.
Solo pensaba en ese momento. Y en ese beso.
Siento la tardanza, la uni :(
Anabeth y Danny de Se nos fue de las manos >>>>>>> Anabeth y Danny de Viviendo con 3 Idiotas
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