CAPÍTULO 13

-- ¿Entonces que tal la cena navideña?

-- Mal.

El mayor se detuvo sorprendido ante la respuesta de su amigo y lo miró desconcertado.

-- ¿Y eso?

-- Pues nada, que mi hermano Sabo anunció delante de todos que iba a tener un hijo con su novia y algunos junto con el abuelo no se lo tomaron muy bien. Y para acabar de colmarla este último recriminó, sin motivo alguno, la falta de sangre biológica de Ace con parte a nuestro padre. -- Suspiró. -- Al final todo fue un desastre.

El ojerosos parpadeó un par de veces sorprendido mientras empezaba a caminar de nuevo.

-- No entiendo lo último. ¿Cómo es eso de que Ace no tiene vuestra sangre?

-- Puff, que rollo de contar. -- Soltó una pequeña carcajada. -- A ver ¿Cómo lo explico? Mi padre antes de tenerme a mi e incluso conocer a mi madre estaba con otra mujer, de ahí salió Sabo. Pero luego ella se empezó a meter en temas de drogas, o algo así me contaron mis hermanos. Total que primero dejó a Dragon y tiempo después acabó en la cárcel por lo que mi padre obtuvo la custodia del niño. Por otro lado estaban Rouge, mi madre, y creo que se llamaba Roger, el padre de Ace. Ellos simplemente estaban felices juntos, tuvieron a Ace y luego por no me acuerdo que accidente el hombre murió cuando él aun era un bebé. Tiempo después mis padres se conocieron, se enamoraron y más tarde nací yo.

-- Vamos que tus hermanos en realidad son tus hermanos a medias y Ace no le es nada a tu padre ni Sabo nada a tu madre.

-- Exacto.

-- Menuda rallada.

-- ¿Verdad?

Ambos estallaron en carcajadas.

-- Pero aun así mis padres nos quieren a los tres por igual. Además, si mal no entendí, Ace y Sabo tenían 2 años cuando mis padres se juntaron así que sus verdaderos padres son Rouge y Dragon. Por pura lógica de sentimiento.

-- ¿Y Sabo no conoce a su verdadera madre?

-- Sí, va a veces a visitarla, aunque por lo que tengo entendido no le agrada mucho. Dice que sigue algo metida en el tema de las drogas a pesar de estar tratándolo.

-- Joder.

-- ¡Pero bueno, dejemos de hablar se mi familia! ¿Qué tal te va a ti? También os reunisteis ¿no?

-- Puff, en mi familia solo hay desmadre. Con los locos de mis tíos haciendo el payaso, mis primos pequeños hiperactivos corriendo por toda la casa y las pesadas de Baby 5 y Viola burlándose de mi por mi bisexualidad, fue una completa locura. Como siempre vamos.

Luffy empezó a reír a carcajadas, pero se paró en seco al percatarse de lo último que había dicho.

-- ¡¿Eres bisexual?!

-- Sí. -- El aludido respondió con toda la normalidad del mundo, como si eso no fuera nada raro. -- ¿Acaso te molesta?

-- ¡No, para nada! Pero... osea... ¿No te da corte ni miedo decirlo?

-- ¿Por qué había de dármelo? Es algo normal.

-- ¿Normal? Pe...pero...

-- Luffy, el amor es amor, punto. No tiene más ciencia que eso.

El menor se quedó algo atónito ante lo dicho. Realmente se había quedado sin palabras, ya que lo que su amigo le había refutado era cierto.

-- Valla. Ojalá pudiera ser tan directo como tú.

-- ¿Pero qué dices? Si el directo de los dos siempre eres tú. Que no te importa decir cosas como «estoy triste, contento» o «aquel tío me cae mal» gritándolo a los cuatro vientos.

-- ¡Pero no es lo mismo! ¡Tío que estamos hablando de...! ¡Bah! ¡Da igual!

Prefirió dejarlo estar o a ese paso acabaría anunciándole su homosexualidad y puede que hasta su enamoramiento. Eso era lo último que le faltaba.

-- Qué buen día hace ¿no?

-- Menuda forma de cambiar de tema. -- Sonrió el mayor.

-- ¡No te burles de mi! ¡Bastante tengo ya con mi hermano! -- Exclamó entre risas.

-- Eres un caso.

-- Yo también te quiero Torao. -- Comentó burlón como respuesta.

-- ¿Eh? -- El aludido lo vio algo desconcertado.

-- Lo que oiste. ¡Olle vamos al parque que tus niñas seguro que quieren jugar!

-- El que quiere jugar eres tú.

-- También. ¡Vamos!

Buscó a tientas hasta rozar su brazo y tiró de él para llevarlo a donde sabía que estaba el parque infantil. Tenía suerte de saberse todos los caminos del barrio de memoria.

Law suspiró rememorando las aun recientes palabras de su amigo, mientras se dejaba arrastrar por él.

-- Y luego dices que no eres nada directo. -- Murmuró sonriente.

-- ¿Has dicho algo Torao?

-- Que no hace falta que te apresures tanto que el parque no va a sacar piernas y escapar del sitio.

Luffy soltó una carcajada ante el argumento mientras seguía tirando del ojeroso sin aminorar la marcha. Estaba entusiasmado, el mayor le había acabado de alegrar la mañana.

****

--¡¿Law es bisexual?!

La pelirrosa miró a su primo sorprendido y no tardó en entusiasmarse.

-- ¡Pero eso es genial!

-- Sí, supongo. Espera un momento.

El muchacho se dirigió a la puerta de su habitación y la abrió echándose hacia atrás para que los cotillas de sus hermanos no se lo llevaran por delante. Estos no tardaron en caer al suelo al haber estado apollados con la oreja en la puerta.

-- Por favor, si queréis que os hable sobre Law solo decírmelo, no hace falta que me escuchéis a escondidas.

Los hermanos se levantaron del suelo sacudiéndose el pantalón mientras escuchaban las carcajadas de su prima.

-- ¿Así que Law es bisexual? -- Habló el rubio.

-- Según lo que me dijo él sí.

-- Entonces tienes oportunidades.

-- ¿Verdad que sí? -- Rebecca estaba cada vez más entusiasmada. -- ¡Esto es genial! ¡Luffy ahora tienes que ir a por todas!

La muchacha empezó a peinarle el pelo mientras argumentaba la ropa que mejor le podría sentar para estar presentable.

A ambos los tres hermanos se les bajó una gotita de sudor por la nuca. Estas eran las consecuencias de anunciarle a tu prima fujoshi que su familiar gay había encontrado a su chico.

-- Oe, oe, Rebecca no te emociones tanto.

-- Eso, eso, que...

-- Y desvirgarás con él ¿No?

-- ¡¿Que yo qué?! -- La encaró alarmado.

Sus hermanos estallaron en carcajadas ante la cara de poker que puso el menor.

-- ¡¿Pero tú estás bien de la cabeza?! ¡Que ni siquiera sé si le gusto! -- Exclamó alarmado imaginándose lo inimaginable. -- ¡Que puto asco joder!

-- ¿Eres gay y te da asco el sexo? ¿Cómo se come eso?

-- ¡¿Y como coño se come el hecho de que pienses semejantes barbaridades de tu primo?! ¡Psicópata!

-- Soy fujoshi. ¿Qué le quieres? Tengo la mente algo pervertida.

-- Lo que tienes es una ostia encima... - Argumentó hablando en broma.

-- Me levantas la mano y te castro. Así que yo que tú me lo pensaba.

Mientras los chicos empezaban a ''discutir'' Sabo y Ace miraban la escena divertidos.

-- Ostia, esto se pone bueno. -- Comentó gracioso el pecoso.

-- Y que lo digas, al parecer ahora no solo quieren desvirgar a nuestro hermano sino que también le quieren quitar los cojones. -- Carcajeó el rubio.

-- Somos unos hermanos horribles por burlarnos de esto. ¿No crees?

-- Meh, se nos quiere.

Ambos se miraron cómplices y estallaron en más carcajadas mientras seguían escuchando las barbaridades cada vez más fuertes y graciosas que se gritaban los otros dos.












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