Capítulo único.


[JiMin 6 años ;; YoonGi 6 años ;; SeokJin 6 años.]


Jugando tímidamente con sus deditos y su uniforme, se encontraba un pequeño nene de cabello rubio en la entrada del preescolar.

— Mami, no quiero entrar. — susurró aún jugando con el uniforme entre sus deditos y con su mirada baja.

— Amor, mírame. — el menor alzó su rostro. — Será un día bonito ¿okay? trata de hacer muchos muchos amiguitos y cuando vuelva a recogerte, iremos por helado y caramelos, pero promete portarse bien, ¿sí, mi niño? — acarició los cabellos de su hijo.

— Esta bien mami, haré muchos amiguitos solo por ti. — dejo un besito en la mejilla de su progenitora.

— Vale, entra ya corazón. — revolvió los rulitos rubios de su hijo.

El menor abrazó su mochila de pollito y entró al que sería su primera escuela. Se dió la vuelta y gritó: — ¡Adiós mami! — movió su manito, despidiéndose de su mamá.

— Adiós bebé, suerte. — sonrió e imitó las acciones del menor.

El pequeño sonrió y soltó un leve suspiro.

— Vamos Minnie, tú puedes. — susurró para sí mismo, cerrando sus ojitos con fuerza, haciendo puños sus manitos.

{...}

— Ya mamá, son muchos besos. — hizo puchero.

— Nunca serán suficientes, bebé. — sonrió acariciando los cabellos de su hijo.

— Dale mami que no soy un bebé, ya estoy grande y fuerte. — alzó sus bracitos.

— Para mi siempre serás mi bebito consentido. — alzó al menor, tomándole en sus brazos. El pálido se aferró al cuello de su madre.

— Algún día seré un alfa y no podrás tratarme así, mami. — se safo de su agarre cruzando sus brazos.

— Lo sé Yoonie, no quiero que ese día llegué porque yo quiero mimarte por siempre y para siempre. — pellizco sus mejillas.

El menor abrazó el cuello de su progenitora, juntando su mejilla con la de la mayor y sonriendo. Se separó un poco y dejo un besito en la mejilla de su mamá.

— Te quiero mami. —

— Yo te quiero mucho más bebé. —

Así se fueron hasta llegar a la entrada del preescolar.

{...}

— Yoon, Yoon, Yoonie~. — canturreo su amigo, SeokJin.

— ¿Pasó algo Jinnie? — despegó su vista del dibujo que coloreaba hace segundos para dirigirla al rostro de su mejor amigo.

— ¿¡Sabías que hoy llegan niños nuevos!? ¡Yo quiero saber quiénes son! — llevo sus manitos a sus mejillas con emoción.

— ¡Yo también quiero conocerles! — hizo puchero.

En ese momento, el rubio entraba al salón de clases. Algunos pensaban que su rostro parecía menor pero en realidad no lo era. Sus padres habían decidido saltarse un año ya que el pequeño no quería ir al preescolar. Tuvieron un poco de inconvenientes pero lograron aceptarlo en ese lugar.

Una terrible idea.

Pensó el menor al recordar la plática que tuvo con sus padres antes de llegar ahí. Le habían prometido dulces y había aceptado. ¡Ojalá que si cumplan! 

Los menores observaron al rubio que entró al salón, SeokJin quería ir a saludarle y hacerse su amigo porque ese niño ¡le parecía muy tierno con sus mejillas regordetas, sonrojadas y-y es muy tierno! ¡Necesitaba apachurrar sus mejillas!

YoonGi lo tomó de la muñeca y negó con la cabeza. — Pero Yoonie~ necesito tocar sus mejillas. — hizo puchero.

— Deja guardo mis crayones y vamos a saludarle ¿sip? — el castaño asintió.

El peli negro guardo sus crayones en su estuche de Kumamon, puso este sobre la hoja en la que coloreaba y fue junto a su amigo a saludar al niño nuevo.

Kim se adelantó, dio dos toques en la mesita y sonrió diciendo: — Holi, holi, hola niño lindo nuevo. —

— H-hola — susurró.

— Me presentó, soy Kim SeokJin pero puedes decirme Jin, Jinnie o Seokie. ¿Cuál es tu nombre y-y me dejas tocar tus mejillas? Dime que sí~ — cerró sus ojitos, ensanchó su sonrisa en señal de emoción haciendo resaltar más sus mejillas regordetas.

— U-un gusto Seokie, soy Park Ji-iMin, uh... puedes decirme Mimi, JiMinnie o Minnie, como me dice mi mami. — sonrojadito, jugó con sus deditos.

— ¡Minnie, me gusta! ¿Puedo jugar con tus mejillas, Minnie? No me ignores esta vez eh. — se cruza de brazos, sonriendo.

— C-claro. — sus mejillas seguían tinteadas de ese rosa pastel que no lo ha abandonado ese día.

SeokJin llevó sus manos a las mejillas del menor y es que ¡por dios! ¡Sus mejillas son más suaves de lo que parecen!

YoonGi solo observaba la escena sintiendo un poco de envidia al ver a su mejor amigo juguetear con las mejillas del niño bonito.

— Ya Jinnie, déjame presentarme.

— No seas celoso Yoonie.~

— ¡No estoy celoso! ¡No lo conozco todavía! — hizo una pequeña rabieta.

— Si lo estás. — siguió molestando a su amigo. Dejó de hacerlo y dirigió su atención a JiMin. — Mira, él es Min YoonGi, está obsesionado con Kumamon y creo que le gustas.~ — río tal cual niño acabando de hacer una travesura.

— ¡No me gusta JiMin! — exclamó, cruzándose de brazos y haciendo puchero.

— Ya lo veremos Gigi.~ —











[JiMin 7 años ;; YoonGi 8 años ;; SeokJin 8 años.]



— Uno... dos... tres... —

JiMin estaba de espaldas, contando y esperando a que sus amigos terminaran de esconderse.

Ya había pasado un año con tres meses desde que les había conocido y estaba muy feliz de tenerles.

Quizás aquel día no fue tan malo. Después de todo, a pesar que Jin le siga emparejando con YoonGi esto no ha afectado su relación amistosa con él. Aunque... a veces se comportaba raro.

— Listos o no, ahí voy. — canturreo para comenzar a buscar a sus dos amigos.

Fijo su vista en el arbusto y ahí encontró rápidamente a Kim. Lo señaló, corrió hacia la pared, toco esta diciendo: — Un, dos, tres para Jinnie. — sonrió victorioso al haber encontrado a su amigo.

— Aiññ, yo no quería que me encontraras. — hizo puchero.

— ¡No seas tramposo Jinnie! — se escuchó una voz cerca de donde se encontraban.

— Yoonie, te encontraré~ — sonrió achicando levemente sus ojos para poder ver un poco.

— No, si yo lo hago primero. — susurró cerca de la oreja de Park haciéndole a este que un escalofrío recorra su cuerpo.

Ambos corrieron lo más rápido que pudieron para llegar a la pared y canturrear el típico "Un, dos, tres para ...". JiMin llegó primero, logrando cantar eso y ganar el juego.

SeokJin y YoonGi se quedaron cruzados de brazos mientras el menor celebraba su victoria.

— Mimi. — llamó la atención del menor.

— ¿Si, Yoonie hyung? —

— ¿Quieres ser mi omega? — soltó sin rodeos.

— ¿Q-qué? — se sonrojo a la velocidad de la luz tal como un tomate.

— ¡Se mi omega! Es que no quiero compartirte con nadie más. ¡Seré tu alfa! — abrazo al menor mientras esté seguía en las nubes.

¡Su hyung favorito y enamorado secreto le hizo esa propuesta! ¡No podía creerlo!

Optó rápidamente por hacer lo que su cerebro le indico. Así que dejo muchos besitos por el rostro del mayor diciendo "si quiero ser su omega Yoonie hyung". Este rió y abrazó el cuerpo del menor.

— Mío, mío, mi omega. No lo toques, ni te acerques, SeokJin. — observó al mayor de todos con el ceño fruncido.

— Pero yo no he dicho nada. ¡Por qué me metes a mi, Min YoonGo! — resopló y se sentó en forma india.

— Porque tú siempre quieres andar tocando las bonitas mejillas de Mimi. — el mencionado asintió.

— Es cierto hyungie, no me molestas pero siempre lo hace, me da cosquillitas. — ríe tiernamente.

— Es que tus mejillas son muy suavecitas que me dan ganas de darles un mordisco, ñam. — se acercó al menor con intenciones de querer morder la mejilla pero el pálido puso su mano frente al rostro del mayor.

— No Jinnie, no puedes morderles las mejillas a Minnie, solo puedo hacerlo yo. —

— ¡No es justo! ¡Yo quiero que JiMinnie sea mi omega! — hizo berrinche.

— Hyung, usted también será omega. — río.

— Aiññ, ¡porque son tan molestos! —

YoonGi rodó sus ojos, Jin no tenía remedio.

— Dejaré que le des mimitos a JiMin porque a él le gustan mucho muchísimo. — el castaño sonrió y comenzó a acercarse a los menores que se encontraban, aún, abrazados hasta que el pelinegro le detuvo. — Pero, nada de morderles sus mejillas. —

— Okay, pero dame a mi bebé. — abrió sus brazos en señal de que el rubio fuera hacia él.

— Mi bebé ¿Okay? — dejó besitos en las mejillas del menor mientras reía.

Vaya que sus hyungs son muy celosos. Aunque le gustaba que YoonGi fuera celoso con él, que le diera mimos, dulces y que le haga sonrojarse como tomatito, ¡Le gusta mucho YoonGi!

También le gustaban los mimos de SeokJin, es que su hyung es muy muy lindo con él y no puede evitar quererle mucho.











[JiMin 11 años ;; YoonGi 12 años ;; SeokJin 12 años.]




— ¡Mami, has visto las pegatinas! — gritó mientras buscaba las pegatinas en su pequeña librera.

— Amor, están en tu escritorio. —

— ¡Ya las encontré, gracias mami! — sonrió abrazando la caja.

Abrió la caja, de esta saco pegatinas de estrellas y corazones. Al tenerlos, corrió a donde había dejado la carta y comenzó a ponérsela donde le parecía bonito, donde le quedaría bien.

Al estar lista, le agrego un poco de glitter rosa, amarillo y un poco de azul.

¡Quedó bonita!

Con ese pensamiento, dejó la carta en su escritorio y fue donde su mamá para comer su almuerzo.

{...}

— ¡Feliz San Valentín chicos! — dijo el mayor, entregándole una carta Min y otra a Park.

Estos lo recibieron musitando un "gracias hyung" y dándole una carta al castaño. Por su parte, el castaño llevaba una bolsita de dulces, porque ¡le encantan los dulces! así que como es bondadoso, le dio a los menores de estos y sonrieron.

Era momento que JiMin le entregará su carta a YoonGi, su hyung favorito. Toco el hombro del pelinegro, le sonrió y dijo: — Hyung, tengo una carta para ti. — se fue a su lugar, buscando su mochila de pollito y de esta saco un sobre color amarillo.

Llegó de nuevo donde se encontraba la pareja de amigos y le entregó la carta al pálido, sonrojándose al dársela.

— Gracias Minnie. — le dio un abrazo. — Toma, aquí está tu carta. — le ofreció el sobre, este lo aceptó abrazándolo a su pecho.

— Gracias Yoonie. — sonrió.

— Oigan ¿por qué siempre se olvidan de mí cuando están juntos? — hizo puchero.

— Deja de hacer mal tercio si no te gusta. Mira, ahí está tu crush, ve con él. — señaló a un niño con gafas que se encontraba junto a un niño con dientes de conejo y otro que sonreía mucho.

— Callate YoonGo Bongo. — hizo puchero.

Min rodó los ojos y le entregó la carta que había hecho especialmente para Seok, Park imitó sus acciones poniendo feliz al mayor.

{...}

Al llegar a casa, JiMin abrió su carta y comenzó a leer esta.

"Omega de mi corazón.

Solo quiero decirte que ¡te quiero muchísimo! creo que ya te lo había dicho antes uhm... sí, pero te quiero mucho más que antes.

Sabes, no me quiero quedar solito para toda la eternidad así que quiero que te cases conmigo.

Dice mi mami que cuando uno se casa es para siempre y si puedo tenerte a ti, a tus besitos y a tus mejillitas bonitas para siempre pues seré el alfa más feliz del universo.

Así que si aceptas, dímelo mañana y si no, también.

Bueno, cuídate mucho porque si no ¿quién será mi bolita de ternura?

Deje tu anillo en el sobre, bebito.

Bye."

Dobló la carta y busco en el sobre. Efectivamente, ahí se encontraba un envoltorio de un anillo de caramelo y una notita con un corazón dibujado en este.

{...}

— Acepto Yoonie, acepto casarme contigo. — corrió a abrazarle.

— ¡Yo los casaré! — el castaño apareció frente a ellos con una gran sonrisa en su rostro. — Los espero en el recreo, cerca del árbol gigante. — así como llegó, desapareció, los menores rieron y fueron al salón de clases.

{...}

Los menores iban agarrados de sus manitos dirigiéndose hacia el árbol que les había dicho el mayor. Y exactamente ahí se encontraba este, esperándolos para "casarles" junto al crush del mayor y su grupito de amigos.

— Ya llegaron, ahora comenzaré. — suspiro, busco en su mochila y sacó un cuaderno cualquiera fingiendo ser una biblia. — Estamos aquí reunidos para celebrar el matrimonio de Min YoonGi y Park JiMin. YoonGi, ¿aceptas a JiMin como tu esposo? —

— Sí, acepto. — sonrió.

— Hobi, los anillos. — el mencionado se acercó con los anillos de caramelo, le entregó uno a YoonGi y este se lo colocó en el dedo anular a JiMin.

— Ahora, JiMin, ¿aceptas a YoonGi como tú esposo? —

— Sip, acepto. — HoSeok se acercó a darle el anillo al menor. Este lo colocó en el dedo anular del pelinegro y sonrió.

— Por el poder que yo mismo me he dado, yo los declaro alfa y omega. Puede darle besitos a su pareja. — sonrió y cerró el cuaderno.

Todos los presentes sonrieron y les felicitaron.

Que bonito es el amor cuando eres pequeño, la inocencia que tienes a esa edad te hace no comprender muchas cosas y por eso te da igual tanto lo que piensas como lo que haces.

Como el día de su boda en el patio de preescolar junto a sus amigos...

¿Por qué un simple "fin"? ¿Quién dijo que esta historia de amor no puede continuar?


—mishi. 

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