Capítulo 5: Matar por libertad
Lo que sucedió fue extraño para Jimin quien nunca había tenido la completa atención de alguien. Por eso ahora que Yoongi solo lo veía a él, lo buscaba a él y era el único quien tenía un acceso único cada que se acercaba a él, era algo que hacia explotar la mente de Jimin.
Pasar tanto tiempo con Yoongi lo hizo ser en cierta parte como él, lo hizo ver su existencia de forma diferente porque aparte del sexo habían hablado de mil temas juntos cuando terminaban también Yoongi lo había llevado varias veces fuera de ese castillo. Conoció las reuniones entre demonios, conoció más almas y sobretodo ganó más confianza en aquel lugar.
Su existencia había tenido un cambio a tal grado que ahora se había enlazado por completo a la existencia de Yoongi.
Sin siquiera pensarlo supo que su mente era demasiado débil pues ahora le gustaba la idea de estar junto al pálido, le gustaba pasar tiempo con él y descubrir más sobre su mundo.
Quizá se estaba encaprichado con él y tenía miedo porque eso significaba mostrar una debilidad. No debía sentir algo así por un demonio que no era confiable pero inevitablemente ver qué recibía un trato distinto por parte de Yoongi lo hizo ilusionarse aún sabiendo las consecuencias.
Era complejo el que comenzará a sentirse así, aún cuando no tenía emociones humanas todo era extraño.
Jimin caminaba sin rumbo dentro de aquel castillo lleno de habitaciones, vestido solo con una camiseta ancha y un pantalon ajustado solo quería curiosear por ahí esperando escuchar algo. Saliendo fuera vago por el amplio jardín viendo lo solitario que se encontraba, sintiendo una sensación extraña supo que sus días se estaban volviendo rutina y solo esperaba el final del día para reunirse con Yoongi.
Quizá cayó en su propia trampa.
Viendo el falso césped se sorprendió por completo al ver un arbusto con rosas de un aspecto extraño en uno de los rincones, estaba escondida y era pequeña pero las rosas eran tan extravagantes que quedó fascinado. Arrodillándose frente al arbusto comenzó a excavar con sus manos intentando encontrar la raíz.
Había escuchado que en el mundo humano había toda clase de flores de brillantes colores y diferentes clases, pero nunca había visto una en la realidad así que encontrar una en el infierno era algo irreal. Jimin tomo la raíz entre sus manos sintiendo la falsa tierra manchar sus manos supo que aún anhelaba tanto irse de ese lugar, pero también quería estar cerca de Yoongi.
Ese día descubrió que le gustaban las rosas y tan pronto como pudiera llenaría aquel jardín de aquellas peculiares rosas color rojo oscuro casi negras.
Jimin sintió su cuerpo hormiguear por completo, en un jadeó adolorido recibió otra mordida en su cuello por parte de Yoongi. Dejándose caer en la cama sintió sus cuerpo totalmente lleno de energía como cada que Yoongi tomaba su cuerpo pues necesitaba de su escencia para poder existir.
– Antes de que te vayas quiero preguntarte algo. – mencionó Jimin intentando recuperarse y solo llamando la atención de Yoongi quien asíntio sentandose a su lado.
– ¿Cuándo comenzará tú plan? ¿Acaso tienes idea de lo que harás? No planeo quedarme mucho tiempo aquí así que tendré que apurar tú plan. – explicó Jimin solo mirando los ojos contrarios que se mostraban tan inexpresivos. – No te ofendas, me gusta tener sexo contigo pero estar todo el día aquí es aburrido, no hago nada y parezco un perro esperando por su dueño. Necesito ser llevado al mundo humano aunque sea como un alma en pena.
Jimin se levantó de la cama para poder sentarse en sus rodillas frente a Yoongi quien aún se encontraba desnudo solo viéndolo sin alguna expresión.
– No puedes romper tú lazo conmigo.
En un puchero él pelirrosa sintió una extraña sensación invadirlo. – Lo sé, pero solo quiero descubrir más. Deseo ver el cielo de la Tierra, hablar con algún humano o conocer lugares nuevos.
La cintura de Jimin fue tomada por las manos de Yoongi siendo arrastrado hasta sus muslos y sentado ahí. Su rostro quedó demasiado cerca haciendo que su cuerpo volviera a hormiguear en espera de algo.
– Tus deseos son raros. ¿No puedes solo desearme a mí? – una de las manos de Yoongi acunó la mejilla de Jimin haciendo su nerviosismo aparecer con solo verlo a los ojos.
De nuevo se vio atrapado entre sus extraños pensamientos que pedían por Yoongi en cualquier momento. Gimió por lo bajo cuando de nuevo su entrada fue frotada sobre el pene bajo él. Sé excitó sabiendo que de nuevo no podría parar hasta tenerlo en su interior.
Porque sentir el miembro del pálido bajo él mojarse con sus fluidos y el semen de la anterior ronda de sexo lo hizo sentirse obsceno.
– No quiero. Solo matemos a Namjoon y a ese tal Seokjin solo así te sentirás satisfecho contigo mismo ¿No? – entre jadeos Jimin levantó su trasero solo para acomodar la punta del miembro de Yoongi en su entrada y sin esperar más se dejó caer.
– ¿Matarás sin razón? ¿Aunque ellos no lo merezcan? – preguntó tomando la cintura del pelirrosa solo para hacerlo brincar sobre él sintiendo los repentinos espasmos que recorrían el cuerpo de Jimin.
En un jadeó alto se quebró en un sollozó al sentir el pene en su interior frotarse de forma insistente una y otra vez. No entendía por completo lo que él pálido decía, solo quería llevar al orgasmo de nuevo. Abrazándose a los hombros de Yoongi aferró sus manos a su cabello solo gimiendo sin poder controlar el temblar de sus piernas.
– Nadie aquí es inocente. – balbuceó sintiendo el hormiguear en sus vientre y aumento rápidamente al sentir como su cintura era detenida por las manos de Yoongi.
Gimió en frustración pero arqueó la espalda al escuchar el chapoteo constante entre ambos cuerpos y como ahora era Yoongi quien ejercía fuerza en sus caderas para penetrarlo. Inquieto enterró sus uñas en la espalda del pálido no importando dejarle marca. Pidiendo más se sintió sucio por la manera en que estaba siendo tratado, sentado sobre Yoongi como un objeto, pero le gustaba quizá estaba demasiado sumido en el placer queriendo ser utilizado por él solo follado hasta ser llenado por completo, llevando marcas rojas por todo su cuerpo junto con mordidas.
Pensar que su entrada estaba siendo abusada por aquel caliente, duro y suave pene solo lo hacía sentirse sensible. Todo era húmedo y caliente haciendo que él aura entre ambos fuera densa. Yoongi abrazo por la espalda a Jimin, sujetandolo bien no le importo si estaba siendo brusco, solo lo embistió con más rapidez escuchando los lloriqueos del pelirrosa quien se movía inquieto intentando soltarse.
– Uh, Yoongi. Espera, es demasiado – jadeó Jimin solo removiendose al sentir el hormigueo en su vientre de forma insistente, no pudiendo controlarse acercó su boca hasta el pálido cuello y no dudo en succionar la zona asegurándose de morderlo con fuerza.
– Te haré sentir bien.
Yoongi tomo en su boca uno de los pezones de Jimin solo succionando la zona y embistiendo sin parar su interior.
Lloriqueando él pelirrosa volvió a correrse manchando el abdomen del pálido quien no paro hasta llenar su interior.
Jimin sintió el placer de su orgasmo invadir su cuerpo por completo balbuceando incoherencias el pene en su interior palpitaba a la vez que algo húmedo se comenzaba a deslizar.
Volvieron a tener sexo y Jimin no se molesto en hablar más sobre el tema, después se encargaría de que sucediera algún avance pero comenzaba a volverse adicto a la sensación de ser abrazado por Yoongi después de haber llegado al orgasmo al igual que aquellos cortos besos que depositaba alrededor de su cuello.
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