Capitulo 5
Narrador
Habían pasado dos meses desde que Izuku cometió su primer asesinato y como dijo Tomura, ni Kurogiri o Sensei lo criticaron, es más fue felicitado por el de múltiples quirk.
Debido a lo anterior el peliverde con el peliceleste tenían misiones muy seguido, logrando trabajar muy bien en equipo, siendo el pecoso un magnifico apoyo a distancia o junto al Alpha cuando se necesitaba.
Kurogiri y Sensei se sorprendieron un día cuando estaban entrenando en un campo abierto lo coordinados que estaban, probando su teoría los hicieron hacer una misión que se necesitaba pelear a mano limpia con algunos sujetos. Ambos presentes vieron lo compatibles que eran para luchar juntos, siendo diestros en los ataques cuerpo a cuerpo al necesitar acercarse a su objetivo se aprendieron varias técnicas de lucha.
Izuku y Tomura se llevaban muy bien, aunque a veces se encontraban en disputa por sus diferentes ideales sabían encontrar el gris entre el blanco y el negro. Eso y que si no había ni una sola misión que hacer pasaban en la habitación del mayor jugando video juegos. O algunas veces salían a vender al centro en un pequeño puesto las cosas que tenía el omega del símbolo de la paz ganando mucho dinero con aquello.
Sobre eso ya no podrían seguir con eso ¿La razón? El día anterior terminaron de vender todas las cosas de Izuku y con todo el dinero ganado casi juntaban unos buenos millones, definitivamente las mercancías de edición limitada daban muchas ganancias.
Ahora mismo el pecoso estaba reunido en el bar junto a Tomura y Kurogiri para escuchar la siguiente idea de Sensei que los había reunido para algo en especial. Eso lo había mencionado el día anterior, pero quedaron demasiado cansados luego de vender las cosas quedaron que se durmieron en su respectiva habitación apenas llegar y se olvidaron de hablar con el Alpha.
-Izuku -Lo llamó el mayor- Tengo una importante misión para ti
-¿De qué trata? -Preguntó serio
-Quiero que te infiltres en la Academia Universitaria Yuuei
-¿Qué? -Frunció el ceño- No puedo hacer eso, me descubrirán
-Por lo que sé tienes buenas técnicas de espionaje y actuar se te da muy bien
-Sensei él no puede ir a esa maldita academia -Se quejó el peliceleste
-¿Por qué?
-Primero que nada, la prueba de admisión de UA se conoce por ser muy selectiva que un número reducido de personas apenas y puede entrar, eso sin contar su examen practico
-¿No te crees capaz de pasar el examen?
-No es eso -Bajo la mirada apretando los puño- Lo más probable es que él esté ahí
-¿Él? -Pregunto esta vez Kurogiri
-Mi destinado
Ante esa información ambos mayores se sorprendieron, no habían sido informados de eso y al mirar el ceño fruncido junto con el gruñido del peliceleste se notaba que sabía sobre el tema y no estaba para nada de acuerdo o contento con aquello.
-¿Quién es tu destinado?
-Bakugou Katsuki mi "Amigo de la infancia" -Expreso con neutralidad, casi con asco
-Al parecer no lo quieres -Se sorprendió All for One
-¿Y cómo no? Él solo me buscaba cuando le llegaba su celo, cuando no estaba me agredía e insultaba
-¿Qué harás cuando lo veas?
-Tratar de ignorarlo, aunque conociendo a Bakugou no me lo dejara fácil, tiene el orgullo y ego del tamaño de una montaña -bufo bajo
-¿Qué hay con tu omega?
-Bueno -toco su pecho- No creo que este feliz de ver a su Alpha
-¿Qué? -Se sorprendió Kurogiri
-Vera Sensei, como sabrá cuando un Alpha rechaza a su destinado el omega sufre ¿Verdad? Bakugou constantemente me rechazaba aún cuando yo soy su destinado, pero no era un rechazo completo al buscarme en sus celos mantenía a mi omega interno con esperanzas innecesarias. -Miró de reojo al peliceleste quien gruño molesto- Sin embargo, todos tenemos un limite
Sensei se extrañó de ver la furia en Tomura, temblaba de cólera y se rascaba el cuello que si no fuera por el mismo Izuku seguro se habría dejado varias heridas sangrantes.
-¿Sabe lo que me dijo mi destinado? "Da un salto de fe, tal vez en tu otra vida seas un Alpha con un buen quirk" Sé que lo hizo a propósito, ya que me agredió como nunca luego de decirlo -Apretó su pecho con fuerza- Ese día lo sentí, mi omega se quebró, se rompió en miles de pedazos y por un momento lo escuché llorar, hasta yo mismo me sentí horrible -rio leve levantando la mirada de sus ojos corriendo saladas lágrimas- Tengo un magnifico Alpha ¿Verdad? Uno tan genial que me recomendó el suicidio
Tanto Kurogiri como Sensei apretaron los puños gruñendo en cólera, ahora entendían porque el peliceleste estaba tan furioso. Ese mocoso no se merece a su cachorro, el destino debió haber estado ciego al juntar a ese Alpha con Izuku.
Tomura por su parte sintiendo a su Alpha interno quejarse de ver al pecosos llorar se acercó un poco liberando su aroma para hacer sentir mejor al pecoso. Este que trataba de sofocar sus sollozos escuchando a su animal interno llorar levantó la mirada al sentir un delicioso aroma a menta llenar sus sentidos.
Durante años Tomura se resigno a tocar cosas, años con inanición táctil eso fue obvio por como en estos dos meses siempre pasó pegado al pecoso, dejando caricias suaves en su rizado cabello verde, el cuidado que tuvo siempre con sus dedos cuando acariciaba las pecas de sus mejillas. Y esta vez no fue diferente, se acercó lo suficiente para pasar un brazo por su espalda y apegarlo a su cuerpo para que Izuku se apoyara en su pecho, el Omega soltó un bajo ronroneo ante el aroma del Alpha aferrándose a su camiseta sorprendiendo a Kurogiri y Sensei que jamás había visto a Tomura ser tan cuidadoso con otro ser humano aparte de ellos.
-Te lo prometí -Lo miró con el ceño fruncido- Ese mugroso mocoso no te merece Izuku, véngate de esa escoria
Izuku sonrió, siempre Tomura sabía cómo aliviar sus dolores, mientras que él le daba la compañía al Alpha que jamás recibió. Sin sentir ningún temor al ser tocado por su persona a veces resistiendo las ganas de pedir más caricias. Definitivamente ambos se empezaban a complementar y no solo en la lucha o entrenamientos.
-Gra-gracias -bajo la mirada con un sonrojo en sus mejillas sintiendo a su omega removerse en su interior gustoso del aroma a menta
Sensei y Kurogiri sintieron algo parecido a felicidad cuando vieron que Izuku no rechazo el trato del Alpha, aún con su sonrisa maniaca el omega no se apartó, hasta pensaron por un momento que buscó más el calor y aroma del contrario.
Claro que no todo es como uno desea, Izuku abrió los ojos como platos al sentir un calor crecer desde su vientre a todo su cuerpo. Tomura al ser el más cercano al pecoso sintió el dulce aroma a vino del menor invadir sus sentidos casi mareándolo.
Izuku estaba sufriendo su segundo celo en la guarida. El primero el peliceleste no estuvo presente por una misión larga, por lo que al llegar solo se encontró con la habitación del peliverde con un olor mucho más dulce. Descubrió gracias a Kurogiri que el pecoso había entrado en celo el día en que se fue, para todos fue un alivio que no estuviera en esa ocasión.
Sin embargo, esto era completamente diferente ¿La razón? Tomura no había tenido su celo, el solo olor del Omega provocó que se adelantara su rutina. Sintió el deseo calar cada parte de su cuerpo, sus colmillos doler tanto por marcar al Omega en sus brazos. Lentamente se apartó tapando su nariz y boca, todo lo suficientemente lento para no hacerle creer al Omega que lo estaba rechazando.
-Kurogiri -Jadeo el peliceleste tapando su nariz- Llévate a Izuku rápido.
El hombre de humo por fin entendió porque el rostro de Izuku tomó más color, y por qué pudo sentir más su aroma, al principio no pensó que fuera malo que se aferrara al cuerpo del Alpha, pero si lo que dice su cachorro es algo significa que Izuku entro en celo. Tomura por su parte se aferro a su asiento tomando cada granito de fuerza para contenerse y no saltar sobre Izuku soltando gruñidos bajos sintiéndose acalorado.
Kurogiri tomo en brazos a Izuku y abrió un portal entrando en la habitación del pecoso, este peleaba por soltarse dejando escapar jadeos y pequeños gemidos deseando estar otra vez envuelto en los brazos del Alpha.
Mientras Kurogiri peleaba por mantener al pecoso en la habitación y se tomara unas cuantas pastillas. Tomura se despidió de Sensei caminando ligeramente tembloroso hacia su propia habitación sin sacar su mano de su nariz y así evitar en lo posible oler el exquisito aroma a vino del peliverde.
Serán unos días complicados para ambos al vivir bajo el mismo techo en el primer celo que compartían juntos, pero sin llegar a estarlo.
¿Serán capaces de resistir sus propios instintos?
Continuara
hola gente!
Aquí regreso a publicar un par de capítulos de esta historia. Siento mucho la demora, nos veremos en otra oportunidad.
Bye bye ✌💕
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