9
Después de un rato en completo silencio, yo mirando por la ventana y el centrado en el volante tarareando de vez en cuando alguna canción que se le venía a la mente; llegamos a una casa bastante grande.
Quizás hasta más grande que la de Jungkook, si o si en esa casa tendría que vivir mas de una persona...
-llegamos!!- dijo el rubio con emoción.
¿Cómo vives así?
A veces me gustaría estar dentro de el, pensar como el lo hace y ver con sus ojos el mundo. Quizás desde los suyos todo es más bonito.
Muchos dicen que las personas más tristes, solas y rotas son aquellas que más felices se muestran. Es ilógico el que lo hagan ¿no crees?.
¿Por qué alguien que tendría todas para no ser feliz se obligaría a si mismo a serlo?, quizás sea tan solo un vacío que no sepan cómo llenar, o tan solo creen que aparentando ser felices algún día lo logren.
¿Si finges por mucho tiempo al final lograrás sentirlo?
"-te acuerdas del dia en que nos conocimos gigi?"
El recuerdo de aquella vieja conversación derrepente y sin razón alguna interrumpía mis pensamientos.
-si- recuerdo que respondí sin mucho interés por lo que diría después.
-bueno, tu, tu me salvaste... ¿recuerdas lo que dijiste?.
No, no, no quiero recordar. Per favore non ricordarmelo
-quizas- ¿por qué siempre tenía que ser tan cerrado y expresar tan poco?
-bueno, cuando te conté toda la mierda que había pasado... tu dijiste que sonriera, cada que las cosas se pongan peor tenía que sonreír un poco más. Dijiste que así la tristeza nunca me alcanzaría..."
No recordaba el por qué le había dicho eso en el pasado pero realmente me dolía el pensarlo.
Pero tú, tu siempre estás feliz. Cada día sonríes un poco más...
-No, no puede ser así- quería convéncerme a mí mismo de que la razón más obvia y tal vez la única razón real, no lo era- eres hobi, un rayo de luz. La felicidad retratada en una persona...
¿Pero para conocer la felicidad hay que vivir un poco de tristeza no?
Come uscirà l'arcobaleno se non piove un po' prima?*
Me deshice de todos mis pensamientos intentando volver al presente, al aquí y ahora
A mí realidad, la única realidad existente dónde hobi está sentado a mi lado con una gran sonrisa. Y yo no necesito saber el motivo de esta para sentirme bien
Pero es cierto que si la miras un poco más te das cuenta de que en realidad esa sonrisa no porta ni un poco de felicidad
-bueno, creo que te agradará el chico a quien conoceremos hoy...- hablo intentando cortar el incómodo silencio que se había producido mientras miraba sus ojos.
-oh, si, claro. Bueno... ¿vamos?- pregunte con una mano ya en la manija de la puerta a un lado mío.
El aire me empezaba a hacer falta y el calor que en realidad no existía se empezaba a acumular en mi cuello.
-si vamos- volvió a sonreírme, ya no se cómo mirar aquella sonrisa ...
"-ya veo... si de aseguro dije aquello.
-bueno, sabes... ¿sabes cuánto tardará?
-cuanto tardará que cosa?
-la felicidad, ¿cuánto tardará en llegar la felicidad?. ¿No he sonreído ya lo suficiente?"
Aquel otro pequeño lapzo de recuerdo me golpeaba la memoria mientras bajaba del carro.
No pude evitar sentirme culpable. ¿Dime hoseok la felicidad ya llegó?
hai ancora fiducia che se sorridi, presto ne arriveranno altri?
Dime si aún finges tu felicidad, o si ya puede llegar por si sola.
-Pronto llegará pequeño sol- pensé para mí mismo mientras veía como se acomodaba el cabello listo para sonreír de nuevo- pronto serás feliz lo prometo.
Ambos caminamos un poco adentrándonos en el patio delantero de la casa, que por cierto ¿ya dije lo grande que es?.
Cuando estábamos por tocar la puerta alguien se nos adelantó abriendo desde dentro.
De la puerta un chico quizás un poco más joven que nosotros aparecio dibujando una sonrisa en su rostro en cuanto nos vio.
-ciao jimin!- mi mejor amigo saludo con gran entusiasmo al verlo.
No pude evitar mantener la mirada en su cabello, este era de color naranja y era realmente raro ver a personas con el cabello teñido de colores no comunes.
...pero a él en especial le quedaba mejor que a toda Venecia junta...
-pense que no llegarían nunca...- le dijo el peli naranja a el chico que le sonreía.
-siento el hacerte esperar... pero bueno déjame presentarte a el chico del que te hable...- me tomo del brazo acercándome un poco más a él- el es suga.
Sonreí sin dientes mostrando amabilidad mientras me presentaba...
Seguia sin entender por qué un chico como el que tenía enfrente mío querría meterse en esta mierda y exceso de problemas.
¿Se sembri felice, hai anche bisogno di essere salvato?
-oooh, no es como pensé que lucerias, creo que aunque cumples con lo que tenía en mente eres aún más- por lo menos no te ves como un enfermo que está solo, pense para mí mismo cuando el pelo naranja hizo el comentario.
-jaja, y como pensaste que sería- mi mejor amigo respondió tensando su mandíbula, al parecer se tomó el comentario que me hizo el más pequeño a mal.
-bueno... pensé que quizás sería más fornido y grande. Ya sabes, intimidante a primera vista...
- ¿y eso sería bueno?- interrumpí antes de que hoseok terminara por explotar.
-no, no bueno digo si. Osea si tú quieres ser asi está bien pero no era a lo que me refería- Jimin estás nervioso ante mi presencia y halegas de mi poca habilidad intimidando.
Ti contraddici un po', non credi?
Hoseok soltó una pequeña risita por lo bajo al percatarse de lo que hice.
-si, entendí. ¿Podemos entrar?- dije haciendo que este levantará la mirada.
Mierda sus ojos eran realmente bonitos, estos también tienen brillo. Pero está vez es un brillo diferente, no es como el de Jungkook: el brillo de Jungkook está ahí desde antes de que siquiera Jungkook naciera.
Pero el de este chico...-jimin, se llama jimin- el brillo de jimin es diferente, el de el apareció después de algo, de alguien quizás.
¿pequeño te convertirás en mi nueva obsesión?
si te llegará a pedir que me prestes algo de tu brillo ¿lo harías?, chico de mandarina por cabello.
-bueno, ¿quieren pasar?- corto el silencio el dueño de la casa.
-si, bueno nos estamos congelando aquí afuera así que si.- hobi respondió de nuevo formando una sonrisa, está vez quizás un poco más real que la anterior.
-¿y tu? ¿vienes?- volvió a hablar el pelinaranja viéndome a los ojos.
Asentí levemente pasando detrás de hobi a la gran casa que desde dentro se veía aún más grande.
Se escuchó el sonido de la puerta cerrandose a nuestra espalda haciendo que ambos voltearamos al unisono.
-por aquí...
Ambos seguimos al más pequeño a través de la espaciosa casa, al parecer no había nadie más. Pero la casa era realmente grande para una persona.
Si en la casa de Jungkook se siente la soledad en cada esquina y se escucha eco aún cuándo haya millones de muebles, no me quiero imaginar lo sola que se sentirá está cuando tan solo el chico de mandarina por cabello está en ella.
El más pequeño se detuvo al frente de dos grandes puertas blancas que al parecer daban la entrada al salón principal.
-pasen- dijo sonriéndonos a ambos.
Ambos pasamos en cuanto abrió la puerta, si la sala de estar que estaba al inicio estaba grande esta la triplica en tamaño totalmente.
No pude evitar quedarme atónito ante el tamaño y las decoraciones que tenia la habitación, me detuve girando lentamente en mi posición mirando cada detalle de salón.
Mire todo, pero no te miraba a ti...
Sus ojos volvieron a brillar y pude jurar que sonrió al verme perdido observando el lugar.
-mmjm- hobi corto el silencio que nos envolvía.
-ah, si- salimos ambos de nuestro transe mientras que el naranjito hablaba- bueno, ¿por qué no tomamos asiento? Anden...
Nos dirigió con la mano hacia la mesa del centro invitándonos a sentarnos, ambos obedecimos a la par y nos sentamos dándole la espalda al anfitrión.
Sentí como paso por detrás de ambos rodeándonos hasta sentarse en el único asiento al centro de ambos.
Sus facciones y movimientos al hacer las cosas eran tan delicados y suaves, era como si acariciara cada movimiento. Como si un pétalo jugará con la brisa.
Si un pétalo de color naranja...
Colocó su espalda hacia atrás recargandose en el asiento, sus brazos eran tan delgados y delicados. Pero desde esa posición se veía tan grande y demandante.
-Bueno, entonces... ¿empezamos?- hablo esta vez con un tono un poco más serio.
-Claro- respondimos hobi y yo al mismo tiempo.
Los tres reímos un poco para después acomodarnos en nuestro sitio dispuestos al parecer a abordar con seriedad el tema. Tema del que claramente yo era el único sin terminarse de enterar.
-Bueno, primero me gustaría saber el ¿por qué te querrás unir?, un poco de tus razones. Y aún más importante, el ¿como te enteraste?- empezó a preguntar mi amigo con un ceño fruncido y sus dedos entrelazados, intentando verse imponente y amenazante.
Lo hacía realmente bien.
-bueno...- comenzó a hablar el naranjito- me enteré por namjoon, cuando estaba de viaje por Roma coincidí con el un par de veces, y a la larga me contó de ustedes y de lo que hacían... Así me interese y bueno pues aquí estoy.
-¿y por que? Tienes una casa enorme en un buen barrio, vistes bien y tienes posición social. ¿Por qué entrarías a una mierda como esta?
Tan buena pregunta hobi, pero está vez ambos deberían de responder...
-por qué todo esto no es mío...- de la nada decayó, su voz perdió su tono de felicidad y su mirada cayó hasta el suelo- no me pertenece nada de lo que tengo, y pronto todo esto- abrió sus brazos al aire intentando meter todo lo que le rodeaba en ellos- no lo tendré, ya no más...
Hobi se quedó un minuto en silencio, quizás pensando su respuesta. O formulando su próxima pregunta.
Me sentía como un espectador en todo, quizás yo si era el principal, pero ahora mismo me veía a mi mismo como un narrador.
¿Por qué todos los que me rodean llevan vidas tan vacías?
¿Por qué uno por uno está cada vez más solo?
Quizás sea solo que el significado de la soledad esté mal y tan solo estemos infinitamente perdidos en nosotros mismos y en lo que nos rodea.
...tanto que el resto nos dejó de lado...
Jimin, juro que no se quien eres, pero veo que eres tan igual a todos nosotros, quizás por eso necesitas ser parte del club.
Al notar que el silencio se hacía tan grande, fui yo quien habló.
-¿por qué?
El naranjito levantó la mirada y conecto con la mía.
-¿ah?- pregunto dudoso.
-si, ¿por que perderás todo lo que tienes?-asintió levemente dispuesto a continuar
-bueno, los Park son una familia prestigiosa- así que ese es tu apellido... tan lindo como tu- y bueno, alguien como yo no puede pertenecer a ella...
¿Por qué hablas de tu propia familia en tercera persona pequeño?
-¿como tu?- pregunte esta vez con mi ceño fruncido al no entender la situación.
-si... bueno ya sabes, diferente.
Esta vez hobi abrió la boca al entender lo que sucedía, al parecer estaba en silencio mientras ataba los cabos sueltos.
-eres, ¿gay?- pregunto directamente mi amigo.
-no, bueno me atraen tanto las chicas como los chicos...
-oh, eso es genial... tienes bastante para elegir- alentó mi amigo repentinamente entusiasmado.
-no tanto para mi padre, en nuestra familia no se aceptan mariquitas, así que yo no soy aceptado...
Ambos nos miramos con un poco de pena al sacar a luz aquel trasfondo de la situación. Quizás deberíamos de aprender a parar cuando esta bien dejar de hablar.
-bueno, estas dentro...- mi amigo me miró sorprendido por mi decisión, y la verdad yo también lo estaba- solo que tienes que saber que hay ciertas cosas a las que no te puedes apegar
Sonrió entusiasmado por mi aprobación para el trabajo devolviendo la alegría a su mirada.
-¿que cosas?- pregunto sonriendo como si le estuviera dando la mejor noticia de su vida.
-tu vida..., es complicado. No puedes apegarte a algo que puedes perder tan fácilmente.
-oh...- aún con su sonrisa, su entusiasmo en la voz disminuyo- está bien, pues...- volvió a sonreír aún más- viviré cada día como el último, creo que esto le añade más emoción a mi vida.
Hobi sonrió ante el comentario, pero yo no pude hacerlo, mientras más personas entran a esto más culpable me siento por la ruina a la que llevo sus vidas.
Park jimin, ¿por qué no podías simplemente negar tu sexualidad y vivir una vida larga y un poco menos emocionante?
Almeno in questo modo la mia schiena non avrebbe portato un altro senso di colpa...
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