"...Una mentira destroza un corazón inocente...caemos en ello muy fácilmente...y regresar a la verdad es mas duro...cuando se ciega el corazón..."

-tengo que llevarme a su amiga lo antes posible a la aldea de la hoja-pronuncio Yashamaru tratando de convencer al pequeño peli rojo

-¿de verdad la dejaras segura, Yashamaru?

-claro que si, Gaara-sama-el pequeño solo bajo la mirada para ver a la pequeña confundida al verlos a ambos hablar sobre su situación, una parte de ella quería volver a su casa, al fin y al cabo era su hogar, el lugar donde había nacido, pero también le gusto aquella vida en Suna, donde el pequeño peli rojo hacia sentir tan bien y cómoda a pesar de estar oculta

-tienes razón, Hinata, tienes que volver a tu casa-dijo el pequeño-Yashamaru te llevara a Konoha

-¿de verdad?- pregunto la niña con una sonrisa -¿no es una molestia?

-por su puesto que no pequeña-contesto él- un amiga de Gaara-sama siempre se merecerá lo mejor –ella se ruborizo-tenemos que irnos, lo antes posible, o de lo contrario ese hombre volverá

-Yashamaru tiene razón Hinata-tomo su mano para dirigirse hacia la salida de Suna, viendo frente a ellos las dunas interminables desérticas frente a ellos, sin duda seria un viaje muy largo de realizar, Hinata estaba mirando distraídamente hacia adelante cuando volteo ligeramente al encontrar que ambos hablaban algo que no podía escuchar con claridad, solo que el hombre alto "Yashamaru" posaba la mano sobre el hombro de su amigo mostrándole una sonrisa, mientras que él solo asentía

-¿nos volveremos a ver? ¿verdad?-pregunto Hinata tristemente, mientras que el niño también bajo la misma expresión de dolor asentía de manera triste abrazándose ambos en un cálido abrazo inocente para separarse lentamente mientras que la pequeña tomaba la mano de Yashamaru, quien la guiaba hacia afuera despidiéndose de lejos con una gesto con la mano desapareciendo entre las grandes arenas del desierto

El viaje había sido mas rápido de lo esperado, no esperaba una persona tan pasiva como él, caminara de una manera tan veloz como lo hacia, incluso ella le costaba seguir su paso, extrañándole un poco, si bien la habían secuestrado y ni si quiera sabia la razón, aquel hombre desconocido la había tratado con amabilidad, en cambio Yashamaru, era como un cubo de hielo que no podía comprender, mas esquivo que su mismo padre, apenas había pasado un dia y ya casi llegaban a Konoha, Hinata estaba completamente agitada, apenas tenia tres años y ya había caminado una gran distancia casi sin descanso alguno u bocado ¿Qué clase de tipo la regresaba a casa de esa manera?, cuando de pronto de detuvo de manera abrupta

-¿Yashamaru-sama?-ella pronuncio con un ligero temblor en su voz, volteando él con varios kunais listo para atacarla-¿Por qué? –le pregunto apenas esquivando uno de ellos, entre lagrimas y completamente asustada

-Gaara-sama me pidió que la asesinara- contesto, dejando que dentro de ella se quebrara su corazón en mil pedazos ¿Por qué la enviaría a asesinar? ¿si eran amigos?

-¡es mentira! ¡usted miente!- grito al pequeña entre lagrimas-Gaara es mi amigo

-Hinata es una mascota para mi-contesto Yashamaru, haciendo que ella abriera los ojos de manera enorme- esas fueron las palabras de Gaara-sama

-no...no...-decía ella quebrada en su interior, su pequeño corazón le dolía, y sus pies ya no sentía el firme del suelo, como si se derrumbara bajo sus pies, sin darle la posibilidad de moverse

-ordeno matarla, y yo obedezco ordenes- los kunais iban directamente hacia ella, sin que ella quisiese mover cerrando los ojos cegada por la tristeza cuando se siente que es bañaba por un liquido que caía sobre su piel, ¡era sangre!, pero no era de ella, Yashamaru había recibido un ataque directo dejándolo inconsciente en el suelo, la niña vio la sangre llegar a sus pies de su atacante, pero su mirada se fijo al hombre que la había salvado ¡era su secuestrador! Obligándola presa del miedo y la angustia a retroceder

-huye-dijo el misterioso hombre secuestrador que ahora la había salvado, sin mas, obedeció corriendo con todas sus fuerzas hacia su aldea natal, con el corazón destrozado de aquella traición y mas que su amistad con ese niño peli rojo había sido una completa mentira

Mientras tanto, después de muchos días de búsqueda, el clan Hyuga pensaba lo peor, la heredera de Hyuga había fallecido y sus ojos desperdiciados en alguien quien no sería su verdadero dueño, ¿Cómo podían tolerar tanta desgracia?, primero la muerte del hermano gemelo del líder del clan, ahora la princesa del Byakugan desaparecida, que por su edad, pocos pronosticaban que ella siguiera con vida, una ultima ronda de búsqueda por la jornada por su gente, incluso se desplazarían a aldeas vecinas, ya que se rumoreaba de un presunto secuestro de la niña, sin embargo, nadie ofrecía recompensa de la misma, todo era tan extraño y confuso que hasta el mismo Hiashi se encontraba internamente devastado por la situación

Por las calles de la aldea de la hoja, un peli gris caminaba cerca de las entradas de Konoha, vio como los del clan Hyuga buscaban de manera incesante a la princesa del Byakugan, sin embargo, a él no le habían invocado esa misión, ni si quiera a su amigo y rival Gai, cuando la tormenta y la lluvia llego de manera desprevenida sobre él y el pueblo entero, sin mas iba a voltear para marcharse a su casa, ya que el barro se hacia presente a cada paso que daba, leves chapoteos constantes se dejaban escuchar entre el lúgubre paisaje que adornaba su mirar, cuando vio como una pequeña silueta se acercaba a todo lo que daban sus pequeños pies, sorprendiéndose al instante ¡era ella! ¡Hyuga Hinata!

Ella levanto la mirada encontrándose frente a la puerta de entrada a su aldea al fin estaba a salvo, siguiendo con su carrera hasta estar completamente segura que se encontraba en su hogar, un joven peli gris la observo quedando ambos frente a frente, la pequeña no podía reconocerlo del todo, apenas tenia tres años, y dudaba si había escuchado de él y sus rumores "el sangre fría" como solían rumorear a sus espaldas los aldeanos, sin embargo, su fama no era del todo cierta, si bien poco le importaba el compañerismo sobre cumplir las misiones, fijo su vista en la niña oji perla, su mirada plenamente vacía, sin brillo algunos, su rostro cubierto de sangre a pesar de la lluvia, el barro en su cuerpo y sus pies lastimados por tanto correr, aquel corazón de hielo se acerco hacia ella con cautela

-¿estas bien?-le pregunto, ella le miro con esa misma expresión vacía, ¿Qué le había pasado para tener una mirada como esa?, no mostraba nada, ni si quiera ira o rabia, era como una muñequita hermosa que se había encontrado en la calle, una niña sin alma, volteo al sentir que no se encontraban solos, allí todo el clan Hyuga, vio a la niña perplejos ¿Cómo tan pequeña había sobrevivido a un secuestro y escapado?

Hiashi no solo le miro perplejo sino también orgulloso, era la fiel manera que su hija, Hyuga Hinata, estaba destinada a ser la sucesora del clan, era una prodigio sin lugar a dudas y el consejo quien lo presenciaba también no cabían dudas en eso, la apartaron del peli gris como si fuese el veneno en persona, siendo atendida por todos de su gente, pero las orbes negras no dejaban de observar a esa niña con esa mirada tan fría en un rostro adorable ¿acaso ella era la evidencia de que no se encontraba solo en el mundo?...

...¿siempre seremos amigos? ¿no?...-ella cerró los ojos cayendo una lagrima la cual la tormenta se había llevado...

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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer y comentar, mil abrazos!!!

¿que pasara ahora con Hinata?

¿se volveran a encontrar Gaara y Hinata? ¿lo odiara?

¿que tanto cambio el destino? ¿Kakashi de algun modo de involucrara en la vida de Hinata? 

proximamente.....................................Capitulo 5 Vacía...