Regreso


MinSeok se quedó sorprendido ante lo dicho por JongDae, no fue la expresión, fue el mensaje: "Volvamos a casa". No dijo "vuelve a mi casa" o algo parecido, si no que lo introdujo fácilmente en la oración. Lo hizo sentir que tenía un lugar que era suyo y aunque sabía que no debía hacerse ilusiones no puede negar que escuchar eso lo hizo feliz, muy feliz.

— ¿Quieres que vuelva?

—Es lo que más quiero.

— ¿Aunque no pueda contarte cosas?

—Sí. Aunque no puedas contarme cosas de tu vida; ya te lo dije; si me las quieres contar quiero que vengan de ti y si no puedes, yo entenderé. No más presiones, le hace daño al bebé.

MinSeok guardó silencio, él quería ir con JongDae, realmente quería y si el pelinegro lo aceptaba con todos sus fantasmas pasados, él se iba a aferrar fuertemente a ello.

—Está bien. —habló al fin MinSeok. —Volvamos a casa.

Entonces MinSeok presenció una de las cosas más bonitas que había visto en su vida: la sonrisa de JongDae.

                                                                     **********

Cuando los muchachos se dirigieron a la cocina, no esperaban encontrarse con un JongIn sentado en un taburete con una jarra amarilla en sus manos, tomando lo que parecía café, con KyungSoo y Lu Han en frente del moreno imitando sus actos; lo más raro que vio JongDae eran esas miradas que JongIn le estaba dando al chico llamado KyungSoo; porque no eran unas miradas cualquiera, para nada, eran esas miradas que Kim JongIn daba cuando había algo más y JongDae lo sabía a la perfección. MinSeok se quedó detrás de él, admirando también la extraña escena y viendo la postura de su amigo, esa que hacía cuando se sentía afectado por alguien más, no de forma negativa claro que no, si no de la forma especial.

Ambos se miraron compartiendo las dudas que no exteriorizaban, pero JongDae solo se encogió de hombros; avanzando más a la cocina junto a MinSeok, se aclaró la garganta para romper ese extraño momento.

—MinSeok y yo hablamos. –dijo. —Ahora todo está bien. Él volverá conmigo a casa.

Luhan se levantó con una sonrisa sincera en su rostro y se acercó a ambos abrazándolos y deseándoles lo mejor. Solo KyungSoo se quedó mirando fijamente a JongDae, por lo que el pelinegro sintió que debía hablar con él.

—¿Pueden dejarme hablar a solas con KyungSoo?

Todas las miradas se posaron sobre el pelinegro, a lo que KyungSoo simplemente se encogió de hombros dando la señal para el sí. Uno a uno abandonó la cocina; por último MinSeok, que apretó su mano para infundirle valor o algo así. JongDae se acercó al taburete que dejó Lu Han, sentándose mirando al pelinegro.

—Primero que nada; lo siento KyungSoo, por todo. Lamento haberle dicho esas cosas a MinSeok y lamento haber dicho algo que te alterara; mi temperamento no es el mejor. He pasado por muchas cosas que me han hecho ser así y sé que no es culpa de ninguno de ustedes, menos de MinSeok pero es la única forma que tengo para resolver lo que no puedo controlar.

—Es cierto, no tenemos la culpa de lo que le haya pasado señor Kim, menos MinSeok hyung; jamás entendería lo maravilloso que es él. A pesar de haber pasado por tantas cosas él sigue siendo una persona cálida y amorosa; como usted dice él pudo haber cambiado y convertirse en una persona fría y distante, pero no fue así, por lo que no me venga con eso de que es de esa forma por las cosas que ha pasado, sea lo que sea palidece con lo que hyung tuvo que vivir, con lo que los tres tuvimos que vivir.

—Yo entiendo eso, se que sea lo que sea que hayan pasado es mil veces peor que mi situación, pero yo prometo no volver a ser así.

—No señor Kim, no diga que usted entiende porque jamás lo hará y no, yo no estoy compitiendo por ser quien tiene la historia más sufrida y deprimente; solo quiero que entienda el tesoro que usted tiene en sus manos justo ahora y ese es mi hyung, también quiero que entienda que no deseo que le haga daño, no pido que se enamore de él ni nada de eso pero al menos trátelo bien, merece respeto, carga al hijo de ambos así que lo convierte en alguien especial y por favor no me haga promesas a mí, hágaselas a usted mismo y cúmplalas eso es todo lo que quiero. No piense que lo odio o que le llevo mala voluntad pero MinSeok hyung es muy importante para mí.

JongDae guardó silencio; él sabía todo aquello y la situación se estaba volviendo tediosa, más que la que estaba viviendo antes de MinSeok y el bebé y se suponía que aquello no fuera a ser así; no se arrepiente de haber escogido al castaño pero aquello ya lo estaba cansando y él solo quería ser feliz junto a su hijo y ahora también junto a MinSeok, el pequeño chico castaño de preciosos ojos almendrados que lo hacía sentir cálido o bueno, eso sentía JongDae.

—Señor Kim. –dijo KyungSoo

—JongDae, dime JongDae, KyungSoo.

—Bueno, JongDae. Mira, toma a MinSeok y al bebé; vayan a casa y solo vivan un día a la vez, esta experiencia se supone debe ser linda, se que ambos la merecen, le aseguro que cuando MinSeok se sienta cómodo hablara con usted, solo le pido que escuche hasta el final y no piense con la cabeza caliente; realmente no es nada malo, pero es solo un consejo.

—Lo hare, KyungSoo. Gracias.

—Está bien. –entonces KyungSoo le dio una sonrisa sincera

—KyungSoo. –dijo JongDae, llamando su atención. –JongIn es soltero.

El rostro de KyungSoo se tiñó de un fuerte rojo, haciendo que JongDae riera fuertemente al punto de agarrarse el estómago

—Creo que al final sí que nos llevaremos bien.

—¡Jamás! –decía el bajito poniendo sus manos sobre sus calientes mejillas.

*********

El viaje de regreso fui muy silencioso y tranquilo; no era un silencio incomodo, al contrario, era sereno y pacífico; MinSeok y JongDae ya no tenían nada más que decirse, desde que salieron de la casa de KyungSoo y JongDae enganchó el brazo de MinSeok al suyo. Sabían que todo aquello quedaba atrás y nada más importaba, solo su bebé y ellos.

—¿Tienes hambre MinSeok?

—Luego de llorar tanto, sí, estoy hambriento.

—Lamento eso. –dijo acariciando su mejilla

—Ya olvida eso. –respondió sonriendo. —Mejor comamos algo delicioso, mira ahí en ese puesto. –señaló el castaño a un puestito sobre la acera.

—¿Ahí? –preguntó dudoso JongDae

—¡Claro! Vamos Dae.

Dae.

MinSeok estaba tan emocionado que no registró lo que su boca dijo y a JongDae no pudo importarle menos, era adictivo escuchar ese mote cariñoso de la boquita de MinSeok; así que parqueó el automóvil y sacó a MinSeok, tomando su mano para dirigirlo al lugar.

JongDae era feliz al ver al castaño comiendo tan gustosamente, incluso limpiaba con gusto la salsa que se reunía en los bordes de su boca porque MinSeok se sonrojaba fuertemente y repetía una y otra vez un perdón JongDae, como sin modales cuando tengo hambre, a lo que JongDae le repetía que no se preocupara; y realmente le daba igual, MinSeok se veía adorable y era lo único que contaba.

Cuando llegaron a su hogar JongDae hizo a MinSeok tomar un baño relajante para luego darle su medicación y arrullarlo entre sus brazos para al fin dormir. Se sentía tan correcto tenerlo encajando entre sus brazos y sintiendo su lenta respiración, que JongDae se prometió no volver a ser un completo idiota.

Su MinSeok había regresado con él y JongDae no volvería a dejarlo ir jamás.


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Holiis mis terroncitos de azúcar ☺

Han pasado 86 años... naaaa mentira solo 23 días ¿me extrañaron? Porque yo sí!

Lamento no actualizar hace bastante tiempo pero la U me absorbe y me quita toda vida social, familiar y de escritura posible XD pero aun así aquí estaré como paso de tortuga hasta terminar el fic ☺

Esta actualización la reciben gracias a mi bebé soomile que se apiada de la gripe horrible que atacó a su servidora aquí y la tiene en la camita XD amor a ella ❤

Y bueno sin más que decir nos leemos tu y yo muy pronto en otro capítulo ^•^

Bai! ^3^

#kxcpdb

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