Cinco años (Final)
JongDae colgaba el ultimo globo dorado con el número 5 enfrente de su casa a las 10 de la mañana. Perfecto, pensó. Se había salvado de una regañina por parte de su esposo si hubiera sido después de esa hora.
Miro al cielo y contemplo la bonita mañana que hacía, aunque para ser sincero si llovía esa mañana él la seguiría viendo hermosa, ya que cumplía años su hermoso primogénito Daeul; JongDae pensó en lo rápido que pasaba el tiempo y como después de Daeul, tuvieron a su pequeño DaeMin –aunque claro MinSeok prácticamente lloro para tenerlo– pero JongDae tenía miedo de que MinSeok volviera a presentar problemas como en el caso de Daeul, pero después de mil insistencias por parte de su ahora esposo, tenían dos seres que amaban más que a nada en el mundo.
Aunque JongDae sabía que MinSeok era feliz con él y sus dos pequeños, aún faltaba algo; el bebé que le arrebataron cuando tenía solo diecisiete años, y JongDae amándolo tanto emprendió la búsqueda por el pequeño; ahora el pequeño bebé de MinSeok tenía 15 años. Decir que fue fácil encontrarlo sería mentir, JongDae se dio cuenta que por algunos registros debía pagar mucho y arriesgarse el doble, la red que tuvo a MinSeok tantos años pertenecía a una mafia china de cuidado y le tomo más tiempo del previsto buscar la información que necesitaba.
Efectivamente el bebé de MinSeok había sido entregado a una familia de mucho dinero y tal vez por suerte o azares del destino dicha familia mantenía relaciones con la compañía de JongDae, ya que en la mayoría de ocasiones realizaban la campaña publicitaria de algún nuevo modelo de automóvil.
La familia Huang, era una casa publicitaria con sede en China, la cual se había expandido a Corea y la familia habitaba actualmente en Seúl, favoreciendo mucho a JongDae, ya que el pequeño Huang RenJun era el niño perdido que tanto buscaba JongDae. RenJun era el bebé perdido de MinSeok; actualmente tenía 15 años y JongDae ya había tratado con él en algunas ocasiones, ya que el señor Huang lo llevaba a los lanzamientos que realizaban junto a JongDae para que el muchacho aprendiera del negocio.
RenJun era un muchacho muy risueño y alegre; cuando sonreía, JongDae sentía que miraba a MinSeok sonreír, sus ojos negros le recordaban tanto a MinSeok y pensó que así debería de haberse visto MinSeok de joven. Después de recolectar pruebas para un examen de ADN de aquí y allá y con mucho esfuerzo, JongDae solo confirmo lo que él ya sabía; RenJun era hijo de MinSeok.
Y ahora él estaba frente a su casa con una gran sonrisa porque precisamente hoy vendría a su casa el pequeño RenJun.
–¿Y esa gran sonrisa?, ¿Te gusta hacer el trabajo pesado?
MinSeok lo sorprendió con un vaso de limonada fría que traía especialmente para él.
–Es el cumpleaños de nuestro bebe, ¿Cómo no estar feliz?
–Tienes razón. –sonrió MinSeok. –Hablando de Daeul, me dijo que quería que tú lo vistieras, solo DaeMin se dejó vestir por mí.
–Ese terremoto, bueno, yo iré a vestirlo. Además, todo esta listo amor.
–Sí, terminamos a tiempo. Dentro de pronto vendrán los invitados, así que ve.
JongDae se despidió de su esposo con un beso y subió a vestir a su pequeñito; lo encontró rebotando sobre su cama y cuando lo vio se lanzó sobre el cuerpo de su papá con un qué bueno que viniste papá, tuve que rechazar a papi por nuestra tradición, a lo que JongDae sonrió y lo comenzó a vestir. Daeul hacia que JongDae lo vistiera cada cumpleaños desde que tuvo 3, haciéndolo una especie de tradición entre ellos, ya que su papi MinSeok siempre lo vestía, él quería que papá JongDae lo vistiera también.
Cuando estuvieron listos bajaron directo a la cocina, donde estaba MinSeok terminando de decorar el pastel de cumpleaños de Daeul; MinSeok había estudiado gastronomía tiempo después y ahora tenía un restaurante junto a KyungSoo en el cual les iba muy bien, en cada cumpleaños de sus hijos él cocinaba toda esa deliciosa comida y el pastel, ayudado por KyungSoo claro.
DaeMin estaba en un encierro para bebés donde MinSeok lo miraba constantemente, hasta que llego Daeul y se pusieron a jugar.
–¿Ya está listo? –pregunto JongDae
–Lo está. –sonrió MinSeok
A la una en punto comenzaron a llegar los invitados, primero JongHyun, con un regalo enorme para su nieto; un auto Alfa Romeo versión niño que él mismo diseño y produjo; JongDae solo suspiro. Después siguieron llegando sus amigos, ChanYeol y BaekHyun con su niña; SeHun y Han con su hijo; KyungSoo y JongIn; y por último el tío de JongDae, JunMyeon junto a Yixing, los cuales habían comenzado a salir tiempo después de conocerse. Y así la casa se comenzó a llenar de diferentes niños amiguitos de Daeul que conocía de la guardería y de sus respectivas madres y padres que los acompañaban.
Una hora después apareció RenJun con el señor Huang y su bella esposa; JongDae sonrió al verlos e inmediatamente fue a su encuentro.
–Me alegra tanto que hayan podido venir, por favor pasen.
–Gracias por invitarnos señor Kim.
–Por favor solo llámenme JongDae, para mí es un gusto tenerlos aquí, déjenme llevarlos con mi esposo, por aquí.
MinSeok tenía al pequeño DaeMin en brazos mientras verificaba que todos tuvieran bebidas y los niños estuvieran bien, JongDae lo llamo.
–MinSeok, mi amor.
MinSeok se giró y camino hacia ellos, sonrió.
–Amor, este es el señor Huang, su esposa y su hijo RenJun. Señor Huang este es mi esposo Kim MinSeok y mi hijo pequeño DaeMin, el otro anda corriendo.
–Llámeme Shen, señor Huang me hace sentir muy viejo.
–Mucho gusto señor Shen, llámeme MinSeok usted también.
–Gracias MinSeok, esta es mi esposa Mei ling y mi hijo RenJun.
–Es un placer, por favor diviértanse.
La señora Mei ling era una belleza de persona, rápidamente se puso a hablar con MinSeok y ayudarlo a distribuir dulces y comida a los presentes, el muchacho RenJun se puso a jugar con el pequeño DaeMin y Daeul haciendo sonreír a JongDae; la fiesta salió perfecta, reventaron la piñata, dieron bolsitas con dulces y le cantaron los felices 5 años a su pequeño Daeul, luego de que los niños estuvieran tan cansados los dejaron viendo una película infantil mientras los padres tomaban un café ameno antes de marcharse, en ese momento JongDae tomo de la mano a MinSeok y lo sacó a la terraza.
–Tengo que decirte algo, amor mío.
MinSeok se sorprendió. –¿Es algo malo? –preguntó, JongDae negó con su cabeza. –Entonces ¿Qué pasa?
–Mi dulce amor, no es nada malo, en realidad es bueno y deseo que te alegre a ti también; veras Seokie, encontré a tu bebé perdido.
MinSeok se quedó muy quieto, apenas respiraba y luego su rostro estaba cubierto de lágrimas, JongDae solo lo abrazo; cuando encontró su voz pudo hablar.
–¿Dónde está Dae?, ¿Está aquí?, ¿Puedo verlo?
–Es RenJun, el hijo de los Huang.
MinSeok esbozo una enorme sonrisa, mientras más lágrimas salían.
–Entonces mi precioso bebé está sano, como los nuestros Dae.
–Lo está Seokie, tu bebé está bien.
MinSeok se lanzó a besarlo profundamente, hasta que el aire se le acabo, cuando se separó lo miro con el más profundo amor.
–Gracias Dae; sabes, siempre quise saber si estaba bien, si era feliz, si unas buenas personas lo tenían, si estaba sano y seguro; y si lo está, el señor y la señora Huang lo aman como si ambos lo hubieran hecho y no parece que fuera adoptado y él los ama también; no puedo pedir más.
–Y yo me encargare de que siempre este a tu lado; pero Min ¿no quisieras...?
–No Dae. –lo interrumpió. –No quiero que sepa que lo arrebataron de mí, ni en las condiciones que él nació, solo quería saber si está bien y lo está; y con tu ayuda estaré lo más cerca posible de él, con eso soy feliz.
JongDae asintió, entendió perfectamente a su esposo. MinSeok solo quería saber si el bebé que le arrebataron estaba bien y por dicha así era.
–Además, tenemos ya tenemos a nuestros dos terremotos. –finalizo MinSeok
JongDae asintió.
Cuando regresaron dentro de la casa algunos padres ya cargaban con sus dormidos hijos y se despedían de ellos, agradeciendo la invitación. Cuando el matrimonio Huang junto con RenJun se iba a ir, MinSeok abrazo fuertemente a RenJun y le dijo que su casa siempre estaría abierta para él y sus papás, haciendo que el muchacho sonriera y agradeciera la invitación, sus padres también agradecieron y se marcharon. MinSeok los vio perderse en lo oscuridad con una gran sonrisa.
–Se feliz, mi pequeño bebé. –susurro bajito MinSeok
Cuando todos se marcharon, JongDae y MinSeok arroparon a sus pequeños hijos y dejaron besos en sus tiernas mejillas, luego ambos se fueron a descansar.
En la oscuridad JongDae abrazo a MinSeok y le pregunto:
–¿Eres feliz?
MinSeok sonrió y simplemente dijo. –Lo soy, soy muy feliz.
Fin
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