Capítulo 18

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FÁBRICA DE MAMÁS

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Habían pasado varios días desde que Eri no va al jardín de infantes, claro el martes había faltado ya que acompañó a su papá a la Universidad y se encontró de nuevo con Shinso. Para el miércoles había empezado un feriado y su papá le contó que Mirio y Tamaki sensei han cerrado el jardín para que todos descansaran. Y hoy, un día viernes a las 7 am de la mañana Eri se despertó. 

—¡Es hoy!— Como si fuera de un dejavú, Eri se levantó llena de energías fuera de la cama y salió corriendo en dirección de la habitación de su padre. 

—Papá, es hoy, es hoy— Dijo meciendo con suavidad las sabanas que tenían cubierto hasta la cabeza, el despeinado y trasnochado Aizawa emitió un ronco quejido. 

—Eri...son las 7 de la mañana, y la cita es a las 10— Se quejó— Vuelve a tu cama y duerme un poco más, o sino quedarás enana.

—¡No papá, no me quiero quedar enana!— Se quejó la pequeña mientras hacía pucheros. Aizawa a pesar de estar demasiado cansado, no dudo en descubrirse un poco de las tibias sabanas que lo cubrian y abrirle un espacio para que ellos durmieran una hora más. 

—Entonce, ven aquí a dormir y ya no serás enana.— Se burló el adulto mientras observaba que la peliblanca de pijama de gatos trataba de subir a la cama, con un poco de su ayuda, Eri logró subir y acurrucarse entre los brazos de su papá y conciliar el sueño de nuevo. 

Dicho y hecho, Eri se quedó dormida y fue Aizawa quien la terminó por despertar con un llamado desde la cocina. El dulce olor al sirope y los panqueques entraron por sus fosas nasales, y fue el motivo más grande para saltar con cuidado de la cama. Al caminar por el corto pasillo, encontró a su padre sentado en la silla del comedor junto a su taza de café cargado, un bolillo de pan y el periódico extendido que cubria su rostro. Eri removio con su manito las lagañas acumuladas en sus ojos y miró en dirección al banquillo que le ayudaba a subirse a la silla. Al estar en la parte de arriba, se vio maravillada por ver un desayuno hiper-mega especial. 

—¡Woah!— La brillante sonrisa y los pequeños grititos de felicidad marcaron una sonrisa en el rostro del adulto.—¡Papá, preparaste panqueques de forma de oso! ¡WOAAH!— El plato en si tenía forma de la silueta de Mickey Mouse pero Eri creia que era un oso. Este tenía fresas, un poco de crema, manjar y trozos de banana, también se le sumó un vaso de leche dentro de su taza de cerámica de All Might y unos huevos revueltos. 

—Ayer me repetiste mil veces que hoy es un dia especial— Confesó el adulto, pero Eri se encontraba ocupada desarmando el delicioso oso.— Come despacio, sino te va a dar indigestion. 

—¿Qué es indigestión?—. Preguntó

— Bueno, es una reacción del cuerpo cuando hay mucho alimento que procesar, el bolo alimenticio formado de la saliva en tu boca no tiene la cantidad necesaria de enzimas digestivas y tiene que hacer un sobre esfuerzo para digerir lo que comiste. 

—Oh...— Eri se quedó en las nubes y vio como su padre bajaba el periódico para observarla también a ella— Entonces es por eso que el tio Hizashi le dice a la tía Nemuri que debe masticar y no tragar de golpe (?

—Algo así, ahora procura masticar bien tus alimentos— Aizawa regresó a subir el periódico, pero internamente se estaba preguntado el tipo de contexto le habían dado ese par catastrófico. 

—¿Papá, que era la indigestión?— Volvió a preguntar la peliblanca mientras pinchaba una fresa. Y el adulto volvió a explicar lo mismo, pero en terminos más sencillos. 

Bajaron del taxi y Eri tomo felizmente la mano de Aizawa mientras este se inclinaba un poco para alcanzarla, estaban de camino por la zona de oficinas en la capital y el adulto estaba verificando en su teléfono movil el lugar que había googleado. Mientras la pequeña tarareaba una canción del intro de las noticias, el pelinegro no tan desalineado se detuvo en el camino. 

—Creo que tenemos que cruzar la calle y caminar unas dos calles más abajo— anunció el mayor y guió a su hija hacia el semáforo más cercano. Aprovecho que no había mucha gente a su lado y le dio una lección de seguridad vial a su niña.— Eri, puedes ver el color de los semáforos— preguntó. 

—Es rojo, amarillo y... azul— Dijo un poco dudosa al momento de decir el último. 

—Exactamente, el rojo nos dice que podemos pasar mientras que para los autos se deben detener, el amarillo hay que vigilar a los autos que no se muevan y el azul es para que los autos se muevan y nosotros no pasemos.

—¿Entonces por qué en América (refiriendose a EEUU) donde está All Might, las luces dicen que son verdes?— Preguntó curiosa. 

—Tal vez sea por la intensidad de color cariño. En Japón, el color verde no es tan brillante y lo volvieron azul. En cambio para otros lugares el azul cambio a verde, como ahora— Dijo esto último para luego tomar la mano de Eri y cruzar por la línea de peatonal. 

Luego de aquella charla, caminaron hasta llegar al edificio que buscaban, Aizawa dio la señal de que habían llegado a su destino y Eri no pudo evitar mencionar con emoción: ¡La fábrica de mamás!

A lo cual nos regresa al largo día lunes que tuvo esa semana. Aizawa había pensado un momento la propuesta de su hija y le pidió más tiempo para ver que se podía hacer para encontrar una mamá por solo 24 horas. Entonces el adulto pensó bastante y recordó que había un servicio de niñeras bastante confiable y eficaz, tal vez al contratar una niñera por 24 horas le permita a Eri disfrutar de un ambiente maternal y podría funcionar. Por lo cual el resto de días del feriado se la pasó buscando la tarjeta de presentación por todo el departamento, hasta que lo halló y ahora se encuentran en el tercer piso del edificio con la esperanza de contratar una niñera para el día de las madres. 

—Lo siento señor, para esa semana todo el personal tienen llenos los cupos y para el domingo los cupos limitados se llenaron. —Mencionó la recepcionista.— Pero si desea contratar a una niñera para las 12 horas del día, está disponible luego del 30 de este mes. Además, tampoco contamos con el servicio de 24 horas, ya que nuestro plan máximo son las 12 horas. 

Aizawa quien ya no tenía más opciones, solo agradeció y se marchó con Eri en brazos. Una vez fuera del edificio, decidió llamar a Hizashi y preguntar por la prima del esposo de su hermana si podía cubrirle ese día, pero también obtuvo una respuesta negativa. 

That's not possible. She got married last week— le respondió— Y ahora está en un tour por las Malvinas. 

—Bueno, y se te ocurre alguna otra agencia para contratar una persona para el día de las madres—Preguntó el pelinegro disimulando el echo de que estaba desesperado.

No se me ocurre nada ahora, llámame luego de un rato ahora voy a entrar a mi turno— Respondió el rubio en el otro lado de la llamada y terminó por colgar. 

¿Ahora qué hago?

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