Capítulo 17
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PLANES FUTUROS
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Ni siquiera era el día siguiente y Aizawa estaba agotado tanto físico como mentalmente, al llegar a su oficina en el campus había recibido algunas anotaciones de la profesora suplente Jonoka-san y ahora tenía que esperar hasta las 4 pm para que llegara Yamada quien le brindara algo de ayuda con Eri.
—Papi, ¿Estás ocupado?— Preguntó con suma inocencia la niña peliblanca, a pesar de estar al frente del escritorio del adulto y verlo abarrotado de papeles y trabajos, sentia curiosidad de preguntar.
—Si Eri, estoy ocupado. Pero puedo escuchar tu petición.— Contestó Aizawa mientras retiraba sus lentes de lectura y le brindaba un poco de atención a su hija, quien era más importante.
La niña había sonreído y le preguntó si podía encender una de las computadoras en uno que otro escritorio vació de otros docentes. Aizawa claramente le dio una respuesta negativa, ya que esos dispositivos eran de esos docentes, pero extrajo de su maletín el Ipad que tenía Eri en casa.
—Solo por dos horas, hasta que sean las dos de la tarde— Comentó el adulto quien observaba como la pequeña niña iba corriendo con sus botitas rojas hasta un puff que de milagro estaba en la sala. La libertad de decorar las oficina es algo bueno de esa Universidad. Aizawa regresó a sus papeles y a revisar la rúbrica para cada exámen desastroso de los patosos estudiantes de primer año.
A la media hora había llegado su asistente de cátedra con más examenes, pero esta vez calificados. Sin embargo, observó algo que era poco común de ver, una niña quien tarareaba canciones del noticiero y el programa de All Might sin que su profesor se enojara. La pequeña encerrada en su propia burbuja se giró en dirección hacia el desconocido y su sonrisa brillante junto con el tarareo cesó. Se levantó de manera rápida para colocarse cerca de su papá. Shinso estaba un poco desconcertado a tal punto que se olvido saludar a quienes estaban en la sala.
—¿Son los exámenes del otro paralelo?— La pesada voz del pelinegro lo trajo de vuelta a la realidad y se acercó con el sobre en mano y lo dejo en cuidadosamente en el espacio libre del escritorio— Gracias, ya puedes irte. — Finalizó Aizawa mientras encerraba en rojo un error más de aquel estudiante.
—Umm... Aizawa-sensei ¿puedo preguntar algo?— Contestó algo dudoso el pelimorado.
— Ya lo estás haciendo.— contestó secamente como era lo usual.
—Puede parecer impertinente pero ¿Quien es esta niña?
Aizawa soltó un suspiro mientras dejaba el penúltimo examen a un costado, con cuidado se giró en su silla para no golpear a Eri y la tomó en brazos. Ella quien estaba aferrada al Ipad como una barrera protectora fue elevada a los seguros brazos de su papá y se atrevió a ver a los ojos al cansado estudiante.
—Es mi hija, se llama Eri.— Contestó con una suave sonrisa en su rostro— Es algo tímida con extraños.— Shinso había asentido ligeramente junto con una sonrisa cortes para la pequeña. Le alegraba saber que su profesor no fuera a morir siendo comido por 20 gatos.
—Hola, soy Shinso Hitoshi asistente del profesor Aizawa.
La pequeña Eri, que aún se mostraba un poco asustada, asintió con su cabecita y quiso responder al saludo, pero su pancita había gruñido y claramente se avergonzó. Volvió a taparse con su escudo y se escondió en lo que pudo. Aizawa quería llevarla al comedor de la Universidad pero no quería recorrer dos grandes patios y volver dos veces.
—Puedo llevarla si quiere— Shinso quien parece haberle leido la mente a su profesor, le propuso la idea de manera muy sincera.— Cierto, también tengo una manzana picada.— Y la pequeña Eri alzó su mirada y vió con brillantes ojos al cansado estudiante, que ahora si lo veía más de cerca se parecía demasiado a su papá.
Aizawa, quien era bastante celoso con el cuidado de Eri, sabía que podía confiar en las manos de su asistente y con el gesto de darle las manzanas picadas a su hijo lo convenció de cierta forma.
—Eri, ¿Quieres ir a comer con Shinso?— Preguntó por el consentimiento de la pequeña y esta asintió. Acto seguido la bajo de su regazo y la colocó en el suelo para que vaya con su asistente.—Por favor, pide un menú balanceado y si en el comedor hay ensalada con zanahoria, vigila que se las coma, ella necesita más vitamina A.— A las pequeñas peticiones, Shinso asintió y tomó con una mano la mochila de la pequeña.
—Si Aizawa-sensei.
—Gracias por el favor, en treinta minutos estaré allá.
Y con lo último dicho, Eri caminó aferrándose al pantalón del hermano mayor que había conocido. Al caminar por el vacío pasillo, Eri decidió confiar un poco en él por el gesto de la manzana, estaba dulce y crujiente que al mascar podía sentir el cosquilleo dulce de la fruta, eso la hizo feliz y se dio libertad de comenzar una conversación.
—¿Eres hijo de mi papá?— Soltó con suma inocencia mientras subia su rostro hacia el de cabellos morados. Aquella pregunta lo había descuadrado y detuvo el paso. Shinso miró a Eri y sabía que no era la primera vez que alguien le decía eso.
— Aunque no lo creas, no soy su hijo. Mi familia vive en otra perfectura pero los voy a visitar bastante seguido.
—Es una pena.— Comentó la peliblanca con un tono un tanto triste.
—¿Y por qué lo es?— Indagó curioso el pelimorado quien comenzó a andar de nuevo, ya que pensaba que el tema familiar se había cerrado.
—Es porque luego de conseguir mi plan de tener una mamá, buscaba alguien para que sea mi hermano mayor.
La ocurrencia de esa niña lo volvió a detener y ahora miraba con mucha curiosidad a la pequeña. A pesar que su rostro se mantuviera estoica, se dio el lujo de sonreír ante lo agradable e ingeniosa conversación que habían desarrollado, fue un punto importante para el inicio de una bella amistad entre la peliblanca y el cansado chico.
Aizawa estaba ligeramente feliz por haber calificado los exámenes y pasar las notas de mitad de semestre, la gran mayoría había hecho su mejor esfuerzo para estudiar, pero también uno que otro caso estaban perdidos, pero ese ya no era su problema. Recogió sus cosas y tomo la tabla de calificaciones de sus cursos para dejarlo a secretario y finalmente ir al comedor. Él también tenía hambre.
Al cabo de unos 15 minutos había entrado al lugar y trato de buscar con la mirada a su hija junto a su asistente, los halló relativamente rápido porque se encontraban en una mesa junto al ventanal. Se acercó hasta ellos unos cuantos metros de distancia, pero notó la sonrisa divertida que tenía Eri mientras hablaba con Shinso y este tenía sujetado con los palillos los pequeños trozos de zanahoria que la menor había dejado.
—Con magia esta zanahoria mala se volvera en una salchicha de pulpo— Su tono aburrido lo volvía más divertido para la pequeña quien comía gustosa el último pedazo que saboreo.— Ahora, dime que piensas hacer con estos carteles.
—Pensaba pegarlos por aquí, a escondidas de papá traje la cinta pegajosa y esta cosa con pinchos.— Shinso le corrigió diciendo que era cinta adhesiva y una grapadora.— Si! Y luego mi nueva mamá vera el anuncio y será muy amorosa y luego seremos famila y papá.
—¿Yo que tengo que ver?— Eri palideció y no quiso mirar atrás, pero lo hizo muy lentamente. La severa mirada de su padre estaba puesta sobre ella y pues no tuvo mas remedio que confesar. Pero el adulto dejó el tema para después y se sentó junto a ellos para también almorzar.— Gracias por cuidarla. ¿No te dio problemas?— Dijo a secas mientras separaba los palillos desechables.
—No fue nada, tampoco dio problemas— Dijo con satisfacción el pelimorado mientras recogía sus cosas. Pronto empezaría una de sus clases— Fue agradable sostener una conversación con su hija. Cuidese profesor, adiós Eri.— Brevemente, Shinso se despidió de la familia de 2 y partió del comedor al auditorio con unas nuevas ideas para el concurso de cuento corto.
Por otra parte, Eri miraba de reojo a su silencioso padre y estaba esperando el castigo, pero este solo suspiró y habló suavemente.
—Pensé que te habías olvidado de tu misión— Dijo señalando los 3 o 4 hojas con el anuncio mal escrito.
—Si, pero... pero de nuevo en la escuela va a ver un evento por el día de las madres. Pero Nejire-sensei me dijo que podía invitar a papá...— La pequeña estaba en un conflicto, a pesar que para su corta edad había comprendido el abandono de su madre biológica, alguien que no conoció, pero aún tenia esperanzas de experimentar el amor maternal si encontraba a otra una mamá. A pesar que solo necesitaba el amor de su papá, la añoranza estaba presente.
—Eri...—Llamó con dulzura a su hija, aunque él siempre tenía un comentario para cualquier ocasión, en su manual como padre soltero jamás mencionaba como tratar con un tema delicado.
—Por un día.— Eri miró con desición a su padre— Quiero encontrar a una nueva mamá por un día y nada más.— El adulto no supo que responder ante la propuesta de su hija, pero luego de pensarlo por un momento le dio una respuesta.
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Hola de nuevo, soy pésima dejando a las personas con la intriga pero no se preocupen, no van a esperar otro año para saber que le respondió Aizawa a Eri, y si les prometo, segurísimo que o esta misma semana o la siguiente saldra el capítulo.
Abriendo un espacio para comentar temas de paternidad. Desde mi punto de vista, Aizawa tiene que hacer un doble esfuerzo al momento de tratar temas delicados como el origen de Eri, aunque no en todos los casos, niños húerfanos o abandonados suelen estar curiosos por sus origenes. En el caso particular de Eri, ella más allá de saber sus origenes, quiere experimentar el anhelado amor de una madre y mantenerlo como un recuerdo sensorial, y si me baso en el libro de psicología del desarollo, parte de las experiencias en la infancia pueden marcar y moldear las futura personalidad de la persona al momento de llegar a la pubertad y luego comienza el camino del autoconocimiento cuando los seres humanos llegan a ser jovenes adultos.
Mucho texto, en fin, si quieren pueden opinar con toda libertad en este espacio de conversación sobre temas de crianza o de cualquier cosa que deseen acotar con respecto a la historia. Quiero como autora de este libro brindarles con toda seguridad que su opinión (siempre y cuando se exprese de manera respetuosa) será escuchada con el debido respeto que cada persona merece UwU
Y bueno, eso es todo, no se olviden de tomar agüita y cuidarse mucho.
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