Capítulo 10
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FUERTES DECLARACIONES
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La lluvia continuaba cayendo sobre la ciudad, y se podría decir que tres jóvenes de veinti-tantos cuidaban de una niña perdida. Según Izuku, o como lo suele llamar su amigo Katsuki. Deku. La niña es la hija de su profesor de literatura. Lo había llamado al único número que tenían disponible para ellos, pero no le contestó.
—Que fastidio, la tienda no es una guardería— Masculló el cenizo que tomaba de su taza de café amargo, Karin por su parte lo vio con una sonrisa burlesca.
—Claro que no lo es. Si lo fuera, ya te hubieran denunciado por maltrato infantil— Katsuki ya tenía una vena hinchada a un costado de su frente, Izuku solo temblaba por lo que pasaría y Karin, bueno ella solo reía- Desearía que rayito estuviera aquí-Dijo después de parar su risa.
—¿Kaminari-kun?—La castaña asintió—¿Cómo lo conoces?—Karin solo señaló al cenizo enfadado.
—No solo a rayito. También viene el Bakusquad completo, Izu— Habló la castaña mientras sacaba de su bolsillo el móvil y buscaba la foto—Mira, tomé esta foto en mi primer día de trabajo con el ogro— Izuku recibió el teléfono y era verdad, estaba el "Bakusquad" junto con la castaña.
Pero ambos que estaban encerrados en su propia burbuja, dejaron descuidado a una bomba con patas sosteniendo muy fuertemente su café caliente y con una expresión que al mismo diablo asustaría.
—Bastardos— Sus manos temblaban en cólera, pues lo que menos soportaba era que ignoraran su presencia. ¡Diablos! Él es Katsuki Bakugou, el maldito protagonista de la historia.
—¿Dijiste algo, rubia?— Habló Karin con desgano sin regresarle a ver—¡Oh! Mira esta—Regresó su atención al rol de canela con pecas. Eso fue su límite.
El rubio cenizo dejó su vaso sobre el mostrador con bastante fuerza que a ambos asustó. Por suerte, la pequeña volvió a dormir profundamente con el chocolate caliente. Katsuki tomó de la muñeca a la castaña de coleta y esta ya mostraba una cara de asustada.
Izuku iba a interponerse, aunque su amigo es bastante temperamental, gritón, histérico y todo lo demás. Él no iba a permitir que la castaña fuera lastimada frente a sus ojos, no si el puede darle un "smash" en toda la cara.
—Te rebajo el 20% de tu sueldo este mes— La chica abrió sus ojos y lo miró con molestia, estaba lista para liarse de hostias con él—Reclama y te descuento el 25%— La chica solo soltó un bufido y el rubio la soltó.
Para suerte de los tres el tono del programa de All Might sonaba por la tienda, y dos de ellos regresaron a ver al peliverde que buscaba desesperadamente su teléfono en el bolsillo y callarlo.
—Es un nerd— Comentó el aburrido Katsuki mientras continuaba bebiendo de su café.
—Raras veces tienes la razón— Secundó la chica que imitó a su amargado jefe.
Izuku por fin logró sacar el teléfono y no observó la pantalla para saber quien le llamaba, solo contestó.
—¡Sí!— Estaba súper nervioso y no sabía la razón.
—Hi! I'm Aizawa's friend—El pecoso alzó una ceja en confusión y decidió poner la llamada en modo de que ellos escucharan.
—Oh, Bu-bueno yo soy Midoriya Izuku y necesitaba hablar con Aizawa-sensei—Esperaba que el extranjero o lo que sea que fuera para su maestro le comprendiera.
—Oh my boy! Ahora está ocupado con algo— El pecoso miró a Karin y ella al cenizo que aunque no lo pareciera, si prestaba atención—Pero puedes decirme tu mensaje y se lo haré llegar— Karin hizo señas hacia la niña, el hombre no puede ser demasiado descuidado con su hija.
Y ahora la verdadera protagonista pensó que ese era un irresponsable, de todas formas si la pequeña Eri escapaba, era su plena responsabilidad como adulto y padre el velar por el bienestar. . . Se ha cabreado.
—Dame eso— Karin tomó el teléfono— Mire señor, ¡dígale a ese tal "Aizawa" que su hija está en la cafetería Twenty's en la calle X frente al parque!— Sin esperar alguna respuesta, la castaña cerró la llamada.
—¡Karin!— Izuku estaba exaltado por lo que la castaña provoco, ella no conocía a su maestro- Fue muy grosero de tu parte-Le regañó.
—Me vale un comino. Ese tipo es un completo imbécil por dejar a su hija bajo la lluvia y que corriera por las calles sin vigilancia, maldita sea—El rubio soltó una ligera carcajada al ver el rostro del pecoso, era un total poema.
—Esa es mi empleada— Dijo con total orgullo mientras entraba a la cocina para lavar las tres vacías tazas.
No había pasado más de 20 minutos desde la llamada y dos hombres abrían la puerta del local con fuerza. Karin fue la primera en levantarse al ver dos exaltados clientes un poco sudoroso.
—¿Dónde está Eri?— Habló el pelinegro desalineado, su cara reflejaba total preocupación y miró directamente el rostro enojado de la castaña.
—¿Pa...pi?— Eri se levantaba de las mantas mientras se sobaba un ojito.
—¡¡Eri-chan!!— El rubio pasó por delante de ambos y fue a tomar a la niña en brazos.
En la mente de Karin había dos cosas por hacer:
1. Golpea al sujeto frente tuyo.
2. Si son secuestradores, llama a la policía.
—¿Usted es su padre?— Dijo con hostilidad hacia el pelinegro, ella no le dejaría avanzar.
—Sí. Lo soy— Respondió enojado al no poder pasar— ¿Puede qui-— Las palabras quedaron en el aire y el fuerte sonido de una mano impactando su mejilla lo calló.
—Usted es un irresponsable por dejar a su hija a su libre albedrío— Aizawa solo posó su mano helada sobre su caliente mejilla, eso se iba a hinchar— ¡Ella casi es atropellada por un camión y usted bien gracias!— Tanto el pelinegro como el rubio que sostenía en brazos a Eri se sorprendieron y ambos regresaron a ver a la niña que se mantenía callada.
—Ka...Karin-neechan me salvó— Fue lo único que dijo, pues en el fondo no quería que los adultos pelearan—Por favor, perdóname papá— El hipear de la niña asustó a los presentes y Karin relajó su ceño y se preocupó.
El rubio solo caminó hasta donde su amigo junto a la niña, y posó su mano libre sobre su hombro. Esa era la señal de que debían marcharse, pero Hizashi no se quedó callado por solo ver a su amigo golpeado.
—Debería controlar su fuerza—Dijo con total desagrado hacia la castaña. Karin iba a responder, pues ella no dejaba que le hablaran así, lo que ella hizo fue lo justo. Pero como siempre, fue detenida por dos hombres.
—Perdón por esto, Aizawa-sensei—El peliverde solo extendió la ropa de la niña junto a sus zapatos mojados en una funda— Es de ella— Y sin más lo entregó al rubio, el pelinegro aún andaba en shock por lo que hubiera pasado con su pequeña.
—Perdone a mi... empleada—Katsuki retenía a la castaña y con su mano le tapaba la boca por si se le ocurría continuar hablando. Además él mismo contuvo el insulto hacia esos mayores solo por el mero respeto.
Ambos hombres se marcharon, y solo siendo el rubio el único en despedirse haciendo una pequeña reverencia con su cabeza. Finalmente, la puerta del local se cerró.
//No pude resistir no subir esto//
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Esto estuvo más denso de lo que pensé :v
(Ahre, que mi fanatismo de novela romántica mexicana se activó).
Mis queridas lectoras, supongo que deben de tener varias dudas acerca de como la prota, nuestra Karin, llega a conocer a algunos de los muchachos de BNHA y para responder esas preguntas, el próximo capítulo será un especial de entrevista.
//Deberán esperar por lo que continuará del trama por un tiempito, MUAHAHAHACOF COF//
Sin más que agregarle, me despido.
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