Pareciera como si había dormido una eternidad, lo más lindo que paso al despertar fue que lo primero que vio fue al amor de su vida; acarició levemente los cabellos azabaches de su pareja, quien abria levemente los ojos.

_hola..._ saludo con una sonrisa

_hola....¿dormiste bien?_ preguntó el pelirrojo siguiendo con las caricias en el cabello

_si...._ sonrió mientras cerraba unos momentos sus ojos_ ¿y tu?....¿no te desperté anoche?

_dormí excelente a tu lado_ sonrió mientras acariciaba su rostro_ y no, no me despertaste cariño

_¿y doni?_ preguntó un tanto preocupado_ no me digas que se quedó a dormir en el sillon

_no quizo separarse del telefóno_ suspiro_ esta demasiado preocupado como para cuidarse

_se que tu hermano y mi hermana se gustan, pero donatello debe estar bien para cuando Angela regrese

_lo se, bajemos a desayunar y le ordenaré que se vaya a dormir_ el pelirrojo se levanto

_dile que puede dormir en mi habitación o en la de Angela, como guste_ sonrió mientras veía la espalda desnuda de su pareja

_claro_ tomó su blusa del suelo y se la puso_ yo le diré, vete a la ducha yo prepararé el desayuno

_¿desayuno especial?_ pregunto con una sonrisa

_claro que si_

El pelirrojo se acercó al azabache besandólo, ambos cerraron los ojos disfrutando de aquel momento; al separarse ambos se miraron con una leve sonrisa.

_no temas....

Leonardo lo mirò con confusión, ¿a que se referia?. De pronto la habitación se pintó de negro completamente y leo estaba parado en medio; ya no había muebles, ni cama ni nada, miró hacia los lados tratando de encontrar a raphael en medio de esa locura.

Estaba asustado, todo lo que veía era de color negro nada cambiaba; angustíado, comenzó a llamar a raphael pero por más que gritaba no recibía respuesta.

_¡RAPHAEL! ¡DONI!_

un angustiante dolor se alojo en su pecho, respiraba con dificultad, no quería estar aqui.

De pronto, algunas imagenes aparecieron frente a el como hologramas; al tratar de tocarlas, estas desaparecían. Leo miraba con confusión aquellas imagenes, en donde se mostraban a el y Angela de jovenes. Jugando y divirtiendose.

_N~no_ un grito ahogado salio de su garganta.

En una de aquellas imagenes se mostraba el momento exacto del secuestro de Angela, toda la violencia y las amenazas que recibía la rubia eran una dura puñalada en el  pecho del azabache; de sus ojos caían demasiadas lagrimas, sentía como si alguien lo amarrara tan fuerte que el aire ya no transitaba por su cuerpo.

_¡P~porfavor!_ gritó cubriendóse los oídos, tratando de no escuchar los gritos de su hermana pidiendo ayuda_ ¡D~detente! ¡A~angela!

Encuentrame por favor, leonardo te necesito.....

_

¡T~te encontraré!_ gritó casi afonico y con dolor de cabeza_ ¡T~te lo prometo!

La imagen de Angela desapareció justo antes de que leonardo se diera cuenta que la habitación se inundaba, angustiado comenzó a mover sus brazos tratando de mantenerse a flote; miró hacia el lado derecho dandóse cuenta que de un agujero en la pared salía cada vez más agua, no podía mover muchos los brazos ya que le dolía.

De un momento a otro se empezo a formar un torbellino en el agúa arrastrando todo a su paso, leo trato de nadar con todas sus fuerzas, pero el torbellino cada vez más se acercaba a el hasta alcanzarlo.

_¡AHHHHH!

(...)

Despertó desorientado, ya ni siquiera recordaba como había terminado en su habitación; miró todo alrededor viendo como las cosas seguían en su lugar, habia sido un sueño......
Al tratar de levantarse, notó como unos brazos rodeaban su cintura; al quitar las sabanas de su piel se dio cuenta que raphael estaba a su lado, sonrió tiernamente mientras besaba levemente su frente.

Los brazos fuertes de raphael rodeaban su cintura mientras que el rostro del pelirrojo estaba en el cuello de leo; era demasiado relajante, el azabache se acomodó para poder dormir un poco más

🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢🐢

Había sonado el telefono un par de veces, pero solo eran falsas alarmas; donatello no se daria por vencido, tampoco los policías los habian llamado para darle indicios de Angela.

Casi no habia dormido, pero eso no le importaba. A pesar del sueño, el encontraría a Angela.

Continuara

NataliaMirandaSanche