Capítulo 9
Quedan tan solo unos días para la obra y el baile, Rachel ha estado más inquieta que nunca, Alan y yo intentamos distraerla lo más posible, pero, la verdad, no hemos sido de mucha ayuda. Y Max tampoco.
- ¡Rachel! – escuchamos a la distancia.
Los tres detenemos nuestra caminata hacia el salón de clases para voltear a la dirección de donde se originó la voz, dirección de donde Max se acerca corriendo.
- Hola Max – Rachel lo recibe con una sonrisa que no hace más que hacer que se me revuelva el estómago de una manera extraña que aún me tiene confundido.
- Hola. Bueno, como ya sabrás, el baile de otoño está cerca, y... – como por arte de magia saca una rosa de detrás de su espalda.
Rachel no puede evitar quedarse boquiabierta, y por un segundo a mí también me toma por sorpresa, pero retomo mi compostura antes de que lo noten. Luego continua hablando: - me preguntaba si irías conmigo
Rachel sonríe de oreja a oreja, veo que está a punto de contestar, pero se detiene de inmediato, se gira en nuestra dirección, ve a Alan, que le dirige una mirada de "te lanzaré a un pozo si dices que no", luego voltea hacía mí.
Le doy mi mejor sonrisa para demostrarle mi apoyo, aunque realmente no quiera. Y me da miedo creer que tal vez Alan tenga razón, porque algo en mi cabeza punza y me pide que impida lo que está por pasar, pero no puedo. Esto es lo que Rachel siempre quiso, no volveré a echarlo a perder.
- Si – responde finalmente.
Alan le entrega la rosa y se acerca para darle un abrazo. Y yo no puedo más que voltear a otro lado y mantener esa sonrisa que Rachel espera ver para saber que estoy feliz por ella, y realmente lo estoy, aunque no por la situación.
[...]
Ahora Rachel está más ansiosa de lo que ya estaba, casi imposible de controlar – gracias Max y bendita obra escolar -.
Llevamos más de dos horas llendo entre tiendas de vestidos y de trajes, zapatos y bolsas buscando que llevaremos ese día tan especial para todos – claro –.
Finalmente, decido tomarme un descanso, me siento en una banca que está afuera de la tienda de ropa donde Alan está ayudando a Rache a probarse algunos vestidos. Pasa por lo menos media hora más, hasta que Alan finalmente sale de la tienda. Para ese entonces yo ya me he comprado y devorado una hamburguesa de McDonalds, me he bebido un vaso de refresco y me he comido la mitad de un churro con chocolate.
Él se sienta a un lado de mí y se roba un trozo de mi churro antes de lanzarme una pregunta.
- Y... ¿cómo va todo?
Y lo único que puedo responder es:
- Tenías razón.
Ni siquiera tengo que aclarar a qué me refiero, su sonrisa se ensancha de inmediato, victoriosa.
- Te diría "te lo dije", pero creo que la aflicción de tu rostro revela que ya tuviste suficiente castigo por no haberme hecho caso desde el principio.
Paso las manos por mi rostro y cabello, frustrado.
- Oye, tranquilo, no todo está perdido – intenta reconfortarme poniendo una mano sobre mi hombro.
- Así, pues deberías empezar a hablar porque yo de verdad no veo la salida. ¿Has visto un puente cerca de aquí?
- Tranquilo, no es como si se fuera a casar con el chico.
- No, pero será la última oportunidad de Rachel de dar su primer beso antes de ... ¿antes de qué? – ya hasta había olvidado que Jared ya no estaba en la obra - De todas maneras, con o sin Jared, se nota que a Rachel le gusta Max. Si no, no hubiera aceptado ir con él al baile ¿o sí?
- Quien sabe, yo escuché que la invitación de Max no era la que estaba esperando – murmura.
- ¿Ahora de que estas hablando? – le pregunto, ahora más confundido que antes.
- Mira, tu hazme caso esta vez. Si hay algo que tienes ahora es una oportunidad, así que no la desaproveches o yo mismo me encargaré de que te lances por ese puente. ¿Entendiste?
- ¿Y si...? – intento preguntar, asustado - ¿Y si realmente no es así? ¿Y si termino por arruinarlo de nuevo, como lo hago siempre? ¿Cómo pasó con...? – no puedo terminar la frase porque, aparte de que mi garganta se ha cerrado, Alan no me deja.
- Oye, si quieres decir como sucedió con el idiota que te engendró, estás muy equivocado. Sabes que eso no es tu culpa, jamás lo ha sido, ni tuya, ni de tu madre. pero si realmente la quieres, no vas a desaprovecharlo, porque yo he visto la manera en que se tratan el uno al otro, cómo se cuidan, y créeme, sería una tontería simplemente dejarlo pasar por un poco de miedo. Así que espero que hayas elegido un buen traje porque no vas a faltar. ¿de acuerdo? Además, no quiero tener que empezar una pelea en la tienda por un reembolso que no tiene buenas excusas, ¿entendido?
Su último comentario me saca una sonrisa involuntaria.
- ¿Desde cuándo das consejos tan buenos y sabes que decir?
- Desde que instale Tumblr. – una risa se me escapa.
Me da una última palmada de aliento en la espalda antes de escuchar una voz tras de nosotros.
- Todo listo – anuncia Rachel tras de nosotros.
- ¿Elegiste el negro con encaje o el azul marino de manga larga? – pregunta Alan, apartándose totalmente de nuestro tema de conversación anterior.
- El negro.
- Siiii. – Rachel y yo reímos por el tono exagerado que utiliza Alan.
- Espera a verlo Zack, es hermoso. Tiene encaje floreado y una falda ancha que queda estupenda – su emoción es innegable, me gustaría más días como estos donde su alegría se desborda de sus ojos mientras habla.
- No puedo esperar a verlo. Aunque apuesto a que cualquiera se te ve hermoso.
Rachel se sonroja de inmediato y una sonrisilla surca sus labios antes de que Alan intervenga de nuevo.
- En internet vi unos pendientes increíbles de piedras azul oscuro...
Terminamos este alucinante día, lleno de reflexiones y vestidos con una película y un Alan a punto de vomitar por tantas palomitas que comió.
Parece que al final si fue un día productivo. Creí que eso de ir a pasar horas en tiendas para elegir ropa de una noche para un ridículo baile sería una pérdida de tiempo, pero parece que al final, al lado de este par, logré sacar algo bueno de todo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top