O7

Todoroki se despertó de nueva cuenta con la respiración agitada.

No como si tuviese una pesadilla horrible, sino más bien como si su subconsciente le hubiese despertado de golpe como cuando siente que ha dormido lo suficiente pero sospechosamente su alarma no ha sonado.

Aunque la alarma sí está sonando, así que la maldita tiene en parte culpa de haber sido interrumpido.

La razón detrás de esto es un sueño; bueno, más bien un recuerdo.

De él acariciando el rostro de Katsuki, tomándole delicadamente de la mejilla y pasando suavemente su pulgar por los labios del rubio; los ojos rubí le miran ante sus acciones mientras deja que le toque delicadamente la cara.

Eso hasta que se despertó, completamente desorientado. No era raro tener ese sueño, lo había tenido desde el día en el que rompió con Katsuki.

Se incorporó hasta sentarse, pasando el dedo en la pantalla táctil de su celular para silenciar la alarma de una vez. Se llevó la mano izquierda hacia su cabello, intentando encontrar una manera de tranquilizarse.

– Otra vez... – Murmuró, silenciosamente para sí mismo – El mismo sueño...

Había sido recurrente y normal desde su ruptura, Todoroki se sentía extraño porque fue la primera vez que le pasaba aquello, ya que ni cuando salía con chicas experimentó algo parecido.

Quizá porque ahora le cortó sin desaparecer primero sus sentimientos.

Porque la razón de su ruptura fue esa; que Uraraka le había pedido a Katsuki que le rompiese el corazón. Shouto no lo creía, Katsuki no sería capaz de hacerle eso, ¿o sí? Además, eso significaría que el rubio nunca sintió nada genuinamente por él.

Pero habían compartido cosas juntos, habían reído y hablado hasta de sus clases. Discutieron las comidas favoritas de ambos y Katsuki le cocinó dos o tres días. Le dio muchos besos y además... además se habían metido en la cama.

¿No significó nada para Katsuki? ¿Para su Kitkat?

Todoroki pensó que si ese sería el juego que jugaban, había lugar para un segundo jugador. Por eso se inventó todas esas tonterías sobre que ya estaba cumplido el trato y no sabe qué más. Porque Bakugou no sabía que él sabía lo que planeaba hacer.

Así que antes que todo pase, le terminó. Al mal paso darle prisa.

Pero no contó con que el terminar con Bakugou no desaparecería sus aun frescos sentimientos por él. No se imaginó estar repitiendo ese recuerdo una y otra vez como si fuera su castigo divino.

– No sé... – Volvió a hablar, bajito – Si podré resistir más...

Porque quería acercarse de nuevo. Decirle que todo fue un gran malentendido, que lo referente con Uraraka podían discutirlo –porque tampoco es como que lo vaya a dejar de lado– para llegar a un punto en común y decidir si lo que tenían era genuino y tenía futuro.

Saber realmente la posición de su exnovio respecto al tema de Uraraka y Yaoyorozu, ya que aunque la primera era su compañera de clases, sabía de sobra que con Momo no tenía una relación más allá de compartir un ensayo por semana en el garaje de Jirou.

– Katsuki... – Llamó suave, dejando que el aire se lleve sus palabras.

«Me voy a volver loco».

Eran aproximadamente 20 para las 7 cuando Todoroki recibió un mensaje de celular de Yaoyorozu.

Le pareció raro porque la chica no le hablaba por ahí desde que, bueno, desde que cortaron hace ya bastante tiempo. Solo habían intercambiado palabras el día en el que terminó con Katsuki y lo habían hecho de forma presencial.

Así que recibir un mensaje de ella era raro. Nunca fue del tipo que le ponía apodos –exceptuando a Kitkat– así que el nombre de su ex permanecía simplemente como Yaoyorozu solo que ahora sin mensajes, o sea, el chat en blanco.

Sí, porque le terminó por teléfono y no quería recordarse lo cabrón que fue ese día.

Todoroki se levantó rápidamente para cambiarse –por suerte hace rato se había bañado– y checó de nuevo su teléfono al recibir el sonido de mensaje nuevo, proveniente de Momo que le decía que se apurara porque la cita era a las siete.

Shouto miró la hora en la pantalla de su celular y se percató que faltaban 2 minutos para esa hora. Se puso los zapatos y salió casi corriendo hacia la cochera, tomando las llaves de su BMW y saliendo sin importarle el límite de velocidad ni los gritos de su familia.

Todavía le faltaba pasar a buscar a Yaoyorozu.

Solo esperaba que verlo una última vez, verlo feliz, fuese suficiente para dejarlo ir.

Spoiler: No lo fue.

Con el auto estacionado y su ex novia en el asiento del copiloto mensajeándose con Mina, Shouto no tenía más opción que mirar desde afuera cómo Katsuki estaba en compañía de Sero en una de las tantas mesitas que estaban esparcidas alrededor de los Food Truck.

Estaba recostado sobre el volante y procurando no accionar accidentalmente el claxon. Mirando desde su ventana frontal cómo los 2 chicos estaban hablando de forma tranquila y cómoda.

Yaoyorozu por su parte, estaba incómoda y molesta. Primero porque hace rato no estaba con Todoroki a solas y menos en su auto. Segundo porque tenía toque de queda y tenía miedo que el bicolor no le llevara a su casa antes de él.

Además, lo único que Todoroki había hecho era quejarse.

Cuando llegaron al sitio que Mina les dijo –la cual tuvo que mensajearse con Sero porque tampoco sabía mucho de la cita–, tanto Katsuki como Hanta ya estaban ahí. Todoroki apenas les vio, se empezó a quejar.

Ni siquiera es guapo y es de sociales. Yo tengo la cara y la carrera.

Solo le llevó una flor arrancada de algún jardín. Yo le hubiera dado un ramo de 50 tulipanes.

¿Le trajo a comer aquí? Yo hubiese reservado en un restaurante 5 estrellas.

Sin embargo, Katsuki se veía cómodo en el lugar. Comía de su orden de alitas mientras hablaba con Sero, la flor supuestamente arrancada la tenía a un lado de la mesa para no arruinarla.

– Por uno de sociales... – Volvió a quejarse el bicolor, como si estuviese hablando consigo mismo – Apuesto a que vinieron hasta aquí en taxi, o peor, caminando. Yo le hubiera traído en mi auto.

Yaoyorozu le miró por el rabillo del ojo con molestia antes de volver su vista al teléfono donde se encontraba mensajeando con Mina debido a la cita y también a los evidentes celos de Todoroki.

La verdad que solo estaba aquí porque por su culpa terminó provocando que el corazoncito de Bakugou se rompiera. ¿Pero ella que iba a saber que Todoroki le diría tremendas babosadas?

Estuvieron ahí sentados mucho más tiempo en lo que la cita terminaba de comer y beber; Momo tuvo que aguantarse porque ya le dolía el trasero y las piernas de tanto tiempo sentada, pero si salía, arruinaría el plan de Todoroki.

Cuando Sero y Bakugou se levantaron y pagaron la cuenta, ambos en el auto se pusieron rígidos. Gracias al ser de noche, los vidrios polarizados y tener todo apagado, cuando la pareja pasó a su lado no reconocieron ni el auto ni a las personas.

Pero si escucharon un poco de su plática.

– No tengo nada de eso, pero puedo poner un DVD ¿Qué dices?

– ¿DVD? ¿Qué no esas mierdas ya estaban extintas?

– Muchos dicen eso pero cuando el internet falla, mi DVD, mi videocasetera y mi estéreo nunca me han defraudado – Expresó Sero con orgullo – Amante de las antigüedades.

– Típico de sociales.

– No generalices.

Los 2 chicos continuaron hablando de cosas que ya no se alcanzaron a distinguir debido a la lejanía y los ruidos de fondo de otros automóviles. Yaoyorozu dio un vistazo rápido al piloto para saber qué era lo que estaba pensando.

– DVD... Un puto DVD... Si fuera yo.... – Masculló antes de tomar más fuerza en su tono – ¡Si fuera yo alquilaría la sala de cine VIP solo para nosotros 2!

– ¿Sabes? Me es grato escucharte quejarte sobre cómo mimarías a Bakugou-san y todo eso, considerando que por mí apenas y tenías tiempo para salir – Fue turno de la pelinegra de quejarse – Sin embargo, me veo en la obligación de preguntar si ya estás satisfecho.

– No – Dictaminó muy decidido el bicolor. Encendiendo el BMW para seguir a la pareja.

– Apartado 2.4.1: las consecuencias de la codependencia en un individuo emocionalmente inestable en cuanto a relaciones.

– Me está llevando la verga y tú sacando apartados para tu jodida tesis.

– Lo siento, lo siento – Se disculpó el pelinegro – Es solo que te dije que necesito avanzar antes de fin de semestre. Siento que me quedaré sin opciones. Eras mi único sujeto de prueba.

– Sí, tú también eres importante para mí – Dijo con sarcasmo.

Ambos se encontraban caminando hacia el departamento de Sero porque hubo la sugerencia de ver una película. En DVD, por favor, los discos de esas cosas estaban descontinuados desde ¿Qué? ¿El 2015? Katsuki no recuerda haber tenido contacto con uno en los últimos 6 años.

Lo único que quería era despejar su mente de chicos bicolores con tatuajes ridículos y una polla perforada. –¿Oh? ¿Olvidó decirlo? La razón por la que Todoroki no especificó dónde en el apartado de piercings era porque estaban ahí– Concentrarse en otra cosa.

– Fue duro lo que Todoroki te dijo, ¿Eh? – Sacó de nuevo el tema de conversación que habían tenido en los Food Trucks.

– Nunca me había sentido tan pisoteado. Mi orgullo, mi mente, mi cuerpo, todo estaba jodido.

– ¿Cuerpo? ¡No se vale! A mí nunca me dejaste cogerte – Berrinchó Sero con un puchero.

– ¡Por supuesto que no! No iba a dejar que cualquier imbécil me metiera su polla – Dijo – Además, él tiene un BMW y tú, droga; hay una diferencia entre eso.

– Cruel – Lloriqueó Hanta.

Bakugou soltó una leve risa ante el rumbo que estaba teniendo la conversación, surtiendo el efecto que esperaba, olvidarse por un momento del dolor que sentía por su anterior ruptura.

– Pero apuesto que yo puedo darte algo que él no – Declaró el pelinegro muy decidido.

– ¿Mota?

– ¡No! – Bakugou se rio de su ofensa. Sero carraspeó – Fue mi arma mortal cuando salía contigo, ¿Recuerdas? Siempre me salía con la mía con mi poderosísima técnica.

– No te atreverías, hijo de perra.

– Ah, pero si suicida es mi segundo nombre.

Sero se le tiró encima abrazándolo para que no pudiera escapar. Bakugou comenzó a gritonear entre risas porque ya sabía lo que el chico planeaba hacer.

Pegó su boca con sus cachetes inflados a su mejilla. No como un beso, sino como aquello que se hace en la panza de los bebés para hacerles reír y que suena como una flatulencia.

Eso mismo comenzó a hacer con la mejilla derecha de Katsuki mientras que este intentaba zafarse y alejarse entre risas por la situación y la sensación.

– ¡Basta! ¡Me llenas de baba, imbécil!

– ¡Ríndete ante mi poder supremo, Bakugou Katsuki! – Gritó antes de volver a hacer la misma acción con la mejilla izquierda pues el rubio había movido su cara.

– ¡Joder, apestas a María Juana! – Se quejó pero eso no detuvo sus risas.

O eso hasta que una mano se puso en medio de ambos, evitando que los labios de Sero tocasen sus cachetes y viceversa. Ambos se quedaron estáticos hasta que pudieron recomponerse y percatarse de lo que pasaba.

Frente a ellos, con la mano separando sus cuerpos, estaba Todoroki Shouto.

– Bien, ya lo viste, se ve perfectamente bien y que te ha superado. ¿Es suficiente para ti, Todoroki-san? Porque se hace tarde y necesito llegar a mi casa antes de mi toque de queda.

– Solo un poco más, por favor – Rogó.

– De acuerdo, pero serán solo unos minutos.

No fueron solo unos minutos. Todoroki siguió al paso de la pareja con la velocidad más baja en su vehículo. Nada disimulado que los estaba siguiendo. De hecho, Yaoyorozu puede decir que en un momento bajo la luz de una tienda, Sero los pudo haber visto.

Quizá por eso hizo lo que hizo.

Comenzó a bromear con Katsuki, le abrazó sorpresivamente y le sopló las mejillas como si fueran la barriguita de algún bebé, haciendo esos ruidos graciosos.

De hecho, Bakugou se rio. Pensó que lo mandaría a la mierda pero fuera de sus insultos carentes del enojo habitual, había una sonrisa satisfactoria y aliviada con la situación. Se veían como 2 niños jugando en un parque de diversiones.

Y la escena pudo haber quedado bonita, pudo haber tomado una foto para mandarle a Mina, de no ser porque su piloto se bajó del vehículo y caminaba hasta donde la pareja seguía en sus juegos a media calle.

Yaoyorozu observó con terror como su ex novio iba a cometer otra de sus estupideces casuales, cuando se atrevió a meter una mano entre ellos.

Ella se talló las sienes con desesperación ante: uno, porque lo que iba a pasar sería probablemente peor que drama de telenovela; y dos, ya había pasado su toque de queda y le iban a partir la jeta.



N/A: ¿Recuerdan cuando dije que sería solo un fanfic de 5 capítulos?
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

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