O5

Finalmente Mitsuki estaba satisfecha con el nivel de hombre que su hijo se había conseguido. La cena transcurrió relativamente tranquila lo que quedada y una vez las preguntas de la mujer fueron contestadas, el ambiente se volvió cálido incluyendo también a Masaru.

Al final, Katsuki durmió en su habitación y sus padres en la de invitados. Shouto tuvo que irse a su hogar -por asuntos que los adultos creían tabú de que los novios durmieran en el mismo lugar- y en la mañana había regresado para despedirse de la pareja.

Todoroki obtuvo un amplio conocimiento de la actitud de diversos padres debido a que ya había salido con algunas chicas y conocido a sus respectivos progenitores. Supuso que aunque Katsuki era un chico, la actitud de sus padres era bastante cercana a los de sus ex.

Mentir para quedar como el novio perfecto que toda madre quiere, no le fue difícil.

Katsuki le dio unos besuqueos antes de despedirse de él porque le había prometido a Uraraka ir con ella para terminar el proyecto que tenían juntos -sí, el mismo proyecto que anteriormente habían estado trabajando- ya que su fecha de entrega se aproximaba.

Así que Todoroki le alcanzó en su auto, le dio otros besos que fácilmente pasaban por pornográficos y se despidió no sin que antes el rubio le dijera que le veía en la noche para darle su premio por mentirle a Mitsuki.

La primera vez que sale con un chico desde su revelación gay y ya había conocido a los padres de este y muy pronto se lo cogería.

Era algo obvio que su destino es el éxito.

Estaba tan atontado hasta que su padre le envió un mensaje que le decía que necesitaba verlo en su lugar de trabajo ahora mismo. Shouto se imagina que algún papel semi-importante le había conseguido Enji en una serie no popular.

Ñe, al menos le servía para distraerse hasta la noche.

– Bakugou – Nada – ¡Bakugou! – Aun nada – ¡BAKUGOU!

– ¿Eh? ¿Qué mierda quieres?

– ¿Cómo que qué quiero? ¡He estado llamándote para preguntarte sobre nuestro segundo apartado! Estamos a punto de terminar y todo lo que hemos ahorrado de tiempo con nuestro trabajo avanzado se irá por el caño porque tú no pones de tu parte.

– Tch, no seas dramática.

– Has estado con la cabeza en las nubes todo este tiempo. ¿En qué tanto piensas?

Bakugou se quedó paralizado y los ojos muy abiertos. No podía decirle que estaba pensando en cómo sería hacer el sin respeto por primera vez, en cómo él y Todoroki iban a enrollarse en las sábanas hoy.

– En nada – Terminó diciendo.

– Es sobre Todoroki ¿No es así? Dime, ¿cómo va el plan de venganza? – Preguntó Uraraka en tono malicioso, ahora completamente interesada y dejando el proyecto de lado.

Bakugou le devolvió la mirada, sin cambiar su semblante de pánico. Había olvidado ese pequeño detalle. Él ya había planeado no llevarla a cabo pero, esa fue la razón por la cual Ochako le presentó a Shouto en primer lugar

– Genial.

– ¡Estupendo! ¡Sabía que podía contar contigo, Bakugou!

El rubio ignoró la emoción de la chica, optando por dejar el tema de lado y regresar al proyecto del cual ya habían avanzado suficiente.

No quería pensar en Todoroki por el momento, ni en lo que le esperaba en la noche y menos en el plan de venganza que Uraraka quería que hiciera.

– Como sea, volvamos al trabajo. Tengo algo que hacer más tarde.

– Me parece bien, hay que aclarar el segundo apartado para que sea más entendible.

Cuando Todoroki llega para cenar esa noche en su departamento, Bakugou se encuentra nervioso. Tanto por el hecho de que es su primera vez así como por la plática con Uraraka antes.

Ambos comen de la deliciosa cena que preparó Katsuki, haciendo uno que otro comentario para aligerar el ambiente. Esta noche era diferente, podría decirse que hasta especial aunque solo tuvieran como menos de un mes de conocerse.

Bakugou hasta se había puesto los calzoncillos más decentes y bonitos que encontró.

Terminada la comida, los platos lavados y ya ningún impedimento para continuar, Todoroki no perdió el tiempo empezando unos besos suaves labios con labios.

Un abrazo, caricias leves, roce de labios y miradas a los ojos intensas. Bien, Bakugou podía manejar eso. Dejó que Shouto le guiara en un pequeño vals por su apartamento hasta que llegaron a su habitación.

Ahí, lentamente cayeron contra el colchón mientras que Todoroki dejó sus labios para darle besos a todo su rostro en un intento por relajarlo antes del acto principal.

Lo cual si funcionaba aunque la mente de Katsuki estuviese más concentrada en la maldita plática de Uraraka y la idea de que le rompiera el corazón al bicolor solo porque este se lo rompió a Yaoyorozu.

Por favor, ¿Romperle el corazón? Si el bastardo ese iba a romperle pero el culo.

– Todoroki... – Logró murmurar cuando el chico dejó su rostro para pasar a su cuello. El punto débil de Katsuki.

– ¿Hmn? – Hizo el sonido con la boca, para indicarle que le estaba oyendo. Sin embargo, no detuvo sus acciones, volviendo loco al rubio.

– Todoroki... – Intentó de nuevo.

Ahora ni el sonido ese hubo, sus palabras se las llevó el aire porque el mencionado estaba más al tanto de comerle su cuello que de su alrededor.

– To... do... – Esta vez ni pudo terminar la palabra, el chico se colocó entre sus piernas y aun así vestidos comenzó a moverse simulando penetraciones, rozando sus entrepiernas aun con la ropa puesta.

La sensación de fricción y su garganta siendo comida a besos, mordidas, chupones y lamidas, hizo que Bakugou pusiera los ojos en blanco ante el placer y dejando su mente vacía.

«Al diablo con cara redonda»

Segundo día y Bakugou seguía estando en las nubes, ahora un poco más obvio que antes. Uraraka claramente no puede decir que lo conoce mejor que nadie porque son "amigos" desde hace más de 2 años, pero ha aprendido mucho de Bakugou en ese tiempo.

Lo suficiente para saber que la actitud del rubio era completamente distinta pero conocida. Solo le pasaba cuando tenía una cita con un chico guapo y este le comía a besos. No hubo que pensarlo mucho.

– ¿Qué tal tu día ayer?

Largo – Dijo soñadoramente.

– ¿Qué?

– Quiero decir duro... Es decir bien, estuvo bien – Terminó diciendo Katsuki una vez bajó de su burbuja soñadora. No quería ser tan obvio.

– Sí, ya veo. Muchas cosas que hacer en la noche, ¿No es así?

– Bueno y a ti qué te importa, bruja 2. Ni que fueras mi madre. Bastante tengo con una vieja jodiéndome la vida, no necesito a otra.

– Oye, yo solo preguntaba porque necesitamos terminar con este proyecto si queremos empezar con los 2 ensayos que nos faltan. Te recuerdo que eres tú quien siempre se anda quejando de no querer escribir durante los exámenes porque se distrae.

– Tch.

Ciertamente no era que disfrutaran al máximo estar juntos, pero se toleraban y trabajaban bien como un equipo; una vez en la universidad las cosas se trataban de seguir adelante y destacar como fuese posible, apoyándose unos a los otros para subir.

Eso era lo que Uraraka y Bakugou hacían.

– ¿Terminarás con Todoroki antes de los exámenes?

– Mmn...

Katsuki sabía que la chica no lo hacía solo por fastidiar, aunque eso venía como un plus. Ella le preguntaba porque Bakugou tenía una regla y era no tener novio durante los exámenes finales para no distraerse.

Antes no había tenido ningún problema porque terminaba y salía, terminaba y salía, como de 2 a 3 días con un chico nuevo. Pero ahora que está con Todoroki no quiere terminarle, ni porque Uraraka quiera que le rompa el corazón, como ni por sus exámenes.

¿Pero cómo explicaba que necesitaba tiempo para sus exámenes?

Bah, tonterías. Todoroki entendería, igual estaría en finales, aunque no sabe muy bien de qué serían los exámenes en actuación. No se imaginaba a su novio decirle "reprobé la caminata con una explosión detrás de mío".

¿Eso sería una materia? Tal vez le preguntaría cuando le viera.

– ¡Bakugou!

– ¡¿Qué quieres, cara redonda?! ¡Me has estado gritando desde que llegamos! ¡¿Qué no te cansas?!

Uraraka se aguantó decirle que esa pregunta era un poco hipócrita viniendo de su parte.

– Yo no soy quien tiene la voz ronca – Contraatacó – Estaba llamándote porque necesito tu opinión en esta parte; te conozco de perfeccionista y no quiero quejas cuando lo acabemos.

– Está bien, dame eso – Y le arrebató la laptop.

– ¿Qué pasó con tu madre?

– Bueno, tuvimos una cena y una plática con Shouto, creo que finalmente lo conseguí. Al fin la tengo contenta

– ¿Seguro?

– Sí.

– ¿Y qué hay de ti? ¿Te sientes contento? – No obtuvo contestación – Eres un adulto ya, Bakugou ¿Por qué es tan importante lo que piensa tu madre?

– Es que... siempre encuentra fallas en todo lo que hago, simplemente no puedo complacerla.

– Bien, déjame hacerte unas pruebas. No debería ya que aún no estoy titulado pero tengo el diplomado del curso y la certificación de varios maestros.

– Ah, felicidades, creo.

– Gracias – Sero metió las manos en su bolso mientras buscaba unos cartoncillos – Quiero aplicar un examen de Rorschach en ti. Tengo aquí unos cartones entintados, te los mostraré y tú me dirás lo primero que veas, ¿De acuerdo?

– Sí.

– Bien, comencemos con este – El pelinegro le mostró el cartoncillo. Bakugou inmediatamente asoció la imagen con lo primero que se le vino a la mente.

– Veo un precioso traje de novio blanco, estilo veraniego con corbata de moño.

– ¿Un traje blanco en la tinta negra?

– Sí, es que es el negativo. ¿Entiendes? El negativo del negro es el blanco.

Sero estaba confundido. Los problemas de su exnovio daban para una tesis de licenciatura, otra de maestría y una más de doctorado. Con 2 volúmenes cada uno.

– Ok, creo no necesito seguir con este examen – Guardó sus demás cartoncillos de donde los sacó – En cambio podemos intentar con asociación de palabras.

– ¿Qué es eso?

– Yo te digo una palabra y tú me dices lo primero que pienses. ¿Bien?

– Supongo.

– Entonces... Hombre.

– Esposo.

– Bolígrafo.

– Matrimonio civil.

– ¿Pescado?

– O pollo.

– Eh... ¿China?

– Vajilla.

Sero hizo una pausa de varios segundos mientras repasaba lo que diría a continuación.

– ¿Aceptas ideas además del matrimonio?

– ¡Acepto!

Bien, hasta un idiota podría darse cuenta de qué es lo que le pasaba a ese rubio. Quería ser independiente y autosuficiente pero la sombra de su madre le perseguiría toda su vida.

– Evidentemente estás obsesionado.

– ¿Con qué? – Hanta no esperaba que preguntara algo así. No podía hacerse el tonto.

– Escucha, Bakugou, voy a decirte esto como ex, amigo y futuro psicólogo; no necesitas un hombre, necesitas confianza. Y si no trabajas en eso terminarás en una relación enfermiza y codependiente.

– Tengo confianza.

– No del tipo del que hablo – Sero tomó una larga respiración antes de hablar – ¿No ves la conexión? Tienes una crisis con tu madre y saltas al matrimonio.

– Espera... ¿Estás diciendo que me quiero casar con mi madre? ¡Porque si es así voy a comprar un boleto hacia USA y me largo!

– No te precipites, lo que digo es que el matrimonio es la mejor expresión de aceptación y afecto, es eso lo que quieres de tu madre y por eso andas buscando algún hombre que la complazca. Eso también es tema aparte, porque como el único hombre capaz de complacerla es tu padre, entonces inconscientemente buscas a hombres como él.

– ¡¿Ahora dices que me quiero casar con mi padre?!

– Mira, es común que idealices a los hombres de tu vida, esperando encontrar a alguien que sea tan perfecto como tu padre.

– Ay sí, tienes razón. Un sujeto torpe, miope y masoquista que se deja mangonear con facilidad no cae del cielo – Dijo con ironía.

– Eso es lo que tú crees, ¿pero no me dices que estás saliendo con Todoroki?

– Sí, ¿Y qué?

– Nada, nada – Sero terminó dejando las cosas por la paz – Bueno, gracias por la plática, ya tengo los datos que me faltaban para terminar este capítulo. Nos vemos la siguiente semana o un día que no esté en uno de mis viajes – Se despidió.

Bakugou vio a su exnovio salir de la cafetería donde se habían citado. Ese bastardo, usándolo como conejillo de indias para una tesis de la que Bakugou no sabía si sentirse halagado o no.

– Pff, estúpido drogadicto, diciendo que me gusta Todoroki porque se parece a mi padre. Cómo si él fuera un torpe, masoquista, miope que se deja mangonear...

Se detuvo en su charla consigo mismo.

– No, no, estoy exagerando, no es posible.

Sintió unos toquecitos en su hombro, por lo que se giró para ver de quién se trataba. Era del rey de roma, Todoroki.

– Hola, kitkat, ¿Llego tarde?

Pero su pregunta no recibió contestación porque el rubio se había quedado atónito cuando vio que tenía sus lentes de descanso.

Le llevaba la verga.




N/A: Gracias a Melissa Todoroki en Facebook por crear tan bonito dibujo de la multimedia 🥺

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top