CAP 15: [¿QUÉ ERES REALMENTE?]
Thathu estaba ansioso por algo...sus hijos...no estaba nervioso, pero su emoción era palpable para todos los presentes.
El peliazul miró a 049 en una camilla, con su barriga hinchada y acariciándola con dulzura.
Continuó con observar a Kama, exactamente igual que la médico de la plaga, el escenario se repitió con 173 y Mía...solo faltaba 682 y 999.
SCP-682: ¿Aún tardarán mucho? - aburrida, se acostó en el suelo, viendo por el rabillo del ojo...o mejor dicho, ojos, a Thathu -
Ella no había quedado embarazada...sorprendentemente, además, después de pensarlo mucho, descubrió que solo le gustaba el acto de fornicar, más no el de criar, por lo que se quedó así.
SCP-999: ¡YEEII! ¡HABRÁ NIÑOS POR AQUÍ, DANDO ALEGRÍA A TODOS! - sus ojos brillaron, estaba incluso más emocionada que las embarazadas -
En su caso...simplemente el tener hijos no era algo que comprendiera, por lo que no tendría caso...y pues, tampoco tiene órganos reproductivos como tal, así que sería inútil.
THATHU: No debe faltar mucho - sonrió ampliamente, luego de que vio como Kama tuvo un espasmo -
El ritmo cardiaco de la galvan había aumentado, por lo que la mayoría del personal de la fundación en la sala se dirigió a ella para apoyarla...había entrado en labor de parto.
Fueron horas, tal vez, pero finalmente, los llantos de varios bebés llenaban la habitación...los hijos de Thathu habían nacido.
THATHU: ...Bienvenidos al mundo...niños - miró a cada uno de sus bebés, en cunas frente a él, las ex embarazadas descansaban luego de tan intensa labor -
Los menores rieron alegremente, viendo a su progenitor, al que pronto se unieron 682 y 999, aquellos críos continuaron riendo, levantando sus pequeñas manos para alcanzarlas.
999 no se resistió y se convirtió en un gran charco, rodeando a los pequeños y haciéndoles cosquillas, con cuidado de no hacerles daño, riendo junto a ellos.
682 tan solo se limitó a verlos, entre aburrida e intrigada.
Uno de los niños, con cabello verdoso, la observó, alzando sus manos para intentar llegar a ella.
SCP-682: ¿Mmm? ¿Qué quieres niño? - se inclinó un poco para verlo, hasta que sorpresivamente el pequeño tomó la punta de su hocico -
Una sensación extraña recorrió el cuerpo de la hembra...el instinto maternal, se quedó quieta varios segundos, y luego solo sonrió, como solo lo hacía con Thathu.
La vida de cada una de ellas...estaba por mejorar.
El infinito vacío, la oscuridad absoluta era casi todo lo que había, las estrellas se habían apagado hace mucho, mucho tiempo.
Thathu estaba parado frente a una fila de tumbas, detrás de ellas, había muchas otras, él recordaba a cada usuario en estas mismas.
No sabe como es que esto sucede...
Tuvo una larga existencia feliz, tuvo varios hijos, muchos nietos y un largo etcétera, ninguno nació con habilidades similares a las de él.
Sus pequeños crecieron tan rápido a sus ojos...ellas se fueron igual de rápido...y continuó su descendencia, luego los hijos de sus hijos, y así sucesivamente.
Las cosas fueron mejor desde que tuvo aquella cita con SCP-682...recordaba perfectamente lo hermosa que se veía en ese vestido.
???: ¿Cariño? - una voz sonó detrás de él, por lo que volteó su cabeza, con una sonrisa triste y derrotada -
THATHU: ¿Sí? - miró a 682, que no podía evitar verlo con casi las mismas emociones, estaba destrozada tras la pérdida de aquellos que consideraba sus hijos -
SCP-682: Creo...que es hora - se acercó a él, tomando su mano, como si le diera fuerzas -
Alguien abrazó al peliazul por la espalda, no siento otra que la gelatina, SCP-999.
SCP-999: ¡TE VOY A EXTRAÑAR MUCHÍSIMO! - lloró un poco, se quedaría sola...bueno, con 682 -
THATHU: ...No...no lo harás, sabes lo que pasará - se movió un poco para poder acariciar la gelatinosa espalda de la chica -
SCP-682: ...Suerte...y más te vale ~snif~ e-enamorarme ot-otra vez ~snif~ - contuvo las lágrimas, amenazando constantemente con salir y hacer de su rostro un desastre -
THATHU: Mjm, lo haré, lo prometo - acarició su mejilla con la de la lagarto -
SCP-999: ¿¡Y YO QUÉ!? - hizo un puchero adorable...incluso después de ver como sus amigas y esos pequeñines morían...mantenía su actitud positiva -
THATHU: ¡CLARO! - cerró los ojos y envolvió a ambas SCP en un fuerte abrazo -
Ansiaba verlas de nuevo, ver a Kama, ver a Mía tratando de hablarle, 173 poniéndose celosa, 049 tratando de simular su obsesión por él...extrañaba a sus hijos... quería oírlos decir 'Papá' una vez más.
Podría tan solo traerlos a todos a la vida nuevamente, y hacer que no pudieran morir...pero eso significaría alterar un ciclo...además que traerlos de vuelta no significa que seguirían siendo los mismos.
Además, Thathu no era de aquellos que intervenía en la vida del resto para hacerlos eternos...682 y 999 eran inmortales naturalmente, sin su intervención.
Siempre intentó de todo para salvarlas, a sus hermosas SCP, y a sus preciosos hijos...alteró ese mismo orden con tal de tenerlos de vuelta, pero no servía...no quería darle vidas miserables a los seres más importantes para él, sabía perfectamente lo que conlleva vivir eternamente.
Era tan egoísta porque no los dejaba descansar en paz, un monstruo como él haría cosas malas para satisfacer sus deseos...deseos que deberían ser irrelevantes para alguien así.
SCP- 682 y SCP-999 comenzaron a desvanecerse, como si lentamente dejaran de existir, ellas no lo sentían, y no importaba.
No solo ellas se desvanecían, todo lo estaba haciendo, la existencia misma también se deshacía.
Nuevamente, quedó en un vacío, ni siquiera había colores, y sería imposible describirlo como mortales, simplemente no había nada ahí.
Thathu suspiró, poniendo su mejor sonrisa, animado de lo que sucedería, y desapareció en un destello azul.
Apareció en una habitación, con una mesa y sillas de colores azules, con una textura como la del cuarzo, no pudo evitar una sonrisa más amplia cuando vio a cierta cíclope, asustada de que él haya aparecido tan repentinamente.
THATHU: ¡HO HO, SALUDOS! - la saludó alegremente, verla otra vez era magnífico -
KAMA: ¿¡QUI-QUIÉN ERES!? - asustada, se ocultó tras la silla -
Thathu: Ohh, me disculpo por eso, soy Thathu, el del cartel - aunque no quisiera, una sonrisa dulce se plasmó en su rostro. -
Kama lo miró en shock, parecía estar pensando en ciertas cosas, hasta que un leve rubor apareció en su bella cara.
THATHU: ¿Qué pasa? Vamos, sé que vienen hacer esas preguntas, así que ¡HAGAMOS ESTO!
Fin
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