Love Letter

Risas, besos robados y algunos golpes se escuchaban en la sala de estar de una casa.

Dos novios eran los causantes de esos delitos.

—¡Scourge para ya! —le pedía entre risas el más joven.

Su novio le mantenía preso en el piso mientras le aplicaba una muy sofisticada tortura.

—Dejemos de lado la tarea, podemos hacerla otro día. Mejor dame unos besos que me has hecho mucha falta —le pedía haciéndole cosquillas.

Manic se removía entre risas; odiaba que su novio supiera su mayor debilidad.

—¡Sabes que no podemos hacerlo! —le dijo llorando de la risa.

Scourge se detuvo mientras se reía de su novio que tenía los flequillos alborotados por todo el rostro.

—Solo haremos una parte y el resto mañana —negoció juguetón acercándose a su rostro.

—Scourge —le regañó mientras le veía con recriminación.

—Espera... ¿Me estás diciendo que quieres más cosquillas? —le amenazó de nuevo.

—¡No! —con sus manos alejó las de su novio—. ¡Está bien tú ganas, solo por hoy!

Scourge festejó.

—Nadie puede resistirse a mi tortura —comentó victorioso.

Manic se incorporó hasta quedar sentado; tomó una almohada de los sillones y se la tiró en la cara.

—¡Solo yo puedo amor! —le gritó riéndose.

Dejando de lado los juegos, volvieron a hacer la tarea. Tenían que presentar un ensayo en pareja por lo que requerían de leer mucho y utilizar bastante papel...

Scourge odiaba esos dos requisitos de la tarea. Pero allí le surgió una maravillosa idea.

—Comienza resaltando lo más importante —le decía Manic mientras leía otras hojas.

Entre protestas, obedeció, pero no iba a hacer lo que su novio le había pedido. Cogió la hoja para simular que escribía sobre ella. Sonreía y por momentos observaba a su querido novio.

Manic no le prestó mucha atención, más bien quería acabar esa tediosa tarea. Pero, le parecía algo raro que su novio le viera y se riera solo. A juzgar por su comportamiento, sabía que Scourge no estaba haciendo lo que le pidió.

—¿Y ahora qué te causa gracia? —le dijo viéndolo.

—Nada. Solo admiraba algo... —medio respondió doblando la hoja.

Manic le vio acusador.

—Scourge —le volvió a llamar.

Como respuesta vio que una hoja se acercó hasta él. Y su novio desviaba la mirada.

—¿Qué es esto? —le preguntó tomándola para leer.

"Manic...
Mi Manic...
Solo mío y de mí.
«Porque si alguien más dice que eres suyo, meto navaja y salen tripas»
Me gusta tanto verte... Con tu rostro cautivado por esa estúpida tarea. Tienes unos hermosos ojos que me recuerdan al café matutino, el que me da energía. Pues eres tú quien me hace querer levantarme todos los días.
Tu sonrisa... Desearía poder dibujarla para admirarla todo el día si fuera posible, esa sonrisa que me roba el sueño.
Tu risa, que provoca tiernos sentimientos en mí...
Tus manos, que al tomarlas me devuelven la vida...
Tu personalidad tan irrefutable, tan cálida, tan tuya... Quiero tenerte siempre conmigo.
Mi adorado Manic no sabes cuánto te extraño cuando pasamos separados por tanto tiempo.
Deja la estúpida tarea; déjame besarte y abrazarte".

Manic se volvió a reír torpemente mientras negaba.

—¿No piensas renunciar?

—Tenía que probar otros métodos de negociación —dijo relajado mientras sonreía.

—¡Ven aquí idiota! —se lanzó a sus brazos mientras lo besaba.

Después de todo, no había mucho problema si reprobaban una vez.

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