Capítulo 19: La Historia de la Familia Lends
Nick no sabía si contarle o no a sus amigos lo ocurrido, así que se limitó a decir que le había dolido la cabeza y omitió los demás detalles.
Después de mucha insistencia, logró convencer a la señora Pomfrey de que lo dejara ir a ver el partido de quidditch. Era un partido importante, Gryffindor contra Slytherin.
—Si Gryffindor gana estaremos en primer lugar, y entonces tendremos que rezar para que Ravenclaw pierda contra Hufflepuff.
Nick les había dado lata con el partido durante todo el camino hacia el campo de quidditch. Le gustaba el quidditch, el hecho de montar en una escoba y surcar los cielos persiguiendo pelotas lo había emocionado desde la primera vez que había oído hablar de aquel deporte. Además, era Gryffindor contra Slytherin, lo llenaba de satisfacción la posibilidad de vencer a Slytherin en algo. Pero la verdadera razón por la que todo el tiempo estaba hablando de quidditch era para apartar de su cabeza lo sucedido aquella mañana.
—¿Se imaginan la cara de los de Slytherin cuando el equipo de Gryffindor levante la Copa?—añadió Marcus emocionado.
Aquella tarde las gradas estaban llenas. A un lado, una multitud eufórica, donde predominaban el escarlata y el dorado, gritaba para animar al equipo de Gryffindor. En el otro lado, los de Slytherin lucían prendas verdes y plateadas, y contrarrestaban los gritos de los seguidores de Gryffindor con alaridos aún más fuertes.
Cuando ambos equipos estuvieron en el campo, un hombre alto, de cabello oscuro, ojos verdes y unas gafas redondas llegó y se posicionó entre ellos. Era el profesor que les había estado enseñando vuelo a los de primer año, y también era el árbitro de los partidos que se habían celebrado anteriormente, era Harry Potter.
—¿Es verdad que es considerado el jugador de quidditch más joven de la historia?—preguntó Angelina.
—Eso dicen. Lo que sí sé es que es el mejor buscador de los últimos tiempos—afirmó Marcus con total admiración—. Lástima que al terminar sus estudios dejó de jugar, pero estoy seguro de que hubiera sido un miembro honorable de la selección iglesia. Eso dice mi madre.
El árbitro pidió a ambos capitanes que se saludaran. Patty Cornwell, la capitana de Slytherin le dio la mano a Bruno Hudge, el hermano de Angelina, que era el capitán de Gryffindor. La chica lo miró con aire despectivo y luego susurró algo que se escuchó como «Los vamos a aplastar»
Ante el silbato del árbitro, los jugadores montaron en sus escobas y emprendieron el vuelo hacia sus respectivas posiciones.
—Muy buenas tardes, Hogwarts—se escuchó la voz del narrador. Era Gary Cahil, Nick lo había visto en algunas ocasiones con unos chicos de sexto—. Comienza el partido, sin duda uno de los más esperados de la temporada, un clásico entre Gryffindor y Slytherin. Los de rojo tienen la quaffle, Albert James se la pasa a Lucas Bornes. Lucas es el nuevo fichaje del equipo de Gryffindor, y parece que el capitán Hugo no se ha equivocado al escogerlo, ese muchacho se mueve como una bala. Oh, esa bludger de Diego Anderson le hizo soltar la pelota y ahora es Betty Heidler quien la tiene. Slytherin con la quaffle, Betty Heidler se la pasa a su compañera y capitana, Patty Cornwell. La chica se acerca a los aros, se prepara para disparar y... Gran parada de Bruno Hudge, ese pelirrojo sí sabe de qué va esto.
—¡Sí!—exclamó Angelina en apoyo a su hermano.
»En las alturas vemos a las dos buscadoras. Lily Potter por los rojos, defendiendo el legado de su padre, y Jessica Jones por los verdes. Jessica se ha mostrado implacable a lo largo de su carrera como buscadora, pero si hay alguien que ha sabido controlarla es Lily Potter, se puede decir que es su talón de Aquiles. Martha Blázquez y Vanessa Martin unen sus fuerzas para mandarle una bludger a Jack Bones, quien suelta la quaffle y la deja caer justo en las manos de Daniel Stan. Gryffindor en posesión de la quaffle, Stan esquiva una bludger y le pasa la quaffle a su compañero, Lucas Bornes. Bornes con la quaffle, se dirige a los aros. Los cazadores de Slytherin lo siguen de cerca, Patty Cornwell, Betty Heidler y Jack Bones persiguen al chico a toda velocidad. Auch, eso debió doler Patty. La bludger de Vanessa Martin golpeó a Patty Cornwell justo en la nariz, nada que la señora Pomfrey no pueda arreglar. Tras un pequeño retraso, Lucas Bornes se prepara para lanzar, pero una bludger lo alcanza y deja caer la quaffle. Ahí está Albert James, recupera la quaffle, se prepara, lanza la pelota y anota. ¡Era hacia el otro lado, Mack Rouch! Gana Gryffindor diez a cero. Slytherin tiene la quaffle ahora. Jack Bones avanza con la quaffle, pero esperen, ¿qué es lo que ven mis ojos? Parece que las buscadoras han visto la snitch, y ahora avanzan a toda velocidad persiguiendo a la pequeña pelota dorada. Punto para Slytherin, gran lanzamiento de Jack Bones, ahora Gryff... ¡Fin del partido! ¡Qué inesperado! ¡Lily Potter ha cogido la snitch! Gryffindor ha ganado ciento sesenta a diez. ¡Qué orgulloso debe estar papi! ¿No es así, señor Potter?
Abajo, en el campo, Harry Potter asintió con orgullo. El partido terminó, y los gritos de los seguidores de Gryffindor inundaron el campo mientras los jugadores descendían al suelo. Gryffindor había ganado, lo que los ponía en el primer puesto, con setecientos veinte puntos. Slytherin había quedado segundo, con Seiscientos noventa; Ravenclaw estaba en tercer lugar, con quinientos noventa; y Hufflepuff en el cuarto puesto, con cuatrocientos cincuenta puntos. Si Ravenclaw ganara en el siguiente partido contra Hufflepuff, se colocaría en primer lugar, pero si perdiera, entonces Gryffindor se mantendría en el primer puesto.
—¡Vaya partido! —exclamó Angelina mientras bajaban de las gradas.
—Seguro—afirmó Nick—. ¿Viste esa parada de tu hermano? Yo hubiese jurado que se lanzaría hacia la derecha, pero ahí estaba él para controlar la situación.
—Sí, él está en el equipo desde segundo año, así que tiene mucha experiencia en esto del quidditch.
—Gryffindor ha ganado la Copa de quidditch los últimos diez años consecutivos—anunció Marcus—. Y no vamos a perder esa racha positiva, estoy seguro de que Ravenclaw va a perder.
—Chicos, no quisiera ser aguafiestas—interrumpió Sasha. Los demás la miraron, sabiendo que nada bueno vendría después de aquellas palabras—, pero con todo esto no he tenido tiempo de contarles algo muy importante.
—¿Qué pasa?—preguntó Angelina intrigada.
—Esta mañana he ido a la biblioteca en busca de información...
—¿Información sobre qué?—la interrumpió Nick.
—Sobre la profesora Lends—continuó diciendo la chica—. George dijo que ella buscaba algo que le pertenecía a su familia, así que fui a la biblioteca y busqué el apellido Lends en Brujas y Magos Famosos, Reliquias y Tesoros familiares y Familias Poderosas en el Mundo de la Magia. Los tres libros coinciden en lo mismo. La familia Lends fue durante muchos años poseedora de un collar de piedras preciosas que pasó de generación en generación, se dice que este collar le brinda cierto poder a quien lo usa.
—¿Qué clase de poder?—la interrumpió otra vez Nick.
—No lo sé, pero en los libros dice que gracias a este collar la familia Lends logró conquistar innumerables tierras y ganar gran respeto en la sociedad de los magos. En 1870, Graciela Lends se dio cuenta de que el verdadero poder del collar era someter a los que estaban alrededor de quien lo usaba, como la maldición imperius, pero cien veces más poderoso.
En este punto, todos miraban a Sasha con curiosidad.
»Una noche, mientras su madre dormía, Graciela robó el collar y lo intentó destruir, haciendo que las piedras que lo formaban quedaran separadas. Esa noche Graciela escapó de su casa llevándose con ella una de las piedras del collar, para que así su familia jamás volviera a someter a nadie. Durante años, los padres de Graciela la buscaron para tratar de reparar el collar, pero nunca la encontraron, ni tampoco a la pieza perdida. Los otros fragmentos siguieron pasando de generación en generación, pero ya sin el poder que antes poseían. Actualmente se desconoce el paradero de esa piedra perdida.
—¿Crees que es eso lo que la profesora Lends está buscando?—preguntó Marcus, todavía tratando de asimilar la historia.
—Estoy segura, tiene que ser esto. Según los libros, el apellido Lends perdió todo el prestigio que tenía luego de que desapareciera esa pieza, es lógico que la profesora quiera recuperarla. Al fin y al cabo, es de su familia.
—Lo que no entiendo—Nick se dejó caer en la hierba—, es por qué aquí. ¿Acaso tiene alguna pista que la haya llevado al bosque de la escuela?
—Tal vez esa tal Graciela dejó alguna carta antes de marcharse y la profesora la encontró—propuso Angelina—. Tal vez cuando huyó se refugió en este bosque.
—Tiene sentido.—afirmó Marcus.
—Pero no podemos permitir que ella vuelva a reparar ese collar—inquirió Nick poniéndose de pie otra vez—. Ya escuchamos que es capaz de doblegar a todos a su alrededor, debemos impedirlo.
—Ya, ¿pero cómo?
Sasha y los demás lo miraron esperando que tuviera un plan, pero él sólo se encogió de hombros.
—Todavía no lo sé.
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