Capítulo Final: Nada que pudiera separarlos.

A Himiko no le hacía mucha ilusión ir con Tsuyu, pero si era por Uraraka no le importaba demasiado. Una vez que se reunieran todos, Toga podría vivir tranquilamente junto a Ochako; y aquello era lo único que le importaba.

Estuvieron en silencio durante la mayor parte del camino. La situación del pueblo empeoraba cada vez y la cantidad de gente herida o muerta en el suelo aumentaba drásticamente, sumado a los gritos y a la cantidad de viviendas en llamas.

Himiko conocía perfectamente qué atajos tomar para llegar al palacio lo más rápido posible y no toparse con ningún schiavu problemático, aunque de todas formas la mayoría estaban ocupados y en pésimas condiciones.

—¿De qué conoces a Ochako? —Toga decidió iniciar una conversación con aquella pregunta, más que todo porque tenía curiosidad y quería asegurarse de que Asui no tenía otras intenciones.

—Cuando ella aún no era una schiavu, me compró —respondió la joven de cabello verde—. Fue muy amable conmigo y me hizo sentir como si fuéramos una familia de verdad, aunque duró muy poco tiempo.

—Ya veo... —murmuró Toga fingiendo indiferencia.

Aún tenía que acostumbrarse a la presencia de los amigos de Ochako.

[...]

La situación en el palacio empeoraba cada vez más.

La cantidad de guardias era inútil contra todos los schiavus que estaban arremetiendo contra ellos, y aunque los primeros tuvieran armas, no era suficiente para deshacerse de todos.

A aquellos schiavus no les importaba morir; lo único que querían era venganza. Muchos lo tenían claro desde que fueron encarcelados y, por eso, al hallar finalmente la libertad, lo primero que hicieron fue dirigirse hacia el lugar en el que estarían los reyes.

El reino no necesitaba ser gobernado por personas así. Y, si tenían que arriesgar sus vidas, que ya estaban sentenciadas por enfermedades o estados realmente pésimos, no les importaba en absoluto.

Iida y Todoroki decidieron esperar un rato más dentro de las celdas. Tenya había echado un vistazo al exterior para ver lo que ocurría y si era factible escapar, pero las imágenes que contemplaron sus ojos le dio a entender que, quizá, lo mejor sería esperar. Esperar a que todo se calmara un poco más, o a que todo terminara.

—¿No deberíamos irnos ya? —inquirió Shouto con ciertas dudas—. Si Himiko Toga ya se ha ido, nosotros deberíamos estar bien. Además, ya ha pasado mucho tiempo desde que se fue.

—La situación es peor de lo que esperaba... —respondió Iida, viendo frustrado su plan—. Ella probablemente conoce el palacio a la perfección. Nosotros no, y eso puede ser un problema a la hora de escapar o buscar atajos seguros.

—Entiendo... —aceptó Todoroki.

Permanecieron en silencio durante otro buen rato. Ambos sentados al lado del otro, disfrutando de la compañía del contrario.

—Iida —llamó el joven de cabello bicolor, rompiendo el silencio y haciendo que el llamado le mirase a los ojos con ciertas dudas—. Cuando termine todo... —continuó con dudas, deteniéndose sin terminar la frase.

—¿Eh? ¿Cuando termine todo...? —inquirió confuso, sin saber qué era lo que Todoroki estaba pensando.

—Nada... Ahora que lo pienso, no tiene importancia —negó Shouto evitando mirar al contrario y poniéndose algo nervioso.

—¡Todoroki, la comunicación es lo más importante en una relación! ¡Si tienes algo en mente, deberías decírmelo directamente! —regañó el joven de gafas, haciendo unas quejas raras con sus manos y sacándole una leve sonrisa al contrario.

—¿Relación...? —inquirió con serenidad, pero cierta ilusión en sus ojos.

—¡Somos amigos, ¿no?! —respondió Iida, haciendo que toda esa ilusión desapareciera en menos de un segundo.

—Ah.

Por un momento, Todoroki tuvo la pequeña esperanza de que Iida le quisiera, pero no solo como amigo. Algo más. Una pequeña posibilidad de descifrar si lo que Iida sentía era mayor.

—¿Todoroki...? —llamó Tenya con preocupación al darse cuenta de que su schiavu parecía algo cabizbajo—. ¿He dicho algo raro...?

—No, es solo que... —dudó, algo frustrado por ser incapaz de poner en palabras aquel sentimiento de una vez por todas.

—Puedes decirme lo que quieras, te escucharé en cualquier cosa que necesites o que te esté atormentando —comentó Iida con amabilidad en su voz, acercándose aún más a su schiavu para mirarle a los ojos y dedicarle una leve sonrisa.

—Bueno... —suspiró, tranquilizándose a sí mismo por dentro para hacérselo saber—. Creo que me gustas, Iida.

Tras esas palabras, Tenya se mantuvo en silencio durante unos cuantos segundos más sin saber cómo reaccionar.

Al parecer, sí que le había pillado por sorpresa.

—¿Iida? —dudó Shouto, esperando una respuesta e intentando hacerle reaccionar moviendo una mano frente a su rostro.

—Todoroki... ¡E-Estos no son momentos para bromas! —exclamó finalmente, totalmente nervioso y avergonzado.

—No es una broma, es verdad —respondió Shouto rápidamente—. Me gustas. Me gustas mucho, Iida —continuó, cada vez más seguro de sí mismo y poniendo más nervioso a Tenya—. Qué raro... ahora me es mucho más fácil decirlo —añadió, llevándose una mano al pecho y mirándole a los ojos—. Me gustas, Iida. Me...

—¡D-De acuerdo, ya lo entiendo, no necesitas repetirlo! —interrumpió y se quejó totalmente ruborizado, viendo lo feliz que parecía Todoroki al ver su reacción.

—Pues eso, ya está —confirmó Shouto, pareciendo querer finalizar el tema.

—¿Eh? ¿No quieres una respuesta o algo? —inquirió Iida, reaccionando a la repentina indiferencia de su schiavu.

—Oh, no me importa —respondió con serenidad—. Creo que solo quería decirlo, ya me siento mucho mejor.

Iida necesitaba aclarar sus propios sentimientos. Las palabras de Shouto le habían sorprendido y hecho imaginar algunas situaciones algo vergonzosas para él, sobre todo al empezar a darse cuenta de lo rápido que latía su corazón al ver el rostro de su schiavu diciéndole que le gustaba.

Tenya tenía claro que quería mucho a su schiavu. Con el tiempo que pasaron juntos, se había acostumbrado a su presencia y a tenerlo junto a él lo más cerca posible, hecho que muchas veces le ponía nervioso. Simplemente no se lo había planteado, no había pensado en que, quizá, podía ser algo más; que unas emociones más fuertes habían despertado en él.

—Todoroki, quiero darte una respuesta —sentenció el joven noble.

—No la quiero —respondió el schiavu rápidamente con tranquilidad.

—¡¿Hah?! ¡¿Cómo que no la quieres?! —reclamó el contrario algo indignado.

—Es que ya me imagino la respuesta y...

Un repentino ruido procedente de la puerta hizo que Todoroki se detuviera. Ambos se quedaron en silencio y dirigieron su mirada hacia las escaleras que llevaban a la salida, manteniéndose alerta de quien fuera que estuviera entrando.

—¿De verdad siguen aquí? —se pudo escuchar una voz familiar desde arriba.

—Si no nos hemos encontrado con ellos, deberían.

Shouto abrió los ojos con ilusión al reconocer perfectamente aquella voz y visualizar la figura de una joven de cabello verde.

—¿Tsuyu? —murmuró, sintiendo una gran tranquilidad y acercándose rápidamente hacia las escaleras.

La joven schiavu bajó rápidamente al ver al joven de cabello bicolor, abalanzándose para abrazarlo. Se alegraba mucho de ver que estaba bien y que pronto volverían a estar todos juntos.

—¿Toga? ¿Asui? ¡¿Por qué estáis aquí?! —exclamó Tenya sin comprender nada—. ¡Es peligroso! ¡¿Por qué has vuelto?! —añadió, haciendo énfasis en lo segundo al mirar a Himiko.

—No lo hago porque quiera —respondió la rubia con sinceridad—. Todo esto es por Ochako. Solo venimos a llevaros con el resto.

—Los demás están esperando —añadió Tsuyu, separándose del abrazo y con una cálida sonrisa—. Midoriya ha ido a por Kyouka, cuando volvamos todos estaremos juntos.

—¿Jirou está bien...? —inquirió Shouto sintiendo una fuerte presión en el pecho al recordar que lo último que vio de ella era cómo se la llevaban junto a Mitsuki para ejecutarlas.

—Sí —asintió Asui, provocando que el contrario suspirara y sintiera una gran tranquilidad ante tal noticia.

—¿Y bien? Vámonos, ¿no? —interrumpió Himiko, dirigiéndose hacia la puerta para abrirla y mirarles—. Sé por dónde tenemos que ir para evitar encontrarnos con demasiados schiavus.

Aunque la situación en el palacio había dejado de ser ruidosa, principalmente porque casi todos los guardias y encargados de clase noble ya habían sido asesinados, todavía no era seguro del todo salir; sobre todo porque quedaba con vida cierta persona que Himiko tenía en mente.

Los cuatro se encontraban recorriendo uno de los pasadizos que llevaban a la salida de emergencia del palacio por la parte trasera. Todo estaba en silencio y lo único que encontraban por el camino eran los cuerpos sin vida de algunos guardias en el suelo que, a comparación de la salida principal, eran muy pocos.

Himiko se detuvo al visualizar una reconocible figura masculina a lo lejos, la cual se acercaba lentamente mientras sostenía un afilado y ensangrentado cuchillo.

—¿No es injusto que seas la única que esté bien? —inquirió en voz alta, haciendo que los cuatro se detuvieran y Toga frunciera el ceño—. Himiko...

—¡Me sorprende que hayas sobrevivido, Dabi! —exclamó la joven rubia con una falsa sonrisa—. ¿No está Chisaki contigo? —agregó, sabiendo perfectamente cuál sería la respuesta.

—¿Ese bastardo? Lo han hecho pedazos, no ha durado mucho —respondió con gracia y sin darle importancia—. ¿Sabes? Es desagradable que seas la única que pueda escapar —finalizó, dejando ver las heridas que tenía en todo el cuerpo y que no iba a poder salvarse.

Himiko sabía perfectamente cuál era la única alternativa, así que se giró para mirar a Iida y Todoroki.

—Dame el cuchillo que guardabas —ordenó, sorprendiendo a Shouto y haciendo que Tenya se sobresaltara.

—¡Espera, ¿no tendrás pensado...?! —intentó quejarse Iida.

—Le conozco, no va a dejarnos pasar —interrumpió Himiko, perdiendo la paciencia y logrando que finalmente Shouto le entregase el cuchillo.

—¡Dabi! —llamó Tenya, intentando buscar cualquier otra alternativa para evitar el conflicto—. Somos cuatro contra uno, no tendrás oportunidad alguna.

—¿Y crees que me importa? —respondió con un tono de burla y una sonrisa—. Me da igual, al menos me llevaré a uno conmigo —finalizó, empezando a avanzar nuevamente hacia ellos.

Iida no sabía qué hacer en esa situación. Definitivamente no iban a perder, principalmente porque eran más y Dabi tenía varias heridas por el cuerpo, pero Tenya no quería que nadie resultara herido. Prefería excluir a Todoroki y Tsuyu de aquel conflicto, pero al mismo tiempo no se veía capaz de asesinar a una persona él mismo.

Aquello significaba que todo dependería de Himiko.

[...]

Midoriya no pudo evitar sentirse avergonzado durante la mayor parte del camino debido a lo que hizo al despedirse de Bakugou. Aunque su prioridad era ir a por Yaoyorozu y Jirou, no dejaba de pensar en aquel beso. Sintió que besarle sería lo mejor para confirmarle sus sentimientos a Katsuki, pero todavía le costaba asimilar lo que había hecho.

—Kacchan... —suspiraba, aún sonrojado y sin dejar de volver a recordar el cálido contacto entre sus labios y los de su schiavu.

Conforme se acercaba al hogar de Yaoyorozu, decidió concentrarse en su objetivo y dejar de pensar en Katsuki todo el rato. Ya tendrían tiempo para lidiar con su relación prácticamente confirmada.

La situación de aquel lugar comenzó a preocupar a Midoriya. La entrada estaba abierta y no había ningún guardia cerca, pero conforme Izuku se adentraba, pudo observar los cuerpos sin vida de los guardias en el suelo rodeados por charcos de sangre. Parecía obra de una sola persona utilizando el mismo método.

—¿Midoriya?

Una voz llamó su atención, haciéndole mirar al frente y pudiendo ver a la schiavu de Yaoyorozu. No parecía estar bien; había algo en su mirada que denotaba una profunda tristeza.

—¿Jirou...? —dudó por un momento—. ¿Estás bien? ¿Y Yaoyorozu? Tenemos que irnos... —añadió, pero lo que le rodeaba le daba la sensación de que algo malo había ocurrido y que, quizá, era demasiado tarde.

No quería imaginarlo. Negó cualquier pensamiento negativo e intentó ser optimista al respecto.

—Yaomomo está descansando —respondió la joven con una leve triste sonrisa.

Aquellas palabras tranquilizaron a Midoriya por un momento.

—¡Entonces vamos a por ella! —exclamó con más tranquilidad.

—No podemos —continuó Kyouka, sintiendo como su voz empezaba a quebrarse—. Yaomomo ya no va a despertar —finalizó, sin poder evitar volver a romper en llanto.

Izuku no necesitaba más información para saber qué había ocurrido. Por un lado, se sentía culpable por lo que había sucedido.

Si no hubiera liberado a todos los schiavus, Yaoyorozu seguiría con vida. No obstante, si no lo hacía todos los schiavus morirían, y eso incluía a Katsuki, Kaminari, Jirou, Todoroki, Tsuyu y Uraraka.

Midoriya sentía impotencia. No podía hacer nada para cambiar la situación. No hubo ninguna manera de salvar a todos.

—Tenemos que irnos —murmuró intentando sonar decidido, pero sintiendo una fuerte presión en el pecho al ver a aquella schiavu llorando y saber que Yaoyorozu había muerto.

Se acercó a Jirou y pasó una mano por su hombro, sin saber bien cómo intentar tranquilizar a la joven y sintiéndose cada vez peor por lo que estaba ocurriendo.

—Todos están esperándonos.

[...]

Jirou sabía que tenía que aceptarlo. No podían llevarse a Yaoyorozu, y hacerlo supondría mucho más dolor para la joven schiavu. Sentía que había perdido lo más importante en su vida, pero todavía no había terminado. No estaba sola; su familia le esperaba.

Cuando regresaron donde Kirishima y los demás, Bakugou se levantó en seguida al ver a Jirou sola junto a Izuku. Uraraka también se dio cuenta por la expresión que tenían en la cara; Momo no estaba con ellos.

Prefirieron no decir nada.

Bakugou no sabía cómo consolar a Jirou. Siempre se le había dado mal ese tipo de cosas, así que optó por la opción segura: ir a por Kaminari.

Iida y los demás tardaban demasiado. Tenía sentido ya que el palacio estaba más lejos, pero aún así aquello empezó a preocuparles, hasta que oír cierta voz familiar les tranquilizó por completo.

—¡Chicos! —exclamó Iida a lo lejos.

Uraraka reaccionó rápidamente al ver a Toga y se dirigió hacia ella al observar la situación en la que estaba.

—Himiko... —murmuró con preocupación al ver su rostro.

—Es un pequeño rasguño, no te preocupes, Ochako —tranquilizó la joven rubia con una leve sonrisa, cortando la distancia entre ambas para abrazarla.

Dabi no había tenido ni la más mínima oportunidad contra Himiko. Aunque este había conseguido pasar el afilado cuchillo por el rostro de Toga, solo había sido una herida superficial. La pésima situación en la que se encontraba aquel hombre y la agilidad de Toga permitió que esta terminara con la vida del contrario rápidamente.

Quizá, si ella no hubiera estado, la situación hubiese sido diferente y mucho peor.

—¿Estamos todos? —inquirió Iida con felicidad al ver que todo había ido mejor de lo que esperaba y que, finalmente, estarían a salvo.

Pero la reacción de los que les esperaban y darse cuenta de que faltaba Yaoyorozu, le hizo ver que no era así.

Todoroki no dudó ni un segundo en ir a abrazar a Jirou, la cual estaba en medio de Katsuki y Denki, los que habían estado intentando consolarla. Estaba bien, de verdad había sobrevivido. Tsuyu le siguió y también se unió a aquel abrazo, cosa que hizo que Kaminari también se uniera y obligase a Katsuki a también abrazarla.

Nuevamente, Jirou sentía ganas de llorar. En cualquier momento volvería a romper en llanto.

Pero ahora era diferente. La fuerte presión que sentía en el pecho estaba siendo opacada por el cariño que estaba recibiendo y el amor y comprensión que le brindaban. Tenía una familia que le quería y en la que apoyarse.

Estaban los cinco juntos. Y, esta vez, ya no había nada que pudiera separarlos.

Iida y Midoriya sonrieron levemente al contemplar aquella situación. Uraraka y Himiko parecían perdidas en su propio mundo, y Kirishima seguía dentro de la choza descansando.

—Ahora... ¿Cuál es el plan? —inquirió Izuku, sabiendo que no podían alejarse sin rumbo ni un sitio fijo en el que reposar y tener agua y comida suficiente para todos—. Kacchan y Kirishima necesitan descansar.

—Lo mejor sería quedarnos aquí y turnarnos por la noche para vigilar hasta que todos estemos en buenas condiciones —respondió Tenya—. No sabemos qué es lo que pasará en el reino durante los próximos días. En el peor de los casos, tendremos que abandonarlo por completo.

—También tenemos que pensar qué hacer con él... —añadió Izuku algo nervioso señalando a Stain, que seguía dormido y amarrado en un árbol, cosa que sorprendió a Iida y le provocó bastantes dudas.

De momento, solo podían esperar. En el bosque podían conseguir agua y comida suficiente para todos, así que era la opción segura. No podían arriesgarse a regresar al pueblo hasta pasado un tiempo.

Había terminado. Todos sentían una gran tranquilidad al saber que todo había terminado. Aunque habían perdido a alguien importante en el camino, no podían vivir lamentándose.

A partir de ahora, no tendrían que preocuparse por nada más. Sus vidas estarían llenas de tranquilidad y felicidad.

Eran completamente libres y estaban juntos.



•◇◆◇◇◆◇•◇◆◇◇◆◇•



Aún falta el epílogo y algunos especiales, así que todavía no termina, pero gracias por el apoyo y a los que se quedaron a leer hasta el final <3

Algunas curiosidades de Schiavus:

- "Schiavu" significa "Esclavo" en corso (muy original JAJAJ). Surgió básicamente de que no tenía ni la menor idea de qué título poner, así que puse la palabra base del fic en el traductor y salió lo que salió xD.

- Katsuki, cuando era bastante pequeño, conoció a Izuku y jugaron en el bosque, pero solamente fue un día, así que ninguno recuerda el rostro y mucho menos el nombre del otro. Solamente el hecho de que se divirtieron mucho juntos (esto se menciona en un capítulo pero no se especifica que fue Izuku).

- Al principio de la historia tenía pensado matar a TODOS los que no fueran schiavus. Básicamente, que al final solo sobrevivieran Bakugou, Kaminari, Jirou, Tsuyu y Todoroki, y estos permanecieran juntos, pero finalmente en libertad. Pero conforme avanzaba la historia, me empezó a dar pena destruir todas las ships y pues así quedó xD soy débil ;; Además, cuando cambié de opinión aún así quería matar a todos los nobles (lo que incluye a Iida, Momo y Himiko), pero al final también me dio mucha pena y dejé que Iida y Himiko vivieran fgdjghjs, soy débil q_q ya han sufrido mucho, merecen un final feliz (lo siento por Momo).

- En el final alternativo en el que Iida muere, Himiko nunca se queda con Ochako y nadie va a ayudarles al palacio, por lo que Iida y Todoroki se encuentran con Dabi y este apuñala a Iida (herida letal). Todoroki le defiende y acaba con Dabi, pero es demasiado tarde para Iida y muere en brazos de su schiavu.


¡Muchas gracias por leer ;;! (Y esperar tanto tiempo para el final xD). Falta el epílogo y cuatro especiales (TogaOcha, TodoIida, KiriKami y KatsuDeku) en los que solo habrá felicidad y fluff ;; (porque ya han sufrido demasiado)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top