Capítulo 95: ¿Puedo ser egoísta?
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—Ella probablemente no... —intentó decir Asui sin mala intención y únicamente deseando que Uraraka volviera con ellos.
Sin embargo, una voz bastante familiar que provenía de detrás hizo que Ochako girase su rostro en esa dirección.
—¿Ochako...?
Himiko estaba ahí.
[...]
Uraraka quería abrazarla. En aquellos instantes, su cuerpo estaba a punto de moverse solo hacia la joven de cabello rubio.
—¡Ochako! —la voz de Tsuyu hizo que se detuviera y volviera su rostro hacia ella—. ¿No vas... a volver?
—Tsuyu... —murmuró con cierta tristeza.
Aunque su rostro estuviera mirando hacia la joven de cabello verde, su cuerpo apuntaba hacia donde se encontraba Himiko.
—Ochako me estaba esperando —comentó Toga con una leve sonrisa y logrando que la joven de cabello castaño le mirase nuevamente—. ¿No es así?
"No tengo que elegir... ¿verdad?"
—Aquí estoy, mi querida Ochako —continuó Himiko, juntando ambas manos y apoyándolas en su pecho—. Aquí... tal y como te prometí.
—¡Ochako! —volvió a llamar Asui con una voz rota y desesperada.
"Ah... ¿Qué debería hacer?"
Uraraka no quería elegir. No quería tomar una decisión, peor aún en la situación que se encontraba.
—Ochako... No vas a dejarme, ¿verdad? —inquirió Toga con una voz seria al darse cuenta de las dudas que surgían en su schiavu—. Ven conmigo. Vámonos de aquí, juntas, solo tú y yo. Seamos felices, ¿vale? —prosiguió, sintiendo como su voz iba a quebrarse en cualquier momento.
—Ochako... —Tsuyu volvió a interrumpir con lágrimas en sus ojos—. Todos están esperando.
"Detente...''
Uraraka se negaba a elegir.
Por un lado, sabía que tenía que estar junto a Tsuyu. Le había jurado que se volverían a ver. Se había jurado a sí misma que, si llegaban a encontrarse, se quedaría a su lado. La protegería sin importar qué.
No obstante, una gran parte de sí misma quería estar con Himiko. Estar al lado de aquella joven le hacía sentir una gran calidez en el pecho que no era capaz de describir. Se sentía protegida. Se sentía amada y correspondida.
—No puedo elegir... —murmuró en voz baja, ocultando su rostro y empezando a notar cómo las lágrimas caían por sus mejillas—. ¡No puedo elegir! —gritó mientras cerraba los ojos y cubría su cabeza con ambas manos, agachándose hasta quedar de rodillas y negarse a ver lo que ocurría a su alrededor.
—Ochako...
Toga sintió un fuerte dolor en el pecho cuando vio a su schiavu en esa situación. Le recordaba a cuando la encontró después de sacarla del calabozo. Era como si, esta vez, la persona que estaba dañando a Ochako era ella misma.
—¡No puedo! ¡No quiero! —volvía a gritar con la voz rota y cada vez más miedo—. No me hagas elegir, por favor...
—Ochako, no tienes que elegir, solo... —Tsuyu intentó tranquilizarla, pero fue inútil.
—No... tengo que elegir... —volvía a murmurar la joven de cabello castaño—. Tengo que hacerlo, pero no puedo.
Toga no podía seguir soportando la situación.
"Está bien. Si eso es lo que quieres, entonces..."
Sin pensárselo ni un segundo más, decidió dar media vuelta y marcharse, pero Uraraka no tardó en darse cuenta.
—¡Himiko! —gritó alzando la mirada e intentando incorporarse para ir a por ella—. No... No te vayas...
Nuevamente, las dudas empezaron a apoderarse de ella y volvió a girarse para ver a Asui.
"Pero no puedo dejar a Tsuyu sola. Ella es mi schiavu...
¿Pero no lo soy yo también?
Mi obligación es cuidarla...
¿Pero no tengo que obedecer a Himiko?
Ella es mi dueña, ella me salvó, ella es la persona de la que...
¿Qué hago? ¿Qué sé supone que debo hacer? ¿Por qué tengo que decidir?"
—Ochako, ¿por qué no puedes elegir? —inquirió Toga con un tono frío y sin girarse.
—Ella es mi schiavu... —respondió con cierta tristeza en sus palabras—. Y yo soy tu schiavu... No puedo...
—¿Sabes lo que está ocurriendo ahora mismo? —volvió a añadir Himiko, esta vez mirándole a los ojos—. Solo observa lo que está a tu alrededor —continuó, haciéndole reaccionar y ver la realidad—. El reino no volverá a ser como era antes. Probablemente los schiavus ya hayan asesinado a toda la clase noble, incluyendo a Dabi y Chisaki. La ley Schiavus va a desaparecer. Ya no hay nada que te encadene, nada que pueda hacerte dudar. ¡Simplemente haz lo que más amas! Así como yo ya he tomado mi decisión... —prosiguió, acercándose a ella e inclinándose para acariciar sus mejillas—. Tú eres libre de tomar la tuya.
Tsuyu no sabía qué decir. En realidad, mientras Ochako pudiera ser libre y feliz, no le importaba nada más. Si elegía estar con esa persona, lo aceptaría. Únicamente quería asegurarse de que estaría bien. Que aquella persona la trataría bien. Que la protegería. Que no la haría sufrir.
Y, tras escuchar aquellas palabras por parte de la joven rubia, Tsuyu ya no tenía más dudas.
—¿Ya no estoy encadenada a nada...? —murmuró Ochako, sin poder evitar volver a soltar ciertas lágrimas.
—Exacto —confirmó Toga con una sonrisa.
—Entonces ven conmigo, Himiko.
"¿Eh? ¿Ir contigo...?"
—Ven conmigo, quédate conmigo...Pero también déjame quedarme con Tsuyu —continuó con voz temblorosa y sorprendiendo a ambas jóvenes tras sentenciar aquellas palabras—. ¡No quiero perderte! Pero tampoco quiero dejar a Tsuyu sola... ¿Puedo ser egoísta? ¿Puedo serlo tan solo por una vez en mi vida...? —rogaba entre lágrimas.
—¿Eso es lo que más deseas en este momento? —inquirió la joven rubia.
—Sí...
—Pues que así sea, mi querida Ochako —finalizó Himiko, atrayendo a su schiavu en un cálido abrazo.
[...]
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Tbh, a lo largo de esta historia me he encariñado muchísimo con el TogaOcha y creo que se nota ;;
Muchas gracias por vuestros comentarios y votos ;; ❤❤❤ me hacen muy feliz q_q
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