—Pase lo que pase... ¿puedes confiar en mí hasta el final?

"¿A qué viene eso?
¿Hasta el final...?"

—De acuerdo —murmuré aun sin entender nada de lo que Iida estaba pensando—. Confiaré en ti.

[...]

POV Narradora

Después de que Iida hiciera cierta pregunta un tanto extraña para Todoroki, ambos se dirigieron al sitio en el que estaban el resto de sus compañeros reunidos.

—¡Iida! —llamó Izuku, luego de haber divisado a su amigo venir a lo lejos, acercándose rápidamente hacia el joven de gafas—. ¡¿D-De verdad podemos utilizar esto?! —inquirió nervioso y emocionado mientras sostenía un par de calcetines aterciopelados que parecían ser de gran calidad.

—¡Por supuesto! —accedió dicho noble ajustándose sus lentes y provocando que la sonrisa del de cabello verde se hiciera aún más grande.

Midoriya llevaba mucho tiempo sin unos dignos calcetines.

—Oh, y casi se me olvidaba... —prosiguió Tenya al recordar que había algo que aún le debía a su amigo—. ¡Acepta esto, Midoriya! —aplicó ofreciéndole la bolsa en la que se hallaban el resto de sus monedas de oro y provocando que Todoroki abriera los ojos aterrorizado—. Gracias a que aquella vez me prestaste dinero pude comprar a mi schiavu, ¡te lo debo!

—¡¿E-Eh?! P-Pero solo fueron nueve monedas... —respondió Izuku al contemplar la gran cantidad que le estaba ofreciendo el de gafas.

—Iida... —murmuró Shouto bastante enfadado por lo que su dueño estaba haciendo, sobre todo al ver que el chico de pelo verde era el culpable.

La primera impresión que tuvo Todoroki de Midoriya fue bastante mala.

—¡N-No puedo aceptar tanto! —exclamó Izuku totalmente nervioso y moviendo sus manos en señal de negación.

—Ya lo has oído —aplicó el de cabello bicolor intentando que su dueño se retractara.

Pero Tenya era un hombre de palabra.

—¡Midoriya, dije que te lo devolvería, así que acéptalo! —insistió el noble colocando rápidamente la bolsa en ambas manos de su amigo sin dejarle tiempo a rechazarla y dirigiéndose hacia el resto de chicos que parecían estar disfrutando de la comida.

—¡E-Espera! —trató de detenerle, pero fue en vano.

Ahora Izuku se había quedado con la bolsita de monedas en mano... y junto a cierto schiavu de cabello bicolor que parecía estar maldiciéndole con la mirada.

—E-Eh... —murmuraba sin saber exactamente qué decir en aquella situación tan incómoda—. ¡Soy Izuku Midoriya, el dueño de Katsuki Bakugou! Tú eres el schiavu de Iida... Todoroki, ¿verdad? —inquirió con temor—. ¡T-Te apellidas como el rey Endeavor! —añadió con alegría tratando de animar un poco el ambiente.

Pero eso solo lo empeoró más.

POV Todoroki Shouto

Aquel sujeto me estaba empezando a enfadar.

"¿De verdad este tipo es quien compró a Bakugou?"

—No menciones a mi padre —respondí con rencor—. Y eso es de Iida —agregué señalando la bolsa en la que se encontraba el dinero.

—¡S-Sí! —aceptó rápidamente dándome dicha bolsa.

"Qué fácil ha sido."

Una vez con el dinero en mano, decidí ignorarle y dirigirme hacia el resto, pero cierto comentario me tomó por sorpresa.

—Se nota que aprecias a Iida —comentó con una sonrisa mientras pasaba por su lado.

"..."

—No realmente —dije sin expresión alguna; me estaba empezando a poner bastante nervioso y no entendía por qué.

—Pero... ¡Lo que hiciste es porque estabas preocupado por Iida, ¿no?! —agregó con entusiasmo—. ¡Eres una buena persona!

"No es eso.
A mí Iida no me preocupa.
Realmente, me da igual..."

—¿Todoroki...? —inquirió al mirarme con ciertas dudas—. Tu rostro está rojo...

"¿Eh...?"

POV Narradora

Mientras tanto, al lado de la cabaña de Kirishima se hallaban cuatro jóvenes comiendo mientras que uno contemplaba con satisfacción su buena obra.

—¡Esto está riquísimo! —exclamó Kaminari mientras agarraba una pierna de pollo frito y comenzaba a masticar con alegría.

—¡Iida, no sé cómo agradecértelo! —añadió el pelirrojo al ver un envase lleno de filetes de carne recién hechos.

—Bakugou —dijo Tsuyu mientras le ofrecía una patata frita al amargado schiavu—. Tienes que comer —agregó con una sonrisa.

A Katsuki no le quedó de otra que aceptar.

—Tsk —chasqueó la lengua para luego abrir la boca mientras fruncía el ceño y Asui le alimentaba.

Denki no pudo evitar burlarse de la situación mientras recalcaba lo "lindo" que había sido eso por parte de Bakugou mientras que este comenzaba a insultar todo.

—¡Chicos! —se pudo escuchar la voz de Midoriya al acercarse.

—¡Midoriya, sí que has tardado! —dijo Kirishima después de haberse comido tres filetes de carne.

—¿De qué estabais hablando? —inquirió Kaminari con curiosidad ya que se había dado cuenta de que ambos estuvieron conversando sobre algo durante un buen rato.

—¡Ah, resulta que Todoroki... —trató Izuku de explicar, pero se calló al ver cómo Shouto le dirigía una mirada no muy amigable—. Eh... nada.

Hubo algunas preguntas insistentes por parte de Denki, pero al ver que Todoroki se negaba a hablar, optaron por cambiar de tema y seguir comiendo como si no hubiera un mañana.
Parecía que todos se estaban divirtiendo. Incluso Bakugou estaba disfrutando, aunque no lo admitiera ni demostrara, de la compañía de los que consideraba su familia.

Todos deseaban que aquel momento nunca terminase.

—Bueno, ahora que se ha acabado la comida... —comentó Tenya al ver cómo absolutamente todos los alimentos que había traído habían desaparecido—. ¡Es hora de repartir la ropa!

—¿Puedo ponerme esto? —preguntó Tsuyu mientras alzaba un vestido verde con adornos blancos.

A saber por qué Iida había comprado vestidos.

—¡Por supuesto! —volvía a repetirse el joven noble.

—C-Creo que esto te quedaría bien... —introdujo Midoriya algo nervioso mientras se acercaba hacia Bakugou y le mostraba un conjunto de ropa que le había agradado bastante.

Pero obviamente Katsuki se negó a aceptarla y eligió cualquier otra cosa que vio cerca. 

Izuku suspiró; él solo quería mejorar su relación.

Pero entonces sucedió.
Bakugou y Asui comenzaron a desnudarse sin pudor alguno delante de todos.

[...]

•◇◆◇◇◆◇•◇◆◇◇◆◇•

Ya lo dije antes, pero que conste que el TodoDeku no lo puedo ver de manera romántica, pero su amistad me encanta xD

Recordatorio de que los schiavus dejaron de sentir vergüenza por mostrarse desnudos ya que se acostumbraron al vivir tres años en el calabozo.