5. Química Imposible
Isagi ya no reconoce si esta sudando o es el agua de su reciente baño que sigue sin secarse, pero de algo está seguro y es que Kaiser lo está volviendo hacer, invadir su espacio personal.
—Estoy aquí arriba.—señala para alzar la mirada de Isagi tomándolo del mentón momentáneamente. Sus ojos por fin se encuentran con los azules oscuros del azabache, ya estaba harto de que el japones no le mirase a los ojos.—Así como tu anhelas ser el centro de mi atención, yo espero que cumplas las mismas demandas conmigo. ¿Te queda claro?—cuestiona con exigencia, Yoichi asiente expectante.
Kaiser sigue siendo un arrogante y su forma de hablar no ha cambiado, a pesar de que ahora es más considerado y amable con él, aún así, sus palabras dejan algo confundido a Isagi. ¿Le está correspondiendo sus sentimientos o está hablando de otra cosa? La forma en que lo dice no es clara, pero si exigente. Su comportamiento sigue siendo algo refunfuñado pero sus palabras siente que lo contradicen un poco.
Isagi no sabe que decir, sus oídos escuchan cada palabra que sale de su sensual boca pero sus ojos solo se emboban en el físico del contrario, y su boca no puede moverse o emitir algún ruido.
—Contadas veces he salido con algunas chicas, pero no han llegado a ser mis novias de manera formal y menos han tenido la iniciativa de confesarse, mucho menos he tenido novio.—cuenta con cierta amargura e irritación, desviando su mirada al bostezar de tan solo acordarse de lo aburridas y artificiales que han sido aquellas personas.
Son las típicas chicas que quieren el premio gordo, pero no están interesadas en conocerte de manera profunda e íntima, emocional y sentimental. Quieren besarte, acostarse contigo y presumir te con sus amistades como en redes sociales, pero poco les importa tener una charla seria y conocerte a fondo, tu pasado, tus defectos y tus alergias.
Michael observa la forma en cómo el contrario lo mira. No sabe si es la tensión, tener acorralado al japonés en un cuarto completamente solos o es lo provocativo que se ve con solo una toalla en su cintura y la demás piel expuesta, su cuerpo actúa por instinto.
Nunca le habían parecido especialmente atractivos los de su mismo sexo, pero ahora mismo, Isagi se ve tan... apetecible. Quiere pasar las yemas de sus dedos por su pequeños y regordetes labios, esta seguro que hasta hace algunos días no estaban así, ¿qué se habrá hecho para tenerlos de tal forma?¿lo hizo para provocarlo? En realidad tiene ganas de pasar otra cosa por esos provocativos labios.
¿Por qué de repente siente el cuerpo calentarse por la escasez de distancia y lo bien que lucen los labios del japonés entre abiertos?
—Dime, Yoichi, ¿ya has besado a alguien, aquí?—señala de manera pícara sus bonitos labios, haciendo al nipón estremecerse por dicha insinuación que lo deja sin aliento.
La forma en cómo Kaiser lo mira, cómo pasa las yemas de sus dedos por esa zona de su boca, la forma en cómo el alemán pronuncia su nombre pone tan mal a Isagi que apenas puede contestarle al más alto en un débil balbuceo.
—No...
Quería mentir, pero patéticamente dijo la verdad. Él no ha tenido pareja, siempre se ha concentrado en sus estudios y en todo lo relacionado al fútbol, no tenía tiempo para andar de novio con alguien, pero en Blue Lock pausaron sus estudios para que se concentrará solo en el fútbol. Y ahora, tiene algo de tiempo para enamorarse, para explorar su sexualidad y sus gustos.
Su cuerpo se siente raro y su mente se queda en blanco, Michael deja de acariciar su boca para hacer paso a la siguiente pregunta:
—¿Quieres que yo sea tu primer beso?
El sonrojo se apodera de las mejillas del japonés hasta llegar a sus oídos, siente confusión e incredulidad, pero también se siente como si comiera algodón de azúcar y miel, su pecho se calienta y su corazón se derrite en un mar de emociones placenteras. La pregunta es inesperada y Kaiser a corta la distancia entre ellos sin esperar alguna respuesta de su parte.
Isagi suspira, apunto de caer ante la tentación, como le encantaría que su primer beso sea con el chico que le gusta, pero algo dentro de él hace que reaccione y entre en razón, traga saliva con fuerza tratando de apartar al rubio, poniendo sus manos en sus grandes y duros pectorales. Se pregunta porque se siente tan bien tocarlos incluso a través de la bata de dormir, se reprocha mentalmente ya que no es momento de embobarse otra vez.
—Si es por obligación o lástima, no lo quiero.—responde con seriedad y el ceño fruncido, mirándolo fijamente al mas alto en forma de protesta.
Su respuesta y mirada descolocan al alemán, realmente no hubiera imaginado que Isagi se negará pero parece que tampoco le gusta creer que lo podría haber besado sin quererlo de verdad.
Isagi no quiere un beso por compasión o presión, él sueña con algo más romántico y hasta puro. Suena bastante cliché y hasta de colegiala, pero si es su primer beso lo quiere de manera sana.
—¿Crees que yo te veo de esa forma?—interroga con ironía, no sabe en qué momento hizo creer al más bajito que siente lástima por él como para besarlo.
El silencio es extraño, solo son sus voces y respiraciones como el pequeño sonido de las gotas de agua deslizándose por el cabello del japonés hasta caer en su piel.
—¿De qué forma me ves, entonces?
Una muy buena pregunta es lo que hace reflexionar a Kaiser de manera seria. Todavía no está seguro de que siente por Yoichi, pero si hay algo que le gusta de él es cuando sonríe, la forma en cómo se curva sus labios y cómo se marcan sus hoyuelos es bastante linda. Además que también busca de alguna manera obsesiva ser el centro de atención del japonés, es justo lo que quiere.
No sabe si es por el tema del fútbol y ser el mejor, o porque realmente lo desea en un aspecto más romántico y sexual.
Su cabello oscuro es sencillo pero impecable, y sus ojos azul oscuro le recuerdan en cierta forma, a una gata que tenía en su niñez, callejera y delgada de largos bigotes. Tan oscura como la noche sin estrellas y el cielo despejado.
—¿Podrías sonreír para mi?—pide de forma débil y una expresión dócil, sorprendiendo al contrario.
—¿Qué...?
El jugador de mayor oferta es consiente de lo que pidió y decide cambiar de tema, dándose cuenta de lo tarde que es y que lleva mucho tiempo dejando sin espacio a Yoichi, hubiera sido divertido que la toalla que carga cayera al suelo para que el japonés se avergüence y burlarse un poco de él.
Como no paso tiene que suspirar resignado, mientras siente un cosquilleo extraño por su pelvis al imaginarse a Isagi Yoichi sin la toalla.
—Nada, será mejor que nos vayamos a dormir.—aconseja encogido de hombros y alejándose de manera abrupta.—El partido de mañana es bastante esperado.—agrega con más seriedad en el juego.
Todo los millones de televidentes que los observan alrededor del mundo lo esperan con tantas ansias. Ver a sus jugadores favoritos en la cancha, ver a sus equipos ganar o perder, el resultado aun es incierto pero las jugadas magistrales se quedarán en sus memorias. Los pases, las defensas y los goles. Eso es tan emocionante tanto para niños como adultos.
—Kaiser, cuando ustedes tengan que regresar, ¿habrá manera de que sigamos en contacto?—pregunta ansioso mientras salen del cuarto de baños. Es directo y espera una respuesta.
—¿Quieres mi número?—sonríe cómplice, Yoichi se ruboriza nuevamente y asiente lentamente. Tal vez ha ido rápido, pero le entristece pensar que cuando todo acabe, Kaiser regresará a europa y no tendrá como mantener el contacto con él.—Te lo daré si consigues emocionarme en el partido de mañana.—añade con una leve sonrisa maliciosa.
—¿Y cómo hago eso?—bufa desconcertado.—Sin que te enojes por robarte el balón.—añade fanfarrón, el partido de mañana tiene su grado de dificultad pero no se dejará vencer.
Antes de que el camino de ambos tome un rumbo distinto, se detienen y se miran frente a frente. Kaiser no lo piensa mucho para responder.
—Haciendo química conmigo.—su expresión es seria y pensativa, pero el tono que usa es bastante caliente y sugerente.
Isagi esta seguro que aquello ha sido en doble sentido. Hacer química con él puede referirse tanto como en equipo así como de otra manera más inquietante. Yoichi maldice la forma en cómo el rubio lo provoca de manera implícita, lo hace sentir confundido, no entiende si es correspondido o solo lo está probando. Lo pone algo tenso.
¡No entiende la forma de ligar de los alemanes!
—¡Pero eso es imposible!—exclama exhausto.
Ellos dos en el campo es bastante difícil que colaboren, a pesar de ser del mismo equipo. Claro que le gustaría formar química con Kaiser, ¿pero cómo? No es algo sencillo que se logre de la noche a la mañana.
Mientras se sume en sus pensamientos, el rubio posa por unos segundos su mano en su cabeza, sacándolo de sus pensamientos. Isagi se da cuenta que Kaiser tiene una mano muy grande.
—A mi me encanta lo imposible.
Michael se dirige a su cuarto dejando a un Yoichi con el corazón latiendo y las palabras del alemán resonando una y otra vez en su mente. En otras palabras, a Kaiser le encanta la idea de ellos dos haciendo química, de devorarse.
Al regresar a sus respectivos dormitorios y conciliar el sueño, Michael soñó en cómo hubieran terminado las cosas si Isagi le hubiera dejado besarle. Devorar su boca hasta robarle la respiración y que sus labios queden hinchados como húmedos de tanto que se saborean sus lenguas. Kaiser esta seguro que si esto continúa así y los sueños suben de intensidad, podría tener problemas húmedos en las mañanas.
[...]
Isagi Yoichi ya esta preparado para el partido del día. Espera no tener tantos problemas, ha escuchado que Shidou ha disminuido su violencia cuando se enoja o aburre, pero que también es un arma destructiva para el equipo francés. Había creído que, después de Itoshi Sae, no existiría alguien más para controlar aquel demonio de piel canela. Pero al parecer Julian Loki sabe como ponerlo en su lugar y que las cosas funcionen.
También será difícil no dejar de mirar a Kaiser en todo el partido, tiene que tratar de no recordar lo que pasó la noche anterior y lo cerca que estuvo de besarlo. En este partido, no quiere darle tanta importancia en marcar más goles que el alemán, lo que realmente quiere, es marcar más goles que el rival, es vencer a su rival Itoshi Rin. Aquel que juro vencerlo.
Pase lo que pase, tiene que darlo todo hoy, más que nunca, tiene que seguir evolucionando y demostrarle al mundo entero quien es Isagi Yoichi, la estrella de blue lock.
No puede dejar que sus sentimientos por Michael Kaiser interfieran, a pesar de que su cuerpo le pida estar tan cerca de él hasta que sus pieles se rocen entre sus ropas y el sudor.
Tiene que enredarse con los tallos espinosos de la rosa sin que estos lo asfixien, tiene que saber como dejarse fluir y que la reacción química venga de manera natural e intensa.
Palabras: 1,917
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Sábado 13 de julio del 2024
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Ya se me acabaron los capítulos en borrador que había guardado cuando inicie este fic hace varios días, por lo que el siguiente no lo tengo ni empezado por lo que no se cuanto me tarde en traerlo. Es probable que sea igual o más corto que esté pero no aseguro nada.
Ya que obviamente no se como terminará el partido en el manga, me inventare el resultado.
En fin, nos vemos!!!!
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